CAPÍTULO 4 - HABLA RA

Teniendo en cuenta que he canalizado este capítulo y la mayoría de los procedimientos contenidos en la sección de ejercicios, deseo aclarar lo que quiero decir con canalizar información o a seres de luz. Nunca hago entrar a otros entes en mi cuerpo ni lo pretendo. Para el cuerpo es algo exigente en extremo, a veces hasta peligroso, excepto en raras ocasiones. La mayor parte de los entes o seres incorpóreos que entran en un cuerpo no saben cuidarlo para procurar que salga ileso de la experiencia.

 

Además, introducir un ente en el cuerpo es simplemente innecesario.

Soy extremadamente clariauditiva, así como clarivi dente, clariperceptiva e intuitiva. (Respectivamente, tengo oído, vista, tacto y conocimiento sensitivo plenos.) En primer lugar, canalizo entrando en un alineamiento multidimensional pleno del Yo Superior, similar al descrito en el capítulo 13. Después ocurre una de dos cosas: un ser etérico puede aparecer delante o encima de mí, presentándose ante mi visión clarividente y hablándome. Si estoy impartiendo clase o en una sesión privada, repito entonces su mensaje palabra por palabra. Si estoy sola, simplemente escucho y asimilo o copio el mensaje.

De modo alternativo, con los pleyadianos más que con los Maestros Ascendidos, puede que reciba palabras a través del canal de mi Yo Superior y les dé voz o las copie espontáneamente en el ordenador. Cuando esto sucede, no sé lo que se va a decir antes de que empiece a articular palabras o a teclear el mensaje. Escucho, sin embargo, las palabras en el interior de mi cabeza tal como se me transmiten, ya que siempre permanezco en el cuerpo. Después, suelo recordar la esencia de lo dicho, pero no los detalles.

 

Esto es así porque durante el proceso de la transmisión estoy en trance o en estado alterado. Aunque permanezca en mi cuerpo, mi conciencia opera desde un estado más profundo; este estado opera en una frecuencia superior a aquélla en la que mantengo conversaciones normales con los ojos abiertos. El material siguiente se canalizó de esta manera.

Ra es el portavoz del colectivo de los Emisarios Pleyadianos de Luz y los Arcángeles Pleyadianos encargados de comunicarse conmigo y enseñarme. A continuación sigue un mensaje de Ra:

En este momento tú y tu planeta pasáis por una transición única y maravillosa de vuestra evolución espiritual. Os disponéis a dar un salto cualitativo como ninguno que hubierais dado antes. A fin de ayudaros a comprenderlo más plenamente, debo hablaros primero de la órbita que describe la galaxia entera alrededor del Gran Sol Central de Todo Lo Que Es.

 

Así como vuestro «anillo solar» -nuestro término para «sistema solar»-orbita alrededor del centro galáctico, la galaxia misma se mueve por el espacio en forma de círculos continuos y conectados a modo de gran espiral cósmica. En el punto donde se cierra una sola órbita circular de un multibillón de años alrededor del Gran Sol Central, nuestra galaxia se conecta diagonalmente con el anillo siguiente de la gran espiral cósmica. Cuando esta diagonal avanza dentro de la gran espiral cósmica desde un anillo al siguiente, todos los planetas y sistemas solares, así como sus habitantes, dan simultáneamente un paso iniciático en un nuevo ciclo evolutivo.

 

Esto es lo que está ocurriendo ahora. Además de estar al final de un ciclo Terrestre/Solar/Pleyadiano de veintiséis mil años, la totalidad del sistema pleyadiano, en el que se incluye este anillo solar, está a punto de cerrar una órbita de doscientos treinta millones de años alrededor del Centro Galáctico, y la galaxia toda está a punto de completar una órbita infinitamente más larga alrededor del Gran Sol Central. Los tres ciclos completan sincronizados el último paso de la danza espiral dentro de otra danza, siendo éste un tiempo muy crucial de transición. El objetivo es concluir la danza y empezar una nueva sin que nadie se pise los pies. Luego, la danza siguiente, más sofisticada y elegante, empezará a su debido tiempo.

En términos de evolución planetaria terrestre, se trata de lo siguiente: Cuando los cien mil años de la era glacial terminaron hace casi ciento cincuenta mil años, la galaxia estaba a medio camino de su cambio diagonal hacia el anillo siguiente de la gran espiral cósmica -una danza había terminado y se estaba gestando la nueva-. A fin de prepararse para la siguiente espiral evolutiva, la galaxia entera entró en un período de limpieza de pautas kármicas pretéritas que se completará al final del año 2012.

Siempre al final de un gran ciclo tiene lugar una limpieza kármica. Cualquier elemento de la espiral evolutiva anterior que quede sin resolver se hace aflorar a la superficie para ejecutarse por última vez con un sentido de transmutación y trascendencia. Cuando se termina de limpiar la casa, comienza un ciclo evolutivo distinto en relación con Dios/Diosa/Todo Lo que Es. Esta limpieza doméstica está llegando a su fin.

Durante este tiempo de transición se experimentan saltos espirituales de renacimiento e iniciación. Las conciencias nacen producto de nuevos paradigmas y nuevos potenciales, aprovechándose de lo aprendido en la espiral anterior aunque de modo inconsciente. Metafóricamente hablando, es como si se tomaran los pasos de baile aprendidos en lecciones anteriores, se depuraran, se dominaran y se empezara a añadir nuevos pasos en un reto mucho más emocionante. Incluso se acelera entonces el ritmo de la música añadiendo más inspiración.

Cuando el próximo anillo de la gran espiral cósmica de la galaxia y el nuevo ciclo terrestre de veintiséis mil años empiecen simultáneamente en el año 2013, esto es lo que ya habrá ocurrido:

1) La variación de los polos habrá hecho variar la posición de la Tierra en relación con el Sol.

2) El Sol, a su vez, se habrá recolocado en virtud de una variación de polos similar, en relación a las Pléyades.

3) Las Pléyades habrán llegado al término de una espiral, que habrá recolocado a ese sistema en relación a Orión.

4) Orión habrá sufrido una revolución y una limpieza doméstica espiritual completas. El sistema entero de Orión habrá quedado oscurecido por un período de lo que en la Tierra serían veinticuatro horas, variando así los polos de cada estrella y planeta de ese sistema. Se habrá consumado la vaporización de muchos de los planetas de ese sistema, así como la reapertura y reconversión de Orión como portal galáctico al Centro de esta Galaxia y fuera de ella. Sirio ha venido cumpliendo esta función durante aproximadamente los últimos trescientos mil años, desde que los liranos invadieron Orión y tomaron allí el acceso al portal galáctico.

5) Sirio se habrá elevado a la posición de escuela mistérica espiritual galáctica en lugar de operar específicamente en este anillo solar y este brazo próximo de la galaxia.

6) La pauta orbital actual de vuestro anillo solar alrededor de Alción, sol central de las Pléyades, será reemplazada por la del sistema pleyadiano entero, que empezará a orbitar alrededor de Sirio. Sirio será el nuevo sol central de este brazo de la galaxia y las Pléyades habrán pasado a formar parte del sistema solar de Sirio.

Al principio del 2013, cuando se hayan completado estos preparativos, el sistema pleyadiano entero, del que vuestro Sol es la octava estrella, se convertirá en un sistema de aprendizaje superior y en hogar de las Ciudades de Luz. Las Ciudades de Luz son lugares donde poblaciones enteras perciben espiritualmente la evolución y lo sagrado que hay en todas las cosas. Los residentes de las Ciudades de Luz reconocen la evolución y crecimiento de sí mismos como individuos, del resto del grupo y de toda la existencia, dedicando a ello su vida.

 

En otras palabras, dedican la vida a servir al plan divino, encontrándose como mínimo en el nivel de conciencia de Cristo. La Tierra, junto con vuestro anillo solar, sois los últimos del sistema pleyadiano en realizar este cambio. El resto de los siete anillos solares pleyadianos, las Siete Hermanas, están ahora mismo al día en cuanto a escuelas místéricas y sedes de Ciudades de Luz; cada uno de estos siete anillos solares se elevará para cumplir su próxima función natural en un estado evolutivo superior cuando en el 2013 empiece la nueva danza llamada la Era de Luz.

Antes de los cambios previstos para el final del 2012 y el principio del 2013, la Tierra sufrirá una limpieza doméstica espiritual y física correspondiente a lo que se ha llamado comúnmente «cambios terrestres». Estos cambios, que ya han empezado, se intensifican externa e internamente a medida que vuestro anillo solar se adentra en la banda de fotones, una emanación cósmica de alta frecuencia que procede del Centro Galáctico.

 

Hace años que venís entrando y saliendo de los límites de esta banda de fotones, y para el año 2000 quedaréis inmersos completamente en ella durante los próximos dos mil años. Los códigos sagrados, necesarios para el despertar espiritual y el salto evolutivo de vuestro anillo solar, se transmitirán al Sol, a la Tierra y al resto del anillo solar a través del Centro Galáctico, Sirio, Alción, y Maya, que es otra estrella de las Pléyades. Cuando se completen estas transmisiones iniciales, vuestro Sol seguirá transmitiendo los códigos a la totalidad del anillo solar.

 

Estas emanaciones y codificaciones fotónicas transmitirán a una vibración tan alta que requerirán de vosotros que el sistema nervioso central, el cuerpo emocional y el cuerpo eléctrico estén bien sintonizados a fin de poder soportarla.

[Nota de la autora: Bárbara Hand Clow ofrece una historia y una descripción mucho más detalladas sobre la banda de fotones, así como de los cambios cosmológicos de las relaciones dimensionales que sufrimos, en su último libro, El Plan Pleyadiano, una nueva cosmología para la Era de Luz].

Muchos ya experimentáis la intensificación en vosotros de procesos de crecimiento y despejamiento según el planeta entra y sale de los límites de la banda de fotones.

El incremento de frecuencias continuará acelerándose sin pausa durante los próximos diecisiete años hasta que la galaxia quede anclada plenamente en su nueva pauta orbital y la Tierra se inicie como escuela mistérica y sede de las Ciudades de Luz.

Tendrán lugar inundaciones, terremotos, cambios en las masas terrestres, erupciones volcánicas y, finalmente, la variación total de los polos dentro de los años previos al 2013, en cuyo momento tendrá lugar la iniciación solar galáctica de la Tierra. Los que ahora vivís en la Tierra debéis decidir si estáis o no preparados para convertiros en seres humanos espiritualmente responsables a fin de permanecer en la Tierra pasado ese momento.

 

Aquellos que no deseen permanecer en la Tierra serán trasladados a otro planeta situado en otro lugar de la galaxia donde continuarán las lecciones kármicas y la evolución tridimensional. Aquellos que sí pretendan quedarse deben aprender la nueva danza de la Era de Luz que requiere la apertura y activación del Ka Divino. Si el Ka no funciona a pleno rendimiento, vuestro cuerpo simplemente no podrá resistir los incrementos de frecuencia cuando la luz fotónica llene cada vez con mayor intensidad la atmósfera de vuestro planeta y los cuerpos de los que se queden. Por lo tanto, el vestido único y apropiado que resulta aceptable para la nueva danza es el traje de Ka.

La convergencia armónica de 1987 fue una llamada al despertar planetario que comunicó a los ciudadanos del planeta su obligación de aprender la nueva danza y abrazar una filosofía de «todos ganan», a fin de que sea un planeta centrado el que llegue al cambio del 2013. Fue un mensaje que enseñaba la creación compartida para el beneficio colectivo de todos y para comprender el enlace mental con la conciencia colectiva superior. Este hecho no se limitó a la experiencia de dos días que se dio en ese momento.

 

Es una convergencia armónica que se extiende a lo largo de 25 años, muchos días en los que es posible la activación para renovar vuestro compromiso con la espiritualización de la Tierra y su gente.

[Nota de la autora: Una vez, en una sesión de hipnosis, se me llevó a un lugar lejos de la atmósfera terrestre donde existe la conciencia colectiva superior de la población total de la Tierra. En este lugar vi miles de millones de rostros sonrientes y amables sin cuerpo, rodeando el planeta en el límite de una burbuja transparente que rodeaba a la Tierra. Esta conciencia colectiva superior estaba compuesta exclusivamente de Seres de Luz inocentes, inteligentes, dulces y amables: todos los que vivimos en la Tierra. Estos preciosos seres observaban y enviaban amor y ánimos a través de la burbuja hacia sus homólogos en la superficie del planeta.

 

También contemplaban desde una perspectiva que favorecía el bien mayor para el conjunto. En ese momento sólo se me permitió observar. El conjunto estaba planeando un gran terremoto; comprendí más tarde que se trataba del terremoto que ocurrió en Japón a principios del año 1995. Se hacían comentarios sobre el comportamiento robótico de las personas, absortos en el materialismo, y su carencia de profundas conexiones de amor. La decisión conjunta dentro de la conciencia colectiva superior de pedir un terremoto en Japón no fue, desde ningún punto de vista imaginable, un castigo. Los seres emanaban buena voluntad y amor concentrados hacia esa parte del planeta, esperando que el terremoto despertara a su espíritu de su sueño, les hiciera reorganizar sus prioridades vitales y se hicieran más amables y cooperantes entre sí. Además, había un sentimiento delicioso de alegría entre los seres de la consciencia colectiva superior porque habían hallado un modo de lograr que sus homólogos humanos evolucionaran.

En respuesta a su decisión, se envió un mensaje a unas naves de Sirio en los límites de la atmósfera de la Tierra para que empezaran el proceso de generación de un terremoto. Más tarde, me mostraron el proceso utilizado para llevar a cabo esta tarea. A través de las capas de lo que llamamos la atmósfera terrestre, hay multitud de anillos circulares de placas que se corresponden con las placas tectónicas de la superficie terrestre. Estas capas múltiples de placas son de naturaleza geométrica y continúan extendiéndose bajo la superficie de la Tierra hasta aproximadamente el núcleo interno del planeta, el cual tiene un diámetro aproximado de quinientos metros.

 

Cuando se provoca un cambio en la Tierra, la gente de Sirio altera las placas atmosféricas de la capa más alejada del planeta. Posteriormente, el resto de las placas atmosféricas se reorganizan capa por capa según la posición exacta de las placas tectónicas a fin de llevar a efecto el cambio deseado. Cuando se completa el proceso en las capas exteriores, las capas internas subterráneas se alteran en correspondencia con las exteriores. Finalmente, se produce el terremoto, organizando las placas tectónicas según las nuevas posiciones de las placas atmosféricas y subterráneas. El método de producción de erupciones volcánicas, inundaciones y otros cambios planetarios ocurre de modo muy parecido.

También existen cambios planetarios que ocurren de modo natural cuando las placas internas y externas se alteran en respuesta a aumentos de presión, la contaminación, tanto de polución como de energía psíquica, agujeros en la capa de ozono, la reducción de los bosques tropicales (la cual cambia el equilibrio atmosférico), extracciones minerales en exceso y bloqueos geotérmicos, así como explosiones y experimentos llevados a cabo por los gobiernos. Hay veces en que los «desastres» naturales se ven amortiguados por Sirio en reacción a las peticiones de la consciencia colectiva superior. Se puede ayudar en este proceso desde la Tierra mediante la alineación con la consciencia superior a través de la meditación y la vida recta. Conozco varios terremotos y erupciones volcánicas amortiguados o evitados de este modo desde 1990, debido principalmente al alineamiento de la consciencia humana con la consciencia colectiva superior.

Por ejemplo, se evitó una erupción volcánica en el monte Shasta en 1991. A principios de ese año, recibí el mensaje de una visión clara en la que el monte Shasta entraría en erupción en noviembre. En la semana que siguió a esa experiencia profética, fui corriendo a ver a un astrólogo de la zona, que me dijo haber predicho una erupción volcánica para noviembre. Me habló de su predicción sin conocer la mía. Esa misma semana me dijeron que una mujermedicina india había recibido la misma información, incluyendo momento y lugar.

 

En los últimos días de agosto de ese año permanecí de pie bajo la lluvia observando la tormenta eléctrica más sorprendente que viera nunca. Surgieron rayos extrañamente amplios e increíblemente definidos y brillantes desde la montaña, disipándose en lo alto de la atmósfera. Hubo varias tormentas parecidas durante tres días, tras los cuales los más perceptivos podían sentir una calma profunda surgiendo de la tierra y del monte Shasta en particular. Me dijeron que el número suficiente de personas había despejado y transmutado la acumulación de baja negatividad astral y emocional provocando la intervención y ayuda de las jerarquías, que disiparon una carga acumulada en la montaña que de otro modo se habría liberado en forma de erupción volcánica.

 

Mientras quienes como yo, implicados conscientemente en el crecimiento espiritual, la meditación y el alineamiento con la consciencia superior, limpiábamos la atmósfera sobre la Tierra, los de Sirio alteraban las placas atmosféricas siguiendo la alteración de las placas tectónicas y subterráneas que se había producido. Cuando las placas de la atmósfera quedaron reorganizadas y la carga eléctrica acumulada se liberó a través del rayo, cesó la necesidad de una erupción volcánica.]
 


Ra vuelve a hablar

Cuando una persona ha alcanzado cierto punto en la evolución de la conciencia y vive en un área donde un gran terremoto o riada propaga la muerte, lo que ocurre simplemente es que asciende a través de la vibración al siguiente nivel dimensional, experimentando una elevación espiritual en lugar de la muerte.

 

Puede incluso que esta persona ayude a realizar el cambio vibratorio a aquellos que estén listos para abrazar la Luz. En las áreas de grandes terremotos, riadas, incendios y otros cambios terrestres donde el miedo, la negación, el odio, la codicia y la ira han creado planos de energía densos y amorfos en el plano astral inferior, las almas pueden quedar atrapadas en estas ilusiones en el momento de la muerte. Sin embargo, los Seres de Luz siempre están allí para ayudar a quienes estén dispuestos a liberarse a sí mismos.

 

Los seres que ascienden, en lugar de experimentar la muerte física en ese punto, pueden elevar el área que los rodea a un campo de luz donde aquellos que deseen evolucionar y entrar en la luz se refugien y realicen la transición suavemente. Quienes realizan este servicio se presentaron voluntarios a él antes de entrar en esta vida y tienen generalmente experiencia adquirida en vidas pasadas referente a las almas que sufren la transición de la muerte.

No hay nada que temer. Quienes tengan un compromiso genuino con la Luz y vivan en ella, simplemente avanzarán al lugar inmediatamente superior correspondiente. A otros se les presentarán opciones a cada paso; pueden elegir el progreso espiritual a través de sus experiencias o permanecer con el miedo y la ilusión. Es vital que se suspenda todo juicio sobre aquellos cuyos cuerpos mueran en estos cambios terrestres.

 

Algunos elegirán «desastres» naturales como método de partida porque su conciencia superior ha comprendido que su yo humano está demasiado inmerso en ilusiones para cambiar en esta vida. Otros abandonarán la Tierra de este modo a fin de hacer que otros seres avancen hacia la Luz durante la transición de la muerte y para establecer la pauta de ascensión como se ha dicho previamente. Otros, sin embargo, elegirán esta forma de morir porque están preparados para abandonar la Tierra y elegir otro planeta en virtud de su evolución.

Más aún, otros morirán finalmente porque la genética y mutaciones celulares de su cuerpo han resultado ser excesivas para poder transmutarse en el tiempo que le queda al proceso de transformación en este planeta. Independientemente de por qué muera el cuerpo de una persona o, en el caso de la ascensión, parezca morir, la conciencia colectiva superior tiene una influencia con fuerza suficiente para procurar que no haya accidentes. Aquellos que abandonen el mundo físico es porque debían abandonarlo. Quienes permanezcan en la Tierra tendrán la responsabilidad de ayudarse unos a otros para la supervivencia física y la evolución espiritual.

Para el año 2013 todos cuantos permanezcan en la Tierra deben comprender los siguientes cuatro principios evolutivos:

  1. El objetivo del ser humano sobre la Tierra es evolucionar física, emocional, mental y espiritualmente.

  2. Todo ser humano posee una Esencia Divina hecha de luz y amor cuya naturaleza es el bien.

  3. El libre albedrío es un derecho universal absoluto; la impecabilidad exige al yo entregar su libre albedrío al arbitrio divino mediante la fe y la confianza.

  4. Lo que existe en la naturaleza es sagrado sin importar el modo en que sirva o satisfaga las necesidades del yo individual.

En esta época todo ser humano vivo recibe estos cuatro principios espirituales de modo directo o sutil. Es ley planetaria que antes del final de un gran ciclo temporal como el que se da en este momento debe hacerse que cada persona viva recuerde los cuatro principios evolutivos a fin de que los abrace. Algunos recibirán estos mensajes a través de libros como éste, El Retorno de las Tribus del Pájaro, La Profecía Celestial, La Quinta Cosa Sagrada, Mensaje Mutante desde Australia, El Plan Pleyadiano: una nueva cosmología para la Era de Luz, sin descartar otros.

 

Algunos recibirán estos mensajes a través de películas como Bailando con Lobos, el Pequeño Buda, Misión: Salvar la Tierra y La Selva Esmeralda. [Títulos aportados por la autora, no por Ra.] Otros experimentarán la muerte y volverán tras un cambio a su cuerpo físico, capaces a su vez de producir el cambio en sus seres queridos. Muchos recibirán visitas de ángeles, Maestros Ascendidos o la Madre María. Ya se han producido numerosas informaciones sobre tales visitas en este siglo.

 

El mensaje de la conciencia sagrada evolutiva también se impartirá de modo subconsciente a aquellos que vean, lleven o sostengan objetos tales como gemas y cristales. Éstos son sólo unos ejemplos de las maneras en las que el movimiento planetario imparte las cuatro verdades espirituales.

Vuestro cometido es seguir una vida recta, aprender y practicar la impecabilidad, la oración a fin de conocer el plan divino y vuestro papel dentro de él y vuestra sanación y despejamiento a todos los niveles tanto como sea posible. A un nivel colectivo existen en este momento siete pautas kármicas primarias que precisan trascender y ser despejadas.

 

Las pautas que actualmente se exageran a fin de haceros conscientes de ellas para así transformarlas, son: la arrogancia, la adicción, los prejuicios, el odio, la violencia, la tortura y la vergüenza. Estas siete fuentes de dolor, ilusión y separación aparecen en su orden de desarrollo dentro de este anillo solar -empezando en Venus y extendiéndose a Marte, Maldek, y finalmente la Tierra-. Está tan claro por qué han alcanzado su punto más alto en la Tierra que huelga seguir profundizando.

Ya sea la actitud de supremacía de Estados Unidos en el mundo o la actitud de un miembro de la Nueva Era de superioridad frente a seres menos espirituales y conscientes, la actitud es la misma: arrogancia. Ya sea un alcohólico tirado en las calles de Los Ángeles o una persona obsesionada con su aspecto físico o el cuerpo de su compañero o compañera, esta pauta se llama igual: adicción. Ya sea el KKK quemando cruces en el patio de personas negras o una persona espiritual despreciando a un «paleto», el nombre es el mismo: prejuicio.

 

Ya sean los capitalistas que odian a los comunistas o una persona «políticamente correcta» que odia a los madereros y constructores, la actitud es la misma: odio. Ya sea Estados Unidos generando guerras en Vietnam o América Central o un progenitor golpeando y degradando a un hijo, la acción aún tiene el mismo nombre: violencia. Ya sean indios, aborígenes australianos u otros indígenas asesinados y su tierra destruida por los blancos, o sean ardillas y ciervos muertos a causa de conductores despistados que van muy deprisa, el problema es el mismo: tortura.

 

Ya sea Alemania llevando las cicatrices de un Hitler o un pobre sintiéndose indigno a causa de su pobreza, el sentimiento es el mismo: vergüenza. Desde lo evidente a lo más sutil, cada persona debe cumplir individualmente su parte para reconocer y sanar estas pautas. Las expresiones individuales de estos siete puntos kármicos principales varían enormemente. Sin embargo, si se mira de cerca, se ve que la fuente de todo problema hoy en la Tierra es una o más de estas siete pautas kármicas de este anillo solar.

 

Estas pautas están acompañadas por la incapacidad de percibir los cuatro principios evolutivos que deben aprenderse.

[Nota de la autora: las siete pautas kármicas mencionadas son comunes a este anillo solar, aunque la lucha contra ellas se desarrolle en la Tierra. También existen siete vicios primarios, o trampas del ego, que son analizados en las enseñanzas de la escuela mistérica inca y son específicas del planeta Tierra. Son: lujuria, pereza, gula, soberbia, ira, envidia y codicia. Según las enseñanzas incas, los humanos deben superar estas trampas del ego antes de alcanzar poder espiritual.]

Para quienes dominéis los niveles de comportamiento y actitud de estas pautas o trabajáis sinceramente con ellas, vuestro próximo paso es el alineamiento consciente con vuestro Yo Superior, la conciencia colectiva superior y ser Uno con la Divinidad. Éste es el objetivo de este libro de ejercicios.

 

Es el deseo de los Emisarios Pleyadianos de Luz ayudar a quienes deseéis prepararos para los cambios terrestres, evolucionar y ascender con ese fin. Nosotros [los pleyadianos] siempre nos hemos presentado conscientemente ante seres de este anillo solar durante las épocas de cambio de ciclo evolutivo y ésta no es una excepción.

 

Mirad, cuando empezamos a relacionarnos con grupos e individuos en la Tierra a principios de este siglo, cien años antes del final del ciclo actual de veintiséis mil años, las personas de la Tierra pidieron tener la oportunidad de despertar por su cuenta antes de que se produjeran comunicaciones directas a gran escala procedentes de las jerarquías, es decir, los pleyadianos, los Seres de Luz de Sirio, los Emisarios de Luz de Andrómeda, el Ser Supremo, el Consejo Superior de los Doce, los Grandes Hermanos Blancos y otros grupos espirituales más pequeños. Nosotros [los pleyadianos] nos encontramos entre vosotros en forma corpórea y etérica.

 

Amorah Quan-Yin, Bárbara Hand Clow y muchos otros transmiten ahora los mensajes, del mismo modo que ellas y otros pleyadianos siempre han hecho al final de otros grandes ciclos evolutivos de este planeta.

Tras la destrucción producida por la alteración de los polos y los cambios terrestres al final del último ciclo de veintiséis mil años, quedaron entonces menos de un millón quinientos mil humanos en el planeta. Pueden parecer muchos, pero si tenéis en cuenta que se extendían por todo el planeta y que antes de ese momento la población terrestre se acercaba a dos mil millones de personas, el número de humanos supervivientes era pequeño.

Ya existía entonces la conciencia colectiva superior, aunque no se encontraba tan desarrollada en aquel tiempo, y esta conciencia pidió que se establecieran escuelas mistéricas en el seno de cada grupo cultural del planeta. Todos en la Tierra tendrían la misma oportunidad de aprender y crecer. A medida que renacían en la Tierra las almas jóvenes cuyos cuerpos habían muerto en los cambios terrestres y la población volvía a crecer, las prácticas y enseñanzas espirituales se consolidaron y las maneras de vivir se llenaron con la evolución y el despertar espirituales. Incluso hoy existen grupos indios americanos y mayas cuyo historial de prácticas espirituales se remonta aproximadamente a veinticinco mil años. No es casualidad.

 

Los maestros pleyadianos, los de Sirio y los de Andrómeda tomaron cuerpo físico, contribuyendo así a organizar varias civilizaciones, tales como las de Machu Picchu, Egipto e incluso la Atlántida. Lemuria había perdido la mayor parte de su masa terrestre y su población, pero los templos y enseñanzas de iniciación se mantuvieron a salvo en los territorios que quedaron en Hawai y el monte Shasta, en California.

En cada lugar se fundaron escuelas mistéricas, aunque la información y las prácticas eran a menudo coincidentes. La orden de Melquisedec y los Templos de Alorah se establecieron en la Atlántida. Aunque el uso de cristales, extendido en épocas anteriores, se había perdido, resurgió para la sanación y las comunicaciones multidimensionales. Thoth llevó la iniciación y conciencia solares a Egipto, junto con avanzadas técnicas espirituales como la teleportación, la telequinesia y el viaje a través de las dimensiones y más allá del tiempo y del espacio.

 

Durante este período se construyó la Gran Pirámide con el propósito de recibir y transmitir códigos e iniciaciones solares para la gente de Egipto y el planeta entero. En todas las culturas se impartió la técnica de los sueños sagrados, evolucionando hacia prácticas chamánicas, sanación mediante el sueño y otros modos de viajar y comunicarse a través de las dimensiones.

Los pleyadianos y los seres de Sirio y Andrómeda, que enseñaban y contribuían en el establecimiento de las escuelas mistéricas, viajaban a menudo de una dimensión a otra. Muchos de ellos se especializaron en la materialización y desmaterialización de su cuerpo de luz, actuando de intermediarios de los seres terrestres, las civilizaciones subterráneas y la multitud de naves de luz situadas alrededor del planeta en aquel tiempo. Mientras las almas jóvenes y menos evolucionadas empezaban a reencarnarse hace alrededor de veinticinco mil años, los maestros de dimensiones superiores continuaron su relación con los humanos durante otros doscientos cincuenta años a fin de colaborar en la transición hacia civilizaciones de muchos niveles de evolución del alma y orígenes galácticos diferentes.

Algunos humanos apenas habían evolucionado, muy poco más allá del comportamiento instintivo y de supervivencia. Su próximo paso evolutivo era nacer de progenitores más evolucionados, contraer nupcias con seres más evolucionados y, de este modo, extender su nivel de conciencia. Muchos pleyadianos aceptaron la misión de ser guías permanentes de estas almas jóvenes en las primeras fases de esta mezcla; algunos pleyadianos incluso adoptaron vidas humanas apareándose con humanos a fin de despejar las pautas genéticas y despertar el deseo urgente de evolución espiritual. A veces este proceso se denomina «siembra estelar».

Todo se hacía en respuesta a peticiones o acuerdos con la conciencia colectiva superior de los moradores de la Tierra. Los seres terrestres pidieron fundar sus propias escuelas mistéricas y de iniciación supradimensional tras su propia evolución, iluminación y permanencia en las dimensiones superiores que rodean la Tierra a fin de ayudar a los humanos. Los Grandes Hermanos Blancos existían ya desde hace casi quince mil años, cuando se produjo un despertar simultáneo en grupo de más de mil humanos procedentes de varias culturas terrestres. Estos mil decidieron por unanimidad establecerse como Grandes Hermanos Blancos, una orden que entonces se llamaba De la Gran Luz Blanca, a fin de establecer las bases de la iluminación y trascendencia espirituales sobre la Tierra.

Algunos miembros de esta orden bodhisattva decidieron someterse a reencarnaciones periódicas en calidad de Maestros Ascendidos. Nacían físicamente de progenitores espirituales y solían recibir una nueva iluminación a los 21 años. En ese punto recordaban sus vidas pasadas, su ascensión y su propósito espiritual.

 

Estos bodhisattvas reencarnados eran maestros excelentes y poderosos debido al hecho de que sentían con la gente de la Tierra una afinidad más natural que aquellos que no habían sido nunca humanos. Había veces en que estos maestros ascendidos nacían -y aún nacen hoy-dentro de familias compuestas por almas jóvenes con varios grados de daño genético y pautas kármicas. Estos bodhisattvas aceptaron la responsabilidad de transformar, transmutar y trascender las energías inferiores a fin de crear «mapas» etéricos y de conciencia que otros pudieran seguir; han sido y son los adelantados evolutivos.

Las jerarquías aceptaron ampliar la orden de la Gran Luz Blanca para incluir en ella a humanos iluminados y ascendidos para desempeñar estos papeles: el Oficio del Cristo; Buda; la Orden de Merlín; puestos de Diosa como los de la Santa Madre ocupado ahora por Quan Yin y la Madre María; kachinas, maestros y guías locales. Antes del comienzo del ciclo actual de veintiséis mil años, los oficios supradimensionales, los guías, maestros y líderes espirituales planetarios habían sido sobre todo Seres de Luz de las Pléyades, Sirio y Andrómeda. Ahora la población desarrollaba un número suficiente de sus propios seres iluminados y ascendidos para establecer sus propios guías y escuelas mistéricas.

Al comienzo de este ciclo de veintiséis mil años también se pidió que, excepto en momentos cíclicos y evolutivos cruciales, la guía y las enseñanzas superiores vinieran de aquellos iluminados que se hubieran encarnado alguna vez en cuerpos humanos. La población de la Tierra debía evolucionar hasta el punto de ser capaz de comunicarse por su cuenta con las dimensiones superiores y los sistemas solares. Fue entonces cuando aparecieron las enseñanzas Ka.

 

Cada persona necesitaba comprender el modo de alcanzar las distintas metas espirituales para así llegar a constituir una raza de maestros en la Tierra. En sus enseñanzas los pleyadianos les hablaron de su Yo Superior, del Ka a través del cual podrían establecer contacto permanente con el Yo Superior, las dimensiones superiores y los sistemas solares. Mediante una vida recta, la evolución, la meditación, la oración y el dominio de la conciencia, podían lograr el alineamiento con su Yo Superior.

 

Mediante el despertar del Ka Divino, podían fusionar el Yo Superior con el cuerpo físico, personificando así su presencia de Maestro Divino o Yo de Cristo. Habría un período que precedía a la iluminación plena durante el cual se completaba su transmutación genética como resultado del fluir de la energía Ka a través de los canales Ka y los circuitos menores para penetrar en su cuerpo astral y en el sistema nervioso, el sistema glandular y el sistema de meridianos eléctricos del cuerpo físico, tales como los utilizados en acupuntura y Shiatsu.

Durante los siguientes cinco mil doscientos años, varios miles de personas iniciadas en los Templos Ka de Egipto y de la Atlántida recibieron la iluminación y muchos de ellos alcanzaron el nivel siguiente, la conciencia de Cristo. Algunos decidieron permanecer en la Tierra, viviendo más de dos mil años en el mismo cuerpo a través del mantenimiento de los Canales Ka y las prácticas espirituales. Ese mismo período de cinco mil doscientos años también alumbró otros caminos hacia la iluminación que resultaron efectivos para los humanos más evolucionados del planeta que estuvieran dispuestos a emprenderlos.

Al final de esos cinco mil doscientos años se produjo un gran terremoto que destruyó la mayor parte de los templos de Lemuria y la mitad de la masa de tierra de la Atlántida. Aquellos miembros de la raza lemuria que se quedaron en la Tierra decidieron establecerse de nuevo en una cultura subterránea bajo el monte Shasta. Unos pocos lemurios se integraron en tribus indias americanas, hawaianas y tibetanas, convirtiéndose posteriormente en mayas, incas y budistas.

 

Estos antiguos seres de Lemuria ejercieron de líderes y maestros espirituales dentro de aquellas culturas. Los atlantes supervivientes contaban aún con número suficiente para continuar su cultura. En calidad de conciencia de grupo pidieron la reencarnación del ser cuyo nombre terrestre era Thoth para restablecer entre su gente las antiguas enseñanzas que habían perdido a causa de los terremotos. Thoth, que era miembro Ra de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas, respondió a sus peticiones generando un cuerpo físico. Se convirtió en líder espiritual de la Atlántida.

Poco después de la llegada de Thoth a la Atlántida se produjo una gran brecha dentro del continuo espacio-temporal de la atmósfera terrestre durante el cual llegó a la Tierra un grupo de seres que venían de invadir Orión desde el sistema de Lira. Era Lucifer quien los guiaba, haciendo posible la creación de la brecha y la penetración posterior. Lo consiguieron mediante unas transmisiones intensas de alta frecuencia desde el exterior del anillo solar hasta la atmósfera terrestre, seguidas del paso inmediato de una nave a través de la brecha así creada.

 

Los seres de Orion o liranos, con la ayuda de Lucifer, domina-ban la técnica del viaje que prescindía del tiempo y el espacio, mediante el cual podían proyectarse a través de la brecha transcurridos pocos segundos a partir de su creación sin que nada pudiera detenerlos. El momento de su contacto con la Tierra era inevitable debido a las conexiones kármicas entre los liranos, Lucifer y algunos humanos de la Tierra. Tal como lo tenían previsto, aterrizaron en la Atlántida, porque era el lugar que mejor serviría a su propósito. Comenzaron inmediatamente a adoctrinar a los atlantes con su conocimiento y tecnología «superiores».

 

Los atlantes se enorgullecían de ser en ese momento la raza más evolucionada de la Tierra y siempre buscaban extender su dominio a nuevas áreas. Los liranos los manipularon prometiéndoles poder, tecnología e influencia ilimitados y demostrándoles la «superioridad» lirana a través de la tecnología, el control psíquico y la inteligencia. Prometieron transmitir esa capacidad a los atlantes si acogían en su seno a los liranos y les permitían integrarse en su cultura. Muchos atlantes desconfiaron de los liranos desde el principio y percibieron la trampa espiritual que se les tendía. Otros, más crédulos y hambrientos de poder y supremacía, acogieron abiertamente a los liranos.

Durante los diez mil años siguientes, la Atlántida quedó dividida en dos grupos de población distintos: uno, que incluía a los liranos y destacaba tecnológicamente, y aquel que conservó la pureza y dedicación espirituales. Los Templos de Melquisedec sufrieron la proliferación y la influencia de los invasores controladores y manipuladores. Se formó un grupo llamado los Túnicas Grises, después llamado los Túnicas Negras. Se centraron en el desarrollo del poder psíquico y la magia negra. Algunos sacerdotes de Melquisedec conservaron la pureza, pero no fue así para la mayoría.

 

En aquel tiempo existían en la Atlántida los Templos de Alorah, que albergaban órdenes de sacerdotisas de la Diosa, cuyas enseñanzas venían de la novena dimensión a través de un orden jerárquico llamado el Consejo de los Nueve. Estas enseñanzas escaparon a la subversión de los liranos y Lucifer. Las sacerdotisas, desafiantes, desaconsejaron abiertamente toda relación con los Hermanos Oscuros, como también se los denominaba. En principio, los atlantes que deseaban practicar las artes de la magia y la alquimia recibían primero una formación espiritual para que aprendieran el uso recto de los poderes.

 

Sin embargo, el protocolo espiritual acabó diluyéndose y se extendió el estudio del poder psíquico y la magia negra. Lucifer siempre permanecía invisible, aunque constituía una importante influencia subconsciente. Controlaba a los Hermanos Oscuros de Lira y era capaz de poseer el cuerpo de Hermanos Oscuros en cualquier momento para comunicarse con ellos o con otros atlantes a través de ellos. Lucifer utilizaba a menudo este medio de llegar a la gente. Su propósito era minar la confianza de los atlantes en las fuerzas de la luz que gobernaban el planeta y el anillo solar; en último término, esperaba hacerse con el control en calidad de Ser Supremo de la Tierra.

Lucifer y los Hermanos Oscuros se introdujeron en la conciencia de muchos varones terrestres, vulnerables al control psíquico debido a su propio deseo oculto de control y dominación, en especial sobre las mujeres. Se creó un plano astral subterráneo, así como una serie de moradas y terrenos ceremoniales subterráneos donde la conciencia colectiva inferior de los Hermanos Oscuros estableció su territorio, enviando ondas de energía y mensajes Subliminales que, atravesando la Tierra, llegaban al mundo de superficie. Esta conciencia colectiva era, y aún es, lo que llamáis «Satán».

 

Fue creada mediante la fusión de conciencias inferiores de los Hermanos Oscuros. Esta fuerza satánica tiene la capacidad de operar como si fuera una gran entidad única. Cuanto más crecía esta conciencia colectiva y mayores eran la supremacía y el control que imponían sobre la Diosa, la Tierra, vuestro anillo solar y la Divinidad, más poder tenía esta fuerza oscura para generar su propio crecimiento continuo. La polarización de la oscuridad y la luz se hizo rápidamente más intensa en la Tierra al recibir la mente subconsciente de los humanos el bombardeo de imágenes y pensamientos negativos de desconfianza en Dios y en el Plan Divino, la inferioridad de las mujeres y la superioridad del ámbito mental sobre los ámbitos emocional y espiritual.

Tecnología y magia negra crecieron hasta alcanzar proporciones jamás vistas sobre la Tierra. Los templos de Luz fueron cada vez más el lugar de las mujeres, mientras que los templos de Oscuridad fueron cada vez más el lugar de los varones. Naturalmente, esta división no era absoluta, pero era cierta en términos generales. Hacia el fin de la era Atlante diez mil años tras la llegada de Lucifer y los liranos- el caos y el miedo corrían libres por esa civilización. La competencia por el control y la supremacía era la actitud general en la Atlántida, e incluso en el seno de los Templos de Alorah prevalecían el miedo y el secreto.

Antes del fin de la Atlántida se dio aviso a los jefes de las órdenes y templos que aún poseían la Luz, aconsejándoseles dispersar sus enseñanzas por el globo. Pasaría mucho tiempo antes de que la totalidad del conocimiento superior pudiera concentrarse en un solo lugar debido a la influencia satánica sobre las mentes de la Tierra. Abandonaron la Atlántida pequeños grupos de personas formadas en todas las áreas del desarrollo espiritual. Se llevaron consigo muchos cristales que contenían información procedente de los Anales Acásicos, canalizada y programada en ellos por el Consejo de la Verdad.

 

Uno de los cristales que se llevaron a Grecia las grandes sacerdotisas de los templos de Alorah fue tallado con la forma del cráneo de Thoth, ser que había dejado la Atlántida hacía casi nueve mil años. El cráneo de cristal quedó enterrado bajo el templo del Oráculo de Delfos fundado por este grupo de sacerdotisas-y sirvió para proteger el templo de los mensajes subliminales oscuros y las ondas de energía procedentes de puntos situados bajo la superficie de la Tierra. ya que este templo no podía recibir contaminación psíquica, los Hermanos Oscuros, bajo el nombre de «Guerreros de Zeus», acabaron encerrando y matando a las sacerdotisas, reclamando el templo para el patriarca de sus dioses.

Otros grupos se llevaron cristales y enseñanzas a América Central, Europa Occidental, el Himalaya, el Sur de África, Asia Oriental, Australia, Sudamérica y Egipto. (Las tribus indígenas del norte de América se encontraban entonces en una fase evolutiva singular y la infiltración de los atlantes era inadecuada.) El grupo más numeroso, compuesto de hombres y mujeres, marchó a Egipto siguiendo las instrucciones del Consejo de los Nueve. Todos los grupos contaban con personas intensamente dedicadas a preservar la verdad divina que es Luz y pasaron el resto de su vida estableciendo templos y enseñanzas iniciáticas en las distintas regiones. El hecho de que el mayor asentamiento tuviera lugar en Egipto se debió principalmente a la existencia de la Gran Pirámide; siempre había contenido, y aún contiene hoy día, las vibraciones de la verdad divina y el código evolutivo solar.

Se construyeron después muchas pirámides en Egipto, así como en otros lugares. Debían ser construidas sobre grandes cristales que contenían Anales Acásicos, colocados en varias formas geométricas que retendrían la luz e impedirían la entrada de vibraciones de densidad inferior. Los liranos y sus esclavos habían construido varias pirámides en la Atlántida con el propósito de distorsionar y controlar los códigos del Sol. Pero todas ellas se hundieron bajo el Océano Atlántico o estallaron cuando la Atlántida quedó destruida.

La destrucción final de la Atlántida fue causada principalmente por una transmisión subterránea de ondas de sonido tan intenso que creó una explosión sónica bajo la superficie terrestre.

 

Su intención era deshacer las pautas de frecuencia superior de luz de los templos sagrados que aún permanecían de pie e inundar estos templos con las energías de la magia negra y el control satánico de los Hermanos Oscuros. En lugar de ello, la explosión sónica fue tan poderosa que rebotó hacia su propia fuente, reverberando en los centros de energía nuclear y cristalina que alimentaban el generador de sonido. Esto provocó una gran explosión, seguida de una reacción en cadena en otros generadores subterráneos de energía que acabó causando terremotos como nunca habían ocurrido en la Tierra. (Y que desde entonces no han vuelto a ocurrir.)

 

Muchas de las pirámides estallaron literalmente en pedazos, mientras que otras permanecieron intactas. Los grandes cambios terrestres continuaron durante dos meses más hasta que el último trozo de la Atlántida acabó descansando en el fondo del mar.

Para entonces, aquellos que se habían marchado con el fin de restablecer el orden espiritual en otros puntos, estaban fuera de peligro y consiguieron alcanzar su destino. Unos pocos grupos de los que intentaron la marcha no estaban lo bastante lejos y fueron barridos por olas gigantescas provocadas por las explosiones. Esta destrucción final de la Atlántida tuvo lugar hace unos diez mil cuatrocientos años.

Lucifer reunió a los liranos en los planos astrales y comenzó a planear su próximo paso. Los liranos decidieron permanecer en los planos astrales dentro de la atmósfera terrestre y en los ámbitos satánicos subterráneos para aumentar su influencia sobre la mente subconsciente de los terrestres. Como resultado, las guerras tribales y los conflictos territoriales comenzaron a darse cada vez más a menudo en vuestro planeta.

 

Muchos pueblos indígenas, entre ellos indios americanos, africanos, europeos y de América Central y del Sur se dividieron en tribus que en el pasado formaron parte de una extensa hermandad. Las luchas por la Tierra, las disputas sobre los derechos del agua y los minerales, las diferencias espirituales y una desconfianza inexplicable se convirtieron en razones para el movimiento de segregación. En otras zonas la llegada de los atlantes espirituales acercó más a las personas, y la evolución de estas culturas se aceleró.

 

Los mensajes subliminales de la supremacía del patriarcado se introducían cada vez más en el ámbito subconsciente, pero algunos grupos fueron capaces, con la ayuda de los atlantes o de sus propios líderes espirituales evolucionados, de resistir las presiones y mentiras presentadas por las formas de pensamiento psíquicas negativas. Se crearon estructuras como la de Stonehenge y ruedas medicinales para detener las energías astrales negativas y crear espacios seguros en los que poder celebrar ceremonias y otras reuniones.

Durante casi cinco mil años prosperaron los templos de la Diosa en muchas de las nuevas tierras atlantes. Los templos de varones y mujeres ofrecían y guardaban por igual las enseñanzas sagradas de Melquisedec, Thoth y Alorah; también extendían sus enseñanzas a la inclusión de los arquetipos divinos y prácticas espirituales locales. Las enseñanzas sobre los papeles masculino y femenino, la iniciación espiritual, los templos Ka y las prácticas de sanación y evolución espirituales crecieron en Egipto, Grecia y partes de América Central y del Sur. No todas las tribus en otros lugares quedaron afectadas por la polución astral; algunas permanecieron puras y humildes. Pero una polarización de la luz y la oscuridad iba creciendo.

Hace unos cinco mil años los liranos y sus compañeros, convertidos en Hermanos Oscuros, empezaron a reencarnarse en varios puntos del mundo. Su objetivo principal era introducirse en las áreas ocupadas por las culturas más avanzadas espiritualmente y provocar guerra y destrucción contra ellas. Aunque este hecho tuvo lugar poco a poco, el planeta sufrió muchas alteraciones en las fuerzas que lo gobernaban. Se sucedieron ciclos de luz y oscuridad en Egipto, Grecia, Europa y América Central.

Los Hermanos Oscuros mataron, destruyeron, violaron y establecieron su mando; después, las fuerzas de Luz se rebelaban y los derrocaban. Este ciclo se sucedió repetidamente.

La Tierra en conjunto siempre se ha mantenido alineada con la Luz, el Ser Supremo -también llamado espíritu del Ser Uno-y el Consejo Superior de los Doce. Sin embargo, la población terrestre ha sufrido muchos cambios con respecto al equilibrio de poder. Es curioso señalar que la mayoría de la población terrestre siempre ha creído en el amor y la bondad, pero han sido débiles e ineficaces contra la intimidación por parte de fuerzas gubernamentales y religiosas que operan buscando el control. La población terrestre en su mayor parte se ha sentido incapaz, durante mucho tiempo, de influir sobre las clases dominantes; ésta es la paradoja terrestre más grande.

 

Una razón para el miedo y la impotencia es el control astral que Lucifer, los liranos y los Nibiruanos o Anunnaki ejercen sobre la cuarta y quinta dimensiones.

[Nota de la autora: esto se explica en profundidad en el libro de Bárbara Hand Clow, El Plan Pleyadiano].

Lo que es importante que sepáis en este momento es que tenéis el poder y la capacidad de liberaros del control psíquico de estos seres astrales. La información y los procedimientos descritos en este manual os guiarán y os ayudarán a este fin.

Cuando ciertos grupos se establecieron en la Tierra hace unos ciento cincuenta mil años, se celebró una gran reunión de la conciencia colectiva incluyendo a los pleyadianos, los andromedanos, los guías etéricos y los reinos dévicos. Se decidió la creación de una estructura jerárquica que permitiera albergar tanta confianza y seguridad como fuera posible. La razón de esto se ha de buscar en experiencias pasadas entre los recién llegados a la Tierra, incluyendo la traición de miembros de ámbitos superiores y una duda sobre el propio potencial profundamente asentada.

 

La duda fue lo que impulsó principalmente al grupo a exigir un liderazgo. Los nuevos moradores de la Tierra no confiaban en sus propias decisiones ni en su soberanía. Las jerarquías respondieron a la petición acordando que, cuando llegara el momento de designar a un Ser Supremo para vuestro planeta, existiría a su vez una estructura descendente de autoridad espiritual con el poder de anular cualquier decisión tomada por el Ser Supremo. La estructura más inmediata bajo el Ser Supremo sería el Consejo Superior de los Doce. Éste se compondría de cuatro delegados de las Pléyades, cuatro de Sirio y cuatro de la vecina galaxia de Andrómeda.

 

Todos los miembros serían Seres de Luz altamente evolucionados. Si el Consejo Superior de los Doce no estaba de acuerdo por unanimidad con una orden del Ser Supremo, la decisión en cuestión quedaría anulada. De este modo, la población de la Tierra sabría, al menos inconscientemente, que era imposible la corrupción en el seno de la jerarquía espiritual. La estructura del Consejo Superior contaría incluso con un doble sistema de seguridad: al menos dos miembros de origen distinto serían responsables de cada área de autoridad en el ámbito inmediatamente inferior.

 

Por ejemplo, en el área de dar instrucciones y supervisar el trabajo de los Ángeles Sanadores, un pleyadiano y un andromedano tendrían las mismas responsabilidades y ninguno de ellos podría hacer nada sin el consentimiento del otro. Este tipo de estructura aún existe en todos los oficios y grupos de las dimensiones superiores.

La creencia planetaria en la necesidad de que las autoridades gobiernen y tomen las decisiones importantes por vosotros debe ser despejada. Estáis listos para convertiros en seres soberanos con responsabilidad plena. La existencia de tanta corrupción en los gobiernos es producto de la falta de confianza en uno mismo y en los demás que aún existe en la Tierra.

 

A medida que se desarrolle la Era de Luz, también llamada la Era de la Iluminación, más importancia tendrá cada vez la necesidad de poner fin a los sistemas patriarcales de gobierno y a devolver el poder real al pueblo. Aquellos que no sean capaces de aceptar esta responsabilidad sin dañar a los demás no serán una amenaza en el seno de un proceso de toma colectiva de decisiones. Aquellos que presidan las sesiones no serán elegidos. Los papeles de moderador, comunicador y cualquier otro que haga falta, rotarán entre los miembros dispuestos a cumplir esas funciones.

 

De este modo, ni una persona ni un pequeño grupo podrá ganar autoridad sobre los demás.

[Nota de la autora: En La Quinta Cosa Sagrada, de Starhawk se ofrece un modelo utópico maravilloso que es de verdad «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo»].

Lo que hace falta en este momento es que la población terrestre encuentre la valentía espiritual para exigir lo que quiere. Naturalmente, muchos ciudadanos terrestres de buena voluntad han caído en la maraña que supone la lucha por la supervivencia y han olvidado los ideales espirituales. Sin embargo, la mayoría de los humanos comprenden la moral básica y desean amor. Esto da en este momento a la Tierra una oportunidad tremenda para un gran salto espiritual.

 

La conciencia colectiva superior de todos los seres humanos de la Tierra ha pedido la oportunidad de producir algo que nunca se ha dado antes: la ascensión planetaria. Si esto se da, la Tierra y toda su gente avanzarán juntos hacia la conciencia de la cuarta y la quinta dimensiones, separando su conciencia completamente de los planos astrales de control satánico. El control actual y continuado de las fuerzas destructivas se basa y se sustenta en dos cosas:

1) la supremacía ilusoria del odio y el miedo sobre el amor, y

2) la creencia de que la Oscuridad es más poderosa que la Luz.

Si para el 2013 la población que quede en la Tierra es capaz de eliminar estas dos creencias y reconocer y aceptar los cuatro principios espirituales mencionados antes, este planeta será el primero que logre este salto espiritual.

A fin de que haya esperanzas para que ocurra este gran hecho, entre hoy y el 2013 un mínimo de -pero no limitado a ciento cuarenta y cuatro mil humanos deben recibir iluminación y encarnarse en la conciencia de Cristo. Cuando se alcance este punto crítico de seres cuyo espíritu ha despertado, se producirá la «Segunda Llegada de Cristo en masa».

 

En ese punto se producirá el «efecto del centésimo mono»: una onda vibratoria de energía iluminadora avanzará por el planeta entero y su población, erradicando las formas de pensamiento y ámbitos astrales inferiores, disolviendo los velos que separan a los humanos de experimentar interiormente la esencia y la verdad divinas. La población entera de la Tierra sentirá esta ola de iluminación que empapará toda la existencia del planeta. En ese momento se activará la iluminación planetaria y el propósito, inherente al alma, de la evolución espiritual. Si los liranos, los annunaki, Lucifer, los Hermanos Oscuros y los humanos que se han alineado con la Oscuridad eligen rendirse espiritualmente en ese momento, se unirán a la ascensión planetaria y quedarán libres del pasado.

 

Quienes no escojan la luz experimentarán la destrucción del planeta y se encontrarán a sí mismos en una especie de centro galáctico de recuperación. Se les dará la oportunidad de evolución y alineamiento divino, pero sin obligarlos. Si piden ser libres para explorar la Oscuridad después de cierto tiempo, serán enviados a otra galaxia en la cual aún sea posible esa opción.

Incluso si algo extremo como una explosión planetaria ocurriera en ese momento, los ciento cuarenta y cuatro mil o más Seres de Cristo se limitarían a entrar en sus cuerpos de ascensión, llevándose con ellos a los demás recién despertados de la Tierra. Cuando se alcance el punto crítico de ciento cuarenta y cuatro mil el efecto de estos Seres de Cristo en la población será tan intenso que cada uno de ellos tendrá la capacidad de elevar a otros ciento cuarenta y cuatro mil humanos a los planos superiores de la conciencia.

 

En otras palabras, los ciento cuarenta y cuatro mil Seres de Cristo crearán un salto cuantitativo para veinte mil setecientos treinta y seis millones de humanos. El velo oscuro, o la «red», como se la ha llamado, que rodea la alta atmósfera terrestre, se disolverá. Esto permitirá a los códigos galácticos impulsar plenamente a la Tierra a través del Sol. No quedará ningún plano astral inferior y todos tendrán una experiencia de «luz blanca» o shaktiput, después de la cual se encontrarán en una Tierra nueva que sea más bella y más limpia que aquella que dejaron. Estarán en la Tierra, pero en la cuarta dimensión.

Quienes ya ascendieron en vidas anteriores avanzarán directamente a la quinta dimensión o incluso a otra superior.

Las escuelas de formación ya estarán preparadas para acoger a estos nuevos seres espirituales que se vuelvan tetradimensionales. Estos seres conocerán sus propias creaciones del pasado, el origen de su alma y sus objetivos, así como las enseñanzas espirituales apropiadas para ese nivel de evolución. Un período de gracia de mil años envolverá a la Tierra, durante el cual prevalecerá la paz y una preocupación por la evolución espiritual. En otras palabras, las escuelas mistéricas serán el centro de toda actividad durante esos mil años. Al final de ese tiempo, la Tierra asumirá oficialmente el papel galáctico de hogar de las Ciudades de Luz y escuela mistérica de otros planetas tridimensionales.

Os convertiréis en guardianes y maestros de formas de vida tridimensionales, así como nosotros, los pleyadianos, lo hemos sido para vosotros. Si tenéis éxito, en lo cual creemos, emanará de la galaxia entera una ola gigante de amor y alegría a partir de la unión de la conciencia colectiva superior con la conciencia de la tercera dimensión y de la cuarta. Esta ola de iluminación transmutará instantáneamente en luz pura el karma y las energías astrales inferiores que queden en vuestro anillo solar, a la vez que la ola de iluminación planetaria actuará sobre la Tierra y su población. El poder de esta ola se dejará sentir e influirá sobre la galaxia entera y toda la existencia. ¿Por qué?

La posición de esta galaxia en relación con el Gran Sol Central de Todo lo Que Es acaba de sufrir un cambio de ciclo, como ya se ha dicho. El nombre evolutivo de este nuevo ciclo galáctico es «La Espiral Evolutiva del Dominio». Cada anillo solar de esta galaxia debe subir al paradigma evolutivo inmediatamente superior. Para la Tierra y vuestro anillo solar, ese paso es convertirse en hogar de las Ciudades de Luz compuestas de Seres de Luz que hayan experimentado específicamente encarnaciones físicas y alcanzado la iluminación. Al final de los mil años de paz, os convertiréis exclusivamente en una raza de Seres de Cristo.

Los Ejercicios Pleyadianos de Luz, especialmente el aspecto relativo al Ka, son uno de los caminos hacia la sanación y el despertar que nosotros, los pleyadianos, os ofrecemos en este momento. Es esencial que despejéis los Canales Ka y la Plantilla Ka de residuos kármicos y energías bloqueadas a fin de permitir que vuestro Yo Crístico se ancle en el ámbito físico a través del cuerpo físico.

 

Estáis entre los ciento cuarenta y cuatro mil o más que traerán la Era de la Iluminación, la Era de la Luz, la Edad de Oro o la Nueva Era sobre la Tierra. Los contenidos presentados en este manual os ayudarán en esa transición para que estéis disponibles y seáis permeables a las frecuencias superiores del Ka y, por lo tanto, al Cuerpo de Cristo o Presencia del Maestro.

Tenemos fe en vosotros y en la conciencia superior de vuestro planeta. Aunque el futuro se presenta bueno, no dejéis que la pereza, la resistencia o la arrogancia detengan vuestro proceso de ascensión. Mientras cumpláis con vuestro papel y estéis dispuestos a convertiros en lo mejor que seáis capaces de ser, estaremos allí ayudándoos en cualquier modo que creamos apropiado. Sin embargo, nunca usurparemos vuestro propio aprendizaje y crecimiento.

 

Estáis aquí para convertiros en Maestros, no en inválidos que precisen ser rescatados. Que nadie os diga que os harán el trabajo o que os salvarán. Es hora de que os salvéis a vosotros mismos a través de una sanación persistente y dedicada, el crecimiento y un despertar espiritual continuo. Con decisión y determinación, todo lo divino es posible.

So-la-re-en-lo

(Con gran amor y devoción),
Ra,
portavoz de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas de la Luz, los miembros de los Emisarios Pleyadianos de Luz, que son guardianes de este anillo solar y miembros de la Federación Galáctica de Luz del Gran Sol Central.

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