por  Stephanie Pappas
08 Mayo 2023

del Sitio Web LiveScience
traducción de Redacción CODIGO OCULTO
15 Mayo 2023
del Sitio Web CodigoOculto

Versión original en ingles

 

 



© Imagen: depositphotos.com




Bajo la corteza helada de cuatro enormes lunas de Urano podrían esconderse océanos, revela un nuevo estudio publicado en Journal of Geophysical Research.


Recientemente, los científicos han vuelto a analizar los datos de la nave espacial Voyager, que sobrevoló Urano en la década de 1980, y han descubierto que cuatro de las lunas más grandes de Urano,

...pueden ser lo suficientemente cálidas como para albergar océanos líquidos.

 

En Titania y Oberón, estos océanos podrían incluso ser lo suficientemente cálidos como para albergar potencialmente vida, según un estudio reciente publicado en la revista Journal of Geophysical Research.


Julie Castillo-Rogez, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en el sur de California, dijo en un comunicado:

"Cuando se trata de cuerpos pequeños - planetas enanos y lunas - los científicos planetarios han hallado pruebas de la existencia de océanos en lugares poco probables, como los planetas enanos Ceres y Plutón, y la luna Mimas de Saturno.
 

Así que hay mecanismos en juego que no entendemos del todo".

El nuevo estudio integró los datos del Voyager 2 de los años 80 con información sobre otras lunas heladas como Caronte de Plutón y Encélado de Saturno extraída de misiones más recientes de la NASA como,

  • Galileo

  • Cassini

  • Dawn

  • New Horizons

Urano tiene 27 lunas, pero los investigadores se centraron en las cinco más grandes, que son Ariel, Umbriel, Titania, Oberón y Miranda.

 

De ellas, Ariel es la más pequeña, con 1.160 km de diámetro, mientras que Titania es la mayor, con 1.580 km de diámetro.

 

 

 


Calor interno podría generar un océano interior

Cuatro de las lunas más grandes de Urano pueden tener océanos subterráneos ocultos, sugiere una nueva investigación.

 

 

Crédito de la imagen: NASA, ESA, CSA, STScI.

Procesamiento de imágenes: J. DePasquale (STScI)

 


Anteriormente, los científicos pensaban que sólo Titania podría generar calor interno a través de la desintegración radiactiva - proceso por el que los átomos inestables pierden energía a través de la radiación - creyendo que las otras lunas eran demasiado pequeñas.

 

Sin embargo, la modelización de la porosidad de las otras lunas sugirió que todas menos Miranda están lo suficientemente aisladas como para retener el calor interno creado por la desintegración radiactiva.

 

Los investigadores también descubrieron que los posibles océanos bajo la corteza helada de estas lunas serían ricos en cloruros, amoníaco y sales, que reducirían el punto de congelación del agua.

 

La combinación de un punto de congelación bajo y suficiente calor interno podría significar que Ariel, Umbriel, Titania y Oberon tienen océanos a decenas de kilómetros de profundidad en su interior, informaron los investigadores.


En 2020, los científicos detectaron algunos indicios de actividad geológica reciente en Ariel, lo que sugiere el posible movimiento de un posible océano interior.

 

Miranda también tiene rasgos superficiales que parecen relativamente frescos, según los investigadores, pero su modelado sugiere que si la luna tuvo un océano líquido en algún momento, es probable que ahora esté congelado.


Para averiguar si estos océanos ocultos existen realmente, los científicos tendrán que ser creativos.

 

Los espectrómetros capaces de detectar las longitudes de onda de la luz reflejada por el amoníaco y los cloruros podrían ayudar a demostrar la presencia de estas sustancias químicas bajo las costras.

 

Los científicos también podrían utilizar instrumentos capaces de detectar corrientes eléctricas transportadas por el agua líquida para sondear bajo la superficie de estas lunas.

 

Los nuevos estudios de modelización sobre cómo se formaron estas lunas también podrían ayudar a los investigadores a planificar qué tipo de observaciones deberán realizar en el futuro, señaló Castillo-Rogez.


Castillo-Rogez afirmó:

"Necesitamos desarrollar nuevos modelos para diferentes hipótesis sobre el origen de las lunas con el fin de orientar la planificación de futuras observaciones".

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Journal of Geophysical Research.