8 -
EL REGALO DE LOS DIOSES
La experiencia orgásmica envía energía sanadora y rejuvenecedora a
vuestro cuerpo.
El portal de la Biblioteca Viviente dentro de vuestro cuerpo está
en los genitales y si aprendéis a usarlo sirve como entrada a los
archivos del tiempo. Por regla general, los humanos se juntan y se
unen en cuestión de minutos. Muchas veces, los humanos no se toman
el tiempo para explorarse a nivel sexual porque el placer sensual
está, a veces, asociado con el dolor. Muchos de vosotros lleváis
impresos un sentimiento de vergüenza por buscar el placer. Recordad,
conforme se va desplegando la historia, que os ha sido dado el
regalo de los dioses.
A nosotros nos resulta muy interesante saber cuántas escuelas de
pensamiento proclaman aquí en la Tierra que la cima del logro es
poder ir más allá de la sexualidad. Tened cuidado con ideas que os
apartan de la esencia íntima de quiénes sois. Estas ideas y
conceptos suenan sublimes; sin embargo, os alejan de vuestro ser
terrenal y de la riqueza de vuestra forma física. Vuestras
secreciones y misterios son regalos que deben ser explorados con
dignidad, gracia, reverencia y respeto en el marco de una relación
íntima y comprometida.
Nuestra intención es provocar en vosotros una reinterpretación de
la sexualidad. Por favor, comprended que vais a ser realineados y
movidos en todas las áreas de consideración conforme la Tierra va
cambiando. No debéis tener miedo a estar solos —tenéis la capacidad
de manifestar la unión más profunda dentro de una relación que
vosotros deseáis.
La sexualidad alinea vuestro cuerpo con un estado de sanación y abre
portales a las estrellas. La sexualidad, en una relación íntima y
amorosa, puede ser muy profunda y transportaros a otros mundos,
revitalizar vuestro cuerpo y hacer que recuerde sus patrones
ideales.
La expresión sexual ofrece la exploración de los reinos, tanto
físicos como espirituales. Hace falta un equilibrio. Vosotros estáis
en un cuerpo físico que, en esencia, llegó a existir gracias a la
expresión sexual de vuestros padres. Sentíos cómodos con vuestra
energía sexual; honrad y aceptad esta fuerza vital que fluye a
través de vosotros. Nosotros queremos veros vivos, enriquecidos y
queremos que comprendáis el vehículo que sois.
En vuestro planeta se os ha mantenido ignorantes en lo que se
refiere al sexo. Para vosotros es un asunto puntual y que, en el
mejor de los casos, os da placer, pero en verdad es un asunto
bastante cósmico. Un patrón energético os conecta con y atrae
inmediatamente energías invisibles cuando hacéis el amor con otra
persona.
Los dioses y diosas están muy enamorados de vuestras
hormonas —hasta tal punto que os comían vivos cuando estabais en un
estado específico de secreción hormonal—. Tal vez no os guste esta
información porque os hace más responsables de vosotros mismos. Esta
información os obliga a mirar lo que habéis hecho con vuestra vida.
Lo ideal sería que no juzgaseis lo que habéis hecho y dónde habéis
estado, y lo ideal sería que aprendieseis de lo que recordéis en
esta vida o en otra.
Debéis perseguir el ideal de utilizar vuestra expresión sexual para
regeneraros en lugar de degeneraros. Hablar de sexualidad supone
hablar de hormonas. La sexualidad excita el núcleo de vuestras
células, y los filamentos codificados de luz se entrelazan. Como con
un imán, las energías se sienten atraídas y se enfilan en la misma
dirección. Cuando sentís deseos sexuales y comenzáis el baile que
dispara las hormonas dentro de vosotros, todo vuestro cuerpo se
alinea en una sola dirección.
Cuando vosotros, junto con otro
individuo, os alineáis, sois como los polos norte y sur. En general,
las células de vuestro cuerpo se mueven constantemente como la
multitud que se mueve en todas las direcciones en la Grand Central
Station o cualquier otro lugar. Pero durante la actividad sexual es
como si alguien tocase un silbato y todo el mundo se volviese para
mirar en la misma dirección. Cuando llegáis a una verdadera unión
con otra persona, durante la actividad sexual, hacéis que la energía
de todas vuestras células se alineen en una sola dirección.
Vuestro
cuerpo se convierte en un imán. Cuando vosotros, junto con otra
persona, llegáis a un elevado estado de fuerza electromagnética,
tiráis el uno del otro para crear un equilibrio entre vosotros.
Cuando os convirtáis en expertos en este tema no hará ni siquiera
falta que os toquéis. Podéis crear esta red de amor entre vosotros
y, a través de este campo de fuerza, vuestro cuerpo interno puede
elevarse e ir a otros mundos.
La mayoría de vosotros sois muy selectivos con lo que se refiere a
la comida. Debéis también ser selectivos con la forma de placer que
admitís para vuestro cuerpo. Daos el permiso de descubrir el placer,
de hablar de él y de sentirlo. Mirad vuestro cuerpo —desnudadlo y
observadlo en todas las posiciones para descubrir lo divino que hay
en cada arruga y cada hendidura—. Recordad que cuando habláis de un
coche tampoco decís: «Oh, no mires el maletero». Aceptáis todo el
coche tal cual. Cada parte del coche sirve como conjunto y os
permite viajar. Lo mismo sucede con vuestro cuerpo.
Nosotros pensamos que la sexualidad es uno de los regalos más
excitantes que se os ha dado y queremos guiaros a lo largo de este
viaje para que os lo paséis lo mejor posible durante vuestra
estancia en la Tierra. Amaos a vosotros mismos y amad a la Tierra
porque sois la misma cosa y esto incluye cada parte de vuestro
cuerpo. Debéis hablar del sexo. Asumid el compromiso de aceptar cada
parte de vuestro cuerpo y de atraer a un compañero/a que honre cada
parte de vuestro cuerpo. Aseguraos que vuestra pareja está dispuesta
a explorar vuestra fuerza divina.
Es importante que os hablemos del sexo. Nuestros antepasados fueron
los responsables de alejaros de vuestra propia sexualidad y os
empujaron para que la malinterpretarais. La sanación aparecerá
cuando comprendáis esta fuerza vital que llamáis sexualidad y cuando
comencéis a comprender vuestras propias prioridades vitales. Es uno
de los puntos claves que tiene que ser sanado en este planeta.
Tenemos algunas sugerencias para vosotros. Tienen que ver con la
manera de juntaros con un compañero/a y de honrar a vuestro cuerpo y
al cuerpo de vuestro compañero/a cuando exploráis los misterios.
Recordad que estáis explorando la cantidad de energía que sois
capaces de sostener entre vosotros y cómo esta energía os puede
transportar a algún lugar.
Cuando se mueven las hormonas de la atracción vivís un intercambio
de energía entre todos vuestros chakras y los de vuestra pareja.
Vuestras energías se fusionan.
Si eleváis la energía, en lugar de
mantenerla en vuestros genitales, podéis incrementar el flujo
energético y trabajar con una nueva conciencia. Aprended a hacer
subir la energía a través de vuestra columna vertebral y a través
de todo vuestro cuerpo sin llegar al orgasmo. Puede que durante el
acto sexual experimentéis el colapso del tiempo.
Cuando compartís la energía sexual con vuestra pareja, os abrís para
que otras fuerzas puedan fusionarse con vosotros. Para las energías
externas, poder fusionarse así durante vuestra experiencia sexual
es una parte especial y excitante de la Biblioteca Viviente. Hubo un
tiempo en el que se consideró el mayor honor que se fusionase un
dios o una diosa con una pareja durante su experiencia sexual.
La
experiencia más elevada era fusionarse con un ser altamente
evolucionado que te honraba y que llevaba la vibración del amor, y
convertir así la experiencia sexual en una experiencia dimensional.
¿Cuánta gente conoces que primero eleve su vibración antes de hacer
el amor? Hay gente que se embriaga o se droga o hace cualquier otra
cosa para conseguir el valor de hacer el amor. Vosotros tenéis que
enunciar las reglas y las condiciones en lo referente a vuestra
sexualidad, a los reinos no físicos para que se os acerquen sólo
aquellos que son adecuados.
Sed claros con las energías que quieren trabajar con vosotros.
Pedidles que se ajusten a vuestra disponibilidad. Vosotros
establecéis las reglas —para los Pleyadianos, todos los
extraterrestres, para los dioses y diosas—.
Asimismo, decidís
diciendo:
«Escuchad, estoy aprendiendo de vosotros. No entiendo
nada. Quiero conoceros. Estas son mis reglas. Sólo voy a hacer el
amor con alguien a quien quiero. Yo honro a mi cuerpo. Honro a la
Tierra. Para mí lo más importante es la integridad. Si te puedes
ajustar a mis valores, te doy la bienvenida y te enseñaré cosas
sobre la sexualidad humana».
Este es el procedimiento.
¿Verdad que habéis aprendido a reconocer las vibraciones
pleyadianas? Si otro tipo de energía apareciese os daríais cuenta.
Pero, tal vez, aún no habéis aprendido a reconocer a otras energías
y, por lo tanto, no sabéis quiénes pueden ser. Los reinos más
elevados no están exentos de decepciones. ¿Cómo sabéis en la Tierra
que la persona con la que habéis trabado amistad es una buena
persona? Seguís vuestra intuición.
Queremos que utilicéis las mismas
habilidades de percepción cuando se trata de los reinos no físicos.
Os sugerimos que mantengáis vuestros valores y que seáis muy claros
en lo referente a vuestra disponibilidad cuando exploráis el trabajo
y el juego con entidades que están buscando a un humano para que
les asista a tomar forma. Debéis reiterar estos valores y vuestra
claridad una y otra vez.
Honrad vuestro cuerpo, honrad al cuerpo de
vuestra pareja y haced el amor sólo cuando hay amor de verdad —ésta
es la clave—. La energía sexual de vuestro cuerpo es vuestra fuerza
vital. Es la fuerza del dios o la diosa que reside en vosotros
porque contiene el secreto de los secretos —es la fuerza creativa.
La mayoría de los humanos utiliza su sexualidad de manera que les
degenera en lugar de regenerarles. Hace mucho tiempo, la Diosa
estaba totalmente afinada con las fuerzas naturales y creó entonces
un tipo de vibración de la cual se alimentaban estas fuerzas de la
naturaleza. Recordad que todas las cosas están interconectadas —no
hay nada separado y todo está conectado con todo—. Lo que vosotros
hacéis ahora aquí afecta a todo el globo.
Heredáis la heliografía de cada persona con la que hacéis el amor,
así que no sólo tenéis que preocuparos de lo vuestro sino también de
las historias del otro. Cuando vuestro cuerpo se junta con otro, se
remueven vuestros chakras y se mueve la kundalini. Si la kundalini
sólo se mueve en vuestros dos chakras inferiores y no en todo el
cuerpo, se pueden producir «enganches» en el campo áurico de la otra
persona y al revés.
Esta es la razón por la cual es tan importante
ser selectivo con quien hacéis el amor. Aseguraos, si decidís
hacerlo, de que haya una unión y un compromiso de trabajar las cosas
porque ahora, que el tiempo se acelera y también se acelera la
energía, podéis coger cualquier cosa de otra persona.
Os aconsejamos eliminar todos los viejos apegos en lo que respecta a
vuestro cuerpo. Visualizad cómo se limpia y es bendecido y cómo se
eliminan todas las energías sexuales de relaciones anteriores. Haced
todo lo que podáis para eliminar amorosamente las relaciones
sexuales anteriores y que significaban mucho en vuestra vida. Dejad
de hablar del pasado y no energeticéis más a parejas anteriores.
Dejad que todo esto se vaya. Si seguís hablando de gente con la que
habéis tenido una relación hace años, seguís energetizando sus
formas de pensamiento en vuestro campo áurico, sobre todo si habéis
tenido una relación sexual con esa persona. Esto os inhibe de vivir
un nuevo «ahora».
Es como si instalaseis un imán en vuestra puerta para atraer la
energía de esa gente aunque haga veinte años que hayáis tenido
contacto con ella. Circuláis con su energía. Puede que ya ni
siquiera son aquello que recordáis, pero podéis recrear vuestra
experiencia con ellos. Estos tiempos están llenos de trucos. Hace
veinte años las cosas eran muy nostálgicas. Ibais por ahí con la
radio puesta —domingueros que se tomaban una Coca Cola o se
emborrachaban, se iban a la playa e iban de bar en bar—. La vida era
como una gran avenida, una gran fiesta. Las cosas han cambiado.
Entonces teníais tiempo para soñar despiertos y fantasear. Pasaba
mucho tiempo entre que formulabais un pensamiento y éste se
materializaba. Hacían falta eones para que se materializase lo que
deseabais. Este ya no es el caso. Ahora, cuando pensáis en algo,
tropezáis con ello cuando cruzáis una habitación. Así de rápidas
ocurren las cosas ahora. Debéis ser selectivos. Debéis tener
conciencia de la burbuja de tiempo en la que os movéis. El tiempo
está colapsado y hay un cambio en la manera de ver las realidades.
Cuando utilizáis un «kleenex», lo cogéis, os sonáis la nariz y lo
tiráis. Esto no se puede hacer con las personas — usar y tirar—. El
proceso no es tan sencillo y rápido. Si tenéis una relación sexual
con otra persona, estáis unidos a esta persona. Cuando se juntan dos
cuerpos, aunque sea por una sola noche, se fusionan vuestros campos
áuricos. A lo mejor no sabíais esto hasta ahora.
El sexo es algo maravilloso. Es uno de los regalos más gloriosos que
tenéis, como seres humanos, para descubrir vuestra identidad. No
obstante, tenéis que aprender a usarlo. Nadie os ha enseñado las
ramificaciones energéticas que tienen lugar cuando dos personas
hacen el amor. Tal vez queréis celebrar algún que otro ritual o
alguna ceremonia con el fin de eliminar la energía de otras personas
de vuestro campo energético.
Un ritual con humo es una buena manera
de limpiar el campo energético. En todas las iglesias se hace.
Muchas instituciones religiosas utilizan incienso o cualquier tipo
de humo para limpiar la energía. El humo es multidimensional. Al
utilizar humo, estáis dando un paso para limpiar, aclarar y eliminar
la energía de manera que no haya ningún apego a ella. A lo mejor os
interesa limpiar vuestro cuerpo y vuestra casa con humo.
Cuando os queréis desprender de las personas, necesitáis energía de
la misma manera que necesitáis energía para uniros a ellas. No
podéis utilizar el método «kleenex» y tirarlas; tiene que haber un
final. ¿Cómo se hace esto? ¿Y sobre todo, cuando las personas en
cuestión no quieren colaborar? Debéis trabajar con la energía de
estas personas a nivel etérico. La bendecís con amor, la soltáis y
le pedís que salga de vuestro campo. Debéis darle las gracias por la
lección que habéis compartido.
En este momento es mucho más intenso hacer el amor y os lo decimos
por si no os habéis dado cuenta hasta ahora. Y si no hacéis el amor,
probablemente es un momento especial en vuestro desarrollo. Pero si
hace mucho tiempo que no habéis hecho el amor, nos gustaría
preguntaros: ¿de qué os estáis escondiendo y qué creencias tenéis
con respecto a vosotros mismos que os hacen creer que ya no estáis
cualificados para hacer el amor? La experiencia orgásmica envía
energía sanadora y rejuvenecedora a vuestro cuerpo. Muchas veces
puede provocar un alivio emocional muy intenso y os inundan los
sentimientos.
El sistema endocrino suelta toda clase de hormonas y sustancias
químicas. Algunas de estas sustancias deben ser diseminadas, otras,
sin embargo, deben quedarse en vuestro cuerpo. Cuando se quedan
dentro de vuestro cuerpo, éste las absorbe y se eleva a otro estado.
Sois más autónomos, sabéis más. Cuando la fuerza vital se dirige
concientemente hacia fuera, en forma de semen, se usa para
impregnar.
Al igual que a las mujeres se les ha vendido la idea de
que no pueden prevenir un embarazo cuando no quieren tener hijos, a
los hombres se les ha vendido la idea de que el proceso de
eyaculación es la única manera de tener un orgasmo. Es un proceso
que se puede retener y los fluidos se pueden distribuir por todo el
cuerpo. Es una forma más elevada de sexualidad y que se practica en
el Este desde hace siglos. Si los hombres eyaculan cada vez que
tienen un orgasmo, pierden su fuerza vital en una de las versiones
de la realidad.
Si eres hombre, puedes aprender a tener una relación sexual
reteniendo el esperma y no eyaculando. Hay técnicas que se pueden
aprender. Presionar el perineo, esta pequeña zona entre el ano y
los genitales, retiene la fuerza vital dentro del cuerpo y el
orgasmo cambia. Los humanos han sido engañados a tener solamente
orgasmos genitales, experiencias muy localizadas, en lugar de tener
una experiencia que implique a todo el cuerpo, una experiencia
cósmica.
Cuando os paréis a pensar en el número de cuerpos que
tenéis, también seréis capaces de daros cuenta de que podéis tener
una experiencia orgásmica en todos estos cuerpos. Así que, al
reconsiderar y redefinir el tipo de placer que deseáis, podéis
empezar a vivir diferentes maneras de recibir placer y saliros del
área genital.
El esperma es una fuerza catalizadora de la existencia y cada vez
que un hombre libera esperma, agota, hasta cierto punto, su cuerpo.
Lo ideal sería que un hombre sólo eyaculase cuando quisiera, es
decir, cuando deseara procrear o vivir esta experiencia. Os han
sido dadas algunas ideas que os mantienen en un estado vibracional
muy bajo, ideas que más bien degeneran en lugar de rejuvenecer.
Primero, os han contado que el sexo es algo malo. Luego se han
creado instituciones que os perdonan cuando hacéis estas cosas
malas. Tenéis estas dualidades que van y vienen.
Muchos hombres y
mujeres, especialmente en el mundo occidental, no saben ni siquiera
hasta qué punto están convencidos de que el sexo es algo malo. Esta
convicción es una capa espesa que cubre todo su comportamiento y
hace que pasen por la experiencia sexual a toda prisa ya que, si
están haciendo algo malo, no quieren que se les pille al hacerlo.
Hay un punto adecuado, un punto de equilibrio. No hay que sentir ni
vergüenza ni culpabilidad después de una experiencia sexual. Es por
esto que insistimos en que es esencial tener una profunda unión
amorosa con vuestra pareja. El amor que sentís por ella suele
evitar, por regla general, el sentimiento de vergüenza y
culpabilidad. Sin amor aparece, frecuentemente, la vergüenza y la
culpabilidad y los estragos, que a nivel emocional pueden ser muy
grandes.
Hay muchas cosas que se pueden explorar en la zona genital de los
hombres y de las mujeres. Los orificios que tenéis, ofrecen
diferentes puntos de acupuntura que se pueden activar. Esto tiene
muy poco que ver con la penetración genital.
El puro hecho de mirarle a los ojos al otro, intercambiando
filamentos de ADN, puede provocar una formidable excitación. Esta
es una conexión desde el corazón a los ojos del alma —el corazón del
alma—. Claro que podéis cerrar los OJOS; sin embargo, un fuerte
contacto con los ojos cambia la experiencia.
Puede que también os
apetezca trabajar con vuestros chakras, tocando especialmente el
chakra corazón del otro. Poned la mano sobre el chakra corazón del
otro y mantened vuestros corazones abiertos. Todos los puntos
comienzan a recobrar vida si os estimuláis con vuestros ojos,
utilizáis los chakras y activáis los puntos de acupresura de la zona
genital. Cuando tocáis estos puntos se produce una respuesta química
que os permite tener un orgasmo que asciende por todos los cuerpos.
Esto hace que subáis la escalera del conocimiento y que os acerquéis
a la divinidad. También implica el permiso de explorar los cuerpos
del otro para sentiros completamente libres con la forma y la
expresión de vuestros cuerpos. Esta es la siguiente avenida.
Explorad quiénes sois, clarificad lo que buscáis y permitid que el
tiempo que dura la expresión de vuestra sexualidad, sea un tiempo
de alegría. El sexo no tiene nada que ver con una hazaña; tiene que
ver con el compartir y con la unión más íntima que existe. No es
simplemente un «qué bueno ha sido». Tiene que ver con la intimidad,
con la fusión con otro, manteniendo la propia identidad. Tiene que
ver con ayudar y ser ayudado porque será esencial mantener vuestra
propia identidad y redescubrir lo que es el placer y la alegría.
Vuestro cuerpo entonces comenzará a recordar.
Tal vez seáis capaces de cambiar vuestro enfoque mientras hacéis el
amor para no llegar inmediatamente al clímax. Divertíos, llegad al
punto justo antes del clímax, sostened la frecuencia, bajad hasta un
cierto punto y volved a subir una y otra vez. Tomaos todo el tiempo
que queráis. Si honráis este proceso podéis pasaros horas porque
esto crea una profunda intimidad y la experiencia durará mucho más.
El rejuvenecimiento o la regeneración ocurre cuando compartís horas
y horas de intimidad, con los ojos abiertos y aprendiendo cómo hacer
que vuestro cuerpo haga lo que vosotros queréis que haga.
Un orgasmo no es un suceso local. Hay gente que, con sólo hacerles
cosquillas en sus orejas, tienen un orgasmo. Hay gente que, con sólo
cosquillearles sus muñecas tienen un orgasmo. Podéis tener un
orgasmo durante el sueño. Podéis tener un orgasmo cuando estáis
fuera de vuestro cuerpo.
El orgasmo es un tema muy malentendido.
Pensáis que es un suceso local, limitado a la zona genital. No es
así. Es un acontecimiento cósmico que ha sido interpretado como una
cosa puntual para que vosotros no os enterarais. Es una pulsación
continua de lo divino —del placer y de la conexión con el pulso
divino de la existencia—. Por esto puede ocurrir en cualquier parte.
Si estuvieseis realmente afinados con vuestra sexualidad, un bocado
de una comida deliciosa podría haceros experimentar un orgasmo si
fuerais así de libres. Es la más alta apreciación de lo divino en
todas las cosas.
Masturbarse no tiene nada de malo.
Es una práctica estupenda si
aprendéis a honrar vuestro cuerpo y a estimular cierta sensación en
vuestro cuerpo. Debéis masturbaros sin proyecciones, sin
sentimientos de vergüenza y sin atraer una variedad de desconocidos
hacia vuestro cuerpo mediante vuestro pensamiento. Tiene sus
trucos, como todo.
Es una forma artística, pero no se debe practicar
solamente para aliviarse. Utilizar la masturbación como medio de
aliviar la tensión debería haceros pensar. Si no os habéis
masturbado jamás, ¿cómo podéis esperar hacer el amor con alguien y
querer que el otro conozca vuestro cuerpo cuando ni vosotros mismos
lo conocéis?
Cuando sentís deseo de expresar vuestra energía sexual, puede que
penséis:
«Bueno, si decido practicar el arte de la masturbación,
esta vez será solamente para aliviar la tensión. Quiero disminuir
la tensión».
Si es esto lo que sentís, pensad:
«De acuerdo, ¿cómo
voy a manejar esta acumulación de energía? Pues en lugar de
utilizar mis viejos patrones de masturbación y eliminar el exceso
de energía y sentirme aliviado por un momento, pienso que esta vez
voy a ir en busca del oro y sentirme un poquito incómodo. Voy a
sostener esta energía. En lugar de masturbarme, me sentaré en algún
lugar tranquilo y utilizaré cristales, practicaré técnicas de
respiración y me meteré en la columna de luz».
Atraed la luz
mediante el ojo de vuestra mente y sentid cómo inunda vuestro
cuerpo.
Esto os ayudará enormemente porque queréis aprender y evaluaros a
vosotros mismos y saber dónde están vuestros límites. Queréis una
mayor relajación y una visión más amplia, sin embargo, lleváis
vuestra energía de forma continuada solamente hasta un cierto nivel.
Al retener vuestra energía sexual, comenzaréis a utilizar vuestro
plexo solar, corazón, garganta y tercer ojo. Vuestro chakra corona
se abrirá y pensaréis:
«Ah, me estoy volviendo más listo. ¿Cómo es
que me estoy volviendo más inteligente?»
La respuesta es: porque
estáis utilizando vuestra fuerza vital de manera diferente en lugar
de seguir simplemente una receta. Vosotros tenéis sólo una receta
para lo que llamáis sexualidad: es vuestra fuerza vital. Y hay
muchas maneras de usarla.
Una cosa es querer explorar vuestra sensualidad y tener experiencias
orgásmicas porque queréis sentiros bien y entender la sexualidad y,
a través de ella, comprender quiénes sois. Otra cosa es sentiros
«cachondos» (para utilizar vuestros términos) y sentir todo este
aumento de energía sexual
para luego simplemente masturbaros y aliviar la tensión y llegar al
clímax. La sexualidad es una ofrenda sagrada que os brinda vuestro
cuerpo, algo íntimo y sensual. Os ayuda a entender esta fuerza
interna que os proporciona el placer.
Hoy en día hay mucha gente que practica el celibato porque se da
cuenta de que el tipo de actividad sexual que han experimentado les
quitaba energía. Esto puede haber ocurrido porque, tal vez,
mantuvieron relaciones sexuales sin amor, sin compromiso y sin una
conexión espiritual con el otro que les uniese. Como ya hemos dicho,
vuestros cuerpos electromagnéticos y vuestros campos áuricos se
fusionan. Hay un ir y venir telepático. «Tú me perteneces». «Yo te
pertenezco», que está en juego a nivel etérico.
Si estáis pasando un período de celibato, ¡maravilloso!, porque lo
que estáis haciendo es contener la energía. Cuando tenéis una
experiencia sexual y no estáis completamente integrados en vuestros
sistemas de chakras, ésta resulta muy agotadora. Aunque sea muy
excitante, la energía sólo funciona a nivel del primer y segundo
chakra. Y hay que tener en cuenta que trabajan sólo con el filamento
uno y dos de vuestro ADN.
Cuando dejáis de practicar el sexo, puede que os sintáis sexuales.
Os apetece, pero estáis aprendiendo a contener esta energía y dejáis
que ella circule por vuestro cuerpo en lugar de hacer el amor y
aliviar la tensión. Cuando esta energía circula por vuestro cuerpo
vosotros estáis dándole un valor más alto al cuerpo porque la
energía os puede enseñar de repente que valéis más y que podéis
hacer más cosas de las que jamás hubierais pensado.
Lo ideal no es evitar el sexo o trascenderlo. Lo ideal es valorar
vuestra sexualidad —darle un nuevo valor a la propia esencia de lo
que hace vuestro cuerpo cuando experimenta el sexo y un estado
orgásmico—. Habrá mucha más libertad de experimentación con la
expresión sexual. ¿Recordáis los años 1960? ¿Quién podría
olvidarlos?
Las mujeres tiraron sus sujetadores y los pechos
estaban de moda. A lo largo de los últimos quince años, incluso
treinta años, las mujeres se están sintiendo más cómodas con los
temas del nudismo y el «topless». Os habéis explorado sexualmente y
las cosas que tenían que ver con el sexo se han comenzado a
cultivar y a desarrollar.
En los últimos años se ha producido una retirada de los temas
sexuales, un miedo a la sexualidad. La gente vuelve la espalda a la
sexualidad:
«No entiendo esta fuerza. Me junto con alguien y,
momentáneamente, hay una sensación excitante. Es como si me
estuviera comiendo cien helados sin aumentar ni un solo kilo. Pero
luego ya no me encuentro tan bien».
La honestidad e intimidad y el
compromiso son partes esenciales para tener experiencias sexuales
satisfactorias. Hay que permitirse ser vulnerable y abierto a los
ojos del otro; entonces es cuando la actividad sexual contiene una
mayor vibración. Exactamente igual que en los años 60, que hubo
mucha experimentación como resultado de una mayor entrada de
energía, ahora habrá mucha experimentación con la sexualidad en los
años 90 involucrando asimismo la exploración espiritual.
Practicar el celibato está bien, siempre y cuando esto no signifique
que para vosotros el sexo sea algo inadmisible. Está bien, cuando se
trata de contemplar y reconsiderar las experiencias sexuales. Es
decir, que estáis colocando la sexualidad temporalmente a un lado
porque la estáis malentendiendo y, al apartaros de ella, tal vez la
podéis observar. Si alguna vez habéis escalado una montaña sabéis
perfectamente que no es lo mismo contemplarla desde la cima que
desde el valle. Esto es lo que les está pasando a algunas personas.
Están viendo la montaña pero no sienten que estén privándose por no
estar en la cumbre. Están efectuando una reevaluación de lo que
implica la sexualidad, de lo que es el amor, de quiénes son ellos
mismos y qué valores están estableciendo.
La sexualidad es uno de los aspectos más íntimos de vuestra vida.
Sin embargo, la mayoría de la gente de este planeta practica el sexo
sin ninguna intimidad. Es una función. Es como ponerle aceite al
coche: «Necesito hacer el amor, venga». Lo hacen las mujeres igual
que los hombres. Nuestra discusión siempre ha sido que la razón de
apartaros del sexo sin miedo, está en que podríais descubrir que la
sexualidad es un portal que lleva a una mayor conciencia.
La misma
fuerza vital que empleáis para crear bebés, puede ser utilizada para
emprender un viaje mágico hacia otros reinos de la existencia.
Llegará el momento en que se puedan detectar los filamentos del ADN
en el iris de vuestros ojos. Cuando os juntáis sexualmente con otra
persona y os miráis a los ojos, os podéis transportar a otras
realidades. También podéis utilizar la respiración y la imaginación
para hacer circular la energía.
Las energías son similares a la
fuerza que propulsiona una «lanzadera del espacio» a su órbita para
circundar vuestro planeta —la energía que propulsiona a los así
llamados vehículos espaciales y los pone en marcha—. La energía de
la expresión sexual os puede liberar y poneros en marcha.
Hacer el amor es un acontecimiento especial que se debe planificar.
Al mismo tiempo debe ser muy espontáneo pero, dentro de la
espontaneidad, debe haber una apreciación del inherente ritual.
El amor es el ingrediente que hace que se junten dos cuerpos sin
importarle si estos dos cuerpos son masculinos, femeninos o
masculino y femenino. El cuerpo fue diseñado para tener una pareja
masculina o femenina. Esto es muy obvio —las polaridades se
encuentran—. Es una cuestión biológica aunque nosotros queremos
decir que no hay nada malo cuando dos vibraciones iguales se atraen.
Es lo que están trabajando y aprendiendo sobre sí mismas; no tiene
sentido juzgarlo. La experiencia final se hace cuando hay amor,
cuando los ojos están abiertos y cuando hay un compromiso. Entonces
podéis comenzar a viajar.
La sexualidad recobrará un valor completamente diferente y será una
de las fuerzas más poderosas a discutir conforme los cambios de la
Tierra sean más pronunciados. Cuando vuestra sociedad se desintegre
vais a querer re-evaluar todo. Vais a querer estar juntos, a querer
asumir compromisos y a tener una pareja en la cual podáis confiar.
Cuando os deis cuenta de la extensión de la vida y cuando
comprendáis cómo se está acelerando todo, experimentaréis una
agradable sensación de rejuvenecimiento. Las parejas que elijáis
serán personas que conocéis y habéis conocido desde hace miles de
años.
En la mayoría de los casos, abrirse a la intimidad les resulta más
fácil a las mujeres que a los hombres, simplemente porque las
primeras aceptan mejor sus emociones.
Como humanos, siempre estáis
buscando las vibraciones del éxtasis, del amor y del contacto que se
produce cuando se expresan las emociones. No podéis tener acceso a
la frecuencia sexual del éxtasis y del amor sin sentimientos
puesto que la sexualidad es sentimiento. Hay mucha gente que está
buscando esta frecuencia desesperadamente y ni siquiera sabe que la
está buscando. En su ingenuidad sólo saben buscar la expresión
sexual.
Si sois mujeres, podéis ayudar a vuestra pareja masculina a
abrirse, a aceptaros a vosotras mismas y a vuestro propio cuerpo.
Podéis establecer los haremos para que sepáis para qué tipo de
hombres estáis disponibles. Magnetizaréis a este tipo de hombres
porque estarán dispuestos a aprender y a cambiar. Las vibraciones
masculinas, en general, están muy confundidas en estos momentos
porque no saben con seguridad cuál es su identidad.
Se darán cuenta
que tienen que atraer a aquellos que estén dispuestos a ayudarles a
integrar los cambios. Cuanto más estable sea el amor por vuestro
cuerpo y cuanto más seguras estéis con respecto a lo que queréis y
deseáis, más fácil será la tarea para los hombres. Demasiadas
mujeres han estado calladas durante demasiados años y se han
conformado con tener una cita los sábados por la noche.
Las mujeres
no han creado reglas a las que los hombres se hayan tenido que
atener. Gracias a la activación de la energía de la Diosa y la
comprensión de la forma femenina completa, tal como fue diseñada, se
está creando un nuevo modelo. Las mujeres tienen que aprender a
hablar de sus sentimientos y deseos para poder crear un nuevo patrón
de experiencias.
Esto les facilitará a los hombres el abrirse a sus
centros de sentimientos, a vivir sus emociones, a elevar su energía
sexual a través de sus chakras y a estar más cómodos en la
intimidad de lo que jamás hayan podido imaginar. Hará falta tiempo.
Las mujeres han estado tan encerradas en su silencio y los hombres
en su ausencia de sentimientos que los cambios no se pueden producir
de un día para el otro. Debéis tener paciencia los unos con los
otros. Tened compasión por todas las personas y por lo que están
pasando.
Tenéis muchas cosas para compartir y para enseñaros los
unos a los otros.
Uno de los grandes tabúes de vuestra sociedad ha sido el sexo oral.
Hemos dicho que la sustancia del poder femenino es la sangre, pues
la sustancia del poder masculino es el esperma. El esperma lleva una
enorme cantidad de información, mientras que la sangre puede ser
comparada con un elixir de sanación, una fuente de vida; ambos
ofrecen revitalización y rejuvenecimiento. Compartir estas
sustancias dentro de una relación íntima y amorosa es compartir los
secretos más profundos de vuestro poder. Supone el máximo de fusión
de vuestras identidades para que podáis recordar quiénes sois y por
qué estáis juntos en esta vida.
Cuando las mujeres se den cuenta de los misterios de la sangre,
muchas harán cosas muy creativas y extravagantes con ella.
Aprenderán a darse cuenta de que no es una cosa horrible, fea, mala
y maloliente sino que tiene muchos misterios. Jugarán creativa y
respetuosamente y sin sentido de vergüenza con esta sustancia para
ver qué se puede hacer con ella. Lo mismo se puede decir del
esperma.
Cuando ingerís estas sustancias creáis una unión muy profunda. Es
como beber o infiltrar los secretos y la esencia de los individuos
de los que proceden. Una vez más queremos insistir en que sin el
ingrediente amor, nunca podréis vivir este estado exaltado de
plenitud.
Cuando hay amor y confianza, compartir, ingerir y utilizar estos
fluidos abre las puertas a las memorias más profundas de unión e
intimidad. Iréis más allá de lo que se denomina secreto. La mayoría
de la gente no es capaz de mantener este estado durante mucho
tiempo. Se pueden acercar y pueden vivirlo; no obstante, no son
capaces de completar la siguiente fase de intimidad que va más allá
de lo físico.
La intimidad que procede del compartir es muy profunda. Lo que
vosotros estáis viviendo y lo que se revela es muy profundo. Hace
falta amor y mucha preparación para poder utilizar estas sustancias
apropiadamente. Vuestra intención debe ser muy clara cuando
experimentéis con estas cosas y se os abrirá una nueva vía para
viajar.
Sugerimos a las parejas que vayan a hacer el amor que tengan una
intención en torno a su actividad sexual. Esto no le quita la
espontaneidad. No significa que tengáis que organizaros, estructurar
un planeamiento y fijar de antemano la cita y pasar por diversas
etapas antes de juntaros. Cuando desarrolláis una intimidad, la
actividad sexual no sólo ocurre cuando las hormonas se mueven. La
expresión sexual sucede continuamente.
Cuando vayáis al mercado
podréis hablar de vuestra sexualidad. No hace falta encerrar esta
experiencia en el dormitorio o en la ocasión en que tomáis una copa
o en ciertas cajitas de actuaciones. Estaréis impregnados de esta
energía. Forma parte de lo que os hará entender vuestra divinidad.
¡Esto es esencial!
No podréis comprender lo que significa ser un dios o una diosa sin
la experiencia sexual, por lo menos no completamente. Esto es así
porque sois humanos y es parte de cómo fueron diseñados vuestros
cuerpos. Todas las criaturas de este planeta tienen alguna manera
de expresión sexual —un método de excitarse y de reproducirse—.
Vosotros no podéis comprender cómo dos moscas cuyas antenas se
tocan, se excitan mutuamente. Las criaturas de la Tierra —plantas y
animales— se estimulan a la vez y se disparan a estados elevados de
actividad sin reproducirse.
Mantened esta imagen. Es necesario para vosotros que comprendáis
vuestra sexualidad y que no la temáis.
No eliminéis la sexualidad de vuestra vida porque tengáis miedo a
la propia fuerza vital que hay en vosotros.
Si os juntáis en parejas será más fácil hablar de y descubrir
libremente la sexualidad. Llegará un momento en que os sentiréis muy
cómodos con el tema. Nadie cuestionará el punto de vista moral
porque no podréis atender este tipo de enseñanza si no entendéis de
qué va la cosa.
Estamos hablando de sexo espiritual.
Os esperan muchas cosas en el terreno sexual. Por una parte, debéis
manteneros abiertos en esta materia, a la vez que revisáis vuestras
creencias actuales en torno al tema del sexo. Asimismo, debéis
explorar todas las limitaciones que creáis tener. La sexualidad se
os presenta como un derecho de nacimiento y es vuestra herencia como
humanos. Se trata de un regalo de los dioses.
Ejercicio energético
Respira hondo y relájate. Imagínate cómo una luz llena de partículas
inunda tus pulmones y se mueve por todo tu cuerpo. Encuentra este
lugar dentro de ti donde estás afinado con tu atención y localiza
esta parte tuya que observa quién eres. Ahora, viaja con la energía,
que absorbes mediante tu respiración, al interior de tu cuerpo
hasta un nivel subatómico. Llena este espacio de luz.
Simultáneamente siente la energía que te rodea mientras estas
sentado muy quieto concentrándote en tus ideales. Visualiza doce
chakras que florecen con color y luz, girando dentro y fuera de tu
cuerpo. Siente la energía que fluye entre tus chakras y centra tu
atención para abrir los códigos sexuales, los misterios y secretos
almacenados dentro de tu Ser. La cualidad transformadora del oro te
ayudará.
Escucha atentamente para poder discernir cualquier sonido que
resuene en tu cuerpo. Sigue a estos sonidos y visualízate tumbado
encima de una mesa hecha de oro de veinticuatro quilates. Quédate
con la imagen que aparece, sea la que sea. Observa la mesa y fíjate
en todos los detalles.
Siente tu cuerpo tumbado ahí, encima de la
mesa dorada, absorbiendo el calor del oro. El oro es un conductor
principal. Imagina cómo la mesa dorada transmite códigos de
impulsos eléctricos a cada célula de tu cuerpo. Estás en paz con
todo mientras estás ahí, tumbado en esta mesa.
Tus guías y tu Yo
Superior están ahí, a tu alrededor, supervisando y vigilándote.
Estás muy relajado, en un lugar que hay dentro de tu cuerpo, donde
hay un espacio muy profundo. Estando en este espacio y tumbado en la
mesa dorada, puedes sentir la luz dorada y ver las pulsaciones
eléctricas cómo se mueven a través de un espacio bien iluminado en
tu cuerpo.
Las cuatro esquinas de la mesa, que tiene una forma rectangular,
sirven de puntos de anclaje y a través de las cuales entra la
energía. Mantén tu atención en esta conciencia subatómica y vive la
transferencia de energía eléctrica al nivel subatómico. Es como si
se moviesen de planeta a planeta. Estas son las sacudidas
eléctricas que se mueven entre los átomos. Sientes calor y hay un
sonido que te estimula y te mantiene en un estado de ensoñación.
Te
cautiva la visión de este espacio dentro de tu cuerpo y es como si
estuvieras observando una tormenta eléctrica sobre una gran
campiña.
La luz y el resplandor de la energía eléctrica recargan las
partículas más pequeñas de tu cuerpo y, de este modo, recobran vida
y recuerdan su identidad, haciéndote saber que tienen su propia
conciencia. Siente cómo te mueves a través de tu cuerpo, saludando a
los átomos que están despertando.
Siente cómo tu cuerpo ordena a tu
disponibilidad, tu inteligencia y tu deseo que trabajen en
colaboración con cualquier dirección que tú propones. Date cuenta de
lo ilusionado que estás con este descubrimiento de las infinitas
posibilidades que se presentan. Relájate aun más y ten confianza,
entrégate al proceso que te está reorganizando, ofreciendo un mayor
significado y propósito a tu ser sexual y sensual.
Deslízate sobre
un mullido cojín de memorias, visualízate valorado y observa cómo se
refleja tu valor y tu apreciación de los demás. En este momento de
entrega, visualiza aquello que traerá un nuevo significado a tu vida
y que contribuirá algo al planeta, moviendo a mucha gente.
Siente la
continua y suave estimulación eléctrica y cuando te vayas a dormir
esta noche, sueña que estas de nuevo sobre la mesa dorada viajando
a la visión transformadora del valor sexual.
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