by Acharya S

traducción de Adela Kaufmann
versión original

2006
del Sitio Web Trifilon

La idea que Dios es un varón blanco, de gran tamaño, con una barba flotante que se sienta en el cielo y cuenta el otoño de cada gorrión es absurdo. Pero si por "Dios" uno quiere decir el juego de leyes físicas que gobiernan el universo, entonces claramente sí existe tal Dios. Este Dios es emocionalmente no-satisfactorio... No tiene mucho sentido para orarle a la ley de gravedad.

Carl Sagan

Acabo de leer su ensayo titulado "¿Que es Dios?”, y antes de ver más allá en su sitio Web, me gustaría decirle que lo encontré ser la pieza más auténtica de la escritura espiritual que he leído alguna vez. Tan conciso, un verdadero estímulo reales sin los impedimentos del mito, parábola y simbolismo oculto.

S, Australia


¿Qué es Dios? ¿Dios es un hombre gigante en que una vez encarnó como su propio hijo, hace 2,000 años, a través del útero de una mujer en el Medio Oriente? Ciertamente no. ¿Dios es un hombre que creó todo que vemos? Equivocado, de nuevo. Estas historias son sólo percepciones filtradas a través de la limitada mente humana. No son las últimas verdades.

¿Dios es varón? De ninguna manera. Ésta es una interpretación errónea por el ego masculino.



"Dios" es la Fuerza de Vida

Uno puede pensar en Dios como la fuerza de vida que impregna el cosmos - gravedad o levedad, no le importa. Como un ejemplo de tal energía, uno puede tomar un enchufe y ponerlo en un toma corriente eléctrico - esta "desintegración” es de lo que se trata el volverse espiritual. Uno se conecta con "Dios". Pero piense sobre esa fuerza de vida eléctrica: No tiene ninguna forma. En otras palabras, no es un ser humano. No tiene ningún género; no es un varón. Tiene ningún color; no es blanco. Tiene ningún tamaño y ningún recipiente.

Esa fuerza de vida, o "Dios” no es un hombre blanco gigante, como nos han dicho, que puede encarnar misteriosamente a través del útero de una virgen de cualquier etnia particular. En vez de ser históricos, estos son mitos que son meramente simbólicos para la creación de la materia por medio del espíritu.

En el Lejano Oriente, esta fuerza de vida ha sido discernida como y catalogada como el "Tao". El Tao es la "cosa" que hace que los pájaros canten, que los gatos ronroneen y la savia de los árboles corra. Nosotros también podemos llamarlo "conciencia cósmica”. Simplemente es una energía, o espíritu que satura todas las cosas. Lejos de tener género, como hemos sido guiados a creer, es el principio magnético entre las potencias masculinas y femeninas. También es las polaridades masculina y femenina mismas. Este Gran Espíritu, Tao, o Dios, abarca todas las cosas. Si no está abarcando todo, no es Dios.

Cualquier cosa menos del total no es Dios.

La definición de "Dios" es omnipresencia misma. Nada está fuera de "Dios".



La Mente Cósmica

El mecanismo creativo/destructivo de esta fuerza de vida que todo lo abarca puede ser llamada "mente cósmica” o la "mente universal”. Esta mente cósmica proyecta sus pensamientos a formas; por lo tanto, la realidad podría llamarse “Sueño de Dios”. Pero este sueño incluye la fragmentación de lo Divino en objetos aparentemente densos y en entidades que tienen una voluntad e independencia propia.

Como entidades separadas, nosotros estamos, no obstante, conectados atómicamente a esta fuerza de vida, pero el ego individual se separa en un estado de engaño. Esta ilusión, o maya, puede volverse tan fuerte que la creativa fuerza de vida está limitada, y la entidad por medio de la cual existe esta chispa ya no sabe que es “Dios”. Esta ilusión, que puede llamarse "Satanás" si se personifica - es como la existencia crea - separándose a sí misma fuera del todo y presentando la ilusión de los muchos.

Pero esta ilusión/ego/Satán no es nada malo hasta que está tan separado y denso que ya no se ve a sí mismo alrededor, pero ve "otro”, que es entonces, libre para dañar si fuera necesario o si el deseo se despertase.



Espiritualidad Verdadera

La verdadera espiritualidad se define, no por la separación, sino por la unión, unión con el todo, unión con la fuerza de vida, el Gran Espíritu, Tao, o Dios, que está detrás de la creación y la une. Claro, la separación misma también podría pensarse como una experiencia espiritual, en eso de que le da la oportunidad a una alma individual para desarrollarse de verdad.

Con todo ese desarrollo, nosotros regresamos a la omni-dimensionalidad de ser uno con el cosmos. Es una paradoja, sin embargo es una con la cual nos gusta vivir, una que nosotros mismos nos hemos creado como directores de nuestro propio drama. El estar separados y sin embargo infinitos - entonces, éste sería "Dios". Esta unión es éxtasis, que en Griego significa "estar fuera de uno mismo ".

Cualquier cosa que imponga límites en una divinidad infinita no es un sistema o experiencia espiritual completa. Cualquier cosa que proyecte forma sobre esta Divinidad sin género, sin raza, sin forma y no jerárquica, no es la última verdad. La última verdad que es "Dios” no puede tener ninguna forma, ningún género, ninguna raza y ninguna jerarquía, en absoluto.



"Dios" No Tiene Forma ni Género

En los sistemas gnósticos o esotéricos de cualquier religión, lo Último siempre se percibe como absolutamente sin forma. La realización de tal Último sin forma es considerado, dentro de estos sistemas, ser la afloración de la conciencia, la maduración del alma y psique. Así, la definición de "Dios" como un figura-padre en el cielo es una de una comprensión más baja en la cual reposa la puerilidad e inmadurez del hombre.

La creación no tiene ningún género, ni lo tiene el creador. “Dios" no sólo es el padre, sino también madre, y abuelo y tía y abuela y tío y primo y hermana y hermano, etc. Si la "Madre de Dios" puede dar el nacimiento a "Dios ," ella también debe ser Dios.

 

¿Puede un ser imperfecto, impío darle luz a un ser perfecto, divino?

 

Ella también tendría que ser divina, lo cual la convierte en Dios.

En la realidad, detrás de las fábulas, la verdad es que la "Madre de Dios" tampoco tiene ninguna forma, sino simplemente es el aspecto hembra de la creación, cuando el Espíritu-Átomo neutro empieza a dividirse. Los elementos principales del creador/destructor/balanceador son masculinos y femeninos, en iguales proporciones. El perfecto equilibrio del yin/yang es la base de la creación.

No hay jerarquía en el espíritu; por lo tanto, la hembra nunca está en realidad más bajo que el varón, como lo enseñan ciertas "tradiciones religiosas". En los humanos, la densidad crece tan fuerte, el ego es tan potente e intoxicante, que el aspecto del género se vuelve consumidor del todo. Uno está casi completamente definido por el género del recipiente material en el cual es acarreada la conciencia sin género.

 

Mientras esta ilusión se remedia espiritualmente, en esta dimensión terrestre, esas diferencias permanecen, entre masculino y femenino. El remedio es que la conciencia del individuo, a través de la luz o “realización-de-Dios” reconoce que es masculino y femenino o ninguno de los dos. Es un observador imparcial o “testigo”.

Sin embargo, no necesitamos apresurarnos a mantener un estado sin género para nosotros, puesto que estamos más bien encariñados con el juego entre las polaridades, el cual es a la larga, parte del porqué tomamos el nacimiento.

 

¡Viva la diferencia!
 

 


El Ego, Conciencia e Iluminación

El ego se percibirá a sí mismo como teniendo una experiencia de género (macho-hembra), pero el testigo detrás del ago es una pizarra limpia de pura sensibilidad. Es creación dualística, ambas experiencias sucederán simultáneamente, donde uno puede conocer la unión de la existencia, lo sin género y sin ego, y uno puede disfrutar la separación. La diferencia es una de conciencia.

El individuo despierto, consciente, sabrá en su fuero interno que el/ella es “uno con la creación”, pero también se sabrá creador(a) de su propio drama, ha escogido encarnar en los reinos más densos, más engañosos, por causa de la propia experiencia. Él o ella no tienen ninguna otra razón para encarnar, así como "Dios" o la mente universal, no tiene ninguna razón para crear, salvo para su propio entretenimiento. Una vez un alma iluminada sabe esto, entonces él o ella son libres de crear su propia experiencia y propósito para encarnar.

 

Esta experiencia es liberación. Es iluminación.

Iluminación, que parece a muchos tan nebulosa, imponente y atemorizante, es muy fácil en sí. No son milagros o trucos de magia, aunque aquellos pueden ser desarrollados si se desean muy fuertemente. La iluminación simplemente es la realización de quién está tirando los cordones del títere de uno. Es la revelación de autonomía para el individuo. Es la concesión del último excedente de la autoridad-divina-Dios sobre el propio ser de uno. Es cuando la mente cósmica creativa y la conciencia individual se unen, cuando la mente de uno se une con el Cosmos. Esta fusión mental va más allá de la mente y penetra las mismas células del ser.

Esta penetración es posible porque la fuerza-de-Dios reside dentro de las células-alma de cada entidad.



Percibiendo lo Divino

Hay muchas prácticas que pueden llevar a la unión o reunión con esta fuerza de vida, el Gran Espíritu, Tao, Dios. Nosotros podemos usar yoga u oración, meditación, cantos o sexo. Nosotros podemos jugar al baloncesto en la Zona. Nosotros podemos comer buena comida o podemos comprometernos en una conversación inteligente, divertida o sin sentido. Podemos correr hacia arriba, a las colinas, subir montañas y nadar en los mares. O podemos dormir.

Finalmente, no es necesaria ninguna práctica, cuando uno se une con esta "Deidad", cuando uno ha regresado al estado natural de donde el ego humano ha creado la separación. La reunión con esta fuerza de vida es la marca de la verdadera experiencia y sistema religiosa.

Un verdadero sistema religioso no es uno que demanda que le besen los pies a un Dios-ego separado - sin embargo grande y aterrador, de cualquier raza o género - pero uno que conduce a la comunión y unión con la calidad de la divinidad misma.



Dios es BORG - La Resistencia es Inútil

La unión cósmica de la que hablamos, sin embargo, es voluntaria y no depende de la gracia o fuerza de otro. No es la esclavitud del alma, prescrita por ideologías religiosas que dicen uno debe rendirse a "Dios". Es meramente la experiencia de la Totalidad, del Cosmos, que pensamos sea iluminante. Este "regreso a Dios/Dios Principal" no es una experiencia BORG, donde uno es asimilado en contra de la voluntad de uno a un grupo de drones conectados a una mente central. De hecho, ese déspota totalitario es la clásica descripción de "Dios", proporcionada por los teólogos y religionistas.

Lo que estamos hablando aquí es cuando su mente es inflada, de modo tal que todo su mundo se disuelve y usted está en otro plano completamente, uno que contiene la plenitud del vacío, con sus mundos infinitos – la última paradoja y el mejor parque de diversiones. Ahora, este Orgasmo Cósmico es “Dios”, no la criatura que los sacerdotes describen, que quieren que usted esté rogándole todo el tiempo, mientras camina dormido a través de la vida, como un BORG.

Conociendo este Orgasmo Cósmico realmente le permite ser libre del Dios/BORG. Le permite volverse creador. Y de allí usted regresa a la Tierra y realmente saborea la separación, que también es divina, ya que le permite a usted, a mi, a nosotros, existir – seres individuales teniendo una inmensa serie de, a menudo exquisitas experiencias.

Sabiendo que somos el creador de nuestros propios dramas, sin embargo, nos permite hacer esas experiencias aún más exquisitas y llenas de éxtasis.