Se cree que los geoglifos datan de entre los años 100 a.C. y 300 d.C.
Hasta 36 de estos
geoglifos fueron descubiertos en la zona de Aja, cerca de la ciudad
de Nazca.
Los resultados de esta
investigación se aplicarán a futuros estudios basados en IA sobre la
distribución de los geoglifos de Nazca y su protección.
Este equipo de investigación ha recibido un permiso oficial del Ministerio de Cultura peruano para realizar investigaciones arqueológicas en la Pampa de Nazca.
En 2012, la Universidad de Yamagata estableció el Instituto de Nazca, y en 2015, el Ministerio de Cultura de Perú y la Universidad de Yamagata firmaron un acuerdo comprometido con la conservación y la investigación científica de los geoglifos.
Sobre la base de este
acuerdo, en 2017 se estableció un parque arqueológico para proteger
los geoglifos descubiertos por la Universidad de Yamagata en la zona
de Aja, cerca del centro de la ciudad de Nazca.
Sumando los 168 geoglifos
recién descubiertos a los 190 geoglifos descubiertos hasta 2018 se
obtiene un total de 358 geoglifos.
Estos geoglifos se crearon retirando piedras negras de la superficie de la tierra para dejar al descubierto una superficie arenosa blanca debajo.
Las investigaciones actuales sugieren que existen dos tipos de geoglifos:
De los geoglifos descubiertos en este estudio, sólo cinco son del primer tipo, mientras que 163 son del segundo.
La mayoría de los geoglifos de este último tipo son pequeños, de menos de 10 metros de diámetro, y están distribuidos sobre todo a lo largo de antiguos senderos.
Utilizando los geoglifos recién descubiertos para el análisis de IA, la Universidad de Yamagata pretende aclarar los patrones de distribución de los geoglifos.
Los resultados de esta
investigación también se utilizarán para actividades de conservación
de geoglifos.
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