por Enrique Sacristán
07 Febrero 2024
del Sitio Web
SINC
Ilustración de
la luna Mimas de Saturno.
Frédéric Durillon, Animea Studio
Observatoire de Paris – PSL, IMCCE
Los
movimientos
de la
órbita de esta luna de Saturno,
registrados por la sonda Cassini,
indican la
presencia de un océano sub-superficial,
contradiciendo las teorías de que
su
interior es completamente sólido.
La que
algunos llaman 'estrella de la muerte'
se suma
así a otros cuatro satélites con un océano global:
Europa,
Ganímedes, Titán y Encélado.
En 1789 el astrónomo William Herschel descubrió dos satélites
de Saturno:
Encélado y el que luego se
bautizaría como uno de los gigantes de la mitología griega:
Mimas.
Los datos que recogió la
sonda Cassini en esas lunas heladas
permitieron descubrir que Encélado oculta un
océano con fuentes termales, cuyos
productos se expulsan por penachos gigantes de hielo y gas hacia el
espacio.
Los
datos de la nave Cassini
revelan
que la luna Mimas de Saturno
tiene un
océano subsuperficial
relativamente reciente...
Mimas, sin embargo, que a algunos recuerda a la Estrella de la
Muerte de La Guerra de las Galaxias, presenta una superficie
llena de cráteres que no delata que haya esa gran masa de agua
debajo, pero eso es precisamente lo que ha descubierto un equipo de
investigadores franceses revisando los datos que tomó la nave
Cassini antes de su espectacular
desintegración en 2017 en la
atmósfera de Saturno.
Aunque
algún estudio anterior ya lo
sugería, según el nuevo artículo, que publica esta semana la
revista Nature,
el océano subsuperficial de Mimas es relativamente reciente y aún
está evolucionando.
Bajo una capa helada de 20-30 km
Las simulaciones indican que apareció hace entre 25 y 2 millones de
años, y que está bajo una capa helada de unos 20 a 30 km de
profundidad.
La interfaz océano-hielo alcanzó esta profundidad
hace relativamente poco, menos de 2 o 3 millones de años, por lo que
todavía no habría tenido tiempo de dejar huella en la superficie
lunar.
Para llegar a estos resultados, los investigadores se fijaron en los
datos de la órbita de este satélite.
"Utilizamos decenas de miles de imágenes de
las 19 lunas de Saturno para restringir completamente la
dinámica orbital de todo el sistema", explica a SINC el autor
principal, Valery Lainey, del Observatorio de París, "y
después, pudimos restringir el movimiento orbital de Mimas con
tanta precisión que logramos detectar un ligero cambio en la
deriva de la orientación de esta órbita en el espacio".
Investigaciones anteriores habían sugerido dos
posibilidades para explicar cómo es el interior de Mimas:
un cuerpo sólido con un núcleo rocoso
alargado, o bien con un océano global bajo su superficie.
Los análisis de Lainey y sus colegas zanjan el
debate a favor de la segunda opción, tras revelar los cambios en el
movimiento de rotación y la órbita de la pequeña luna afectados por
su océano interior.
La aplicación del modelo de cuerpo sólido exigiría que el núcleo
rocoso fuera alargado, casi en forma de tortita, lo que no coincide
con las observaciones orbitales.
En cambio, las mediciones de la posición de Mimas
indican que la evolución de su órbita se explica mejor si existe ese
océano subsuperficial.
Océanos donde buscar signos de
vida
Lainey recuerda que ya existen cuatro lunas con un océano global:
"Europa,
Ganímedes [ambas de Júpiter],
Titan
y
Encélado [de Saturno], y ahora se suma Mimas, más algunos
otros candidatos, como Calisto, Dione y Tritón".
Estos mundos oceánicos son buenos candidatos para
buscar indicios de vida fuera de la Tierra en nuestro sistema solar.
Existían cuatro lunas con un océano global:
Europa,
Ganímedes, Titán y Encélado,
y ahora se
suma Mimas,
más
algunos otros candidatos,
como
Calisto, Dione y Tritón.
Valery Lainey
(Observatorio de París)
Mimas (centro)
se suma al 'club' de las lunas con un océano global:
Encélado y Titán (izquierda) y Europa y Ganímedes (derecha).
Frédéric Durillon, Animea Studio/Observatoire de Paris
PSL, IMCCE
El investigador aclara que la técnica que han utilizado requiere
datos muy precisos sobre el movimiento de los objetos, y quizá no se
puede aplicar para otros satélites:
"Funciona mejor para objetos cercanos a su
planeta.
En la práctica, probablemente no será posible
aplicar este método a muchas otras lunas, hasta disponer de los
datos de futuras misiones espaciales".
Procesos similares en otros mundos
helados
En cualquier caso, estos resultados implican que los procesos
recientes en Mimas pueden haber sido comunes en las primeras etapas
de formación de otros mundos helados, según los autores, quienes
adelantan que nuevos estudios sobre este satélite de Saturno podría
enseñarnos más sobre su formación.
En una valoración paralela, publicada también en Nature, los
astrónomos estadounidenses Matija Ćuk y Alyssa Rose Rhoden
concluyen:
"Los hallazgos de Lainey y sus colegas
motivarán un examen exhaustivo de las lunas heladas de tamaño
medio de todo el sistema solar, y obligan a replantearse lo que
es una luna oceánica".
Referencia
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