CAPÍTULO 3 - AHORA ES
EL MOMENTO
El mensaje de «ahora es el momento» de la revolución espiritual y el
despertar del propósito evolutivo de la vida toda parece paradójico
en esta sociedad que todavía valora dinero y beneficios por encima
de la vida humana, y «la ley del más fuerte» por encima de la
integridad. El mismo término evolución ha tenido una definición muy
limitada esta sociedad.
El Webster's New World Dictionary define
evolución como:
-
Despliegue, apertura o
resultado; proceso de desarrollo de formas simples a
complejas o de bio progresivo, por ejemplo, de una
estructura económica y social.
-
resultado o producto de esto;
cosa evolucionada.
-
a) movimiento que forma parte de
una serie o pauta.
b) pauta producida, en verdad o
en apariencia, por tal serie de movimientos.
-
una liberación o escape, por
ejemplo, de gas en una reacción química.
-
a) el desarrollo de una especie,
organismo u órgano desde su estado original o primitivo al
actual o especializado; filogenia u ontogenia.
b) teoría darwiniana. (excluidas
las definiciones matemáticas y militares).
Como yo lo entiendo, evolución y
espíritu son inseparables, aunque no están ni remotamente conectados
en el ebster ni en la vida moderna del ciudadano medio. La mayoría
de la gente todavía cree que vivimos en el único planeta habitado
que existe... donde todo humano u otra forma de vida vive sólo una
vez y muere para siempre... donde el valor de cada vida y sustancia
se expresa en dólares... donde únicamente un pequeño número de
personas especialmente reconocidas por las iglesias establecidas son
capaces de comunicarse y experimentar una relación directa con Dios,
los ángeles o los Maestros Ascendidos... y donde la idea de
evolución espiritual hacia un estado de autorrealización,
iluminación y ascensión está considerada blasfemia o psicosis.
Por todo, en el planeta aumenta el
número de personas que empiezan a pensar de manera diferente. Son
personas que tienen «conciencia de» o contacto con formas de vida de
otros lugares. Ven una evolución espiritual que va más allá de esta
vida. Los miembros de esta minoría actual son conscientes de la
sacralidad inherente a todas las cosas. Se están abriendo a su
propia presencia divina, así como a la comunicación con ángeles,
guías y Maestros Ascendidos. A medida que se despiertan van
eligiendo el camino hacia la autorrealización, la iluminación y/o la
ascensión. Aunque este grupo sea con mucho minoritario, nosotros,
sus miembros, somos cada vez más y la fuerza de nuestra voz es cada
vez más fuerte en este mundo.
La paradoja de los que evolucionan espiritualmente en una sociedad
capitalista en desarrollo se evidencia cada vez más y continuará
aceleradamente de este modo a medida que pase el tiempo. Nos hemos
convertido en un movimiento espiritual dentro de una sociedad no
espiritual.
Este movimiento espiritual toma diversas formas: profesionales que
abandonan una religión organizada para descubrir la meditación e
introducirla en el lugar de trabajo; marginados sociales;
profesiones de sanación alternativa; talleres espirituales,
grabaciones, libros y grupos de meditación; oraciones y meditaciones
a nivel mundial por la paz del 31 de diciembre; y lo más importante,
personas como tú y como yo que se cuestionan el valor de vivir en un
mundo como éste y exploran las alternativas externas e internas de
nuestra vida.
Exploramos las alternativas examinando
nuestros propios pensamientos, emociones y acciones. Nos hacemos
preguntas a nosotros mismos. Lo que hago, ¿daña de algún modo el
planeta? ¿Desearía que mis juicios o mis pensamientos creasen mi
realidad o la de cualquier otro? ¿Estoy preparado para preocuparme
más del efecto que produzco sobre la Tierra, las personas y otras
formas de vida, o me preocupa más salir adelante como sea? ¿Estoy
intentando controlar a la gente y las circunstancias de mi mundo, o
vivo en sintonía con los ideales de soberanía para todos --«todos
ganan» en lugar de «que gane el mejor»? ¿Me preocupa realmente y
siento compasión (no lástima) por los demás, sean conocidos míos o
no? ¿Rezo por mis enemigos o los maldigo y les deseo cualquier mal?
¿Suelo perdonar o por el contrario culpo y guardo rencor a la gente?
Podríamos seguir indefinidamente con las preguntas, pero la cuestión
es que todos debemos responsabilizarnos del modo en que creamos y
compartimos la creación de la realidad en cada instante de nuestra
vida con cada uno de nuestros pensamientos y acciones. «Ahora es el
momento» de recapitular espiritualmente y decidir hacia dónde nos
dirigimos.
El hecho de que producimos un efecto los
unos sobre los otros así como sobre el mundo es incuestionable.
Debemos tener en cuenta este hecho y darle la máxima importancia si
queremos que nuestro espíritu evolucione en este planeta. Si
seguimos creando de forma autónoma a costa de los demás sufriremos
nosotros. Las leyes espirituales han variado con el correr del
tiempo y ese cambio continúa. Ahora no sólo se nos exige que seamos
«buenos chicos» sino que vivamos impecablemente cada momento de
nuestra vida.
Se acabó el tiempo de la espiritualidad
intelectual, de la pereza al estilo de «ya me preocuparé mañana» o
la que lleva a la fascinación psíquica. Estos comentarios no
pretenden asustar, juzgar o intimidar a nadie -sólo ponen al día la
realidad espiritual-. Este milenio casi ha terminado. Lo que hagamos
ahora con nosotros mismos, nuestras relaciones y nuestra vida,
determinará la herencia que dejemos para el próximo milenio.
¿Quiénes son los Emisarios Pleyadianos
de Luz?
Siempre que llegamos al final de un gran ciclo evolutivo,
generalmente cada 5.200 o 26.000 años, los Emisarios Pleyadianos de
Luz se hacen ver. Son un colectivo con responsabilidades y papeles
diversos, incluyendo el de guardianes de la Tierra y de este sistema
solar. Como tales guardianes vienen a abrirnos los ojos sobre dónde
nos encontramos en nuestra evolución y lo que se necesita para dar
los siguientes pasos. Esta información incumbe no sólo a nuestro
planeta globalmente sino a los indivi duos que tienen, como yo, una
conexión personal con los pleyadianos.
Cuando mi necesidad de ellos es real siempre aparecen. Ya se trate
de necesidades de sanación y despejamiento personales o de
información, o a veces sólo para tranquilizarme -o quizá para
reavivar los recuerdos de mi cometido y actos de servicio aquí en la
Tierra-los pleyadianos siempre me han ayudado de forma significativa
y apropiada. Existen distintos tipos de seres con diferentes
funciones dentro de los Emisarios Pleyadianos de Luz que se han
hecho cargo de una gran variedad de necesidades en el camino. Pero
no todos los pleyadianos son miembros de este grupo.
Ra, el ser que siempre me habla en calidad de instructor y filósofo,
forma parte de lo que se llaman las Tribus Pleyadianas Arcangélicas
de la Luz. Estos arcángeles son los custodios de la Tierra y de
nuestro sistema solar. Existen cuatro Tribus Arcangélicas definidas
por el color que irradian: el amarillo dorado, el rojo escarlata, el
azul claro cielo y el verde suave esmeralda. Existen numerosos seres
de cada color y los seres del mismo color comparten el mismo nombre.
Todos los miembros de la Tribu Pleyadiana Arcangélica de color
dorado se llaman Ra y son los guardianes de la sabiduría divina, que
es el producto de toda experiencia. Los seres azules se llaman Ptah
y son protectores y cuidadores de la naturaleza eterna de la vida.
Ma-at es el título concedido a los seres rojos, constituidos en
guerreros espirituales; encierran en sí la energía de la valentía
divina, que no conoce el miedo. Existen más seres Ma-at encarnados
en la Tierra que de cualquier otro de los tres grupos arcangélicos.
A los seres verdes se les denomina An-Ra y encierran la energía de
la comprensión y compasión divinas.
Algunos de los arcángeles pleyadianos establecen lazos conscientes
con seres humanos como el que Ra tiene conmigo. Otros se
especializan en comunicaciones interestelares y planetarias que
están centralizadas en Alción, el sol central de las Pléyades. Otros
arcángeles pleyadianos trabajan con los humanos durante nuestro
tiempo de sueño y nos muestran posibilidades que van más allá de lo
que tenemos por limitaciones físicas.
A veces organizan sueños especiales de
sanación con los que nos liberamos del pasado y continuamos
creciendo, o encontramos nuevas maneras de expresarnos que son más
acordes con el estado que vamos a alcanzar. Ahora empiezan a
facilitarnos el recuerdo y la enseñanza de modalidades ancestrales
de sanación, tales como los Ejercicios Pleyadianos de Luz, que son
el tema de los capítulos 5 al 14.
Otro tipo de comunicación con los humanos terrestres fue el que se
dio en el invierno de 1992. Los Emisarios Pleyadianos hicieron
posible para nosotros, los que nos encontramos viviendo vidas
humanas, el viaje espacial casi instantáneo fuera del cuerpo entre
la Tierra y la constelación pleyadiana. Hubo entonces una gran
celebración, a la que tuve el privilegio de asistir, donde se
reunieron los alumnos humanos de los Ejercicios de Luz con los
miembros de la Federación Galáctica, incluyendo a los Emisarios
Pleyadianos de Luz. También tuve la buena suerte de experimentar
este viaje «fuera del espacio y del tiempo» cuando me llevaron a un
planeta de uno de los sistemas solares de las Pléyades. La ida y la
vuelta fueron cuestión de segundos.
El planeta al que me llevaron era maravilloso. Los pleyadianos que
lo habitan han creado el equivalente a un museo de dimensiones
planetarias donde todavía sobrevi ve cada una de las especies que ha
existido en esta galaxia, incluyendo las extintas en la Tierra.
Existen arboledas de especies que se extinguieron en la Tierra en
tiempos prehistóricos. Cuidar este museo es una de las
responsabilidades favoritas de sus habitantes.
Sin ni siquiera haber empezado a tocar la lista de cometidos
específicos de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas, os he dado una
idea general de la gran variedad de su pericia y dedicación. Los
cirujanos psíquicos y los sanadores son los otros miembros de los
Emisarios Pleyadianos de Luz con los que he tenido el privilegio de
trabajar. No son arcángeles pleyadianos (mi abreviatura de las
Tribus Angélicas de Luz), pero su colaboración es muy estrecha.
En términos generales, los arcángeles
pleyadianos son los instructores que asignan las tareas a realizar.
Así como nosotros en la Tierra tenemos el Consejo Superior de los
Doce que supervisa la totalidad de nuestro sistema solar, las Tribus
Arcangélicas Pleyadianas de la Luz cumplen esa función en las
Pléyades. Así como nosotros tenemos ángeles, guías, Maestros
Ascendidos y educadores trabajando bajo la mirada de nuestro Consejo
Superior de los Doce, los pleyadianos tienen numerosos grupos que
sirven a sus arcángeles. Estos arcángeles a su vez cuentan con un
Ser Supremo a un nivel más amplio al que sirven como nuestro Consejo
Superior al suyo.
Estas jerarquías no son de señores y vasallos en el sentido de ser
unos «más que» y otros «menos que». La estructura se basa
simplemente en la esencia especial presente en la naturaleza de
todos los seres que, al llegar a ciertos niveles de evolución,
desean profundamente dar y servir a otros. Por lo que se me ha dado
a entender, este deseo se basa en el Amor Divino, cuya naturaleza la
mayoría de los humanos se muestran incapaces de entender.
También lo mueve lo mismo que nos empuja
a seguir creciendo: el deseo de que la separación llegue a su fin
para ser Uno con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe. Estos seres
superiores anhelan ser de nuevo Uno con nosotros.
Puede que los nombres de las Tribus Arcangélicas os resulten
familiares Ra, An-ra, Ma-at y Path- ya que se usaban frecuentemente
en el Antiguo Egipto, sobre todo en la realeza. Los egipcios estaban
en aquellos tiempos más avanzados espiritualmente que ahora. Los
pleyadianos, incluyendo a las Tribus Arcangélicas, estaban en
comunicación cotidiana con los antiguos egipcios, capaces de
responderles durante la cima de su progreso espiritual. Aprendieron
de los pleyadianos la mayor parte de sus conocimientos espirituales,
prácticas de sanación, desarrollo pleno del sentido de la percepción
y una comprensión de la finalidad de la Tierra dentro del sistema
solar, la galaxia y más allá de la misma.
En el Antiguo Egipto muchos pleyadianos tomaron cuerpo humano
mientras otros trabajaban en dimensiones superiores con los
soñadores, videntes, sanadores, sacerdotes y sacerdotisas, incluso
con la realeza. Sus objetivos comunes eran la evolución global del
planeta y la raza humana, así como almacenar el suficiente
conocimiento superior aquí en la Tierra para que, al llegar el
momento del Gran Despertar, contásemos con lo necesario. Por
supuesto, Egipto no fue la única civilización que recibió estos
dones.
La finalidad de la conexión pleyadiano/crística
En una ocasión, cuando me encontraba bajo hipnosis, recordé una vida
pasada maya en el año 10 a. de C. en la que había una gran reunión
de todas las tribus para celebrar la finalización de la pirámide más
grande jamás construida por su cultura en ese tiempo. Se trataba de
una estructura muy alta que contaba con una abertura en la cámara
superior así como un pasaje de entrada en la base. Lo asombroso de
esta pirámide era que estaba construida con un tipo de roca
granítica blanca con grandes vetas de oro -tanto oro que parecía
mármol cruzado por grandes franjas relucientes.
Al empezar la ceremonia de celebración maya se abrió en el aire un
portal transparente de escaleras cristalinas justo sobre la
pirámide. Salió un grupo de arcángeles pleyadianos a elogiar el
logro estructural y a comunicar a todos su verdadera finalidad. El
templo en sí era un portal hacia dimensiones superiores y una cámara
de ascensión.
Estábamos todos rebosantes de alegría al
ver a nuestros queridos amigos pleyadianos, nuestros maestros
espirituales y guardianes de nuestro pueblo durante tanto tiempo.
Así que, cuando los pleyadianos nos mandaron subir a la pirámide, lo
hicimos sin dudarlo. Cuando entramos todos vi una rampa que subía en
espiral hacia el interior de una abertura en forma de ventana cerca
del vértice. Poco después el brillo del sol cruzó la abertura
iluminando el interior de la pirámide, que brillaba así con luz
dorada. Los rayos del sol iluminaban la rampa, sobre la que se
encendió de un color rojo escarlata la figura trémula del
Quetzalcóatl etérico, la deidad con forma de serpiente emplumada.
En el vientre apareció el rostro del
Cristo, que decía:
«Ahora me conoceréis».
Los arcángeles pleyadianos nos
explicaron que el Cristo nacería dentro de unos pocos años y que
sabríamos la fecha exacta mediante la aparición de una gran estrella
en el cielo. Explicaron su papel en la Tierra como representantes
del Cristo cósmico colectivo, mencionando después a los ciento
cuarenta y cuatro mil «elegidos» de entre ese colectivo, lo cual
constituía el número mínimo de aquellos cuya conciencia despertaría
tras conocerle en vi da. A fin de preparar la vibración de la Tierra
para el nacimiento del Cristo, muchos de los ciento cuarenta y
cuatro mil que estaban en la Tierra en ese momento tendrían que
morir conscientemente o ascender. Esto tendría que empezar a ocurrir
desde aquel mismo día y continuar hasta su nacimiento.
En ese momento muchos de nosotros empezamos a levitar. Cada vez más
ligeros, ascendimos desapareciendo literalmente de la tercera
dimensión. Mientras el Cristo decía:
«Me voy a preparar un lugar para
vosotros», desapareció a través de la abertura de la cámara
superior, todavía en el vientre de la sagrada serpiente
emplumada.
Los que ascendimos en ese momento le
seguimos por la abertura uniéndonos a él en el interior del vientre
de Quetzalcóatl.
La siguiente escena tuvo lugar en los salones de la Ciudad de Luz
pentadimensional donde se reunieron los ciento cuarenta y cuatro mil
y el Cristo. Cada uno con el aspecto de nuestra próxima
reencarnación.
Nos encontrábamos preparándonos para ella repasando y planeando los
hechos futuros. Nos dijeron que se produjo una aparición parecida de
arcángeles pleyadianos y del Cristo en lugares de poder de todo
elmundo, Machu Picchu, Glastonbury, Hawai, Grecia, Egipto, África y
el Tíbet. Los «elegidos» de entre todas estas culturas habían sido
reunidos antes de volver a nacer en nuestra vida con el Cristo.
Tanto el hecho como el momento del mismo
se habían preparado con mucha antelación. (Durante una canalización
el Cristo dijo que el término «elegidos» es erróneo. Debería ser
«los que eligieron» porque se trata de un grupo compuesto por los
seres que hace mucho tiempo eligieron servir a la Tierra y a su
gente mediante encarnaciones, olvidando su identidad en cuanto a
ciertos puntos de su evolución para recibir después lailuminación y
al Cristo. Ésta fue la pauta de evolución espiritual que seguirían
otros.)
Un día, en el monte Shasta, hace aproximadamente un año y medio
después de la primera sesión de hipnosis, cuando me contaron por
primera vez algo sobre los Ejercicios Pleyadianos Intensivos de Luz
que yo enseñaría, Cristo estaba tan presente con los pleyadianos y
especialmente Ra, que me di cuenta de que existía una conexión entre
ellos. Aunque parezca extraño, nunca había hecho la asociación
mental entre ellos hasta ese momento. Hacía poco que había notado
que cuando los pleyadianos estaban presentes también lo estaba el
Cristo, pero no creía que fuera más que una coincidencia.
Anteriormente me habían dicho que el trabajo de Remodelación
Cerebral Delfínico y de Enlace-Estelar Delfínico eran vitales en la
sanación y la preparación de nuestros sistemas nerviosos a las
frecuencias cada vez más altas del Ejercicio Pleyadiano de Luz. Yo
me daba cuenta de que el Ejercicio Pleyadiano de Luz, sobre todo el
aspecto de Canales Ka, era necesario para ayudar en el alineamiento
divino con la incorporación del Yo Superior. Pero ahora el nexo con
Cristo era también inequívoco.
Si en cuanto a población humana vamos a
realizar un salto cuántico a la conciencia de Cristo, mucha gente
necesitará prepararse con sanaciones muy específicas y aperturas.
Ese es el único objetivo del Ejercicio Pleyadiano de Luz: despejar
el camino para la segunda llegada de Cristo en masa. Las profecías
mayas, egipcias y hopis -tal vez también otras fuentes espirituales
que yo desconozco-han pronosticado este momento en el que
despertaríamos a estados de maestría, iluminación y, luego,
conciencia de Cristo todavía durante la estancia en la Tierra en
cuerpo humano.
Éste es precisamente el despertar masivo al que Jesucristo vino a
prepararnos hace casi 2.000 años. Muchas encarnaciones y maestros
iluminados a través de las épocas y de muchas culturas diferentes
han llegado al mismo nivel de conciencia que él. Sin embargo, este
libro se centra en la conciencia de Cristo y la conexión con el
Ejercicio pleyadiano de Luz porque, como ya hemos mencionado,
resulta especialmente relevante para nuestros tiempos.
Para poder entender el objetivo de Cristo, también debemos darnos
cuenta de que las religiones ortodoxas y la censura bíblica -lo que
ocurrió hace unos 150 años después de su muerte-, todo esto destruyó
su verdadero mensaje. Aunque todavía podemos saber algo de él en la
versión bíblica del Rey Santiago: «Sed tan perfectos como yo» y
«haréis cosas todavía más grandes de las que yo he hecho» son
invitaciones inequívocas a la elección de la evolución espiritual,
la iluminación, la ascensión y a abandonar la idea de que sólo unos
pocos son elegidos para darse cuenta de que somos todos elegidos.
Nos toca a cada uno de nosotros decidir si nuestra respuesta es «Sí»
o «No».
El asesinato de Jesucristo fue el resultado de su rebelión contra el
gobierno y el dominio de la Iglesia sobre el pueblo llano. Enseñó a
las masas que eran iguales a los ojos de Dios a los que pretendían
ser superiores a ellos -ya fuesen hombres de estado o reyes,
sacerdotes o recaudadores de impuestos-. Les enseñó a respetarse a
sí mismos y a estar dispuestos a cuestionar la autoridad para
encontrar la verdad.
Cristo anduvo por la Tierra mostrando a los plebeyos que los
milagros ocurren y que son un fenómeno natural cuando la gente está
en alineamiento con la presencia de Dios. Curó a los enfermos y
levantó a los muertos, animando a los espectadores a creer que ellos
podían hacer las mismas cosas. Cuando decía que era el «hijo de
Dios», estaba diciendo a la gente que ellos también eran hijos e
hijas de Dios. Dijo a la gente que Dios les amaba y deseaba que
estuviesen contentos y bien; para demostrarlo, logró que sus
seguidores y audiencia así lo sintieran.
Sus discípulos, que dicho sea de paso eran hombres y mujeres,
pertenecían a todas las condiciones sociales, gente corriente, gente
rica y miembros de los templos de diosas, como María Magdalena, que
era también su mujer. Existían miles de discípulos además de los
doce de los que habla la Biblia. Todos estos discípulos se abrieron
a los dones de sanación, profecía y clarividencia, demostrando que
lo que dijo Jesús era verdad. Uno tras otro, los discípulos
realizaron milagros y hasta iniciaron a otros al despertar
espiritual, tal y como lo hizo Cristo.
Muchos de los poderes de Cristo fueron conferidos a través de
mujeres despiertas. Durante los primeros doce años de su vida lo
enseñaron diosas encarnadas tales como: María Madre, su madre Ana y
otras. Más tarde, cuando alcanzó la edad de doce años, como era
tradición entre los hombres, fue con los eruditos para compartir y
enseñar. Viajó a Egipto y a la India y se inició en las pirámides.
Aprendió técnicas ancestrales del templo
y enseñanzas iniciáticas de escuelas esotéricas. Aprendió el dominio
de las funciones del cuerpo de antiguas prácticas yoguis y los
secretos de la longevidad y la muerte consciente. Enseñó estas
materias así como lo que naturalmente aprendió a través de la
comunicación con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe, los ángeles y
Melquisedec. Lo compartió con sus discípulos, quienes a su vez
practicaron las disciplinas y gradualmente también despertaron.
Los gobiernos y las iglesias de la época se sintieron muy amenazadas
por todo ello. Una población de seres humanos soberanos y maestros
de sí mismos no tendría necesidad de los que se proclaman como
autoridades. Cuando los humanos se abren a su conciencia sensorial
plena y a la herencia espiritual perciben fácilmente el engaño, la
falta de amabilidad y la injusticia en los demás. Las llamadas
autoridades ya no pueden esconderse detrás de los altos cargos o de
la intimidación; se les destrona o simplemente nunca se les pone en
el poder. La amenaza de estos posibles cambios llevó a la
crucifixión, con la esperanza de que tomaran en serio el aterrador
ejemplo de lo que les pasaría si continuaban de manera tan radical.
Hoy en día no es un secreto la corrupción que existe a nivel mundial
de gobierno e iglesia. Tenemos hasta películas y libros sobre ello
pero aún así sigue empeorando. Así que aquí estamos, casi 2.000 años
después de Cristo, todavía viviendo en un planeta donde las masas
están controladas por unos pocos, y demasiado asustadas, entumecidas
o perezosas para hacer nada al respecto. El despertar espiritual es
la única cura para esta enfermedad social tan extendida porque el
empuje magnético sobre la Tierra para permanecer sin poder siendo
conformista es más fuerte que nunca. El despertar espiritual es para
lo que Cristo, con mucha ayuda, empezó a prepararnos durante su
estancia en la Tierra.
Ahora estamos llegando a la era de la luz -tiempo de volver a
despertar-. Para poder evolucionar como especies debemos
convertirnos en un mundo interconectado en muchos niveles. Entre
todos debemos alcanzar la pureza de las enseñanzas espirituales
sagradas de las ocho culturas principales y sus ancestrales maestros
pleyadianos. Todos debemos olvidar las diferencias y elegir el amor
divino y la armonía con todos los seres, ya sean humanos, animales o
sensibles. Todos deben ganar en esta Convergencia Armónica. Así que,
como a mí me han dicho los pleyadianos y el Cristo en numerosas
ocasiones: «Ahora es el momento».
Los Emisarios Pleyadianos de la Luz y muchos otros grupos
extraterrestres de esta galaxia y mucho más allá están
verdaderamente entusiasmados sobre lo que está ocurriendo ahora en
la Tierra. ¿Te has preguntado alguna vez por qué tantos
extraterrestres, ángeles y Maestros Ascendidos están con mayor
disponibilidad de lo que solían estar? ¿O por qué se nos vigila y se
nos guía ahora tan cuidadosamente?
Según los pleyadianos es porque estamos
en un momento de nuestra evolución aquí en la Tierra en que tenemos
la oportunidad de realizar un tremendo vuelco paradigmal. Si lo
conseguimos, este vuelco sería tan enorme que no sólo erradicaría
todo el karma del sistema solar al completo sino que liberaría a los
planetas y a los sistemas estelares de toda la galaxia y algunas más
allá.
¿Qué es tan especial de nosotros en este momento?
Para responder a la pregunta el
siguiente capítulo muestra la información canalizada por mí a través
de Ra, el representante de los Emisarios Pleyadianos de Luz y las
Tribus Arcangélicas.
La perspectiva cosmológica actual de la
Tierra y su futuro papel en esta galaxia te ayudará a entender por
qué es «Ahora el momento».
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