CAPÍTULO 6 -
EJERCICIOS PLEYADIANOS PREVIOS
2º PARTE: AUTOSANACIÓN Y DESPEJAMIENTO
Las técnicas ofrecidas en este capítulo pretenden incrementar tu
capacidad de auto-sanación y autodespejamiento de un modo fácil y
eficiente a medida que avanzas en tu crecimiento espiritual normal y
en la expansión de tu conciencia. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz,
que empiezan en el capítulo siguiente, además de acelerar el
crecimiento y expansión espirituales, también acelerarán el
afloramiento de pautas kármicas, pensamientos y creencias que
precisen ser despejados, además de bloqueos de energía de diversas
fuentes.
A veces, en plena sesión de energía de
los Emisarios Pleyadianos de Luz y del Cristo, es posible que te
veas trabado en imágenes pasadas, emociones reprimidas o
pensamientos negativos. Cuando surjan éstos u otros problemas,
pueden resultar valiosas y capacitadoras las herramientas de
autoayuda presentadas aquí.
Se recomienda vivamente, por lo tanto, que te molestes en aplicar
los siguientes métodos de entrenamiento como preparación para
enfrentarse a lo que surja en tu proceso de despejamiento del modo
más fácil y elegante posible. La liberación desencadenada por los
Ejercicios Pleyadianos de Luz y la continua evolución espiritual no
sólo se dan durante las sesiones, sino que a menudo también después.
Al abrirse a frecuencias cada vez más altas de las energías Ka y del
Yo Superior, las energías más densas contenidas en tu cuerpo y aura
se «consumen» de modo natural. Cuanto más eleves el nivel
vibratorio, se producirá un mayor «consumo» --o «fuego interno».
A medida que madures espiritualmente, empezarás a reconocer este
consumo como liberación y transmutación de energías pasadas y te
identificarás cada vez menos con ellas. Las cuestiones que surjan
durante o después de las sesiones de sanación ya no tendrán tanta
importancia. Aunque a veces se vean intensificadas por el influjo de
energías vibratorias superiores, te encontrarás más capaz de
preguntar:
«¿Qué necesito aprender de esto?» en
lugar de reproducir escenas de tu vida diaria como si fueran
reales.
Utilizarás tu habilidad de auto-sanación
y despejamiento para ocuparte de estas cosas y seguir adelante. Esta
es la gracia natural que se adquiere con la experiencia; las
técnicas efectivas son parte de esa gracia.
Piensa en el tiempo y en la energía que inviertas en el aprendizaje
de las técnicas de este capítulo como una inversión en un futuro más
pacífico y lleno de gracia.
Te prepararás adecuadamente a recibir
los ejercicios de luz más pasivos y la energía de los Pleyadianos y
el Cristo contenidos en el resto del libro cuando seas capaz de
ocuparte de tus propias energías estancas o de saber si requieren
atención.
Despejamiento con rosas
La visualización y el despejamiento psíquico utilizando imágenes
etéricas de rosas llevan siendo de uso corriente durante al menos
varios siglos. Mis propios recuerdos de vidas pasadas como
sacerdotisa y bruja blanca revelaron el uso de rosas en prácticas
espirituales que se remontan al siglo XII. Ciertamente, es posible
que el despejamiento con rosas se remonte aún más atrás. La rosa
como símbolo de sanación es una herramienta muy efectiva en el
proceso de despejamiento propio y de otras personas.
Así como el loto se ha utilizado a través de las eras como símbolo
de iluminación, la rosa se ha utilizado para simbolizar y presentar
la «pureza de la afinidad con uno mismo». Lo que esto significa es
que las rosas tienen la capacidad de eliminar las energías
antinaturales y ajenas a tu modo de ser esencial e inherente que se
encuentren dentro de tu campo energético. Por ejemplo, si sientes
congestión en el chakra del corazón y sospechas que se debe a que
has absorbido el desequilibrio energético de otra persona, puedes
liberar la energía ajena con una rosa.
Limítate a colocar la imagen de una gran
rosa abierta en el chakra del corazón y, con la imagen de la persona
en su interior, deja que la rosa se llene de la energía ajena.
Después, elimina de tu chakra del corazón la rosa llena de la
energía de la otra persona, envía la rosa al exterior de tu aura,
incluso al exterior del edificio en que te encuentres, y visualízala
disolviéndose, vaporizándose o, simplemente, haciendo «puf». La
energía de la otra persona se disolverá con la rosa. Al desaparecer
la rosa, la energía expulsada del chakra del corazón se neutraliza y
vuelve a la persona a la que pertenece.
Esta técnica se llama «soplar rosas».
Date cuenta de que siempre es importante que soples las rosas en el
exterior de tu campo áurico. Si disuelves la rosa dentro de tu aura,
la energía de la otra persona se neutralizará un poco, pero aún la
tendrás en el interior de tu espacio.
En otras palabras, si absorbes los miedos de otra persona hacia el
chakra del corazón y luego extraes el miedo hacia una rosa para
devolvérselo, lo que la persona recibe no es miedo sino energía
emocional neutralizada. La persona a la que devuelves la energía es
libre de hacer con ella lo que desee. Puede volver a convertir la
energía en miedo o elegir utilizarla de algún otro modo. Te liberas
de la energía de un modo tan suave que no magnetizará ningún karma
de esa persona.
Algunos métodos psíquicos o espirituales enseñan técnicas como la
colocación de espejos alrededor de la energía o alrededor de la otra
persona para que el espejo de vuelva al intruso el reflejo de lo que
te fue enviado, pero diez veces más fuerte. Otros te enseñarán a
formar una bola con la energía y devolverla al intruso psíquico.
Estos tipos de prácticas te hacen caer en la guerra psíquica y
generan karma. Cualquier práctica que pueda causar daño a otra
persona crea un enlace kármico entre esa persona y tú. También
existe una gran posibilidad de que absorbas más responsabilidad
kármica que la otra persona debido a tu intento de devolver un daño
mayor que el daño que te fue enviado, en lugar de limitarte a
protegerte.
En último término, te corresponde a ti la responsabilidad de no
permitir que te llenen de «basura psíquica» o te conviertan en
víctima. De modo que, si tienes un problema relacionado con tus
límites, necesitas conocer los límites saludables en lugar de culpar
a otros de verter algo en ti y castigarlos por ello. Esto de ningún
modo niega a la otra persona su responsabilidad de aprender a no
hacer daño.
Todos somos responsables del efecto que
provocamos en otros, eso forma parte de estar en un planeta en el
que hemos aceptado la creación compartida. Lo que esto significa es
que eres responsable de eliminar de ti el mal sin dañar por ello a
nadie siempre que esto sea posible. El uso de rosas será un modo muy
efectivo de asumir este tipo de responsabilidades.
A continuación sigue el primer ejercicio para el uso de rosas:
-
Cierra los ojos y conéctate a la
tierra.
-
Comprueba el aura y expándela 60
o 90 centímetros alrededor del cuerpo en todas direcciones.
-
Comprueba los colores de los
límites y haz los ajustes necesarios.
-
a en el aura y delante de los
ojos una rosa abierta de cualquier color. Sigue
visualizándola hasta que parezca real. Trata de verla o
imaginarla con el mayor detalle posible.
-
Expulsa a la rosa del aura y haz
que desaparezca.
-
Ahora crea una rosa en el centro
de la cabeza. Haz que absorba la energía de otras personas
que pudiera haber allí. Prolonga la visión de la rosa dentro
de la cabeza unos treinta segundos.
-
Expulsa la rosa de la cabeza y
del aura y haz que desparezca.
-
Ahora crea una rosa en el
exterior del aura enfrente de ti.
-
Piensa en alguien con quien
hayas tenido un problema reciente o con quien te sientas
mal. Trata de ver el rostro de esta persona en la rosa y
pide a la flor que despeje los pensamientos negativos que
tengas sobre esa persona o de aquella energía suya que pueda
haber en ti.
-
No dejes de mirar a la rosa
durante unos treinta segundos. Puede que veas que se cierra
del modo como algunas flores lo hacen por la noche. Esto
indica que la rosa absorbe algo.
-
Coloca la rosa por encima de tu
casa y disuélvela.
-
Si esta última rosa se ha
cerrado del todo, indicando que ha absorbido mucha energía
de la persona elegida, crea una nueva en el exterior del
aura con la imagen de la misma persona. Sigue mirándola
hasta que esta rosa se llene completamente o deje de
cerrarse cuando quede parcialmente llena de la energía de la
persona o de tus pensamientos negativos sobre la persona, lo
primero que ocurra.
-
Coloca de nuevo la rosa por
encima de tu casa y haz que desaparezca.
-
Opcional: Si la última rosa se
ha llenado del todo, puedes continuar el proceso de crear y
disolver rosas con la imagen de esta persona hasta que una
rosa no se vea afectada durante diez segundos. Entonces
sabrás que has liberado la mayor cantidad de energía posible
relativa a esa persona en este momento.
-
Abre los ojos y sigue leyendo
sobre más usos para rosas si lo deseas.
Las rosas también se pueden usar para
despejar asuntos problemáticos de la vida. Te daré un ejemplo
práctico de una experiencia personal sobre mi antiguo miedo al agua.
He tenido una relación de amor/odio con cuerpos de agua toda mi
vida. De niña me encantaban las piscinas, los lagos, los ríos e
incluso la bañera.
Pero mi madre, en su ansia de
protegerme, no dejaba de gemir y de decirme que me ahogaría si no
tenía mucho cuidado.
Ella decía:
«Te puedes ahogar hasta en unos
centímetros de agua si te caes. Ten cuidado».
Estoy segura de haber escuchado esa
frase cientos de veces hasta los cuatro años. Esta frase, seguida
por gemidos de terror si aceleraba un poco el paso en la piscina
infantil de 20 centímetros de profundidad o me ponía de pie en la
bañera, me implantó un miedo antinatural en el cuerpo.
Poco después de cumplir los 30 decidí enseñarme a mí misma a nadar,
ya que mi propio miedo me impedía confiar en nadie cuando estaba en
el agua. Despacio, paso a paso, acompañada de mis propios gemidos de
pánico, aprendí. Acabé nadando sin darme cuenta e incluso entraba en
la piscina de un salto. Finalmente, pude sentirme relativamente
segura y disfrutar del baño aun si se trataba de grandes volúmenes
de agua.
En 1988 se me presentó otro reto. Estando de vacaciones en el
Caribe, en Isla Mujeres, México, decidí probar el buceo con tubo. Ya
sabía entonces que no me podía hundir ni podía bucear porque soy una
mujer grande y muy exuberante. Decidí por lo tanto que nadaría y
flotaría boca abajo con las gafas puestas para disfrutar de la vista
de los arrecifes de coral y los peces de vivos colores que moraban
allí.
Para mi frustración, al ponerme la máscara la primera vez para
practicar en 20 cm de agua, me incorporé gimiendo presa del pánico.
Después de intentarlo unas cuantas veces más, con resultados cada
vez peores, me senté en el agua sintiéndome derrotada y a punto de
rendirme.
Entonces la vocecita de mi interior
dijo:
«No te rindas. Tienes herramientas a
tu alcance, utilízalas. Intenta soplar rosas».
Aunque dudando, asentí. Empecé
poniéndome la máscara y respirando a través de la boquilla mientras
soplaba rosas. Cuando eso ya era fácil, di otro paso.
Todavía con la máscara y el respirador
puestos, coloqué la cara en el agua, me puse a cuatro patas y soplé
rosas, soplé cuantas rosas pude antes de sentir pánico. Después, me
incorporé a tomar aliento antes de continuar. No tardé más de cinco
minutos antes de sentirme completamente en paz y marchar hacia el
arrecife. No fue necesario parar ni soplar más rosas cuando me
encontraba a unos treinta metros de la costa y pasándomelo bien. Me
quedé allí aproximadamente una hora sin ningún incidente ni ataque
pasajero de miedo. Desde entonces me he tomado muy en serio el uso
de las rosas.
La próxima vez que te puedan los nervios o el miedo en cualquier
circunstancia, sea por una primera cita o por aprender a bucear,
intenta soplar rosas. Sigue haciéndolo mentalmente en plena
situación mientras sigas teniendo miedo. Si eso es imposible,
imagina la situación en otro momento y sopla rosas.
Otro modo de usar rosas en asuntos vitales es crear un símbolo o una
imagen para el problema en cuestión. Por ejemplo, si te cuesta mucho
confiar incluso en personas dignas de confianza, imagina un símbolo
o una imagen que represente desconfianza. Imagina incluso la palabra
desconfianza en letras grandes y utilízala como símbolo. Usarás el
símbolo en la liberación de imágenes, emociones, u otras energías
bloqueadas relativas a tu desconfianza.
Después puedes sentarte y hacer fluir
energía mientras sigues soplando rosas con el símbolo dentro, hasta
que las rosas dejen de llenarse de energía mal equilibrada. Hacer
fluir energía al soplar las rosas te ayuda a liberar las energías
bloqueadas contenidas en los chakras relacionados con el asunto en
cuestión.
El ejercicio siguiente es un modo de
usar rosas para despejar:
-
Cierra los ojos. Conéctate a la
tierra y haz los ajustes de aura precisos.
-
Coloca al sol cósmico de oro
sobre ti y haz fluir la luz dorada a lo largo de los canales
de la columna y el brazo como se describe en el capítulo
anterior. Cuando esta luz fluya plenamente, ponla en
Automático.
-
Extrae energía de la tierra a
través de los pies y las piernas y deja que se fusione con
la luz dorada y que suba por la columna y salga por los
brazos y la cabeza. Cuan do fluya suave y completamente,
ponla también en Automático.
-
Deja que las energías cósmicas y
terrestres sigan fluyendo mientras dure la sesión de
despejamiento. Piensa en algo que quieras tratar, por
ejemplo, un vicio como morderse las uñas o comer chocolate.
También puede ser una actitud o una tendencia emocional,
como inseguridad, culpabilidad, victimismo, desconfianza,
vergüenza o miedo a las arañas. Sea lo que sea, imagina un
símbolo para el problema.
-
Crea en el exterior del aura la
rosa del color que te venga a la mente y coloca el símbolo
dentro de la rosa.
-
Respira profundamente para
favorecer la liberación mientras miras a la rosa. Una vez
llena de la energía liberada relativa a tu problema
particular, disuélvela.
-
Continúa soplando rosas con el
símbolo escogido en su interior, creándolas y disolviéndolas
en el exterior del aura, hasta que la última rosa no se vea
afectada durante al menos diez segundos. Luego disuelve esa
rosa.
-
Continúa canalizando energía y
meditando o abre los ojos lo que prefieras.
Un último uso de las rosas es la
autoprotección. Las rosas se pueden mantener en el exterior del aura
con un tallo que las conecte a la superficie de la tierra en todo
momento para alejar influencias no deseadas y definir tus límites.
Tenderán a absorber energías perdidas y extrañas a tu alrededor
impidiendo así que entren en el aura. Las rosas de los límites no se
ocuparán de todo, pero ayudarán mucho.
Puedes tener una rosa gigante enraizada en la superficie de la
tierra delante del aura. O preferir cinco rosas en el exterior del
aura: una delante de ti, una detrás de la espalda, una a cada lado y
una encima.
FIGURA 4:
Las rosas se colocan
alrededor del aura para tener unos límites psíquicos más sanos:
por encima de la
cabeza, a ambos lados, por delante y por detrás.
(La rosa posterior no
se ve, está colocada directamente en frente de la rosa que está
delante del cuerpo).
El cordón de conexión a la tierra se
ocupa de proteger tu extremo inferior. Evita cualquier tendencia a
usar estas rosas de un modo paranoico. No se trata de un recurso a
utilizar porque «alguien» vaya a por ti. Esta técnica no es más que
un recurso para ayudar a responsabilizarte personalmente de tus
límites y tus opciones. Es especialmente útil si eres muy sensible o
tienes antecedentes de ser una esponja psíquica.
Puede que durante el mero proceso de colocar las rosas en los cinco
puntos del exterior inmediato del aura encuentres que no dominas su
parte posterior. En otras palabras, la parte posterior del aura
puede encontrarse muy disipada o puedes tener menos conciencia de
ella que del resto del aura. Tener paciencia para visualizar una
rosa allí y para sentir el espacio entre tu cuerpo y la rosa
fortalece de modo natural esa parte de tu aura y te hace que la
espalda sea menos susceptible a invasiones e incluso a daños
psíquicos.
Los pasos siguientes te ayudarán a establecer rosas en los límites:
-
1. Tras cerrar los ojos,
conéctate a la tierra y ajusta el aura cuanto necesites.
-
Visualiza una rosa de cualquier
tamaño y color que te parezca bien y colócala en el exterior
del aura delante de ti. Trata de verla en detalle.
-
Imagina la rosa unida a un tallo
enraizado en la tierra. Haz que la rosa permanezca allí
hasta que la disuelvas de modo consciente.
-
Visualiza otra rosa en el
exterior izquierdo del aura.
-
Coloca también un tallo con raíz
en esta rosa y de nuevo haz que permanezca allí hasta que la
disuelvas.
-
Ahora coloca una rosa enraizada
a la derecha en el exterior del aura. De igual modo haz que
permanezca allí.
-
Coloca otra rosa sobre la cabeza
y en el exterior del aura. De nuevo haz que tenga tallo y
raíz y que se quede allí hasta que la retires.
-
Finalmente, visualiza una rosa
con tallo en el exterior del aura detrás de la espalda. Si
es necesario, utiliza la respiración y haz que el aura se
extienda y se fortalezca por detrás unos 20 o 30
centímetros. Haz también que esta rosa se quede hasta que
vuelvas a ella.
A fin de reforzar la efectividad del
intento, disuelve cada rosa y cada tallo en el orden que las
creaste. Luego repite los pasos desde el 2 hasta el 8 para darte
rosas nuevas en los cinco puntos. Si necesitas repetir los pasos
unas cuantas veces para que las rosas parezcan más reales, hazlo
ahora.
Cuando acabes, deja las rosas en su sitio hasta que vayas a la cama.
Al irte a la cama, mira si las rosas aún parecen frescas, si se han
cerrado o si parecen marchitas. Su estado será un buen indicador de
lo que han estado haciendo a tu favor. Una vez hechas estas
observaciones, repite de nuevo los pasos, primero disuelves las
rosas existentes y luego colocas unas nuevas.
Cuando empieces a utilizar rosas alrededor del aura se recomienda
que las disuelvas y coloques otras nuevas al menos dos veces al día
durante unos días hasta que permanezcan intactas en el momento de
comprobarlas. Ahora yo sólo cambio mis rosas del aura alrededor de
una a dos veces por semana, aunque al principio solían llenarse de
energía extraña y hacía falta reemplazarlas al menos diariamente.
Descubre tus propios requisitos
personales experimentando.
Despejamiento de los chakras
Este proceso utiliza un modo avanzado de la técnica de despejamiento
de la ruta espinal para hacer fluir energías cósmicas y terrestres
mostrada en el capítulo anterior. Básicamente, puedes dirigir
conscientemente el flujo de estas dos energías a lo largo del canal
de la columna por delante y detrás de cada chakra empezando con la
coroni]la y descendiendo hasta el primer chakra o de la raíz. Esto
irriga los chakras y les da energía de un modo mucho más efectivo
que el simple flujo de energías a través de la columna.
Esta técnica puede hacer que se sientan y se liberen emociones.
Puede que experimentes mucho calor o movimiento de energía durante
el proceso. O puede que notes la experiencia profundamente
reconfortante, relajante y refrescante. Respirar en profundidad
hacia las áreas en las que sientas intensidad o contracción pronto
aliviará cualquier incomodidad, o bien provocará la liberación de
las emociones.
Si notas que el proceso tiene cierta
intensidad, llega sólo hasta donde te parezca bien. Por ejemplo, si
te empiezas a sentir un poco consumido o sobrecargado después de
despejar sólo dos o tres chakras, déjalo en ese momento. Puedes
seguir donde lo dejaste más tarde, ese día o al siguiente.
En general, se recomienda que utilices esta técnica sólo una o dos
veces por semana a no ser que se te guíe claramente en sentido
contrario. Aunque te resulte agra dable y te produzca un efecto
calmante, el despejamiento y la sanación continuarán después de la
meditación.
Encuentra el ritmo y el paso adecuados y
disfruta.
-
Conéctate a la tierra.
-
Extiende el aura y comprueba los
colores de los límites.
-
Comprueba y reemplaza las rosas
de los límites en las zonas anterior, posterior, superior,
izquierda y derecha de ti.
-
Coloca el sol dorado sobre la
cabeza y haz fluir la energía por la columna en sentido
descendente y luego en ascendente. Recuerda, un 10% baja por
el cordón de conexión a la tierra a través de la base de la
columna y el resto sube de nuevo. En la garganta la energía
restante se divide en tres partes iguales que fluyen por los
brazos y por encima de la cabeza. Cuando fluya suave y
plenamente, ponla en Automático.
-
Ahora invoca y haz fluir la
energía terrestre a través de los pies hasta la altura del
primer chakra. Se fusionará con la luz dorada en el primer
chakra y la mezcla fluirá hacia arriba. Coloca el flujo de
energía terrestre en Automático.
-
Ahora coloca un manto de rosas
alrededor del aura para que absorba aquello que se libere.
Esto evitará que las energías liberadas se queden en el
campo áurico.
-
La coronilla, o séptimo chakra,
gira en la parte superior de la cabeza y no tiene lado
posterior. Haz fluir la fusión de energías dorada y
terrestre a través de este chakra para que irrigue, despeje
y fortalezca su flujo. Normalmente basta con hacerlo uno o
dos minutos.
-
Cierra el flujo hacia la
coronilla y haz fluir las energías a través de las partes
anterior y posterior del tercer ojo o sexto chakra. De
nuevo, de uno a dos minutos es suficiente.
-
Cierra el flujo hacia el tercer
ojo y haz que la combinación de energía descienda por el
chakra de la garganta, componiendo la misma pauta de flujo
por delante y por detrás. Después de uno o dos minutos,
apágalo.
-
Lleva la fusión de luz dorada y
energía terrestre al cuarto chakra o del corazón en el
centro del pecho. Dirige la energía hacia las partes
anterior y posterior de este chakra igual que en los
anteriores. Después de uno o dos minutos, cierra el flujo al
chakra del corazón.
-
Repite el mismo proceso para las
partes anterior y posterior del tercer chakra o plexo solar.
Cierra el flujo después de uno o dos minutos y continúa.
-
Ahora haz fluir la mezcla de
energías a través de las partes anterior y posterior del
segundo chakra o centro sacro. Este chakra se encuentra
aproximadamente a medio camino entre el ombligo y el pubis.
Después de uno a dos minutos, apaga el flujo de energía.
-
Haz fluir las energías
terrestres y cósmicas para que salgan por el primer chakra
en la base de la rabadilla. Igual que el chakra de la
coronilla, no tiene parte posterior porque gira hacia abajo
entre las piernas con su abertura apuntando hacia la tierra.
Transcurridos uno o dos minutos, apaga el flujo en este
chakra y reanuda el flujo normal de energía sólo a lo largo
de la ruta espinal y los canales de los brazos.
-
Retira el manto de rosas que te
rodea el aura y colócalas sobre tu casa. Luego hazlas
estallar y disuélvelas.
-
Si deseas continuar meditando,
usa tu propio juicio y decide si deseas seguir haciendo
fluir energía de modo automático o cambiar a manual, lo que
permite el apagado.
-
Cuando hayas terminado,
comprueba el cable de conexión y reconéctate a la tierra si
hace falta. Luego, abre los ojos e «inclínate y descarga».
Despejamiento de imágenes
Primero me gustaría definir lo que entiendo por «imágenes». Las
imágenes son generalmente una de estas tres cosas:
1) Las imágenes que tienen otros
sobre ti o sobre una cuestión de la vida;
2) tus propias conclusiones
limitadas, extraídas de la experiencia vital; o
3) imágenes de experiencias vitales
que permanecen en el aura o en el cuerpo a causa de la
existencia de cargas emocionales no liberadas.
A continuación siguen ejemplos
hipotéticos de cada una:
-
Imágenes de otros. Quizá te aburrías
en clase debido a la falta de estímulo de la creatividad
individual. Como consecuencia, soñabas despierto y no sabías
bien la lección, con lo que se te tomó erróneamente por poco
inteligente o estúpido. Las imágenes que tenían de ti tu
profesor, tus padres y tus compañeros penetraron en tu aura
generando dudas y baja autoestima. Las imágenes quedaron
prisioneras en ti. Todavía llevas esas imágenes.
Otro ejemplo: Quedaron estancadas en ti imágenes de los
monólogos incesantes de tu padre sobre lo dura que es
la vida. Utilizaba las comidas para exponer las dificultades que
entraña ganarse la vida, que la vida es competición y que nadie
te da nada en este mundo si no peleas por ello. Para probarlo
dibujaba ejemplos extraídos de su propia experiencia
proyectándolos hacia el resto de la familia, impregnándote con
esas imágenes, que tú absorbías porque aún eras impresionable.
Estas imágenes, estancadas en tu tercer chakra, te recuerdan
constantemente que la vi da es dura. Las vives en forma de
rigidez y/o dolor, incluso úlceras, cuando te enfrentas a los
retos de la vida diaria. Tiendes a magnetizar muchas
dificultades y grandes conflictos por haber absorbido las
imágenes de tu padre y tenerlas aún en el aura o los chakras.
-
Tus propias conclusiones limitadas a
partir de las experiencias vitales. Eres una mujer que de joven
tuvo varias experiencias con chicos tocones que proyectaban
imágenes lujuriosas de lo que les gustaría hacer contigo. Tu
inseguridad te hacía desear ser aceptada y tenías miedo de los
hombres a causa de la actitud negativa de tu padre. Ahora tienes
imágenes estancadas en los pechos o los órganos femeninos que
representan a los hombres como conquistadores que miran a las
mujeres con lujuria. Esto genera miedo, relaciones en las que se
te utiliza como objeto sexual y una incapacidad de atraer a tu
vida hombres que te respeten como amigos o amantes.
Otro ejemplo: De niña destacabas en canto y danza, siendo éste
el único modo en el que te sentías apreciada. Tienes las
imágenes de esas experiencias grabadas en el chakra del corazón
como la forma de obtener amor. También permanecen en el tercer
chakra como el modo de generar autoestima, así como en el tercer
ojo como única fuente de imágenes positivas propias. Esto limita
enormemente tu capacidad de desarrollo adulto, la cual se basa
en un sentido de amor y apreciación de uno mismo. Todavía
pretendes ganarte el amor y la aprobación del mismo modo. A
causa de esto, puedes crearte problemas en las mismas áreas en
que tanto confías. Si eres cantante, puedes provocarte un
desequilibrio en la tiroides o rigidez en las cuerdas vocales.
Si bailas, puedes dislocarte la rodilla justo antes de la prueba
más importante.
Cuando colocas tu sentido de autoestima, tu propia imagen y tu
propia valía en una sola persona o cosa -ya sea aceptación
sexual, cantar, bailar o cualquier otra obsesión
personal-desarrollas en tu interior el miedo de perder esa
capacidad o aspecto porque le has dado una importancia mayor de
la que tiene. Ese miedo acaba creando una crisis de un modo u
otro, ya sea física, mental o emocional. La respuesta es
despejar las imágenes, cambiar los comportamientos y desarrollar
un sentido espiritual de la propia valía basada en actuar con
integridad y viviendo como el ser maravilloso que se es. Así, el
canto, la danza o la expresión sexual puede ser una fuente
natural que surja de una visión sana y amorosa del propio yo.
-
Experiencias vitales con carga
emocional no liberada. Si abusaron de ti física o sexualmente de
niño, adolescente o adulto, puede que aún lleves imágenes de
esas experiencias en tu campo energético. Estas imágenes ahora
crean un trauma y un gran miedo que tu vida magnetiza. Cuando
ocurrieron aquellas experiencias, probablemente no sabías o no
podías liberar emociones y sentimientos, de modo que los
atrapabas junto con las imágenes vitales en el cuerpo y el aura.
Puede que necesites un entorno seguro con un terapeuta o sanador
espiritual de confianza para acabar expresando y liberando estos
traumas en la vida adulta. O puede que seas capaz de liberarlas
sabiendo ayudarte a ti mismo.
Puede servir de mucho sentarse en un lugar seguro y hacer fluir
energía mientras respiras profundamente y eliminas las imágenes
pasadas en el interior de rosas hasta que desaparezcan. Si no
puedes encontrarlas tú mismo, puede que necesites la ayuda de un
buen sanador clarivi dente.
Un ejemplo menos intenso de esta categoría de imágenes lo
representa la gente que compra sólo productos anunciados y de
marca. Sin duda es algo de lo más corriente en la sociedad
actual. Se produce el refuerzo constante de ciertas imágenes en
anuncios de revistas y periódicos, así como en los anuncios de
la televisión y la radio que dicen: «El nuestro es el mejor» o
«Si quiere que su familia le quiera, sírvales...» o «Lave su
ropa con...» Creo que la imagen es clara. Perdón por el juego de
palabras.
Como persona sensible a ciertos productos químicos debido a
alergia a detergentes, champús, jabones y perfumes comerciales,
conozco las neurotoxinas incluidas en esos productos que matan
literalmente tejido cerebral y terminaciones nerviosas.
Naturalmente, he tenido que concienciar del problema a alumnos y
amigos con quienes paso mucho tiempo para que dejen de usar
estos productos si quieren que pasemos tiempo juntos. Algunas
personas aceptan los cambios con elegancia e incluso agradecen
que se les hable de la naturaleza tóxica de estas sustancias.
Otros se lo toman como algo personal. Sin embargo, unos pocos
han llegado a mirarme con miedo o temor y han dicho cosas como:
La primera vez que oí tales
reacciones me sorprendió tanto que se creyeran tales cosas que
me quedé muda. Luego empecé a hablarles de lo limpia que estaba
mi ropa, lavada sólo con bicarbonato y a veces con quitamanchas
sin productos químicos. Y el brillo y la fuerza de mi pelo
lavado con champú y acondicionador ecológicos sin perfume.
También dirigí a la gente hacia los
detergentes no perfumados y biodegradables, jabones y productos
de limpieza. Poco a poco empezaron a eliminar sus imágenes tras
conocer, utilizar y ver los resultados de las alternativas no
tóxicas. Muchos me agradecieron más tarde el tener un pelo y una
piel así de sanos, menos ataques de sinusitis y menos mareos
después de cambiar de detergente o dejar los perfumes en favor
de aceites esenciales de alta calidad.
Por supuesto, no son más que unos pocos ejemplos de las imágenes
que os pueden bloquear, pero son suficientes para daros una idea
de qué se puede buscar en uno mismo. Ahora tenéis que saber qué
hacer con esas imágenes. Después de identificar las imágenes que
os bloquean es bastante fácil despejarlas. Básicamente, se hace
fluir energía mientras se eliminan repetidas veces las imágenes
colocadas en el interior de rosas hasta su desaparición.
Si las imágenes cuentan con mucha
carga, puede hacer falta un proceso frecuente de despejamiento
durante un tiempo hasta que se perciba un sentimiento nuevo y
estable y/ o una reacción de comportamiento estable en las
correspondientes áreas vitales. Cuestiones más profundas con
sentimientos y formas de pensamiento extremadamente traumáticos
o fijados pueden precisar ayuda de otras personas, pero este
proceso resulta increíblemente bueno para la mayoría de las
imágenes estancadas.
Usa el formato siguiente para despejar
imágenes:
-
Cierra los ojos y conéctate a la
tierra.
-
Comprueba el tamaño, colores y
rosas del aura y haz los ajustes precisos.
-
Haz fluir las energías cósmicas
y terrestres a través de los canales del cuerpo y pon ambas
en Automático.
-
Determina una imagen, de uno de
los ejemplos anteriores o de alguno propio, que sientas
estancada en ti.
-
Actúa sobre las imágenes con el
ojo de la mente. Si no ves o recuerdas automáticamente las
escenas mientras piensas en el asunto, pide que una imagen
lo represente.
-
Coloca la imagen en el exterior
del aura y ponla en el interior de una gran rosa del color
que crees automáticamente.
-
Disuelve esta primera rosa y
crea una nueva en su lugar alrededor del resto de la imagen.
-
Continúa creando y disolviendo
rosas alrededor de la imagen lo más rápido que puedas,
aunque sin prisas, hasta que la imagen termine por
desaparecer. Si surgen emociones durante este proceso,
respira profundamente para ayudarte a su total liberación.
Si empiezas a llorar o a temblar, convéncete de que estás a
salvo y que sólo experimentas emociones antiguas que
abandonan tu cuerpo. Luego procede a sentir las emociones lo
más intensamente posible mientras creas y disuelves rosas.
Si necesitas gritar, golpear almohadas, saltar arriba y
abajo o simplemente observar los sentimientos, confía en tu
conocimiento interno de lo que precises. La expresión
correcta acabará con la contracción, hará que sientas
emociones más sinceras y te traerá alivio incluso durante el
proceso.
-
Ahora visualiza otra imagen
asociada con el mismo asunto y elimínala con rosas una y
otra vez hasta que también desaparezca. Repite este proceso
hasta que no queden más imágenes relacionadas.
-
Sigue haciendo fluir energía y
respirando profundamente para ayudar a la liberación de
emociones y energías unidas a las imágenes. Cuando sientas
cesar la liberación de energías y/o emociones y vuelva a
haber luz en ti, has terminado.
-
Luego crea una afirmación que
reemplace las viejas imágenes. Empieza a formularlas con un
positivo «soy», tal como «soy libre y estoy a salvo para
expresarme a mí mismo» o «soy un Ser de Luz hermoso y
radiante y profundamente digno de respeto y amor cuando
canto y cuando no» o bien «la vida y las personas están de
mi parte sin esfuerzo y con alegría». La afirmación
contribuirá al anclaje de una realidad alternativa más
alineada con quien eres de verdad y lo que quieres crear en
la vida.
-
Abre los ojos y date las gracias
con el regalo que te acabas de hacer.
-
Inclínate y descarga.
Despejamiento de creencias, juicios, imágenes
perfectas y formas de pensamiento
«No hay límites, sólo creencias» es una expresión favorita mía.
Quiere decir mucho. Lo que quiere decir es que uno crea su propia
realidad y que aquello que uno cree se manifestará en la vida,
conscientemente o no.
Es útil, por lo tanto, examinar algunas
de las creencias que no queramos que nos controlen la vida. Si te
enfrentas al problema de que no te toman en serio, es posible que
exista una combinación de asuntos relacionados con la autoestima que
precisen ser sanados, así como muchos sentimientos colaterales.
Tus creencias pueden ser «no gusto a la
gente porque no tengo nada que guste» o «no tengo una buena
conversación, soy aburrido» o «soy el felpudo de todos. Todos me
pisan y no sé cómo evitarlo». En cuanto se aceptan tales creencias
como verdades, seguirán presentándose situaciones y personas que te
darán la razón. Del mismo modo, si cambian estas creencias,
permitirás que el mundo te brinde tipos nuevos y diferentes de
situaciones y personas más en consonancia con una verdad superior.
He tenido muchas conversaciones con amigos y clientes sobre la
validez o no de sus creencias. Un cliente tenía una creencia en su
tercer chakra con este efecto:
«No gusto a nadie ni me dan una
oportunidad».
Cuando le señalé que era una creencia
que había que cambiar se puso a la defensiva diciendo: «Es cierto,
no es culpa mía, yo no lo he querido así. Así es mi vida y lo puedo
probar una y mil veces con las cosas que no dejan de ocurrir».
Protegía tanto sus creencias y su propio complejo de víctima que me
costaba mucho hablar con él.
Intenté explicar a este cliente que la vida no dejaba de darle la
razón debido a la ley del magnetismo. Atraía hacia sí lo que
encerraba dentro diciendo que la fuente profunda del problema era su
propia ira y el resentimiento hacia personas que en el pasado lo
habían tratado mal y que lo que necesitaba hacer era despejar la
creencia, liberar las antiguas emociones y acabar finalmente en
estado de perdón. Lo único que llegó a admitir durante esa sesión
fue:
«Bueno, quemaré la creencia, pero no
va a servir para una mierda».
Cuando quise actuar en él sobre las
emociones que mantenían la creencia en su sitio, se resistía e
insistía tanto en probar que su ex esposa le había tratado mal que
veía justificado mantener la culpa, el resentimiento y la ira hasta
que ella admitiera que había obrado mal. No pude hacer nada más que
respetar su libre albedrío.
Hay que estar dispuesto a deshacerse del pasado si se quiere sanar y
crear un futuro más positivo. Había una canción muy buena que se
hizo famosa hace unos años que decía: «Y lo importante es perdonar,
perdonar, aunque... ya no me quieras más». No todas las creencias
requieren perdón para ser liberadas; pero algunas, como la que tenía
mi cliente, claramente sí lo precisaba.
Los elementos principales para despejar una creencia son:
-
Ser consciente de la creencia.
-
Disposición a reconocer la
creencia como tal y no como verdad.
-
Disposición a deshacerse de la
creencia.
-
Disposición a sentir y liberar
emociones relacionadas con ella.
-
Aceptación de la responsabilidad
de crear la realidad propia y de no ser víctima de ella.
-
La capacidad de imaginar una
alternativa sana e ilimitada a la creencia.
-
Un método para liberar la
antigua creencia.
El método que uso para despejar
creencias es bien simple. Tras identificar una creencia que se
quiera despejar, tal como «No tengo el atractivo suficiente para que
alguien me ame», se cierran los ojos y se visualiza una imagen o un
símbolo que represente la creencia.
Por ejemplo, uno se ve a sí mismo
mirándose en un espejo de mano, y el cristal se rompe en reacción a
la imagen. Luego se retiene la imagen de uno mirando al espejo roto
en el ojo de la mente mientras se piensa en la creencia y el cuerpo
respira profundamente para descubrir dónde se contrae y qué
emociones se sienten.
Puede resultar que el pecho esté un poco
hundido y el chakra del corazón constreñido por la angustia y la
vergüenza. Puede que la cabeza esté bloqueada, los ojos tensos y el
recto y la parte inferior de la espalda contraídos. Después se
respira hacia esas áreas de una en una hablando con ellas y
diciéndoles que la imagen rota en el espejo y la idea de no tener
atractivo suficiente para ser amado son falsas; no son más que
reacciones a una creencia. Luego se le dice al cuerpo que se relaje
y se libere de la contracción y las emociones.
Cuando el cuerpo se empiece a relajar y
las emociones se suavicen, visualiza la imagen o símbolo como una
fotografía. Márcala varias veces con fuerza con un tampón de tinta
roja que diga «¡CANCELADO!». Luego rómpela y quémala en fuego
violeta hasta que desaparezca. La llama de color violeta transmuta
la energía hacia una frecuencia vibratoria superior o la ilumina.
Si aún sientes una carga o contracción,
busca otra imagen para la creencia y repite los pasos.
Ahora que tienes una idea de lo que es una creencia y de lo que hace
falta para despejarla, intenta lo siguiente:
-
Hay una creencia o mentira que
corre por el planeta que dice: «Si naces, debes morir». Esta
creencia extendida niega toda posibilidad de ascensión y
evolución espirituales desde la tercera a la cuarta
dimensión. En este ejercicio la utilizarás como creencia a
cancelar.
-
Cierra los ojos, conéctate a la
tierra, extiende el aura y comprueba los colores y las rosas
de los límites.
-
Opcional: Haz fluir las energías
doradas cósmicas y terrestres para lograr una liberación más
profunda si quieres emplear tiempo en ello, pero no es
crucial.
-
Pide en tu interior una imagen o
símbolo que represente la creencia, «Si naces, debes morir».
Vale cualquier imagen que te venga a la cabeza. Puede ser un
ataúd, una calavera y dos huesos cruzados, la escena de tu
propio funeral o cualquier cosa que se te ocurra.
-
Mientras retienes la imagen,
piensa en la creencia unas cuantas veces mientras respiras
profundamente y observas dónde reacciona el cuerpo y cómo
reaccionan tus emociones a la creencia. Tus reacciones
pueden variar de lo muy leve a lo muy intenso.
-
Tras identificar las áreas del
cuerpo y/o las emociones, habla con tus cuerpos físico y
emocional. Haz que acepten la respiración profunda y se
liberen de la tenaza y la contracción. Diles que se debe a
una mentira, una falsa creencia de la que estás dispuesto a
liberarte.
-
Cuando el cuerpo y las emociones
se relajen, imagina una fotografía del símbolo de la
creencia.
-
Utiliza un tampón de tinta roja
que diga, «¡CANCELADO!» y marca con fuerza la fotografía del
símbolo de la creencia cuantas veces necesites para que
sientas que ha quedado cancelado en tu mente consciente y en
tu subconsciente.
-
Ahora rompe la fotografía
cancelada en dos o cuatro pedazos y quémalos con fuego
violeta hasta que desaparezcan del todo.
-
Si aún sientes una carga
procedente de esta creencia, repite el proceso con imágenes
o símbolos nuevos hasta que te sientas despejado. Si es una
creencia nuclear (que tiene mucha carga) puede que necesites
repetir este proceso varios días e incluso semanas hasta que
notes que ha desaparecido. Esto se debe a la disposición en
capas, o efecto cebolla, de tu naturaleza holográfica.
-
Piensa en una afirmación que
reemplace a estas creencias tal como: «Estoy preparado para
trascender a la muerte y ascender en esta vida» o «la
ascensión es el paso evolutivo final de los seres humanos».
Utiliza una propia si lo prefieres. Dila en silencio o en
voz alta unas cuantas veces hasta que el cuerpo reaccione a
la afirmación relajándose, sintiéndose más libre y ligero o
más expandido y lleno de luz.
-
Abre los ojos.
-
Vuelve al paso 1. Esta vez
piensa en una creencia que sepas que te limita la vida o las
relaciones con los demás, con Dios/Diosa o contigo mismo.
Formúlala en una frase. Luego repite los pasos precedentes
para despejar la creencia.
Los juicios se despejan del mismo modo
que las creencias. La única diferencia es la naturaleza y la fuente
de la energía que se despeja. Ahora me gustaría describir la
diferencia entre juicio, opinión, preferencia y discernimiento.
Parece haber mucha confusión y controversia sobre estas áreas entre
los buscadores espirituales de hoy.
Un juicio es la proyección de un pensamiento hacia o sobre otra
persona o uno mismo que niega el valor de la esencia de la persona.
Identifica a la otra persona o a uno mismo con algo que no gusta y
de lo que se cree que no tiene valor. Por ejemplo, si dices o
piensas: «Es un imbécil y un cabezota», identificas a la persona con
aquello que le has llamado. Ignoras el valor de la esencia de esa
persona y etiquetas a la persona toda basándote en su actitud o
comportamiento. Esto es un juicio.
De otro modo, si dices o piensas:
«Me siento de verdad inseguro y
frustrado y me enfado cuando es así de cabezota y no me gusta»,
expresas tus sentimientos y estableces una opinión sobre lo que
percibes en el comportamiento de la persona.
Si también dices o piensas:
«No me siento seguro ni respetado
por esta persona y he decidido no pasar más tiempo con ella»,
indicas una preferencia basada en una experiencia vital.
Esto es usar el discernimiento.
Recuerda: Eres responsable espiritualmente de no juzgarte a ti mismo
ni a otros en ningún caso. Cada espíritu o alma realiza su propio
viaje evolutivo y no tienes derecho a condenarlos, juzgarlos y así
negarles
o negarte a ti mismo el propio valor inherente. Sin embargo, a la
vez eres responsable de hacer elecciones basadas en el
discernimiento, cuidar de ti mismo y no ser una víctima. Si sabes
que alguien ha venido comportándose de una manera poco fiable, poco
respetuosa o dañina, debes usar el discernimiento y elegir qué grado
de relación es apropiado que mantengáis. Esto no es negar la
capacidad de crecer de la otra persona, sino elegir mientras tanto
cómo precisas o prefieres relacionarte con ella.
Una vez, mientras meditaba junto a una piscina termal en California
hace unos nueve años, un hombre entró dando gritos y haciendo
aspavientos. Con los ojos cerrados empecé a quejarme en silencio
pensando por qué dejaban entrar en la piscina a personas tan
molestas y poco espirituales. ¿Por qué no limitar el acceso a
personas sensibles y espiritualmente apropiadas como yo?
Cuanto más molesto y ruidoso era su
comportamiento, yo reaccionaba con juicios cada vez más arrogantes.
Después sentí clariauditivamente la voz de un hombre que decía:
«¡Si lo juzgas, en eso te
convertirás!»
No hace falta decir que reaccioné con
humildad a esta frase. Respondí en silencio:
«Ayúdame a verle de otro modo. ¿Qué
debo hacer?»
El Hermano Blanco que me hablaba me lo
explicó así:
«Imagina un círculo de 360 grados.
Cada aspecto de tu carácter, identificación de personalidad y
comportamiento sufre un proceso evolutivo que empieza en el
grado cero y termina en los 360 grados. Por ejemplo, en el área
de la sensibilidad hacia otros y hacia el entorno, ahora estás
en el grado 280 y el hombre al que juzgas tan mal estará en el
grado 40. Y sin embargo, lo único que crea la ilusión de
diferencia entre vosotros dos es que vuestra conciencia está
basada en una realidad de tiempo y espacio.
En un nivel de ser y de espíritu
fuera del tiempo y el espacio, ambos ocupáis los 360 grados
simultáneamente, lo que os convierte en iguales. Lo más probable
es que no lleguéis a tener una amistad aquí en la Tierra en el
tiempo y el espacio porque en esta vida vuestros niveles
evolutivos son incompatibles. Pero debes verlo como a un
auténtico igual y reconocer su valor espiritual aunque decidas
con tu discernimiento no pasar tiempo con él».
Agradecí de verdad al Hermano con
lágrimas en los ojos una lección que tanta falta me hacía. Creo que
nunca olvidaré esa lección, aunque a veces aún me veo con necesidad
de aplicarla.
Básicamente, debes decidir con discernimiento con quién te asocias
íntimamente y con qué grado de intimidad. Desde un punto de vista
vibratorio, resuenas con algunas personas y con otras no tienes nada
que ver. Es natural tener preferencias basadas en la resonancia y la
compatibilidad. Es importante darse cuenta de que el nivel evolutivo
de compatibilidad puede ser muy distinto de la atracción que sientas
por el alma de alguien. Ese alguien te puede atraer por el alma y
mediante el magnetismo kármico para después descubrir que la vida
diaria con esa persona es dolorosa, desagradable o incompatible en
el mejor de los casos.
Un compañero sentimental mío me acusó una vez de culparlo, juzgarlo
y no tratarlo como igual porque le decía que nunca cumplía las
promesas que me hacía y le daba ejemplos específicos de ello.
También le explicaba que este comportamiento particular suyo me
dolía. Cada vez que me mostraba dolida o quería hablar de algo que
no funcionaba en la relación, recibía de él el mismo mensaje y yo
reaccionaba llorando, sintiéndome culpable y esforzándome de verdad
por comprender y amar mejor. Pero también seguía pensando de mí
misma que no actuaba de modo correcto.
Un día, después de haberse repetido esta situación, el Arcángel
Miguel me dijo suavemente:
«Amorah, al negarte amor y hacerte
acusaciones que te hacen sentir culpable y te avergüenzan, te
manipula y te controla. Si ves que algo no funciona, tienes
derecho a señalarlo. Cuando una persona te trata mal, tienes la
responsabilidad de defenderte y de no permitir que continúe.
Contestar de esa manera no es culpar, es usar el discernimiento.
Puede que sepas que él es un igual
en el nivel del alma, pero en el trato personal diario es un
chiquillo rebelde y torturador la mayor parte del tiempo,
mientras que tú eres una mujer adulta. No estáis en el mismo
nivel de crecimiento y madurez aquí en la Tierra. Es importante
que reconozcas eso sin culpa y dejes de avergonzarte de
señalarle sus actos y sus actitudes».
Lecciones como ésta son increíblemente
valiosas para el viaje espiritual. A la hora de elegir sensata y
amorosamente a compañeros y amigos, no sólo debes tener en cuenta tu
conexión con el alma de otras personas y su plan espiritual. También
debes examinar sus acciones diarias y su comportamiento ante las
situaciones de la vida. Si no ponen en práctica diariamente lo que
representan sus ideales espirituales, no pueden o no quieren
mantener sus promesas ni tratarte con respeto e integridad, debes
utilizar el discernimiento y elegir la naturaleza de las relaciones
que quieras o no mantener con ellos.
Ahora que he expuesto lo que es un juicio, un discernimiento, una
preferencia y una opinión, estás preparado para despejar un juicio.
Piensa en alguien de quien tengas un juicio. Piensa en ese juicio.
Luego vuelve al proceso para despejar una creencia y sigue los
mismos pasos para despejar el juicio. En el paso 12 afirma:
«Reconozco que ________ (nombre de
la persona) es un espíritu de luz santo y divino cuya vida tiene
valor».
Aún puedes decidir no tener nada que ver
con esa persona, estás en tu derecho.
Ahora repite los mismos pasos dados para despejar una creencia, pero
esta vez despeja un juicio sobre ti mismo. Crea tu propia afirmación
en el paso 12 similar a la que has utilizado para liberar el juicio
sobre otra persona. Cuando te sorprendas a ti mismo juzgando a
alguien, incluso a ti mismo, párate inmediatamente y di:
«Ordeno que este pensamiento quede
cancelado».
Luego coloca tu verdad superior en su
sitio. Si el planeta entero hiciera esto, todos tendríamos paz.
Las «imágenes perfectas» también se pueden despejar con el mismo
proceso utilizado para despejar creencias y juicios. Se crean
imágenes perfectas cuando se toma un ideal o una meta relacionados
con algo que se quiere o no se quiere ser y se convierte en un fin
absoluto. Generalmente, cuando no estás a la altura del ideal o la
meta, te desprecias a ti mismo. Por ejemplo, puedes tener el ideal
espiritual de ser compasivo y comprensivo.
Sin embargo, si te culpas y te
avergüenzas de cualquier defecto a superar con el fin de llegar a
ser compasivo y comprensivo, puede que nunca lo consigas. Cuando te
enfadas o emites juicios en lugar de ser compasivo y comprensivo,
puedes sentir tal sensación de fracaso que te deprimes, te
avergüenzas, y te castigas. La actitud más apropiada sería tomar
conciencia de la actitud o comportamiento imperfectos e intentar
transformarlos sin recurrir a la formulación de juicios.
Una vez fui a una sesión de lectura y sanación con mi maestra porque
me sentía deprimida y pensaba en el suicidio. Sabía que no me iba a
suicidar, pero las emociones negativas me abrumaban. Cuando entró en
trance, me dijo:
«No me extraña que pienses en el
suicidio. Tienes tantas imágenes perfectas de ti procedentes de
ti misma y de otras personas encendidas en cada chakra, que has
decidido que nunca estarás a su altura y te has rendido».
Dedicamos la hora y media a identificar
imágenes perfectas y a despejar las que venían de otras personas.
También recibí una lista de imágenes perfectas creadas por mí para
despejar en casa. Aquel día salí de casa de mi maestra riendo,
sintiéndome feliz de nuevo.
Piensa en áreas de tu vida en las que te sientas fuera de lugar,
avergonzado o fracasado. Luego identifica las imágenes perfectas que
representen quién crees que debes ser. Mediante el proceso
mencionado para despejar creencias y juicios despeja esas imágenes
perfectas. En el paso 12 crea una afirmación tal como:
«Soy una persona compasiva y
comprensiva que está madurando. Me amo y me acepto exactamente
como soy ahora».
Si descubres imágenes perfectas con
origen en otras personas, puedes eliminarlas con rosas.
Para despejar formas de pensamiento recurre a la misma técnica
utilizada para creencias, juicios e imágenes perfectas. La única
diferencia es que una forma de pensamiento es una estructura
compuesta a partir de muchas imágenes pasadas y/o presentes,
creencias, juicios y/o imágenes perfectas alrededor de un tema
central.
Cuando percibo estas formas de
pensamiento extrasensorialmente, me recuerdan a una madeja en la que
se enrollan pensamientos, creencias y/o imágenes altamente cargadas
procedentes de experiencias de la vida alrededor de un tema común.
Se unen unas a otras y se enrollan como la cinta de vídeo en la
bobina. Una forma de pensamiento tiene la capacidad de cargarse
tanto que llega a convertirse en lo que llamo un «ente de
pensamiento».
Este tipo de ente va controlando
aspectos de la propia vida e inhibe el crecimiento.
Trabajé con un cliente que tenía una forma de pensamiento de esta
magnitud que le hacía creer que si no controlaba a las mujeres se
moriría. Por supuesto, estaba a merced de su propia creación y vivía
con temor al vacío y se resistía a intimar. Este pensamiento se
componía de muchas creencias y juicios. Algunos aparecen en esta
lista, que dará alguna idea de cómo se genera una forma de
pensamiento.
Eran:
-
Si no puedo extraer y utilizar
el amor y la luz de una mujer, moriré porque yo no tengo ni
lo uno ni lo otro.
-
Soy incapaz de salvarme a mí
mismo.
-
Cualquier cosa que tenga que
hacer para salvarme está justificada, aunque lastime o
empobrezca a otros.
-
Sólo podré ser feliz teniendo el
control sobre la sexualidad de una mujer haciendo que me
desee y luego negándome a ella.
-
Debo hacer que la mujer se
sienta fuera de lugar, no deseada, e incompleta para que me
necesite.
-
El único poder que satisface es
el poder absoluto.
-
Debo ocultar quién soy en
realidad a cualquier precio y ser astuto y manipulador para
cubrir mis necesidades.
-
Si utilizo la autocompasión para
que la mujer me tenga lástima e intente salvarme, será mía.
-
Nadie hará que me rinda. Soy más
poderoso que el amor y lo demostraré.
La imagen nuclear y primigenia que
inició la forma de pensamiento procedía de una vida pasada en la que
este hombre fue herido por una esposa, a la que amaba profundamente,
que huyó con otro hombre.
En ese momento juró no volver a
permitirse amar o confiar en nadie. También juró castigar a cuantas
mujeres pudiera por lo que aquélla le había hecho. Después se
convenció de que el odio era más fuerte y más poderoso que el amor y
que a partir de entonces se decantaría por el odio.
Estos juramentos, fruto de la ira, el dolor y la venganza, le
acompañaron a través de muchas vidas, creando una forma de
pensamiento que crecía cada vez más con cada vida. Para cuando lo
conocí, esta forma de pensamiento controlaba por completo la parte
inferior de su cuerpo, igual que sucede en casos de posesión por
parte de un ser demoníaco. La forma de pensamiento tenía voz y
voluntad propias y era más grande que el yo de luz de este hombre y
«aún más feo», como quien dice.
Aunque cueste creerlo, la forma de pensamiento era aún más
complicada, pero creo que con esto es suficiente. Por suerte, no hay
muchas formas de pensamiento que crezcan hasta alcanzar tales
proporciones, pero debes saber hasta qué punto pueden llegar si no
se las trata a tiempo.
No puedo decirte en realidad cómo identificar estas formas de
pensamientos en ti mismo a no ser que seas clarividente o
clariauditivo y los veas, o recibas mensajes sobre ellos. Pero a
medida que crezcas y progreses, sea a través de guías, sueños o
percepciones repentinas, puede que en algún momento te des cuenta de
que una forma de pensamiento controla algún aspecto de tu vida.
Si eso ocurre, utiliza el procedimiento
para despejar creencias dado previamente en esta sección y despeja
las imágenes y creencias que componen la forma de pensamiento de una
en una hasta que hayan desaparecido. Si sueles recordar tus sueños,
pide antes de ir a la cama que el tema del último sueño de la noche
sea una forma de pensamiento que necesites despejar. Cuando
despiertes y recuerdes el sueño, entra en estado de meditación y
pide ver o escuchar cuáles son sus componentes.
A partir de aquí ya puedes aplicar el
proceso para despejar creencias dado anteriormente.
Acuerdos (contratos) psíquicos
En la vida diaria siempre se establecen acuerdos o contratos
psíquicos con los demás. Algunos se corresponden con acuerdos
conscientes, tales como una cita para comer o quedar con el
compañero de piso en que uno hará la colada si el otro prepara la
cena. Cuando la actividad finaliza, el contrato se disuelve y no
quedan lazos. Sin embargo, hay muchos tipos de contratos totalmente
inconscientes o subconscientes que se establecen con los demás.
Por ejemplo, puedes tener un amigo con
una inclinación fuerte a culpar a los demás. Tú, por otro lado,
puedes temer llevar la contraria a alguien por miedo a que se enfade
contigo y pierdas su amistad. De modo que este amigo y tú habéis
creado un acuerdo inconsciente: Siempre te pondrás de su lado contra
los demás en cualquier caso, y tu amigo nunca se enfadará contigo.
Este tipo de contrato es muy codependiente. Ayudas a este amigo a
persistir en su actitud acusadora y negativa y él hace que no
pierdas el miedo a la ira y al rechazo. Ninguno de los dos tiene
mucha libertad para crecer y evolucionar en estas áreas de la vida.
Por lo tanto, cuando descubras e incluso sospeches tener contratos
poco sanos con otros, es importante despejarlos.
Algunos contratos deben liberarse porque usurpan el libre albedrío
de modo inapropiado. Por ejemplo, he tenido numerosos clientes que
tras el final de una relación no pueden olvidarla del todo y aceptar
nuevas relaciones en su vida. A menudo me encuentro con clientes que
han establecido contratos como: «Si cambias, volveré contigo» o «te
esperaré siempre» o bien «no me permitiré tener otra relación porque
te abandoné y eso te provocó mucho dolor y enfado».
También me he encontrado con contratos
entre ex amantes, comprometiéndose a tener hijos juntos aunque no
pretendan reanudar su relación. Estos tipos de acuerdos paralizan
literalmente el área vital en particular que controlan; no dejan
cambiar de idea, olvidar o hacer lo preciso para seguir adelante.
Si tiendes a absorber las emociones y los problemas de los demás,
probablemente te ocurrió eso con tu padre, tu madre o con ambos
cuando eras pequeño. Muchas familias tienen al menos un miembro que
actúa de vertedero emocional para los padres y/o los otros hijos.
Los contratos que regulan esto contienen variaciones específicas,
pero tienen similitudes.
Siguen unos ejemplos:
-
1. Absorbes el miedo de tu madre
para que sea más capaz de atender tus necesidades físicas.
-
Absorbes la ira entre tus padres
para que no se hagan daño o te lo hagan, pero a ti no se te
permite expresar ira.
-
Al ser el hijo mayor, te ocupas
de las necesidades físicas y emocionales de los más pequeños
poniendo tus propias necesidades en último lugar.
-
Como tu madre ha dejado de
atender y relacionarse sexualmente con tu padre, te
conviertes en su esposa sustituta, absorbiendo su exceso de
emociones y energías sexuales y permitiéndole tomar energía
de tu segundo chakra cuantas veces lo precise.
-
Tu madre te puede absorber la
fuerza vital siempre que quiera porque te dio la vida y, por
lo tanto, se lo debes.
-
Te sientes culpable de ser una
carga para tu madre o tu padre, así que te aprestas a
absorber sus emociones y su dolor y a darles tu energía.
Esta lista no pretende presentar a nadie
como mala persona; pretende hacerte caer en la cuenta de la
naturaleza de los acuerdos psíquicos en una sociedad que tiende
hacia la represión emocional, la codependencia y la negación.
Siguen otros ejemplos corrientes de
acuerdos:
-
Los miembros de la familia no
reconocen el problema del padre o la madre con la bebida, su
comportamiento violento, su mal genio, sus problemas
económicos o cualquier otra cosa de la que se avergüence la
familia.
-
Absorbes el miedo de otra
persona para demostrar que no la vas a herir como otros
hicieron en el pasado.
-
Cambias sexo por sostén
económico.
-
Nunca discrepas con el jefe para
que no te despida.
-
No te casarás hasta que muera tu
madre ni vivirás lejos de ella. Así siempre estarás a mano
si ella te necesita o está sola.
La lista podría continuar
indefinidamente. Al menos ya tienes una idea de la naturaleza de los
contratos personales. También hay contratos sociales y planetarios.
Ejemplos de contratos sociales son:
-
Los que vivimos en la zona este
de la ciudad no tenemos nada que ver con las otras razas, o
seres inferiores en general, de la zona norte, y estamos de
acuerdo en que los de la parte oeste son esnobs.
-
Los miembros de nuestro grupo
social no llevan colores chillones.
-
Apoyamos el victimismo de cada
uno jugando al «pobre de mi» y estando de acuerdo en que no
tenemos una oportunidad en este mundo. «Desdicha en
compañía» es otro modo de decirlo.
-
Sólo nos relacionaremos con
miembros de nuestra Iglesia porque somos las únicas buenas
personas de la ciudad.
Algunos de los contratos planetarios que
he encontrado y despejado en mí misma y/o en clientes son:
-
Estamos de acuerdo en que todos
en este planeta deben estar bajo el mando de, y responder a,
un gobierno organizado. Si ese gobierno cuenta con entes
oscuros que controlan y poseen a su jefe, debemos someternos
también a ellos.
-
Somos los únicos seres vivos que
existen, no hay vida más allá de la Tierra.
-
Las mujeres se mantendrán
oprimidas mediante la mentira de Adán y Eva de que la mujer
trajo la oscuridad sobre el planeta.
Hay más, muchos más. Puede que al menos
un ejemplo de contrato tenga en ti resonancias personales y puede
que te hayan dado ideas sobre algunos no mencionados. Puedes
despejar estos acuerdos con el proceso siguiente.
Empieza con uno de los contratos
planetarios antes mencionados y luego formula uno propio.
-
Cierra los ojos, conéctate a la
tierra, extiende el aura y comprueba las rosas y los colores
de los límites.
-
Opcional: Haz fluir las energías
cósmicas doradas y terrestres y ponlas en Automático.
-
Visualiza un documento legal en
cuya parte superior figure la palabra «CONTRATO».
-
En la parte inferior del
contrato, a un lado, verás tu propio nombre.
-
En el lado opuesto verás el
nombre de la persona o grupo con quien has establecido el
acuerdo. La primera vez que des estos pasos verás «los
ciudadanos del planeta Tierra» en el lado opuesto al de tu
nombre.
-
Ahora debes decirte de qué trata
el contrato o visualizar las palabras del contrato si lo
prefieres. La primera vez imagina que el contrato dice: «Los
seres humanos de este planeta deben estar bajo el dominio de
un gobierno oficial y de los entes que controlan el
gobierno».
-
Escribe «ANULADO» sobre el
contrato de tu puño y letra, en letras grandes y rojas.
-
Rompe el contrato en dos y
quémalo en un fuego de color normal.
-
Repite el proceso a partir del
paso 3, esta vez usando un contrato que tengas con una
persona o grupo.
-
Cuando termines, abre los ojos.
Ahora me gustaría exponerte un proceso
para despejar tu sistema de chakras de todo contrato inadecuado con
personas importantes de tu vida. Tratarás de despejar sólo esos
contratos que no sirvan a tu bien superior y sobre los cuales no
precises saber para aprender y crecer.
El ejemplo siguiente te ayudará a
despejar contratos con tu madre:
-
Cierra los ojos, conéctate a la
tierra y comprueba el tamaño del aura y los colores del
límite.
-
Haz fluir energías doradas,
cósmicas y terrestres y ponlas en Automático. Este paso no
es opcional esta vez.
-
Centra la atención en hacer
fluir las energías doradas cósmicas y terrestres a través
del chakra de la coronilla. Extiende las manos hacia delante
y convoca los contratos inapropiados con tu madre o figuras
maternas que existan en este chakra y que deban ser
consumidos.
-
Cuando notes los contratos en
las manos o imagines que están allí, rómpelos en dos y
quémalos en un fuego de aspecto normal.
-
Haz fluir la mezcla de energías
a través del sexto chakra o tercer ojo. Convoca los
contratos con tu madre que estén preparados para ser
liberados de este chakra.
-
Rómpelos en dos y quémalos.
-
Haz fluir las energías doradas
cósmicas y terrestres a través del quinto chakra o de la
garganta. Convoca los contratos con tu madre de este chakra,
rómpelos en dos y quémalos.
-
Haz fluir la fusión de energía a
través del cuarto chakra o del corazón. Ahora rompe y quema
los contratos con tu madre en este chakra.
-
Haz fluir la fusión de energías
a través del tercer chakra o del plexo solar. Rompe y
consume los contratos con tu madre de este chakra.
-
Haz fluir la fusión de energías
a través del segundo chakra o chakra sacro. Rompe y quema
los contratos con tu madre que estén contenidos en este
chakra.
-
Finalmente, haz fluir la fusión
de energías a través del primer chakra en la base de la
columna. Convoca los acuerdos con tu madre de este chakra,
rómpelos y quémalos.
-
Haz fluir la energía a través de
la ruta espinal y de los brazos durante al menos dos minutos
más para facilitar el despejamiento en curso. Si sientes
emociones durante este proceso, sigue haciendo fluir
energía, respira profundamente y déjate expresar los
sentimientos en el modo que precises hasta que queden
liberados. Si un chakra está tenso o dolorido, irrígalo con
la fusión de energía cósmica dorada/terrestre mientras
inspiras y espiras a través de la zona hasta que se relaje y
las emociones hayan cesado.
-
Vuelve a conectarte a la tierra
si hace falta. Abre los ojos.
-
Inclínate y descarga.
Se recomienda que esperes de unos días a
una semana antes de acometer el proceso de despejar los contratos
con tu padre, hermanos, ex amantes, cónyuges o cualquier otro que
consideres apropiado.
Retirada de cordones
Los cordones psíquicos son formas condensadas de energía en forma de
tubo con las que enlazas o intercambias energía con otra persona.
Existen usos sanos y poco sanos de los cordones. Daré tres ejemplos
de cordones sanos. Primero, cuando nace un niño, cuenta en teoría
con cordones en los chakras del corazón y de la raíz que lo unen con
su madre.
Los cordones del chakra del corazón
permiten al niño unirse con el alma de su madre. Los cordones del
chakra de la raíz hacen que el niño se sienta conectado y seguro.
Para cuando el niño tiene entre cinco y siete años, es bueno que
disuelva estos cordones generando así más autonomía y autoconfianza.
El segundo ejemplo de cordones sanos está en las relaciones
sexuales. Los amantes suelen tener cordones uniendo los chakras del
corazón y sacros para el intercambio de amor y energía sexual y para
el enlace de las almas.
Los del tercer ejemplo son generalmente más breves. Hay momentos con
amigos o seres queridos durante los cuales decidimos compartir amor
a través de cordones que unan los chakras del corazón. Sin embargo,
en otros momentos, la mayoría de estos cordones no son necesarios
para relacionarse con estas personas porque pueden crear
codependencia y fusión excesiva.
Una buena alternativa a los cordones es permitir la fusión o
superposición de tu aura con el aura de la persona con quien desees
tener una conexión más íntima. Así, al separaros no es tan probable
que se queden sus imágenes o emociones en tus chakras y tu aura ni
que las tuyas se queden en los suyos. Aprender a retirar cordones te
permite elegir el nivel de conexión que desees.
Los cordones poco sanos pueden: extraer tu energía; obligar a tu
cuerpo a procesar el dolor, las imágenes o las emociones de otras
personas; controlarte de varias mane ras por ejemplo, a través de la
culpa o de mensajes subconscientes, intimidación o imágenes de temor
a perder algo; crearte exceso de dependencia de otras personas, o a
ellas de ti; usurpar tu libre albedrío; hacer que se estanquen en ti
imágenes antiguas tales como la baja autoestima o tener que ganarse
el amor a través del sacrificio-. Las variaciones son interminables
como el número de personas y de problemas y descompensaciones
individuales.
Puedes haber recibido o dado cordones sin ser consciente de ello.
Así es en la mayoría de los casos. Por suerte, una vez que despejes
los cordones, empezarás a sentir si llegan otros nuevos, con lo que
será más fácil detectarlos y decidir qué hacer con ellos. Si sientes
que la energía se te escapa en presencia de tu padre, de tu madre o
de cualquier otra persona, o sientes sus emociones en tu interior,
es una buena señal de que tienes un cordón poco sano con esa
persona.
Los cordones se retiran muy suavemente para provocar la mínima
reacción posible en la otra persona y para eliminar la posibilidad
de dañar algún chakra (ver ilustración 5a en la página 178). Tirar
bruscamente de un cordón puede, en algunos casos, crear cicatrices o
arañazos en el cuerpo etérico. También puede hacer que la otra
persona contraataque psíquicamente.
Por lo tanto, para retirar un cordón
tira siempre de él con suavidad hasta arrancarlo totalmente, un poco
cada vez, allá donde esté unido a tu cuerpo. Luego coloca en una
rosa el extremo del cordón que has retirado. Empuja suavemente la
rosa con el cordón hasta el exterior del aura y hazla estallar como
se muestra en la ilustración 5b en la página 179.
Llena el hueco de tu aura con luz dorada para sellarla y crear un
entorno que favorezca la autosanación. Esto se muestra en la
ilustración 5c de la página 180. Durante este proceso haz fluir
energía dorada a través de los «canales sanadores» que se extienden
desde el chakra de la coronilla hasta el chakra de la garganta,
luego bajan por los hombros hasta los brazos y desembocan en los
chakras de las palmas de las manos.
Este flujo de energía hará que sientas
el cordón más fácilmente. Tras unos segundos, minutos para cordones
duraderos, dejarás de ver el color oro en la parte del aura que
llenaste tras retirar el cordón. El hueco se llenará de tu propia
energía y recuperará su apariencia normal.
El siguiente es un proceso paso a paso para encontrar y retirar
cordones:
-
Cierra los ojos, conéctate a la
tierra, extiende el aura, comprueba las rosas y los colores
de los límites y haz cualquier ajuste preciso.
Imagina un sol dorado sobre la cabeza y dirige la luz dorada
hacia los canales sanadores: debes verla fluir desde el
chakra de la coronilla hasta la parte superior del chakra de
la garganta, luego atravesará los canales pequeños que bajan
por la parte superior de los hombros y los brazos y
finalmente desembocan en los chakras de las palmas. Usa la
luz dorada, la visualización y la respiración para abrir los
canales sanadores e irrigarlos durante unos treinta segundos
antes de continuar. Sentirás la energía que sale a través de
las palmas.
-
Mueve muy despacio cualquiera de
las manos por el aura, siempre cerca de la parte delantera
del cuerpo. Empieza en la cabeza y la cara, luego sigue por
el pecho, plexo solar y sigue más abajo hasta que la mano
quede delante de la entrepierna. Mueve la mano despacio para
que sientas los cambios leves del campo de energía. Si es
demasiado leve para ti, practica primero con alguien y luego
pruébalo en ti.
-
Procura sentir al tacto los
lugares donde la energía sea más intensa y concentrada.
Puede que sientas una «vibración» o un «cosquilleo» al tocar
los cordones. O bien puedes sentirlos gruesos y pesados, o
más duros y sólidos que el resto del aura. Cuando encuentres
algo, mueve la mano despacio hacia la parte delantera del
aura. Si la sensación desaparece a poca distancia de aquel
punto, significa que la energía no es un cordón. En ese caso
utiliza rosas para recoger la energía densa y retirarla del
aura. Percibirás un cordón si puedes seguirlo hasta el
límite del aura. De modo que, si lo que sientes tiene
límites bien definidos y se extiende más allá del alcance de
la mano, lo más probable es que sea un cordón.
-
Cuando localices un cordón,
intentarás identificar a la persona con quien te conecta. A
veces, la identidad es evidente por el tacto del cordón. Si
no lo es, puedes usar un pequeño truco. Pronuncia en voz
alta el nombre de la persona con quien crees tener el cordón
mientras lo sostienes en la mano. Si has acertado, el cordón
responderá al nombre alterándose de algún modo: vibrando,
haciéndose más fuerte o calentándose, por ejemplo. Si no
cambia, di más nombres hasta encontrar el adecuado. Puede
ser incluso alguien a quien no has visto o con quien no has
hablado en algún un tiempo. He despejado cordones míos y de
mis clientes procedentes de padres o ex cónyuges a los que
no habían visto o con quienes no habían hablado durante
años.
FIGURA 5a:
Un cordón
psíquico con la energía fluyendo en su interior a la altura
del tercer chakra de la persona.
FIGURA 5b:
El cordón ha
quedado suelto de su unión con el cuerpo,
se le ha
colocado en una rosa y empujado hacia el exterior del aura
de la persona.
La rosa ahora
está lista para estallar,
lo cual
disolverá el cordón pero dejará un hueco en el aura de la
persona.
FIGURA 5c:
Después de
hacer estallar el cordón en el interior de la rosa,
se utiliza un
sol dorado para llenar el hueco del aura de la persona con
luz dorada,
lo cual
estimula la autosanación y protege ese punto del aura de
otra invasión.
-
Ahora que has identificado el
cordón que deseas retirar, lleva las manos al lugar del
cuerpo donde el cordón se conecta. Sin dejar de hacer fluir
la luz dorada cósmica a través de las palmas, tira
suavemente del cordón empezando por los bordes, un poco cada
vez, hasta que se separe del cuerpo.
-
Coloca una rosa en el extremo
del cordón que acabas de separar del cuerpo y empújala hacia
el exterior del aura. Haz estallar la rosa con el cordón.
-
Llena el hueco dejado por el
cordón desde tu cuerpo hasta el límite del aura con la luz
dorada que fluye a través de las palmas o desde un pequeño
sol en el exterior del aura.
-
Ahora intenta retirar un cordón
de otro modo. Primero visualiza una pantalla de cine en el
exterior del aura.
-
Toca la pantalla con las dos
manos para despejarla con la energía dorada sanadora.
-
Debes ver en la pantalla tu
propia imagen vuelta de espaldas.
-
Toma una bola de luz púrpura y
lánzala a tu imagen vuelta de espaldas en la pantalla. Haz
que la energía púrpura permanezca allí e ilumine cualquier
cordón que deba retirarse de la espalda. (Yo retiro todos
los cordones que tenga en la espalda, pues tienden a estar
más escondidos, a hundirse más en el subconsciente y a
ejercer más control que los cordones de la parte delantera.)
-
Tras localizar un cordón repite
los pasos 4 a 7 para retirarlo. Siente el cordón y llena el
hueco en la pantalla en lugar de en tu propia aura. Vuelve
al paso 13 cuando completes el paso 7.
-
Cuando haya terminado la sesión
de retirada de cordones, pon la pantalla en una rosa y hazla
estallar.
-
Sella el aura con el color que
utilices.
-
Vuelve a conectarte a la tierra
si es preciso.
-
Abre los ojos.
Si encuentras que un cordón insiste en
volver al mismo punto o si vuelve a surgir tan pronto como intentes
expulsarlo del aura, quiere decir que mantienes una creencia sobre
la persona con quien estás conectado o un contrato con ella. Es bien
fácil identificar esta creencia o contrato si sientes la energía e
identificas a la persona.
Después, despeja la creencia o el
contrato como se ha descrito antes en este capítulo y vuelve a
retirar el cordón. No debe volver. Si la persona sigue siendo muy
persistente a nivel psíquico, coloca una rosa en el exterior del
aura con su rostro y una señal de «no pasar».
Reemplaza diariamente esta rosa hasta
que creas no necesitarla.
Estar en el tiempo presente
La conciencia de tiempo presente o de «estar-aquí-ahora» es el
estado de ser más creativo y efectivo para alcanzar las propias
metas y la sanación. Si no tienes la conciencia instalada en el
tiempo presente, es decir, que haya porciones de tu energía en el
futuro o se encuentren revi viendo el pasado, es casi imposible
crear ese futuro o liberarse de ese pasado. Por otra parte, cuando
estás en el cuerpo, alerta y en tiempo presente, estás al mando de
tu vida y al máximo de tu capacidad en este momento.
Cuando te encuentras instalado en el pasado o en el futuro hay
partes de tus chakras o del aura que están literalmente estáticas e
inaccesibles. Es como si cualquier cosa que hicieras la hicieras en
vano. Tu energía ni siquiera está en el cuerpo. Puede que te cueste
estar presente con los seres queridos o en el trabajo y tendrás un
sentimiento general de dispersión y desplazamiento, lo cual es
literalmente cierto: tu energía está dispersa y en otro espacio.
La técnica a utilizar para volver a instalarse en el tiempo presente
es ésta:
-
Cierra los ojos y conéctate a la
tierra.
-
Extiende el aura, comprueba los
colores y las rosas de los extremos y haz los ajustes
precisos.
-
Opcional: Haz fluir energías
doradas cósmicas y terrestres y ponlas en Automático.
-
Imagina una línea recta, llamada
«línea temporal», que se extenderá hacia el infinito en
direcciones izquierda y derecha. Sitúa la línea temporal
delante del primer chakra en la base de la rabadilla. Coloca
un pequeño sol dorado delante del chakra y sobre la línea.
FIGURA 6:
Icono solar.
El sol dorado
se sitúa en la posición de «tiempo presente»
en la línea
temporal entre el pasado y el futuro.
-
Espira a través del primer
chakra con la intención de liberar hacia el sol dorado
cualquier energía pasada o futura contenida en él.
-
Ahora imagina que este sol se
divide en dos trozos ,que ruedan simultáneamente en
direcciones derecha e izquierda, representando el pasado y
el futuro. Cuando el sol se divide y rueda en ambas
direcciones, cada parte libera las energías pasadas y
futuras del chakra y las coloca en el marco temporal
apropiado.
-
Cuando las dos partes del sol
hayan llegado tan lejos como sea preciso para cumplir su
tarea, volverán automáticamente al punto central. Traerán
con ellas cualquier energía que pertenezca a tu cuerpo en el
tiempo presente que estuviera en el pasado y en el futuro.
-
Cuando ambas partes hayan vuelto
y se reencuentren en el centro como un solo sol, mueve la
línea temporal y el sol hasta que queden frente al segundo
chakra, a me dio camino entre el ombligo y la entrepierna.
De nuevo espira a través del segundo chakra con la intención
de liberar hacia el sol cualquier energía pasada y futura
contenida en él.
-
Divide el sol otra vez en dos
partes y envíalas simultáneamente a recorrer la línea
temporal en ambas direcciones tan lejos como sea preciso
hasta que se detengan solas. Verás cómo vuelven de nuevo al
centro para devolverte la energía del tiempo presente una
vez convertidas en un solo sol.
-
Ahora, coloca la línea temporal
y el sol dorado frente al tercer chakra situado en el
diafragma o plexo solar. Espira a través de este chakra para
liberar las energías ajenas al tiempo presente.
-
Imagina que el sol se divide y
va y viene de ambas direcciones, liberando y recibiendo
energía como antes.
-
Coloca la línea temporal y el
sol dorado a la altura del chakra del corazón en el centro
del pecho y repite los mismos pasos de los chakras
anteriores.
-
En el chakra de la garganta
repite los mismos pasos.
-
Ante el tercer ojo, localizado
entre las cejas, repite el mismo procedimiento.
-
Finalmente, repite los mismos
pasos para el chakra de la coronilla situado en la parte
superior de la cabeza.
-
Ahora coloca la línea temporal y
el sol dentro del aura al menos a 30 centímetros delante del
cuerpo y haz que el sol recoja las energías ajenas al tiempo
presente de tu aura y las coloque en el marco temporal
adecuado, en el pasado y en el futuro. Al volver las dos
mitades del sol al centro y convertirse de nuevo en uno por
última vez, traerán consigo cualquier energía que pertenezca
a tu aura en el tiempo presente.
-
Coloca la línea temporal y el
sol en una rosa y disuelve la rosa en el exterior del aura.
-
Abre los ojos, inclínate y
descarga.
Una vez que hayas realizado este proceso
completo puedes utilizar una versión abreviada. El tercer chakra se
encarga de las relaciones sociales y de tus metas en el mundo y con
otras personas. La distribución de energía procedente de los demás
chakras tiene lugar en el tercer chakra, ya que implica a los demás
en intercambios sociales y en el cumplimiento de las metas.
A causa de este enfoque único
multichalcras, el tercer chakra se puede utilizar para traer todos
los chakras al presente de este modo:
-
Coloca el sol en la línea
temporal como antes, esta vez sólo delante del plexo solar o
tercer chakra.
-
Con la intención de liberar las
energías pasadas y futuras hacia el sol dorado desde todos
los chakras, inspira en el chakra de la coronilla y espira
desde la coronilla en sentido descendente hacia el plexo
solar y, a través de él, hacia el sol.
-
Ahora inspira en el chakra de la
raíz en la base de la columna y espira en dirección
ascendente hacia el plexo solar y, a través de su parte
frontal, hacia el sol.
-
Haz que el sol dorado se divida
en dos partes. Que rueden a la vez hacia la derecha y hacia
la izquierda depositando en el pasado y en el futuro las
energías de todos los chakras que sean ajenas al tiempo
presente.
-
Cuando las mitades del sol
vuelvan al centro, habrán recuperado las energías del pasado
y el futuro que pertenezcan a tu cuerpo en el tiempo
presente.
-
Cuando el sol vuelva a ser uno y
esté en el centro, colócalo con la línea temporal en una
rosa en el exterior del aura y hazlos estallar.
-
Abre los ojos.
Usa las técnicas de despejamiento y
autosanación de este capítulo tan a menudo como creas oportuno. En
otras secciones de este libro de ejercicios se ofrecen sugerencias
que suponen la aplicación de estas técnicas, por lo que debes
familiarizarte bien con ellas.
Regresar al Contenido
|