por
Claudia Inés Hernández
Tel Aviv
2006
Sobre la autora
Claudia Inés Hernández, nació en Rosario,
provincia de Santa Fe, Argentina, en 1959.
Casada con Luis, tiene tres hijos, Leandro, Sebastián e Ignacio
(Ohad), y dos nietas Nicole y Candela.
Se recibió de maestra especializada en educación primaria en
Argentina. Se desempeñó como maestra, especializándose luego en el
área de lengua, para el tercer ciclo de la educación general básica.
Emigró a Israel en septiembre del 2001. Hoy reside en Tel Aviv,
Israel, trabaja como Baby sitter y es voluntaria en el Jardín de
Infantes de "La Escuelita", Escuela para hijos de Inmigrantes
Latinoamericanos.
Sus investigaciones por Internet han sido realizadas a través de
buscadores, diccionarios médicos, páginas médicas y en especial en
la página del Doctor José Larena Avellaneda Mesa y su libro de
visitas.
Su capacidad de investigación, así como su entereza al enfrentar su
enfermedad la hacen merecedora de futuros reconocimientos en los
medios de difusión.
El Editor |
Las Palmas de Gran Canaria, España
A mi familia y al Dr. Larena
PRÓLOGO
Con la historia de mi enfermedad en mis manos, termina un largo
camino en busca de la verdad de tantos años de sufrimiento. Fueron
dieciocho años en los cuales aceptaba todo lo que me decían los
médicos con tal de sentirme bien, sana, sin miedos, ni dolor.
Años
de no hacerme entender, pues la incomprensión me llevó a pensar que
podía padecer una dolencia que solamente yo sentía, y no era visible
ante ningún estudio específico, lo que desencadenó a través de
tantos años en un diagnóstico psiquiátrico Trauma del pánico (Panic
Desorder). Mi mente cansada de querer explicar lo inentendible por
los médicos, podía llamarlo de una sola manera ¡LOCURA!
DCM (Disfunción Cráneo-mandibular), es el nombre científico de lo
que padecía, por eso la importancia de esa sigla, de esas palabras,
de esa ciudad borrosa a la cual llegué mal, y donde terminó mi
camino de lucha, y donde encontré la verdad. Para muchos médicos,
como también para mí, una enfermedad tal vez desconocida, no
destacada, pero el tiempo me demostraría, lo valioso que es buscar e
indagar hasta en lo más sencillo e irrelevante de cualquier
enfermedad, para no padecer años y años de incomprensión y de dudas.
Busco con mi historia una toma de conciencia, por parte de los
pacientes y médicos. Estos últimos no pueden quedarse en el tiempo,
deben seguir buscando, estudiando, no tienen la verdad absoluta, y
para los pacientes, que entiendan, que preguntar más allá, no
significa faltar el respeto, o creer que sabemos más, porque
finalmente la relación médico-paciente es un intercambio donde tanto
uno como el otro deben lograr sentirse satisfechos de la tarea
cumplida, pero todos tenemos el derecho de DUDAR, CREER, PREGUNTAR,
y llegar a la verdad.
Tomar conciencia que si una enfermedad no es
visible, no puede ser tomada solamente desde la perspectiva de la psiquiátría. Quizás aún no se halla descubierto otro medio para
diagnosticar rápidamente esto, pero al encontrarlo yo tan fácilmente
después de dieciocho años, la pregunta que me queda es:¿ porque
ellos que han estudiado para curar no dieron con la solución…?
Tal vez, y este es un juicio personal, muy personal. ¿Por qué los
encargados de curarnos a nosotros los enfermos no quieren, o no
tienen tiempo? Más rápido es diagnosticar algo psiquiátrico, ¿a lo
mejor se quedaron estancados en la historia de sus aprendizajes, sin
continuar avanzando en ellos?, sin pensar que los que vamos a la
consulta somos enfermos reales, con sentimientos y dolores, y nos
colocamos en sus manos, pues también psicológicamente estamos
preparados y enseñados a creer en ellos.
En mi libro no quiero hacer hincapié en ningún medico en especial de
los tantos que visité en aquellos dieciocho años, muchos me ayudaron,
otros no me escucharon y no me comprendieron, no faltaron los que me
miraron con cara ¡de pobrecita está LOCA! Fueron muchos, de todo
tipo y especialidad. A ellos y a las personas que aún sufren sin
tener respuesta a su padecimiento, quiero decirles, que si saben
escuchar y piden ser escuchados, no será tanto el tiempo para
encontrar la VERDAD, YO estoy curada, sin ningún síntoma y no tomo
medicamentos, puedo DISFRUTAR DE UNA VIDA SANA, EN PAZ, FÍSICA Y
PSICOLÓGICAMENTE.
Finalmente la Disfunción Cráneo-mandibular que padecí, no era
INVENTADA, ni LOCURA, era sólo una enfermedad que producía en mi
grandes desequilibrios en el sistema nervioso, y por consiguiente en
todo mi cuerpo.
Hoy descubro y entiendo que a partir de mi lucha y mi constancia por
encontrar la VERDAD de mis llantos, dolores, e incomprensiones,
aquella Claudia que no hallaba el camino, logró encontrarlo Después
de Caminar Mucho, deambulando de médico en médico, encontré el
camino y me dio ganas de VIVIR, DISFRUTAR, REÍR Y de AYUDAR en
especial a LOS QUE SUFREN, SIN SABER POR QUE.
A través de Internet se me abrieron las puertas de MI VERDADERA
ENFERMEDAD (DCM - Compromiso Articular), Internet, me llevó a
conocer al Dr. José Larena Avellaneda Mesa (http://www.step.es/~jlarena/),
me llevó a conocer a un MÉDICO con todo el valor que esa palabra
conlleva, un hombre que ama lo que hace, que sabe escuchar, que se
dedica a CURAR y AYUDAR a los que sufren, de quien aprendí mucho, y
a quien le dedico este libro con todo mi agradecimiento por el honor
de haberlo conocido.
No puedo olvidarme y sería injusta de mi parte, si no se lo dedicara
también a mis hijos, Leandro, Sebastián e Ignacio, a quienes amo
profundamente, a Luis, ellos que a pesar de todo estuvieron conmigo,
tal vez sin entender, sufrieron junto a mi en esos años de lucha, a
mi familia, amigos, y médicos que también pensaban como poder
ayudarme.
GRACIAS
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Inicio del camino
Un día gris, muy gris en mi casa,hace más de
dieciocho años, comienza mi sufrir de ALGO que por mucho tiempo no
tendría nombre, ALGO que cambiaría mi vida, en todos los sentidos,
aunque hoy puedo entender que siempre lo padecí, escondido dentro de
mi cuerpo, pero aquel día sólo se presentó fuera, como una crisis de
vértigo .
La crisis que experimenté aquella mañana, fue una sensación
terrible, un mareo gigantesco, como si estuviera sentada en una
calesita que giraba a gran velocidad y no paraba, no se detenía,
duró tal vez unos minutos, para mi fue una eternidad.
Aún no puedo explicar en palabras exactas lo que sentí, eso que
salió de mi cuerpo y se hacía visible por primera vez. Como el cielo
gris de aquel día, así sería por años mi sufrir, gris, triste,
desolador. Comenzaría así mi camino, deambulando de médico en médico
para logar una mejor calidad de vida, de salud y de comprensión, que
creía merecer, pero tardaría años en lograrlo.
Los primeros médicos que visité lo tomaron como ALGO, pasajero, me
medicaron con pastillas para mareos y nauseas, tal vez podía ser
ALGO en las cervicales... diagnósticos que sólo mostraban un caso
más de una enfermedad temporaria, un mal movimiento, ALGO.
Esas horribles sensaciones continuaron a pesar de la medicación,
siguieron caídas, la pérdida del equilibrio, sensaciones horribles,
me levantaba mareada, tenía nauseas, mis despertares no fueron los
mismos, mis días no fueron los mismos, entre inestabilidad, mareos y
por consiguiente miedo, desolación y sufrir lo inexplicable.
Recuerdo una caída que me quedo marcada, porque en esa caída sufrí
lo que también sufriría después, la soledad, la inseguridad y el
desconocimiento, esa fue la caída al abismo de una mente que quería
y gritaba que se le diera más que la palabra ALGO, que me dieran una
razón por sentirme tan mal. La caída ocurrió a las ocho de la mañana
en la fila de la boletería del tren, yo viajaba a la capital, a la
casa de una tía, había dejado a mis dos hijos en el jardín de
infantes, cuando me di cuenta que otra vez mi cuerpo, no podía
controlar mi sensación de inestabilidad, le dije a la señora de
adelante que me agarrara, no me escuchó, creo, y me caí, y volví a
estar sentada en esa calesita gigante que giraba a mucha velocidad y
no paraba, cuando la horrible sensación se detuvo, vi caras que
miraban sin entender que me había pasado.
Me sentaron en un banco de
la estación, me preguntaron si estaba bien, y me dijeron:¡Claudia,
nos vamos, llega el tren, perdona… debemos ir a trabajar! Me quedé
sentada en el banco un tiempo indefinido, me sentía mal, agotada,
débil, pensaba que lejos quedaba todo, mi casa, el hospital, el
jardín. Que lejos estaban todos y yo ahí sola, más sola que nunca.
Despacio comencé a caminar a casa, estaba como ida, desolada…así
llegué. Le pedí a una vecina que buscara a mis hijos en el jardín y
me acosté a descansar.
Pensé ir al médico, pero estaba lejos y sola
no me atrevía, así que tomé la medicación para los mareos y esperé
hasta el otro día para ir. Creo que no supe explicarle lo que me
había sucedido, me quedaba otra vez sin palabras para decirle lo
real que era mi crisis, otra vez padecer ALGO, ALGO, y así continué,
ese ALGO, me producía estar muy mal, pero no había otra explicación.
En el verano viajé a mi pueblo, no me sentía bien, visité a los
médicos conocidos de la familia, quienes me hicieron varios estudios
y me diagnosticaron un desnivel en el líquido de los oídos, me
dieron una luz, pusieron una palabra que suplía ALGO, tal vez podía
padecer el SÍNDROME DE MENIERE (enfermedad del oído interno causada
por un aumento de la presión del líquido contenido en el laberinto).
Sus síntomas se asemejaban a los míos, vértigo, ruidos en el oído.
Por fin había encontrado lo que podía suplantar a ese bendito ALGO.
Cuando volví a mi casa con el diagnóstico en la mano, tuve la
posibilidad de hablar con mi médico, me indicó que continuara con el
remedio para los mareos, y un medicamento que me acompañaría por
años, creo por todos los años FOLCODAL 75 (vaso dilatador cerebral)
que un día yo sin entender, le contesté al farmacéutico; los médicos
me lo recetaron, ante su pregunta: ¿porqué tomaba ese remedio para
gente mayor, si sólo tenía veintisiete años?
Luego de la medicación continuaron una serie interminable de
estudios, algunos sencillos, otros desagradables, dolorosos, pero yo
estaba para eso, porque a través de ellos podría entender porque me
sentía tan mal, tan mal. Me sentía mal a pesar de los remedios, no
mejoraba mi inestabilidad, tal vez disminuía, pero no terminaba,
estaban cada día más interiorizados en mi cuerpo, en mi sentir y
sufrir.
Con los estudios y sus resultados también comenzaron mis visitas a
diferentes médicos y especialistas, algunos trataron de ayudarme, de
apoyarme, pero no sabían cómo. Otros ni se preocuparon, como ese
especialista de oído que fui con una carta de mi médico clínico,
donde el había escrito lo que estaba padeciendo, sin leer la carta,
hizo un bollo y la tiró a la papelera, por lo menos me escuchó y me
dijo que siguiera con lo mismo. “Que MENIERE no tenía cura”. Cuando
se lo conté a mi médico no lo podía creer. Ni yo, que me sentí tan
mal, tan poca cosa ante este hecho, que marcó en parte mi lucha y mi
camino a la verdad.
Todo continuó igual, con mi cuerpo cada día buscando defensas para
poder estabilizarme, tiempos mejores, tiempos peores, tiempos de
alegría, tiempos de soledad y tristeza, con nuevas caídas, con
inestabilidad, miedo, desorientación, que me llevaron a estar para
los médicos deprimida, a lo cual agregaron a los dos vasos
dilatadores diarios y al de los mareos, un antidepresivo, otro más a
los muchos que tomaría.
Y otra vez el abismo, cuando fui a la consulta de otro médico del
oído que me dijo que mi estado, mi sufrir, NO ERA MENIERE, pues para
ser MENIERE, tenía que padecer sordera cosa que no sucedía en mi
caso personal. De nuevo la incomprensión y la pregunta. ¿doctor que
padezco ? y la respuesta fue ALGO, al que le puso de nombre SÍNDROME
VERTIGINOSO, un conjunto de síntomas, o sea estaba enferma tenía
ALGO, síntomas que me hacían sentir así de mal, otra vez lo mismo,
otra vez volver al principio, otra vez ALGO, que no tenía
explicación, sólo yo tenía que encontrar las palabras para explicar
de nuevo mi sentir y sufrir a nuevos médicos, porque mis síntomas,
mis caídas, mi inestabilidad, no cesaban, seguían en mi como el
primer día .
De aquel tiempo me quedó la frase que me acompañaría por años:
"SU CUERPO ESTA EN PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE
ENFERMEDAD”!
Pero yo seguía sintiéndome mal...
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Tiempos
Desde que comenzó todo, hasta quince años después,
mi vida la puedo dividir en tiempos buenos y malos. Pues esta forma
me permite dividir mis tiempos según mi sentir. Hoy que ya puedo
reír y disfrutar las cosas desde otra perspectiva, quiero recordar
lo bueno y lo malo, aunque lo malo, dejaría huellas que tardarían en
cerrarse, me sirven para hacer un balance entre mi incomprensión y
mi alegría.
Los tiempos buenos fueron a mi entender pocos, pero transcurrieron
en períodos largos, y a pesar que nunca dejé de sentirme inestable,
con naúseas y con todo mi cúmulo de sensaciones extrañas, fueron
tiempos de tranquilidad emocional.
El más importante, fue el nacimiento de mi tercer hijo, al que
llamaría Ignacio; el comenzó a crecer en mi vientre en medio de
interminables y sufridos estudios médicos. Lo que provoco en mi
tener mucho miedo durante esos nueve meses; esos meses fueron de
gran incertidumbre, pues tal vez, esos estudios podrían haber
afectado en parte su desarrollo.
Pero no fue así, gracias a Dios, Ignacio nació bien, hermoso,
fuerte, sano y todos los adjetivos que se puedan dar. Yo ya tenía
dos hijos Leandro (9) y Sebastián (8), los tres llenaron muchos
momentos de aquellos años, no sólo porque los amaba y por la alegría
profunda de verlos crecer, sino porque los tres serían un bálsamo a
mi sufrir, en una palabra, cubrirían muchos tiempos de dolor y
soledad en mi salud.
En esos años construimos con mi esposo Luís nuestra casa, la casa
propia, la que habíamos logrado con tanto esfuerzo, y donde
encontré al mudarme, tiempos de satisfacción y seguridad, en la
calidez de sus paredes, en el verde de su parque, en el calor de su
hogar. Mi enfermedad permanecía en mi cuerpo, pero sentía más vigor
para seguir buscando mi curación.
Otro logro en ese tiempo, fue haberme recibido de maestra, carrera
que siempre me había apasionado. Trabajar como maestra, ayudó mucho
a mi sufrimiento, ya que desde ese lugar, podía ayudar a otros, y de
alguna manera ser ayudada a estar contenida a pesar de mis síntomas.
Seguía buscando mi verdad, como en el aprendizaje que se busca el
saber. Ese tiempo lo recuerdo con gran satisfacción, a pesar que
para lograr cada día ir a trabajar, debía crear nuevas defensas para
estabilizarme, ya que el trabajo alegraba mis días.
Por último, un tiempo importante, que luego me llevaría sin querer a
mi verdad y curación, fue mi ALIA, mi radicación en Israel, este
país nos ofrecía la esperanza de una nueva vida. Se realizó luego de
decisiones muy profundas, de sentimientos encontrados, no fue fácil
irnos de nuestra querida Argentina, pero era un desafió que
deseábamos afrontar todos juntos, con la esperanza de nuevos aires a
nuestra lucha familiar, en lo económico y en calidad de vida.
Israel, con el pasar del tiempo, me demostraría que es un lugar
donde el cúmulo de creencias, producen una energía muy positiva,
ISRAEL ES LA FUERZA DE LA FE, y esa FE, sería luego la que me
mostraría el camino.
Los tiempos malos, no duraban mucho, pero fueron tantos, que al
juntarlos se acumularon años de dolor y soledad.
Crisis, caídas, internaciones, alternativas para defenderme de mi
inestabilidad, médicos, estudios, más y más...
Cada crisis, cada nueva caída era un nuevo tiempo de miedos,
soledad, angustia, sentirme realmente física y psíquicamente
destruida.
Cada internación, cada médico, cada examen nuevo, era un tiempo de
dolor, de incomprensión, pero también de esperanza, de tener la
posibilidad de tener ALGO que los médicos vieran y puedan darme una
respuesta a ese ALGO que no tenía explicación y no se veía, que no
conformaba a nadie y menos a mi..
Mi cuerpo en ese tiempo, creó defensas concientes y no, para
mantenerme en pie, las náuseas matinales me acompañaron todo el
tiempo, pensaban en un embarazo, pero eran nauseas provocadas por el
desequilibrio de cambiar de posición al levantarme, de allí, miles
de cosas más haría para logar que cada día trascurriera lo mejor
posible, pero siempre con el miedo a que en cualquier momento podía
aparecer otra crisis.
Puedo resumir en ejemplos esos tiempos malos, ellos marcaron mi
memoria y los recuerdos con bronca y desesperación. Era terrible no
ser entendida, el desinterés de algunos médicos, que finalmente
culminaron con el diagnóstico que podía haber ALGO, y ese ALGO,
podía ser producido por mi mente, por lógica ALGO psicológico que no
se veía, pero estaba ahí.
Un ejemplo claro de esos tiempos malos, fue poder justificar muchos
días de licencia por enfermedad en mi trabajo, esa justificación
estaba en mano de un médico que estudio mi caso y debía firmar la
orden para que yo pudiera cobrar mi salario, de ese médico, sólo
recuerdo su mal trato hacia mi, sus gritos y lo que dijo al ir a
buscar la respuesta:
"COMO SE LE OCURRE A UD, QUE YO JUSTIFIQUE ESOS
DÍAS, SI EL
SÍNDROME VERTIGINOSO, NO ES UNA ENFERMEDAD, POR FAVOR ¡YA MISMO SE
REINTEGRA AL TRABAJO!
Me fui de ahí sin poder defenderme de esos gritos, no supe que
decir, sólo pude entender en esa respuesta grosera y desubicada que
no tenía la menor idea que es un enfermo y el respeto por éste, que
el diagnóstico que me acompañó por años, Síndrome Vertiginoso, no
era una enfermedad ... Desolada, voy directamente al médico laboral
que me correspondía, con bronca, llanto y desesperación, le
pregunté:
"DÍGAME DOCTOR, SI NO ME JUSTIFICAN LOS
DÍAS, NO ME IMPORTA, NO ES
PLATA LO QUE QUIERO, LO QUE SI, INTENTO SABER QUE TENGO Y QUE DEBO
HACER PARA QUE ENTIENDAN QUE ME SIENTO MAL, ¿QUE QUIEREN?, QUE ME
CORTE UN BRAZO Y SE VEA SANGRE O ME QUIEBRE UNA PIERNA, QUE TENGO
QUE HACER, PARA QUE ENTIENDAN QUE ME SIENTO MAL”
A lo cual no tuve respuesta, no se si cobré los días de enfermedad,
sólo recuerdo que continuaba, terriblemente desorientada, mal,
mareada, pero a pesar de todo, tomé fuerza no se de donde, y empecé
de nuevo a trabajar, llena de miedos, de dolor, cuidando cada cosa
para que una nueva crisis, una nueva caída no ocurriera.
Otro tiempo, que en un primer momento lo tomé como una esperanza,
pero hoy lo recuerdo como otro tiempo malo, otro tiempo de aceptar
cualquier cosa con tal de sentirme bien, fue cuando mi querido
médico clínico Pablo, con el cual pasé gran parte de mi enfermedad,que siempre me escuchó y ayudó en la búsqueda de mi verdad, me miró
un día y ante mi llanto y desolación de no encontrar respuesta a
nuevos estudios, me dijo:- con respeto, pero también con pena en
sus ojos,
“Claudia creo que podríamos ver la posibilidad de visitar
a un psiquiatra...”
Yo que obedecía en todo, salí de ahí y busqué un
psiquiatra, con el cual comencé una terapia de casi dos años hasta
mi viaje a Israel, el psiquiatra me diagnóstico DESORDEN PÁNICO, y
sobre esa base se limitaba mi terapia en busca de estar estable,
sana, sin nauseas, sin desequilibrio, sin caídas. La terapia sólo
agregó más remedios a mi estado, no me daba las respuestas buscadas,
sólo las justificaba, pero a pesar de todo seguía yendo.
A pesar de la terapia en mi mente seguía la frase: SU CUERPO ESTA EN
PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE ENFERMEDAD.
Pero continuaba sintiéndome mal...
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Sentimientos
Mis sentimientos, i enfermedad durante tantos años,
marcaron día a día mis estados de ánimo y mi sentir. Trataré en esta
lista poner muchos de aquellos sentimientos que sin tener un lugar
especial, fueron vividos intensamente por mí.
-
DESESPERACIÓN
-
DOLOR
-
TRISTEZA
-
MIEDO
-
SOLEDAD
-
AMOR
-
ALEGRÍA
-
CULPABILIDAD
-
BRONCA
-
RENCOR
-
CARIÑO
-
DESORIENTACIÓN.
¡INCOMPRENSIÓN!
Con el palpitar de estos sentimientos y sobre todo con el de la
incomprensión, mi mente llegó a pedir, rogar que entre los tantos
estudios y exámenes a los que me sometieron, tuviera, quizás, un
tumor, o una infección visible, para ser entendida, que no me
hiciera sentir una mentirosa.
-
Cómo no entender el cansancio de justificar mi malestar físico!
-
¿Hasta dónde había llegado mi mente? ¿Cuántos sentimientos
acumulados, cuanto llanto, cuanta desolación?
-
¿Qué era en si DESORDEN PÁNICO? ¿qué sentimientos había en mi que
provocaron esta perturbación, esta angustia, este desorden, este
desborde solitario y que los descargaba en crisis de inestabilidad y
pánico?
Los síntomas descriptos por mi concordaban, según el psiquiatra, con
este desorden pánico, pero que no cesaban a pesar de la terapia y la
medicación.
La medicación fue en gran parte contenedora de mis sentimientos,
casi todos ellos servían para eso, para sujetar mis sentimientos,
pues no había aún nada físico en mi, o sea mis sentimientos fueron
medicados.
-
El dolor, con analgésicos.
-
El miedo y la angustia, con tranquilizantes.
-
El desorden, con vasos dilatadores.
-
La depresión, con antidepresivos.
Llegué a tomar diez por día. Pero éste no era el verdadero camino,
aun tenía que caminar años de enigmas, pues a pesar de tantos
remedios, quedaban dentro de mi los mismos síntomas de siempre-
inestabilidad, náuseas, mareos, zumbidos en los oídos, estaban ahí
dormidos, pero no cesaba el miedo a una nueva crisis, a una nueva
caída, porque ahora entiendo que la medicación sólo producía en mi
un medio para estar mejor, eran algo que llegó a engañarme y yo a
creer que así podía continuar viva.
También ese engaño ayudo a seguir con la frase en mi mente:
SU CUERPO ESTA EN PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE
ENFERMEDAD.
Pero no mejoraba, me sentía mal...
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Última crisis
Nuestra radicación en Israel fue en septiembre del
2001 para poder viajar, hicimos varios trámites, entre ellos la
historia médica de cada uno de los integrantes de la familia.
Mi historia clínica, escrita por mi médico de Argentina explicaba lo
siguiente.
-
ENFERMEDAD ACTUAL: Síndrome vertiginoso asociado a trastornos de la ansiedad (pánico).
- MEDICACIÓN:
-
Remeron
-
Folcodal 75
-
Modurotic
-
Rivotril
-
Alplax
(todos estaban
explicados con las drogas correspondientes que son universales y los
miligramos que tomada diariamente):
- DIAGNOSTICO (confirmado o presuntivo):
-
Síndrome vertiginoso asociado a trastornos de la ansiedad.
-
Estudios tomográficos y audiométricos. NORMALES.
-
Estudio del flujo carótido NORMAL.
Con esta hoja que resumía mi estado de salud de casi quince años, me
presenté en Israel en la obra social por nosotros elegida. Allí
comencé a ser atendida por una médica clínica y una psiquiatra, la
cual leyó con ayuda de una traductora la hoja de vida de mi salud y
empecé a ser medicada de la misma forma que en Argentina.
En Israel, el idioma es el hebreo, lo comencé a estudiar apenas
llegué, pero para comunicarme con las doctoras necesitaba en un
primer momento una traductora, ella lo hacía con muy buena voluntad
y cariño, pero creo que nunca pudo transmitir la verdad del sentir
emocional y físico que padecía.
La falta de comunicación, sería en mis primeros años en Israel y
hasta hoy, algo que empeoraría mi INCOMPRENSION ¡!!
Pero es lo que
había y yo siempre obedecía. Con la psiquiatra no hice terapia por
el idioma, pero iba a la visita mensualmente por la medicación, y a
través de la traductora al principio y luego sola como podía,
explicar mi estado de salud.
El 24 de mayo del 2003, cumplí las bodas de plata. Con mi esposo,
pasamos el día en el Mar Muerto. A partir de ese día mi salud, mi
estabilidad comenzaba sin explicación a tener una recaída, visité a
mi médica y a un médico del oído, pero no encontraron nada anormal,
y el día veintisiete de mayo, nuevamente el abismo, una nueva crisis
y una nueva caída en mi trabajo.
Mis dos hijos mayores me llevaron de urgencia al médico del oído,
que sin entender porque no podía mantenerme en pie, me derivo al
hospital, fui atendida en la guardia e internada ante mi intensa
crisis de desequilibrio en la sección de neurología, pensaban que
tenía ALGO, en la cabeza, un tumor, ALGO. Me realizaron una
tomografía computada, de la que no sabría el resultado, hasta varios
días después.
Esa internación, esos días en el hospital, fueron los días más
terribles de todos los años de mi enfermedad. Tuve que afrontar la
falta de idioma, por lo tanto no ser entendida, no sabían porque me
caía, y yo no sabía cómo explicar esos quince años de ALGO que sólo
tenía interpretación psíquica.
No quisieron ponerme alguien que me
ayudara con el idioma, llamé a la señora que me traducía en la
clínica, ella se comunicó con el hospital y me contó que estaban
haciendo todo por mi, no entendí ¿que?, nadie venía a verme, los
médicos me miraban con cara de qué tendrá ..., eso me produjo más
desolación, confusión, MAS INCOMPRENSIÓN. TODO EMPEORABA.
Prefiero no comentar en detalles los terribles días que pasé en el
hospital, porque me hace mal, me duelen mucho, me dan mucha bronca e
impotencia. Lo que si puedo decir, que no sé de dónde saqué fuerzas
para caminar sin caerme, agarrada a una silla de ruedas, recorrí
sola el hospital en busca de alguien que me ayudara con el idioma y
poder entender a los médicos, me tenían tirada en la cama sola y sin
explicaciones. Finalmente una empleada amable, hija de españoles, me
ofreció su ayuda con el idioma ante mi pedido desesperado. Sólo se
que los demás, los que tal vez me pudieron ayudar me dejaron sola,
pero esta señora se compadeció de mi y fue a la habitación con los
médicos y me tradujo lo que transcribiré textualmente:
"Los médicos me dicen que en la tomografía, no sale más que un punto
blanco, no saben si es un punto en tu cabeza o el tomógrafo funciona
mal (textuales palabras). Si lo deseas te podes quedar internada
unos días más y te van a hacer una resonancia magnética, que puede
llevar días, pero si te vas con el alta médica, ese estudio llevará
mucho más tiempo, porque los médicos piensan que podes tener ALGO en
la cabeza, pero en este momento no tienen respuesta".
Les solicité el alta médica, deseaba huir de ese lugar, no me
importaba cuanto tardaría el estudio, no quería pasar una hora más
en el hospital, donde veía caras de médicos desamorados, insensibles
ante mi sufrir, ante mi inestabilidad y mi falta de respuestas
claras, la falta de idioma, por lógica, no ayudaban a entender que
tenía.
El día dos de junio por la tarde fui dada de alta, con una carta que
me acompañaría por muchos médicos más, Trauma del Pánico (Panic
Desorder), el diagnóstico, y la orden para una resonancia magnética.
Salí con millones de preguntas, sin respuestas …
Llegué a mi doctora quien trascribió la carta en su computadora (en
Israel, no existen carpetas médicas como en Argentina, está la
computadora que guarda tu historia que a mi humilde entender enfría
la relación médico -paciente, sólo la psiquiatra tenía carpetas de
sus pacientes, las guardaba bajo llave, eran secreto profesional,
¿pero hasta dónde era secreto, si yo para hablar con ella necesitaba
traductora ?).
Mi doctora y también la psiquiatra encasillaron mi
sufrir con las palabras PÁNICO DESORDEN, la que venían del hospital,
donde se entiende hay médicos especializados, diagnóstico que no me
conformaba por el estado deplorable en el que me encontraba, física
y psíquicamente.
Pero en mi mente seguía de alguna manera con la
frase de siempre:
SU CUERPO ESTA EN PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE
ENFERMEDAD.
Pero continuaba sintiéndome muy, muy mal...
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Preguntas
El tiempo de mi vida enferma, estuvo cargado de...
...PREGUNTAS…...
No fue un día, una semana, un mes, un año, sino años de preguntas
con o sin respuestas aceptables, unas ayudaban a entenderme, otras
conformaban la situación del momento, otras muy académicas, otras
muy filosóficas. Pero hoy puedo decir sin culpa, que esas respuestas
sólo produjeron en mi más PREGUNTAS, pues sólo justificaban en parte
porque mi cuerpo no podía lograr una verdadera estabilidad física y
psíquica.
Todo ese cúmulo de preguntas y respuestas, creo... fue lo que
provocó en mi cuerpo, en mi sentir, en mi mente, una única
respuesta, estaba ¡LOCA!
-
¿Por qué esa palabra tremenda?
-
¿Tal vez por las preguntas sin
contestar que aún estaban en mí?
-
¿Cómo todos mis estudios daban
normal, si yo me
sentía mal?
-
¿Qué enfermedad padecía?
-
¿Mi mente inventaba mi sufrir?
-
De ser así ¿por qué mi mente producía esos
síntomas?
-
¿Sentía o inventaba?
A esas preguntas se sumaban otras que no podía responder ni
comprender:
-
¿Cómo tenía una familia a pesar de mi falta de salud?
-
¿Cómo crié a mis tres hermosos hijos?
-
¿Cómo pude estudiar y ejercer mi profesión de maestra?
-
¿Cómo pude ser mujer, amiga, hermana...?
-
¿Cómo pude vivir?
-
¿Cómo…?
Qué fuerzas dentro de mí hacían que a pesar de todo siguiera
adelante con mi verdad, a pesar de sentirme culpable por mi falta de
SALUD y mi LOCURA. A lo mejor mis fuerzas eran producto de esas
respuestas insatisfechas. Porque yo no... MENTÍA !
Porque deseaba profundamente estar bien a pesar de TODO Y TODOS!
¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? continuaron mucho más tiempo, después de mi
última crisis,
-
¿Pero qué me pasaba, ya que cada día estaba peor?
-
¿Por qué había llegado al estado de tener que caminar agarrada de
las paredes?
-
¿Mi voz se estaba yendo, ya no podía emitir más que
sonidos?
-
¿El dolor de cabeza, no cesaba, ni la compresión de
mi cara?
-
¿Mis ojos no se quedaban quietos?
-
¿Por qué las nauseas,
la inestabilidad, los mareos?
-
¿Por qué estaba débil, triste,
deprimida, nerviosa,
llorona, confusa, incomprendida?
-
¿Por qué me sentía tan terrible, a
pesar del
cargamento de medicamentos diarios?
-
¿Por qué no mejoraba?
-
¿Por qué
sólo volvía a recibir como respuesta la
palabra ALGO, por parte de los médicos?
-
¿Por qué?
En esa desesperación de preguntas sin respuestas, mi terror, mi
miedo hizo que fuera a la Iglesia a buscar una ayuda de otro tipo.
En aquella capillita, en esa capillita de la época bizantina me
arrodillé frente a DIOS, le recé y mirando a JESUS a los ojos, le
rogué y le pedí:
POR FAVOR DIOS AYÚDAME A ENCONTRAR EL CAMINO, SIENTO QUE ME ESTOY
MURIENDO POCO A POCO, TE LO PIDO CON TODA LA FUERZA DE MI FE!!!
Al salir de ahí, en mi mente continuaba la frase:
SU CUERPO ESTA EN PREFECTAS CONDICIONES NO HAY NADA QUE INDIQUE
ENFERMEDAD.
Pero ya no podía más...
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Internet
Una vez viendo una película dijeron una frase que
después sería para mí, la respuesta que estaba buscando.
"CUANDO LA MEDICINA NO TIENE RESPUESTAS, APARECE DIOS"
Que frase más justa para lo que vendría. Por fin, mi pedido, mi
ruego, mis rezos habían sido escuchados en aquella capillita.
La verdad de la frase llegaría tres días más tarde, a través de mi
correo electrónico, en una carta de mi querido tío Clarence, desde
Buenos Aires, donde me daba el nombre de una enfermedad que podía
ser lo que me estaba afectando. Ningún médico había sospechado de
esa enfermedad, llamada SÍNDROME DE COSTEN...
En un primer momento pensé, ¿otro síndrome? ¿Otro conjunto de
síntomas?, ¿Pero por qué no buscar que era?, ¿Por qué no? Todo era
posible ante el estado en el que me encontraba. Comencé a buscar por
Internet esa enfermedad, para saber qué era, y descubrí lo
siguiente:
SINDROME DE COSTEN, es el nombre de una enfermedad, que se le dio a
las investigaciones hechas por el otorrinolaringólogo, James Costen,
en 1934. En su investigación Costen hace una relación, entre un
conjunto de síntomas y los desórdenes funcionales en la Articulación
Tempero Mandibular (ATM), lo que producía en diferentes pacientes
sintomatologías leves o severas, entre las cuales encontré muchas de
las mías.
Entendiendo esto, continué buscando, páginas que me pudieran ampliar
este Síndrome y encontrar la punta de un gran iceberg, de un nuevo
desafió por lograr mi curación.
Entre las muchas páginas Web que hablaban del tema, encontré una en
especial, que no sólo hablaba del Síndrome de Costen, sino de otra
enfermedad que se asociaba a la de Costen, DCM (Disfunción
Cráneomandibular), escrita por el DR JOSE LARENA AVELLANEDA MESA,
Estomatólogo (médico-dentista, especializado en enfermedades de la
boca y los dientes), en DCM, desde Las Palmas de Gran Canaria, Islas
Canarias en España el escribía sobre su propia investigación.
El
había hecho estudios específicos sobre el tema, su página estaba
llena de palabras sencillas que cualquier persona, sin ser médico
podía entender, en ella explicaba, cada cosa, Qué era ATM; qué era DCM; qué síntomas producían en los enfermos que padecían esta
enfermedad con una claridad que me llevó a entender, que yo padecía
casi el ochenta por ciento de todos los síntomas descriptos por él
en su página Web.
También explicaba su origen, sus causas,
tratamiento, prevención y un apartado especial, al que el Dr.,
llamaba COMPROMISO ARTICULAR (Tema específico investigado por él,
conjuntamente con un grupo de médicos especializados en el tema),
que culminó por hacerme entender que eso que el doctor explicaba tan
sencillamente, podía ser lo padecido por mí en esos años.
¿Por qué no creer que podía ser eso?
¿Quién me podía decir que esto no tenía nada que ver conmigo, con mi
padecer, con mi interminable sufrir?
¿Por qué no tener una esperanza?
¿Por qué no?
Así que después de leerla, releerla, una y otra vez, encontraba en
cada renglón, en cada frase, en cada apartado, con gran sorpresa las
respuestas tan esperadas, sin querer ilusionarme demasiado, ese día
al encontrar la pagina Web del Dr. Larena, por primera vez, y
después de estudiarla profundamente, comenzaba a cambiar la frase
que tenía grabada en mi mente:
SU CUERPO PUEDE NO ESTAR EN PERFECTAS CONDICIONES…
PUEDE HABER ALGO QUE INDIQUE ENFERMEDAD
Y aunque estaba mal, surgía una esperanza...
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Pedido de auxilio
La página Web, del Dr. Larena, tenía además de todo
lo descripto, un apartado que él lo denominaba libro de visitas. En
él, todos las personas que quisieran podían escribirle, estaba para
eso, para escribir, sobre nuestras dudas, nuestras preguntas,
escribir...
Allí leí muchas cartas de personas desconocidas, que
padecían los mismos síntomas, en forma igual o parecida a los míos,
o sea no era la única, eso hizo que inmediatamente escribiera la
primera carta, pidiendo AUXILIO, una carta desesperada, o sea una
carta no literaria, sino de una persona en un estado de salud malo,
necesitada de respuestas y ayuda.
Primera carta de auxilio:
Nombre: Claudia Glassel.
Ciudad: Kiriat Gat –Israel
Edad: 44 años
Fecha: 12/06/03
“Estimado Dr., hace exactamente dieciocho años padezco una
enfermedad que tiene síntomas similares a los usted mencionados, me
han tratado por Meniere, tengo vértigos, mareos constantes, falta de
equilibrio, tengo una caída constante hacia el lado derecho,
problemas oculares, mi enfermedad es como que se duerme y se
despierta en forma muy alterada y fuerte, pero jamás dejé de estar
desequilibrada, esto me ha provocado pánico, del que me estoy
tratando.
Necesito, si no le es molestia poder ayudarme, o darme una
pista ya que los médicos no saben lo que es, me han realizado todo
tipo de estudios, los cuales dan bien, pero mi malestar físico y mi
falta de equilibrio no me permiten seguir así. Estimado Dr. sé que
le parecerá extraña mi consulta, pero ya no se que pensar, no es una
enfermedad que se vea, por lo tanto yo y sólo yo se lo que siento,
mi familia me acompaña pero aún tienen más dudas que yo, por eso le
agradecería que me conteste, aunque sea que esta nota llegó y si tal
vez mi enfermedad es la que me han mandado desde Argentina.
Desde ya
muy agradecida, con el respeto que me merece un cordial saludo
Claudia Glassel”.
Un día después, el 13/06/03, vuelvo a escribir en el libro de
visitas, otra carta casi similar a la anterior pero en ella agregaba
lo siguiente:
“Necesito con urgencia una respuesta a mi enfermedad, el Síndrome de
Costen, el cual estoy totalmente segura padezco, en estos años .
Jamás se me hubiera ocurrido que el problema que padezco es bucal,
no tengo ya dientes propios, sino prótesis en toda mi boca, y es tan
fuerte esto que siento que NECESITO DE SU AYUDA ¡!, QUE HAGO DR?,
para que en el menor tiempo posible comience a sentirme mejor.
Le
aseguro que jamás ningún otorrino, ni neurólogo, me dijo de este
síndrome y a mi no se me hubiera ocurrido ir a un médico dental. Tal
vez usted conozca a donde acudir acá en Israel, por lo que desde ya
y sin miedo a ser pesada, sino cansada de mi dolencia es que me
atrevo a preguntar y solicitar su ayuda, desde ya muchas gracias,
con todo mi corazón y la esperanza de mi pronta mejoría lo saludo
atentamente,
Claudia Inés Hernández de Glassel.”
El día 15/06/03, yo estaba en mi casa, recién me levantaba y al
abrir mi correo electrónico me encuentro ante mi sorpresa y mi
alegría la respuesta del Dr. Larena en la que me respondía lo
siguiente:
“Estimada Claudia Hernández:
Si es portadora de prótesis completas, superiores e inferiores, haga
el favor de quitárselas durante unos días, sin ponérselas PARA NADA,
y si padece un Costen, le desaparecerán totalmente los síntomas.
Hágalo y me escribe con los resultados.
Saludos
Dr. Jlarena.”
Que felicidad !!!, el Dr. me había contestado, me estaba dando una
punta, un camino, como siempre obediente sin esperar un segundo me
saque las prótesis (las que no usaría por meses), eso fue por la
mañana, a la noche conteste al Dr. no sólo por mi ansiedad, sino
porque estaba llena de luz, de ganas, no podía creer que me hubiera
contestado.
“Estimado Dr.:
Un millón de gracias, su respuesta llegó en el momento justo, ya que
no estaba nada bien, hice lo que me ha dicho en forma inmediata, ya
que poseo prótesis superiores e inferiores, en el transcurso del día
sólo he sentido mis oídos un poco descomprimidos, sólo eso, lo
tendré al tanto.
Deseo agradecerle con toda mi alma, agradecerle y saludarlo
atentamente, con el respeto que usted se merece.
Claudia Inés
Hernández de Glassel.”
Su respuesta a mis cartas de auxilio no se hizo esperar y llegó a mi
correo, su segunda respuesta en ella me daba ánimo y consejos con
palabras sencillas:
Estimada Claudia:
“Este tranquila y siga las instrucciones que le digo para saber con
relativa seguridad qué padece y procurar solucionarle su problema.
Por ahora no use las prótesis para NADA, ni para salir a la calle,
aliméntese a líquido y anote los síntomas que van desapareciendo y
los que van quedando. Dígame por que lado masticaba antes, si lo
sabe con seguridad y si siempre lo hizo por el mismo lado de
masticación.
Saludos
Dr. Jlarena.”
Estaba FELIZ !!!, por fin otra posibilidad de curarme, Dios me había
dado su ayuda. Mi mente no se por qué, ya pensaba:
QUE PODÍA TENER ALGO FÍSICO. UNA ENFERMEDAD REAL.
Comenzaban días de esperanza...
Nota del Editor: Todas las cartas escritas por mi al Dr. Larena se
encuentran en el Libro de Visitas de su página Web, lo que no así
sus respuestas, que al ser personales, las guardo, en un apartado de
mi correo electrónico, desde aquel día 15/06/03, y ya son más de
cuarenta.
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Búsqueda
A esas cartas de auxilio continuaron otras cartas de intercambio
entre el Dr. Larena y yo. Intercambio no sólo de preguntas y
respuestas, intercambio del ALGO, que yo buscaba por años,
COMPRENSIÓN.
La página Web que estaba escrita en español e inglés, me dio la
posibilidad de ir a ver a mi médica y pedirle una orden para un
dentista maxilo-facial, especializado en ATM .La doctora no muy
contenta, (opinión personal), me la dio, pero para ella mi
diagnóstico estaba ya cerrado en Trauma del Pánico (Panic
desorder).
Con esa carta llegue al dentista en compañía de una amiga que
hablaba hebreo, le trate de explicar, le entregué la carta de la
doctora de familia, la página del Dr. Larena en inglés y en cinco
minutos, y no miento, en cinco minutos me dijo lo siguiente:
“Usted padece una enfermedad crónica, qué se le va hacer, tome estos
analgésicos, este antibiótico por si hay infección y póngase paños
de agua caliente en cada lado de la cara “
Creo, no se, me parece que se despidió, y terminó la consulta, nada
más, salí de ahí, entendiendo menos de lo que sabía al entrar...
Para mi cada día que pasaba, estaba más convencida que lo que
hablaba el Dr. Larena en su página, no era descabellado, por eso
comencé en forma particular, ya que la obra social no cubría este
tipo de médicos a buscar un Estomatólogo, lo encontré en Tel Aviv,
era argentino, le hablé por teléfono, me dio la cita y me dijo que
la consulta costaba cien dólares.
Fui con mi amiga aunque el médico hablaba español, ya que mi estado
de estabilidad, seguía siendo malo. Llegué tarde unos minutos por
problemas con el tren, pero me atendió igual, eso si, descontando
del tiempo de mi consulta los minutos de retraso. Le expliqué a mi
humilde entender qué padecía, le mostré los escritos del Dr. Larena,
la carta de mi médica que siempre me acompañaba, y la radiografía
panorámica de mi boca que él me había solicitado.
Después de
moverme, apretarme la cabeza, mover mi mandíbula de un lado a otro,
y llegar a marearme, lo mire y le dije ¿qué tengo doctor?, no
olvidaré sus manos debajo de su barbilla y su cara de saber,
(opinión personal), aquella conclusión:
“Yo creo que usted primero debe ponerse las prótesis sino se le va a
deformar la boca, segundo tiene una gran compresión en la cabeza,
póngase paños de agua caliente en la frente, en la mejillas y en el
cuello cuatro veces al día y tercero vaya a su psiquiatra y dígale
de mi parte que le agregue VALIUM, eso la va a ayudar a
descomprimir, y vuelva en un mes, estudiaré su caso”
Tardó veinte minutos, porque como dije antes llegué tarde, me cobró
los cien dólares y salí de ahí, con un ataque de nervios, menos mal
que estaba con mi amiga, porque de la bronca y del mareo que me
había provocado moviéndome tanto la cabeza, hubiera llegado a otra
crisis de inestabilidad. El primer paso para él era OTRO REMEDIO.
¡No lo podía creer, llegué a mi casa y tiré a la basura TODOS, los
medicamentos que tenía y pensé en mi desolación, mejor morir sin
remedios!
Después de eso, triste y llorando le escribo al Dr. Larena y le
explico lo siguiente el 22/06/03:
“Estimado Dr. Larena:
Hoy he asistido a la consulta con el Estomatólogo en Tel Aviv... (Le
relato todo) y además escribo, otro día sin respuestas, estimado
Dr., no deseo molestarlo más, ¿pero puede ser que mis síntomas sean
por un estado psiquiátrico, que data de dieciocho años y de tensión
muscular?
Dr. ¿Qué tendrían que hacer los médicos de acá para darse
cuenta de que es la verdad?, mis preguntas son muchas, ya no
descarto nada, sólo se que desde que no uso las prótesis he mejorado
mucho mi estado anterior, aunque persiste en menos grado la
inestabilidad y los demás síntomas, y eso no sólo lo siento yo, sino
también mi familia y mis amigos y ya no tomo más medicamentos, se
terminaron, basta de drogas. ¿Por eso qué me aconseja?
Gracias,
Claudia.”
La respuesta llegó el día 24/06/03, en la que el Dr. contesta a mi
desesperación:
“Estimada Claudia:
Siento que no le crean, que mis colegas sigan con su “miopía” en
todo este asunto del compromiso articular.
Creo que usted no inventa nada y que por lo tanto no sufre de
enfermedad psíquica ninguna, y usted no tiene que demostrar nada a
nadie, sencillamente tener la suerte de encontrar un médico que sepa
lo que padece y solucionarle su problema.
Saludos
Dr. Jlarena.”
Esa contestación me tranquilizó bastante, pero seguía sin encontrar
acá en Israel quien pudiera dar con mi padecer. Asisto de nuevo a mi
doctora y le solicito una nueva orden para el departamento
Temporo-mandibular del Hospital Kaplan, tenía el dato que había
buenos médicos allí, la doctora al principio se niega porque no cree
mucho lo que digo (opinión personal), más aún cuando le comunico que
había tirado toda la medicación y no las tomaba más, su enojo era
tal, que yo como no entendía mucho hebreo, no puedo decir con
exactitud, pero sólo se que me dijo que yo no tenía por qué hacer
eso sola, no quise escuchar más y le pedí de nuevo la orden y de muy
mala gana me la dio por fin.
Pedí un turno en la sección Temporo Mandibular del hospital Kaplan,
y por suerte los miércoles había un médico que hablaba español, por
lo que solicité el turno. Asisto acompañada por mi esposo y mi hijo
menor que entró conmigo, le explico al Dr. que padecía, le entrego
todo lo que tenía, la orden de la doctora, la página del Dr. Larena,
me mira la boca por dentro (yo nunca más me había vuelto a poner las
prótesis), se da vuelta y en hebreo le habla a la enfermera, mi hijo
menor que si entendía hebreo me dice – mamá vamos te están tratando
de loca ... Salimos, esperamos la carta para la médica de familia, y
en ella lo único que pone es que padezco PÁNICO DESORDEN.
Por más naturalidad, por más respeto que ponía en decir que sentía,
no me entendían, y en una de sus cartas el Dr. Larena me decía que
nadie debería sentirse ofendido si yo explicaba lo que podía padecer
con el compromiso articular, si solicitaba que fuera palpada en el
fondo de mi articulación bucal y comprobar la patología del
compromiso articular, pero ni en español me entendían...
En mi deambular en Israel, de médico en médico, igual que en
Argentina, sólo encontré más incomprensión a mi sufrir, por lo que
me di cuenta que lo que más pesaba, lo que más valía, no era mi
respeto, ni tener interés en escucharme, la naturalidad, las cartas,
la página Web, lo que más pesaba era la carta con mi diagnóstico
PÁNICO DESORDEN. Era una mujer marcada.
PERO SEGUÍ BUSCANDO MI VERDAD. AHORA SABIA QUE ESTABA ENFERMA.
Pero continuaba sin encontrar al médico adecuado…
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Lo que entendí y aprendí
En una de las cartas el Dr. Larena me hace cinco
preguntas, que al respondérselas comprendí, que había encontrado las
palabras para describir mi enfermedad y que fueron entendidas, cosa
que hasta ese momento no había sucedido, esas preguntas eran:
-
¿Qué síntomas le van quedando?
-
¿Cuáles le han desaparecido?
-
¿Cómo y dónde es el dolor que siente?
-
¿Cuándo tiene en el día más
dolor?
-
¿Cómo sigue de los mareos?
Esas preguntas la respondí el día 25/06/03…
“Estimado Dr. Larena:
Cada vez estoy entendiendo más mi enfermedad, lo que me ayuda a
seguir en busca de un profesional, que logre entenderme y curarme.
En su respuesta, la que agradezco profundamente, hay preguntas que
me he ido contestando en estos días y quisiera respondérselas:
-
Los síntomas que aún tengo, pues parece estoy más atenta a ellos,
son: zumbidos en los oídos, un poco de dolor en el compromiso
articular derecho, molestia y dolor en el oído derecho,
inestabilidad al salir a la calle o en mi casa (no todo el tiempo),
a veces dolores en la sien derecha y visión no buena (veo por
momentos doble).
-
Me han desaparecido, el mal humor,( ahora me río y no estoy
enojada), el decaimiento general, he vuelto a tener voz, aunque más
grave, la angustia constante, las náuseas, los vómitos, el miedo a
salir sola por mis caídas, el malestar constante en mi boca y en
toda mi cara( como si ahora estuviera relajada)
-
El dolor que siento en este momento es mi oído derecho, es como si
todo el tiempo tuviera algo dentro de él ( no es fuerte, es
constante), lo que hace que continuamente me toque para ver que hay,
la mandíbula derecha a la altura de la articulación, pero no sólo
por dentro, sino por fuera como un calambre, a veces dolor en la
sien derecha, el cuello como contracturado sobre todo de tarde, por
la noche y cuando duermo (mi cuello al moverse en la cama está como
contracturado, uso ahora almohadas altas, he notado que con ellas mi
cuello está mejor), el dolor en mi brazo derecho, el traumatólogo me
mandó quimioterapia (sic. Fisioterapia), pero ahora dudo que no sea
de mi enfermedad ( no voy a dejar de hacer las mismas a pesar de mis
dudas), este dolor no es sólo cuando uso el brazo, sino estando
quieto también, sobre todo del codo a la mano.
-
Tengo más dolores en el transcurso del día, del mediodía a la
noche, ya no me levanto con nauseas y mareos bruscos, pero a medida
que pasa el día aumentan los mismos.
-
Con respecto a los mareos como le conté antes, tengo una
inestabilidad hacia el lado derecho, mareos pocos, mas bien como que
floto y a veces mi visión, como va empeorando en el transcurso del
día no me permite estabilizarme en el espacio. Eso es por ahora lo
que más noto en mi, pero ayer Dr. volví
a leer y ver las fotos del compromiso de
su página Web, hice
nuevamente lo que usted me mandó, me toqué dentro de mi boca a la
altura de los compromisos articulares y noté que dentro de mi boca,
el compromiso articular del lado izquierdo, es diferente al derecho,
el derecho es más grande, está como inflamado, como que ocupa mucho
espacio y al apretar me duele, no tanto como hace días, pero
continúa el dolor, en cambio en el izquierdo cuando aprieto es sólo
una molestia y se palpa chico y hueco al final.
Dr. esto es lo más
importante en estos días sin las prótesis, sólo me queda preguntarle, si los síntomas sin las prótesis, desaparecerán paulatinamente o
sólo con la ayuda de un profesional para ver el tratamiento
adecuado, se irán definitivamente ¡!.No se si me entiende la
pregunta, sólo que mi duda es si a pesar de no tener las prótesis,
¿es normal seguir teniendo ciertos síntomas?
Estimado Dr. me
despido, con la seguridad que entenderá mis palabras y enviándole
desde acá todo mi agradecimiento y mí respeto,
atentamente
Claudia.”
La respuesta a esta pequeña historia clínica de mi estado de salud
llego el día 26/06/03
Estimada Claudia:
No se preocupe por el error, ya me lo imaginaba (esta aclaración del
Dr. la hace porque le escribí nuevamente, pidiendo disculpas por
escribir quimioterapia en vez de fisioterapia en mi carta)
Por lo que describe en el e-mail la sintomatología es más por su
lado derecho. Bien, lo frecuente es que el compromiso sea debido al
llevar, al usar las prótesis, un compromiso prótesis- hueso uni o
bilateral, pero puede ocurrir que también se produzca un compromiso
hueso-hueso, maxilar-mandibular y también uni o bilateral. Espero
que me entienda. En su caso y sin verla no me atrevo a asegurar
nada, pero por lo que va narrando, puede que haga con las prótesis
compromiso bilateral prótesis- hueso y sin las prótesis compromiso
hueso- hueso unilateral derecho. Con lo que quiero decir que con o
sin prótesis puede tener compromiso y entonces no le desaparecerán
sin tratamiento los síntomas que le quedan por su lado derecho.
Mire Claudia no se asuste por lo que le voy a decir ¿por qué no
prueba a volver a ponerse las prótesis para masticar y comprobar que
le regresa de la sintomatología que le había desaparecido? Esto
sería sólo para comprobar el diagnóstico. Lo dejo a su libre
elección por si le quedan dudas. Otra cosa, por favor duerma sobre
su lado izquierdo.
Hasta mañana
Dr. J Larena.”
Ante esa respuesta, no dude en seguir sus instrucciones y me coloqué
nuevamente las prótesis, a lo cual sigue mi relato del día 29/06/03.
“Estimado Dr. Larena:
Luego del viernes pasado, el cual fue terrible para mi, estoy acá un
poco mejor para contarle mis síntomas al colocarme nuevamente las
prótesis. Tras colocarme el día jueves por la tarde, a las cuatro
horas, comencé con nauseas, las cuales creí, sería por el poco uso
de las mismas, en las últimas semanas. Luego dormí toda la noche con
ellas muy mal, con pesadillas y malestar, con problemas de estómago
o hígado. Al despertarme estaba con un fuerte mareo y vértigo, la
vista no se quedaba quieta, todo se movía a mi alrededor, lo que
provocó, un gran malestar en mi, con nauseas, con dolor en la cara
como si tuviera fiebre en ella.
El ojo izquierdo comenzó a moverse y
a molestarme, me continuaba con fuerza el zumbido en los oídos, el
malestar general, me continuó todo el día, con todos lo síntomas
anteriores, con angustia, llanto, muy feo, me saqué las prótesis,
luego que mi hijo lo llamara a la consulta y usted aconsejara
sacármelas con urgencia. Ahora, es domingo a la tarde mi estado es
de inestabilidad, zumbidos en los oídos, menos mareos, menos estado
vertiginoso, menos dolor en la cara y lo que siento, es como que a
cada rato se destapan mis oídos, eso provoca que sienta que cae agua
o algo hubiera adentro.
Estoy mejor de ánimo, pero con temor a mis
síntomas y bronca porque no mejoro, veremos…Lo que si se que tengo
esperanzas porque no claudicaré ante mis descubrimientos y su ayuda,
que son para mi muy, pero muy importante, ya que no pierdo la
esperanza de encontrar quien sepa del tema, me escuche y me ayude.
Dr. Larena, no se si todo lo que le cuento esta bien explicado, es
lo que puedo decir por ahora, espero sus dudas, sus preguntas para
contarle mejor lo que me cuesta tanto poner en palabras. Estimado
Dr. como agradecerle tanta ayuda de su parte, creo que nunca tendré
tiempo para agradecerle su comprensión y apoyo en mi búsqueda de la
verdad, que tanto cuesta hacer entender.
Me despido con el cariño y
el respeto de siempre y nuevamente GRACIAS ¡!
Claudia.”
A esta carta el doctor me responde lo siguiente el dia 30/06/03:
“Estimada Claudia:
Creo que ya tiene claro que las prótesis empeoran su estado de salud
y le perjudican. Sólo con no ponérselas más se irá mejorando. Verá
como se pondrá mejor a medida que vaya pasando el tiempo sin
llevarlas. No se las vuelva a poner para nada.
Saludos y escriba
cuando le apetezca. Dr. J Larena.”
Luego de este intercambio entre el Dr. Larena y yo entendí y aprendí
mucho:
-
Siempre tuve problemas con mi boca y mi dentadura desde que tengo
uso de razón, fui portadora de coronas, extracciones, prótesis
parciales y totales, sin darme cuenta los dentista, todos por los
que pase, habían sido casi mis médicos de cabecera.
-
En el año 1985, me realizaron mis primeras prótesis parciales.
-
En el año 1986 tuve mi primera crisis y mi primera pérdida del
equilibrio y caída.
-
Entre los años 1985 al 2003, fui portadora de diferentes prótesis
parciales, con extracciones de dientes y muelas.
-
En febrero del 2003, me extraigo los últimos dientes y me realizan
prótesis totales inferiores y superiores.
-
En mayo del 2003 padezco
mi última y peor crisis y caída. Todo lo que describo me demuestra:
-
Que cada crisis venía, no lo recordaba con exactitud después de
hacer algún trabajo dental en mi dentadura.
-
Que mi inestabilidad, mis síntomas eran posiblemente por poseer un
Compromiso Articular,
o sea mi mandíbula superior era grande y la articulación al ponerme
las prótesis se hacían aún mas grandes, y eso provocaba las crisis.
-
Mis nervios y mis diferentes estados emocionales, eran lógicos
desde el punto de vista médico, ya que todo mi sistema nervioso
estaba afectado debido a que al comer, hablar, reír, bostezar,
llorar, mi Compromiso Articular golpeaba el nervio trigémino,
o sorpresa la primera vez que sabía de ese nervio, el que sin dudar
busque en Internet :
-
EL TRIGÉMINO: es el nervio encargado de llevar y recoger la
información proveniente de los músculos de la masticación y de la
sensibilidad de la cara. Los dolores que provoca son muy intensos y
puede ser permanentes o con intervalos, producen dolores lacerantes
al comer, lavarse la cara, afeitarse ...
Todo lo explicado me había hecho entender y aprender en unos pocos
días mi cuerpo, mis síntomas, mi padecer de dieciocho años, al
encontrar a un MEDICO, que no sólo sabía que podía padecer, sino lo
más importante tenía la deferencia de COMPRENDERME.
Hoy me pregunto sin culpa pero aún sin respuestas claras:
-
Ningún médico, dentista, neurólogo, otorrinolaringólogo, ¿ningún
psiquiatra conoce el nervio trigémino? Y su sintomatología, ¿por qué
todos fueron a mi cabeza y no a mi boca?
-
Como yo que sólo era persona más, sin estudios médicos, pude
entender ALGO, que para ellos era tan difícil y a mi se me había
hecho tan fácil.
-
Como pude llegar a pensar que estaba LOCA, si la locura es un
trastorno en la percepción de la realidad, y todo lo que yo había
padecido estaba dentro de una verdadera realidad.
Espero que algún día alguien me lo pueda responder, como pudo ser
que nadie, incluyéndome a mi se diera cuenta que aunque no aparezca
en ningún estudio médico esta enfermedad está estudiada por Costen,
desde 1934, y perfeccionada al día de hoy por el Dr. Larena y su
grupo de colegas.
COMO NO SE DIERON CUENTA QUE MI CUERPO NO ESTABA EN PERFECTAS
CONDICIONES Y TENIA UNA ENFERMEDAD
Sencilla pero tan importante...
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Decisión
El intercambio de cartas con el Dr. Larena, me dio la
posibilidad de tratar a alguien desconocido hasta ese momento, que
respondía a mis dudas, me aconsejaba, me daba ánimo, tuve alguien en
quien depositar mi confianza, alguien que por primera vez no me
hacía sentir LOCA...! ME SENTÍA COMPRENDIDA!
Y que es comprensión, es la capacidad de entender al otro, cosa que
no había encontrado en muchos médicos y si en él. Este intercambio
fue muy importante, así lo sentí en aquel momento y hoy entiendo que
lo que había dentro de mi era una enfermedad que no se veía o no
querían ver (apreciación personal) pero era real.
Por primera vez no
me sentía sola, tenía ganas, el Dr. me brindaba todo su saber, su
comprensión por Internet, a mi y a muchos enfermos como yo,
PACIENTES, hoy se lo que significa ser paciente, ES EL QUE ESPERA, y
el Dr. desde lejos me estaba dando las respuestas a mi paciencia,
que pacientemente buscaba mi verdad.
El Dr. trató, en muchas de sus contestaciones que yo buscara en
Israel, alguien que tuviera la paciencia de escucharme, de
entenderme, pero como en Argentina, acá menos aún sin idioma, no lo
encontré o tal vez yo no tuve como paciente más paciencia...
Un día de verano, sentada bajo un árbol, en el parque Leumi de
Ashkelon, al lado del mar, toda mi familia disfrutaba del hermoso
día, pero yo estaba ahí sentada sola, pues el solo movimiento de
la olas, me hacía marear y perdía la estabilidad, en ese momento
sola con mis pensamientos, con mi ser, con mi conciencia, decidí
que si el médico del Hospital Kaplan, no satisfacía mi necesidad, me
iría a pesar de todo y de todos a Las Islas Canarias, pues estaba
convencida que allí estaba mi curación...
Como ya conté en un capítulo anterior el médico del Hospital Kaplan,
se quedó con el diagnóstico PÁNICO DESORDEN, bien dicho está, la
tercera es la vencida y comencé a poner en marcha mi decisión que
transcribiré en las cartas y comunicaciones telefónicas que
siguieron a ese día bajo el árbol:
7 de julio del 2003
“Estimado Dr. Larena:
Quiero en primer lugar pedirle mil disculpas por escribirle a su
mail personal, es que quería hacerle unas preguntas íntimas y no se
como hacer en la página web para que sea privado.
No quiero molestarlo de ninguna manera, pero debo y creo que es
necesario que busque en usted. las respuestas que tanto me
preocupan:
Dr., luego de una gran charla familiar, he decidido que si el día 16
en el hospital, no obtengo respuestas, no hacer más nada aquí, y
juntar el dinero para viajar a Canarias. Doctor, usted que ha tenido
tantos pacientes, sabrá que después de dieciocho años, y esta nueva
caída hace tres meses, agregada (desde que me extraje las últimas
piezas dentales y me coloqué las prótesis totales), a los síntomas
constantes y mi decaimiento general, crearon en mi grandes
necesidades, una de ella CURARME. Por todo eso, necesito sin
faltarle el respeto, por favor, lejos de molestarlo ante tanta
paciencia, quiero saber si realmente mi posibilidad de viajar, es
muy remota o si usted cree estará en mis posibilidades. Por eso
necesitaba saber, cuanto cree usted podrá salir mi tratamiento, y
cuanto tiempo llevará, esa es mi gran duda.
Dr. Larena, si usted cree que mi posibilidad de viajar es muy
remota, le agradeceré me lo diga, sin problema, es que necesito
saber, si debo seguir acá con mi gran problema de idioma y
comprensión o si hay una luz de llegar a usted para tratarme.
Le pido miles de disculpas, pero, no estoy bien aún, no mejoro, y ya
no quiero esperar por mi salud. Al escribir esto, quiero que sepa,
sea la contestación que sea, no dejaré de estar en contacto con
usted, ya sea a través de su libro o del teléfono, no sólo para que
me escuche, sino para que sepa que siempre sabrá sobre mi lucha y
mi mejoría.
Estimado Dr., me despido con las disculpas que se merece, y lo
saludo muy atte.
Claudia.”
8 de julio del 2003
“Estimada Claudia:
Agote primero la posibilidad del hospital y después decide si viene
a Canarias.
No le quepa duda que estoy dentro de sus posibilidades, en lo que a
dinero se refiere.
Primero que nada es verla para comprobar exactamente lo que tiene, y
a continuación buscarle una solución a su problema de compromiso.
Creo que una semana es tiempo suficiente para tratarla si está
correcto el diagnóstico. Usted no sería la primera paciente que
tiene que volar desde
otro país a Canarias.
Esté tranquila y ya me contará.
Saludos
Dr. J Larena “
A continuación de estas dos cartas, no hubo por un tiempo más que
llamadas telefónicas y averiguaciones para llegar a Canarias y
arreglos familiares para que nada fuera tan complicado.
En primer
lugar llamé al Dr. Larena para ya, si confirmarle mi decisión de
viajar ante la nueva incomprensión del médico del Hospital Kaplan,
lo hice a través no de una carta, sino de una llamada a su consulta,
donde el me vuelve a confirmar que estaba dentro de mis
posibilidades desde lo económico hacer el viaje, que si yo lo había
decidido, el me estaría esperando con ansiedad para poder ver si
podía ayudarme en mi curación, y si todo lo que habíamos hablado y
diagnosticado juntos no era erróneo podía lograr mi verdad, mi
salud que había buscado por años, nuevamente le dejo en claro que
sea cual fuere el resultado, la decisión era mía y con ella toda la
responsabilidad, pero que mi corazón me decía que tenía que viajar
y así lo había decidido.
Comienzo a buscar agencias de viajes que sólo me daban, la
posibilidad de llegar a Las Palmas de Gran Canaria, a través de
Tenerife, y de allí en barco hasta Las Palmas, por lo que llamo
nuevamente al Dr. y le pregunto si la única forma de llegar era a
través de Tenerife y me dice que no, que averigüe bien.
20 de julio
“… Continúo estudiándome y preparando todo para el viajar. ¿Es
necesario que lleve los estudios de años anteriores de Argentina? O
sólo me alcanzan la Resonancia magnética y la panorámica de mi boca,
¿desea que realice otros estudios? Dr. cuando tenga novedades sobre
mi viaje se lo comunico y prepararé todo para llevar...”.
21 de julio
“Estimada Claudia:
No se haga más estudios, es suficiente con todo lo que ya le han
hecho. Parece que sus síntomas van cambiando poco a poco.
Organice su viaje y tenga en cuenta que desde Madrid hay varios
vuelos directos diarios a Las Palmas de Gran Canaria sin necesidad
de pasar por Tenerife.
Recuerde de traerse con ustedes todo su historial clínico y sus
prótesis, sin ponérsela, claro está.
Bien, ya seguiremos en contacto. La noto más tranquila.
En espera de sus noticias,
saludos
Dr. J Larena.”
22 de julio
“... estos días estuve palpando nuevamente mi boca a la altura del
compromiso articular derecho, la palpo más desinflamada, esta más
hueca, no tanto como la izquierda, quería preguntarle si eso es
bueno, si puede ser por el tiempo que no llevo las prótesis? Sobre
el viaje, en estos días o a fin de mes le confirmaré la fecha, pero
creo que será desde el 26 de septiembre hasta el 6 de octubre
aproximadamente, espero que sea bueno lo que he palpado en mi boca,
he mejorado mucho mi estado general, a pesar de los malos días, me
despido con el respeto de siempre y el agradecimiento por su interés
Claudia.”
Averigüé nuevamente en la agencia de viaje y logré por fin encontrar
la forma de llegar que, por ser más económica no era directa, ya que
hay una diferencia, si es directa es más cara y si es por escalas es
más barata, cosa que no me enteré nunca (opinión personal), aseguré
el viaje que consistiría en el siguiente itinerario y a través de
Alitalia que era lo más económico: Tel Aviv,- Milán – Madrid – Las
Palmas de Gran Canaria (24 horas de viaje) y el regreso sería La
Palmas de Gran Canaria – Madrid – Roma – Tel Aviv, (24 horas de
viaje) ese itinerario era el más económico y también reservé con la
misma agencia de viaje el Hotel Astoria, donde permanecería 15 días
mientras era tratada de mi enfermedad.
Ese paquete juntamente con el
hotel lo aboné en doce cuotas y el dinero para llevar lo obtuve a
través de la venta del auto familiar, que me permitía tener dinero
en efectivo para el viaje y para mi tratamiento. Ya con todo esto
arreglado vuelvo a llamar telefónicamente al Dr. Larena donde le
comunico cómo sigo y cuáles son mis novedades ya concretas de mí
viaje, sólo quedaba confirmar la fecha exacta, a lo que él me
responde:
23 de julio
“Estimada Claudia:
Pienso que sí, que si tiene una zona con menor inflamación que
antes, y por lo tanto con menos dolor, es un signo positivo y que
posiblemente era debido al uso de las prótesis. Las fechas que
propone del viaje, me parece muy bien porque hasta el 8 de octubre
no tengo programado ningún viaje y estaré trabajando. Ojala sea
realidad el diagnóstico de compromiso todo lo que le pasa a usted y
se lo podamos solucionar sobre la marcha. Esperemos que sí.
Saludos y hasta la próxima.
Dr. J Larena.”
7 de agosto
“Estimado Dr. Larena:
Hace un rato he hablado con usted y como creo notó mejoría. Me
emocionó mucho, ya que realmente sea el resultado que sea, siempre
para mí será algo que jamás había creído lograr, probar si puedo
curarme, y a la vez haber podido encontrar alguien que me ha
entendido, comprendido y me responde y no me mira como alguien que
no sabe lo que dice.
También he logrado, que mi familia, mi marido y mis tres hijos
entendieran qué padezco y que no me sienta mal por hacer algo por
mí, aunque no lo crea, eso me hace muy feliz y me emociona mucho.
Como le dije, viajaré llena de expectativas, pero no se asuste, se
que esto es mi decisión y no me arrepiento de eso, por eso también
me siento bien…”
8 de agosto
“Bueno Claudia, ya está organizada y en septiembre por fin la
veremos y haremos todo lo posible por solucionar su problema. El
hotel Astoria no está muy lejos y sí bien comunicado, además que Las
Palmas no es una ciudad demasiado grande. Tendrá la playa muy cerca
así que también podrá disfrutar de ella si le gusta.
Hasta la próxima,
saludos
Dr. J Larena.”
7 de septiembre
“Estimado Dr.Larena:
Son casi la una de la mañana y no puedo dormir, hace dos días tengo
fuertes dolores en mi cara, cuello, y brazo derechos, eso me está
poniendo de mal humor y triste, le escribo ya que necesito hablar
con alguien.
Se que mi viaje esta cerca, por eso no hablo mucho acá porque me
miran como diciendo bueno,... aguanta. Pero se que no es así, no
sólo es aguantar, se que el que espera desespera, pero no me siento
bien y deseo hablar con alguien, y se que usted sabrá leer mi
mensaje.
No se qué puede ser este empeoramiento de mi estado general, tal vez
cansancio, pero no estoy bien y no quiero ir a ningún médico, temo
que no me entiendan, y sólo quien pasó por ese momento lo comprende.
Se que sus palabras serán de aliento, no me quedan dudas, pero
bueno, necesitaba escribir y lo hice, falta menos, pero es duro no
estar bien y tener tantos dolores y molestias.
Recién volví a leer a pesar de mi vista su libro de visitas y su
página, eso me tranquiliza ya que me siento muy identificada con
todo.
Estimado Dr. quiero agradecer su paciencia y su voluntad de
escucharme, le envío mi mayor de los respetos y pronto estaré allí.
Claudia. “
8 de septiembre
“Estimada Claudia:
Escriba siempre que le apetezca. No lo dude, sabe que le escucho y
que tengo muy presente su problema. Ojala pueda resolverle su
patología nada más llegar a Canarias. Tengo muchas ganas de verla y
poder poner todo lo que de mi parte puedo para terminar con su
problema. Piense que sólo queda dos semanas, poco más, y ya estará
aquí.
Saludos
Dr. Jlarena.”
22 de septiembre
“Estimado Dr. Larena:
Llegó el día tan esperado, hoy por la tarde lo llamo para confirmar
todo, es de no creer que este haciendo esto por mi y es bueno, ya
que sea como sea logré algo muy mío.
Lo saludo, hasta prontito con mucho cariño y respeto
Claudia.”
22 de septiembre
“Estimada Claudia:
Estaré en la consulta esperando su llamada telefónica.
Saludos
Dr. Jlarena”
El día 23 de septiembre viajé a las Islas Canarias, en compañía de
mi esposo. Había estado desde el 27 de mayo mal, muy mal, no logré
un solo día volver a estar estable tanto física como psíquicamente,
estaba cansada, sin prótesis, desde el día que el Dr. me había dicho
que no las usara PARA NADA, no sólo ese tiempo me había sentido
terrible de salud, sino que también me sentía horrible
estéticamente, pero no importaba, yo obedecía si eso me hacía sentir
un poco mejor.
No estaba arrepentida de mi decisión, Dios y el Dr. Larena me habían
dado la confianza de creer lo que padecía, era una verdad, no ALGO.
Viajé con miedo, pero con confianza de no estar equivocada...
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Viaje
El 24 de Septiembre del 2003, a la madrugada llegué
a las Palmas de Gran Canaria, entendiendo lo que podía padecer,
creía en mi, creía lo que aprendí, aunque el querido Dr. Larena
tenía sus reservas sobre el diagnóstico, se que en su interior
(apreciación personal) el también estaba seguro de mi dolencia,
porque en esos meses los dos habíamos estado estudiando
conjuntamente mi caso.
En este capítulo no hay cartas, hay vivencias
concretas entre médico- paciente, pero yo a partir de aquel día
entendí que a pesar del mundo globalizado, inhumano por momentos,
egoísta, aún quedan hombres y mujeres especiales, que son difíciles
de encontrar pero que EXISTEN.
Al aeropuerto, a pesar de la hora, me fue a buscar el Dr. Nos dimos
un abrazo que encerró, a mi entender, la protección del Dr. a su
paciente y en mí el agradecimiento de poder estar allí con él .Nos
llevó al hotel, nos dejó acomodados y me dijo:
-Claudia, mañana a las diez la paso a buscar para llevarla a la
consulta y salir de todas las dudas con el diagnóstico.
Descansamos, desayunamos con Luis y exactamente a las diez estaba el
Dr. en la puerta del hotel, para llevarnos a su Clínica, allí nos
esperaba Lola, su asistente, una persona que trasmitía tranquilidad
al igual que el Dr. pero a él lo conocía por el sosiego que me había
transmitido en cada una de sus cartas.
Me revisó y verificó el compromiso articular, y sin dudar me dijo
que debía operarme y que trataría que fuese ese mismo día, con un
cirujano maxilofacial, sino al día siguiente. Luego conversamos, nos
conocimos un poco más, ya no eran cartas lo que había entre
nosotros, hablamos de lo que había aprendido, me siguió enseñando,
estaba encantada de estar ahí junto a él, reímos, también con Luís y
Lola, y quedamos que a las cinco de la tarde lo llamaría por
teléfono para saber la respuesta del día y hora de la operación,
llevó a Lola a su casa, y a nosotros nos dejó en el hotel.
Con Luís
salimos a conocer el lugar, fuimos a la playa y descansamos un poco,
a las cinco lo llamé, me confirmó que ese día a las 19,30 tenía
turno con el cirujano maxilofacial, el Dr.
Quinteros, y que fuera con Luís a su consultorio a las 19:00, que de
allí iríamos juntos al cirujano.
La operación que me realizaron tenía un nombre específico,
OSTEOTOMÍA BILATERAL DE LOS PROCESOS ALVEOLARES SUPERIORES, la que
luego estudiaría con palabras sencillas, no médicas, era la sección
quirúrgica del hueso, del hueso de mi mandíbula superior, lo que
significaba, limar o cortar según se entienda, la parte final de
ella para que no fueran tan grandes y no produjeran un compromiso
articular hueso- hueso sin prótesis y hueso – prótesis con ellas
puestas.
Asistí al consultorio del Dr. Quinteros, que quedaba a unos metros
de la clínica del Dr. Larena en compañía de Luís y del Dr., el
cirujano me hizo la ficha médica con el Dr. Larena a mi lado quien
le hace una breve historia de mi caso, el cirujano trascribe en mi
ficha. De allí, Luís se queda en la sala de espera y entramos al
consultorio donde soy sentada y casi acostada en el sillón dental,
me colocan varias anestesias locales y proceden a seccionarme el
hueso, conmigo estaba el Dr. Larena, que me acompañó todo el tiempo,
yo había pasado por muchas cosas con mi salud, pero me encontraba
con profesionales que no los conocía, pero cada vez que abría mis
ojos, lo veía al Dr. José a mi lado, cuidándome, dándome animo,
protegiéndome.
Me seccionaron más el lado derecho que el izquierdo,
ya que se notaba y sabía que el derecho era el más afectado, no me
dolió nada, sólo los pinchazos de las anestesias, pero que fea
sensación es que te invadan tu cuerpo, pero no había otra solución
para poder estar sana, así que ahí estaba acostada, pasando por otro
sufrimiento. Terminaron, cocieron cada uno de los lados, me
recetaron calmantes y antibióticos, me dieron las recomendaciones
para estos casos y salimos de allí junto a Luís.
Yo me sentía bien
un poco mareada y cansada de la tensión nerviosa que se pasa en
estos casos.
Salimos y fuimos al estacionamiento, Luis compró los medicamentos, y
el Dr. nos dejó en la puerta del hotel, me dio sus números
particulares por cualquier eventualidad, pasé al otro día por la
consulta, donde me revisó la operación y me citó para el lunes
siguiente.
Ese fin de semana, alquilamos un auto con Luís y salimos a recorrer
la hermosa isla de Gran Canaria, yo estaba bien, físicamente
cansada, pero mi boca estaba hinchada, tenía la boca llena de puntos
y sentía mucha molestia, no dolor, pero el paseo hizo que no pensara
tanto y que a la vez me fuera tranquilizando del trauma que toda
operación acarrea en cualquier enfermo.
El día lunes y jueves asistí nuevamente a la consulta en la clínica
del Dr. comprobando que las heridas estaban suturando bien, pero el
jueves le mostré al Dr. algo que yo sola había comprobado a
escondidas en el baño del hotel, que al cerrar los ojos y ponerme
firme, no me caía a la derecha como hacia dieciocho años, en un
primer momento pensé que eran sólo ilusiones mías, pero al
mostrárselo en el consultorio al Dr. y con Luis y Lola como testigos
comprobé que era verdad, una semana después de mi operación no me
caía a la derecha, estaba estable !!!
Todos los que estábamos ahí, nos sentimos realmente emocionados, al
otro día que visité al médico, me dio su respuesta teórica médica de
porque yo ya estaba estable, la que entendí de la siguiente manera:
al no haber presión de los compromisos articulares en mi boca, el
oído en donde está el equilibrio se había estabilizado y no perdía
más el equilibrio y podía estar en pie sin oscilar hacia la derecha,
esa fue otra cosa que aprendí, otro diagnóstico acertado, sólo una
semana después de mi operación.
Luego llegó el día de la extracción de los puntos, algo doloroso y
molesto y de allí probar, arreglar y ajustar mis prótesis, que eran
nuevas, (las había hecho en febrero de ese año) a mi nueva boca.
Ese
día el doctor terminó la consulta conmigo, y nos llevó de nuevo al
hotel, en el camino me dijo unas palabras que aún suenan en mis
oídos, que también hoy al escribirlas me llenan de emoción hasta las
lágrimas, el me dijo:
“Claudia, no sabe las noches que he hecho este recorrido pensando
cómo poder ayudarla a tantos kilómetros de distancia”.
Como para no emocionarme, eso me demostraba que yo era para él una
paciente importante como todos sus pacientes, en ese momento me di
cuenta que no me había equivocado en viajar, había logrado mi
curación, de la mano de un GRAN MÉDICO Y UN GRAN HOMBRE.
Aunque parezca mentira, sólo tuve que abonar la operación con el
cirujano maxilofacial el Dr. Quinteros, el Dr. Larena nunca dejo que
habláramos de dinero, porque en su hombría de bien, él entendía que
mi sacrificio para viajar (como vender el auto para conseguir el
dinero) mi sacrificio económico y el de mi familia, era por mi
salud, con mi curación y alegría él se sentía muy bien pagado.
También en unas de nuestras tantas charlas me dijo que estaba
convencido que yo padecía este compromiso desde siempre, pero al
tocarme las piezas dentarias y ser portadora de prótesis el cuadro
había salido a la luz, sin respuesta aparente, y como el mío había
muchos casos más, con mayor o menor cantidad de años, pero que había
mucha gente que padecía esto, y que él no entendía porque no se le
daba el valor real que tiene esta enfermedad, si esta comprobada y
estudiada, que sólo nosotros los que padecemos esta dolencia, somos
capaces de saber cuánto se sufre con ella.
Las horas, los días que no pasé en la consulta paseamos con Luis por
la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, descansamos, caminamos,
conocimos, visitamos, de a poco mi cuerpo fue tomando otro ritmo, ya
no estaba inestable continuamente.
El día que me colocó las prótesis, ya definitivamente arregladas a
mi boca, fui nuevamente una mujer completa, por fin podía volver a
reír sin vergüenza, no se que palabras existen en el idioma español
que puedan describir qué se siente cuando se han padecido años de
incomprensión, dolor, soledad, y en quince días, estaba curada, creo
que para mi alegría, mi sonrisa sólo cabe una palabra “FE”.
La vida continúa, así que llegó la partida, ese día el Dr. también
tenía un viaje a Madrid, nosotros a Roma, casi a la misma hora,
pero en aviones diferentes, como siempre el Dr. pasó a buscarnos por
el hotel, y fuimos junto a su señora al aeropuerto, tomamos un café
los cuatro, continuamos conversando, parecía que no queríamos que
llegara el momento de la despedida, pero luego de un muy afectuoso
abrazo, que encerró también todo nuestro sentir como médico-
paciente, ellos se fueron y nosotros volvimos a Israel.
Volví a mi casa con la nueva y verdadera historia clínica de mi
enfermedad en la mano, que aparece en el caso n 10 del apartado
Compromiso articular de la página Web del DR JOSE LARENA AVELLANEDA
MESA.
Volví curada, con vida, con ganas…
Caso 10 HISTORIA CLÍNICA
Paciente...................C.H.G. Edad........................44 años
Nº ATM.................. 16/03 Fecha inicio.............24/09/03
Anamnesis Desde hace 18 años y después de ponerse unas prótesis parciales,
padece de náuseas, vómitos, mareos, vértigos, inestabilidad, pérdida
del equilibrio.
Dolor en el cuello y brazo derecho.
Siente congestionada la parte derecha de su cabeza. La exploran y al
estar de pie y cerrar los ojos pierde el equilibrio y se cae hacia
el lado derecho.
Dolores y ruidos en los dos oídos, más en el oído derecho, latidos
en los ojos, visión doble, presión en la cabeza, pierde audición...
Diferentes tratamientos para el diagnóstico de Síndrome de Meniere.
Cuadro de ansiedad, angustia...
Febrero de 2.003, exodoncias y prótesis completas, superior e
inferior. Empeoran todos los síntomas. Pérdida progresiva de la voz.
Junio de 2.003, contacta con nosotros por medio de la web y le
aconsejo que se quite las prótesis para observar que sintomatología
le desaparece, presumiendo de un posible compromiso articular
bilateral pero más acentuado por el lado derecho. Además debe dormir
sobre el lado izquierdo. Le desaparecen algunos síntomas y otros le
disminuyen en intensidad. Sigue con la pérdida del equilibrio al
cerrar los ojos.
Dolor en el lado derecho, oído, sien, cuello, brazo derecho; doble
visión, mareos. No angustia, la cara descongestionada, recupera la
voz, no náuseas, ni vómitos.
Hacemos una prueba para confirmar el compromiso articular por las
prótesis pidiéndole que se las ponga: empeoramiento general. Otra
vez a estar sin las prótesis: confirmado el compromiso.
Ahora localiza mejor el dolor en la cara interna de la rama
ascendente mandibular del lado derecho y desde allí se le irradia
hacia el oído, etc.
Exploración Septiembre de 2.003, la exploro en la consulta y dolor de compromiso
bilateral por las prótesis y, sin las prótesis, dolor de compromiso
producido por el proceso alveolar superior derecho.
Diagnóstico
Compromiso articular bilateral por prótesis y unilateral derecho sin
prótesis por el proceso alveolar superior derecho.
Tratamiento
Osteotomía bilateral de los procesos alveolares superiores.
Realizada el 24/09/03 por el Dr. S. Quintero.
Revisiones
25/09/03. Está algo mejor. 27/09/03. Se encuentra mucho mejor y sin dolores en el lado derecho.
Continúa con la pérdida del equilibrio. 29/09/03. Me demuestra que ya no se cae, que ya no pierde el
equilibrio al cerrar los ojos, después de 18 años. Está muy
emocionada. 31/09/03. Quitamos sutura de las heridas y procedemos al arreglo de
las prótesis.
Observaciones La patología del compromiso articular de las ATM no la hemos
encontrado descrita anteriormente por ningún autor.
Su frecuencia es en la proporción de 3 pacientes de Compromiso
Articular por 1 de DCM. En el 10% de los casos, los pacientes sufren
simultáneamente las dos patologías: el Compromiso Articular y la DCM
y, en estos casos, tratamos primero el Compromiso y posteriormente
la DCM.
Sólo hemos presentado una selección de casos diferentes en
etiopatogenia y tratamientos.
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Curación, regreso y más
Mi regreso fue muy feliz, estaba tan bien, me sentía una nueva
Claudia, no me equivoqué, tenía razón, el reencuentro con mis hijos
y llena de salud, me hizo sentirme la más PLENA de las MUJERES,
tenía mis prótesis que ya no me afectaban, me sentía bonita y con
muchas ganas, muchas, muchas de vivir.
Lo primero que hice fue
buscar trabajo, pues la guardería donde había trabajado hasta fines
de agosto del 2003 cerró, encontré un nuevo trabajo, y comencé el
30 de octubre, como mucama en el Hotel David Citadel (hotel 5
estrellas), en Jerusalén, trabajo cansador, una hora de viaje desde
Kiriat Gat y otra de regreso, salía a las cinco de la mañana y
volvía a las seis de la tarde, pero allí encontré un lugar donde
aprendí también muy buenas cosas, donde encontré amigos, donde
compartí mi salud, donde me sentí de nuevo útil, donde conocí nuevas
culturas, una vida nueva, un trabajo nuevo, que más podía pedir,
sólo agradecer a todos lo que me ayudaron a salir adelante y
encontrar mi SALUD, MI NUEVA VIDA, a eso continuaron también otras
cartas, porque hasta hoy, en que culmino este libro, continúo con
mis escritos en el libro de visitas, ayudando humildemente con mi
ejemplo a quien quiera escuchar y sabiendo que aunque el cuerpo
humano es impredecible, también puede tener respuestas concretas y
no ALGO.
Las dos primeras cartas son el saludo y el agradecimiento al Dr.
Larena luego de mi regreso y por supuesto su respuesta:
11 de octubre del 2003
“Estimado Dr. Larena:
Hola !!!, acá estoy nuevamente en mi casa, feliz del reencuentro
con mis hijos y feliz de estar como estoy, muy bien.
El viaje fue tranquilo, todo en orden, conocí el Vaticano, muy
importante para Luís y para mi, y en mi casa la llegada fue muy,
pero muy emocionante.
Paso a contarle algo nuevo en mis síntomas, además de todo lo que ha
desaparecido, he notado en mí una tranquilidad no recordada en mi
vida.
Después de analizar este estado de paz interior y de tranquilidad
que me encanta sentir, creo y no se si usted estará de acuerdo, ya
que mi sabiduría no es grande, se debe a que durante tantos años mi
nervio trigémino estuvo golpeado y alterado por mi compromiso
articular, mi estado de ánimo era eléctrico, ahora con la operación,
he logrado no estar ansiosa, no llorar, no tener náuseas, no tener
inestabilidad...., sino encontrarme con una nueva Claudia que ni yo
misma conocía o recordaba, no puedo creer que yo me sienta así
ahora, sin sobresaltos, sin angustias, mi mente piensa sin prisas y
ordenadamente. Se que usted Dr. entenderá mis palabras, que tal vez
yo no pueda explicar mejor.
Querido Dr. Larena, sólo me resta seguir descubriendo profundos
cambios en mi y de a poco ir contándoselos, el zumbido en el oído
derecho esta ahí, aunque menos intenso, ya desaparecerá como todo en
mi, estoy convencida que tengo que aprender nuevamente a conocerme.
Esperando todos se encuentren bien, le envió saludos especiales a su
señora, a sus asistentes y para usted todo mi cariño, recuerdo y
agradecimiento.
Hasta la próxima
Claudia.”
15 de octubre del 2003 “
Estimada Claudia: Me alegra mucho saber que continúa mejorando, que le ha cambiado
toda su vida a mejor y siento satisfacción de haberle podido ayudar
a eliminar su problema que médicamente ya sabe que se llama
"Compromiso articular temporo-mandibular". Por si algún médico le
pregunta y lo quiere aprender lo tiene todo explicado y con sus
fotos en el caso nº 10 de la página Web.
Lo importante es que ahora puede volver a vivir con naturalidad y
sin ningún tipo de angustias ni miedos. Escriba de vez en cuando,
cada vez que le apetezca o lo crea conveniente. Gracias por
acordarse de mi mujer y de las enfermeras.
Recuerdos y saludos de
todos
Dr. Jlarena.”
A esas cartas continuaron muchas más, de las que extraeré sólo
algunas que creo son las más importantes, por lo sentimental y
porque en cada una de ellas vuelco mi alegría, y por supuesto como
siempre tuve respuesta a todas del querido Dr. Larena:
18 de abril del 2004 Querido Dr. Larena :
Hola!!!, tanto tiempo, es que estoy trabajando mucho, por las
fiestas y eso realmente me tiene muy bien, no sólo ocupada, sino
descubriendo en mi nuevas cosas, que por años no las había sentido
y como dicen los jóvenes ES LO MAS !!!.
Sobre mi antigua enfermedad cada día estoy mejor, ya casi no tengo
ningún síntoma, sólo el recuerdo de tiempos pasados, pero algo
extraño pasa en mi, hay cosas que quiero recordar a veces y no
puedo, es como algo que estuvo muy lejos o mi mente tiene en blanco, o no se, tal vez no quiero recordar . A veces me parece tanta la
diferencia entre la Claudia de hace un año, que ni yo lo puedo
creer, miro las fotos de mi viaje, mi estado, y es como que soy
otra, creo que usted entenderá, yo en palabras no puedo explicar
bien como me siento de BIEN.
Quiero que sepa que no me olvido jamás de usted de su gente, de mi
experiencia, de la ayuda que me dio para lograr esta mejor vida, no
sólo he mejorado en mi aspecto físico, sino social, ya que en mi
casa soy para todos la Claudia que ellos siempre amaron, y para los
demás una persona, me miran diciendo, ¿esa era Claudia?, por eso lo
raro, tengo confianza en mi, casi sin miedos, no lloro tanto, no
tengo depresiones, y miles de cosas que me permiten seguir adelante
con cosas por hacer, así que en dos palabras estoy BIEN y FELIZ.
Me hace muy bien compartir esto con usted, se que lo hará también
feliz, se de su preocupación por mi, y cada logro mío quiero que lo
tome como el premio que usted se merece por ser como es.
Me despido, no se hasta cuando, pero, sepa que si no escribo es
porque estoy trabajando y ocupada, pero no me olvido, le mando besos
y cariño a su señora, asistentes y para usted todo nuestro cariño y
recuerdo,
Luis y Claudia.”
19 de abril del 2004
“Estimados Claudia y Luis:
Tampoco me olvido de ustedes de los que guardo un agradable
recuerdo.
Me satisface mucho saber de nuevo, recordar, que se encuentra bien y
viviendo feliz, eso es lo normal, gracias a Dios.
Por aquí todo va igual, últimamente está lloviendo mucho lo que para
todo nosotros es una bendición.
Recuerdos y que sigan bien.
Saludos
Dr. Jlarena.”
22 de septiembre del 2004
"Estimado Dr. Larena:
Llego el día tan esperado, hoy por la tarde lo llamo para confirmar
todo, es de no creer que este haciendo esto por mi y es bueno ya que
se como sea logre algo muy mío.
Lo saludo, hasta prontito con mucho cariño y respeto
Claudia".
Querido Dr:
Con estas palabras, le escribía hace un año atrás, parece todo como
si hubiera sido ayer, pero no, han pasado muchas cosas, pero muchas
desde aquel día, con Luís tenemos por costumbre hacer balances de
cosas que vivimos, y estamos seguros que este año fue con un balance
más que positivo, con sus pro y sus contra, pero la balanza cae en
positivo, y eso es muy bueno y nos llena de felicidad y
agradecimiento. A Luís y a mi sólo al recordar y pensar en todo lo
que vivimos hace un año en Canarias, sólo nos sale una palabra y es
GRACIAS en especial a usted. Dr. Larena, a sus asistentes, a su
familia y a la bonita Canarias.
Espero todos estén bien, y me despido con un fuerte, pero fuerte
abrazo, con el cariño de siempre
Luís y Claudia”.
24 de septiembre del 2004
“Queridos Claudia y Luis:
¡Como pasa el tiempo! Un año y lo importante es que se encuentra
bien y que ya está todo en el pasado y por fin olvidado. Me alegro
mucho que les vayan bien todas las cosas. Nosotros tampoco los
olvidaremos nunca.
Saludos
Dr. Jlarena”.
26 de septiembre del 2005, escribía esto en el libro de visitas:
“Hola A TODOS !!!!!!!!!! Quería acoplarme y ser parte de esa
pantalla gigante con una sonrisa, creo que la alegría y la esperanza
de todos, llenan mi corazón,y brotan en mi los recuerdos de los
buenos momentos que comencé a vivir al encontrar esta página ( no de
los anteriores, esos ya no los recuerdo ),y a dos años de mi
curación total quiero en primer lugar mandarle el mayor y el más
grande de losagradecimientos al DR JOSÉ, por su paciencia, por
todo lo que me escuchó y me ayudó, por su sabiduría y por su afán
constante para que los pacientes no sufran más !!
A sus
colaboradores y por último a todos los que escribieron y escriben en
esta página, porque también a partir de ellos yo cada día me siento
más feliz de estar entre todos estos amigos, que aunque
desconocidos, con un problema común que nos une más y más.
Nuevamente GRACIAS a todos y feliz cumple Claudia, ya son dos años
de estabilidad !! Un beso enorme y un abrazo gigante !!
Claudia”.
27 de septiembre del 2005 “Queridos Claudia y Luis:
También nosotros en casa y en la consulta tenemos recuerdos de la
estancia de ustedes en Canarias. No los olvidaremos. Gracias por la
ayuda de los consejos a los pacientes que escriben contando sus
problemas. ¡Quién se lo iba a decir, Claudia! Pero, quién mejor para
expresar los sentimientos de incomprensión y desesperación como
quienes los sufren, como usted, mejor dicho, los que los han
sufrido. Bueno... Ahora estamos trabajando en una nueva patología
que hemos descubierto, aparte del compromiso articular, y a la que
aún no le hemos puesto nombre. Ya les contaré. Reciban un fuerte
abrazo cariñoso,
Dr. Jlarena”.
ASÍ FUE MI CURACIÓN, MI HISTORIA.
En mi mente sólo hay una frase que nunca olvidare del Dr.:
“CLAUDIA ESTA CURADA Y DE A POCO SU MENTE OLVIDARÁ ESTOS AÑOS DE
SUFRIMIENTO.”
Y tenía razón hoy no recuerdo, ni necesito ninguna defensa para
estar estable...
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Testimonios
Este capítulo es sólo para volcar en él testimonios
que fueron muy valiosos en mi historia, por lo que cada uno de ellos
está transcripto exactamente como fueron escritos, sabiendo que cada
uno de los que los escribió, no era un escritor, sino personas
normales, pacientes enfermos de incomprensión, de necesidad de
auxilio.
El primero que transcribiré será el testimonio de mi hermana Laura
desde Argentina, porque desde lo sentimental es el que me sorprendió
más, ya que ella sabe cuánto la quiero y sabe cuánto estaba
sufriendo y su testimonio, es un gran mimo a mi sufrir, los otros
son los de mis compañeros del libro de visitas, a los que respeto
humildemente y se cuánto han sufrido, por y para todos ellos:
Name: Hernández Laura
City: Pilar. Buenos Aires
Soy : Pariente o
amigo de una persona aquejada de DCM
Llegue a la página:
Edad: 38
Profesión:
Sent: 23/06 2003 14:32
“DR.Larena Avellaneda: Mi correo es sólo para felicitarlo por su
tarea de ayuda hacia los pacientes con DMC, entre los cuales se
encuentra mi hermana Claudia Hernández de Glassel, que vive en
Israel y a quien usted ha sido de gran ayuda y por lo cual estoy muy
agradecida, ya que ha ayudado mucho a su estado general, ya sea
tanto físico como anímico, lo cual me tenía muy preocupada, y yo
desde mi lugar nada podía hacer. Desde ya le agradezco y le deseo la
mejor de las suertes. Muchas gracias. Eternamente agradecida.
Laura”
“Estimada Laura:
Siento no poder hacer más por Claudia pero la distancia no me lo
permite. Esperemos que se encuentre con algún colega que sepa
solucionarle su problema.
Saludos
Dr. Jlarena.”
4 de octubre del 2003
“Estimado Dr.:
Le escribo nuevamente y esta vez para agradecer lo
mucho que hizo y está haciendo por mi hermana, la que he escuchado
mucho más tranquila y más calma, creo que gracias a usted ella está
consiguiendo volver a ser quien era antes de su enfermedad.
Quisiera
poder expresar de otra manera mi agradecimiento pero la distancia no
me permite hacerlo, nuevamente muchísimas gracias de mi parte y la
de toda mi familia, ya que también haber encontrado una cura a la
enfermedad de mi hermana tranquiliza a toda mi familia que estando
tan lejos mucho no podemos hacer. Me despido de usted con todo mí
cariño y GRACIAS MIL.”
5 de octubre del 2003
“Estimada Laura:
Su hermana ha tenido mucha suerte al arriesgarse y hacer todo ese
largo desde Israel pero, como dice ella, estaba segura de lo que
tenía, más que yo mismo, y sabía que le podía solucionar su
problema.
Le insistía que sin verla no le podía prometer nada, aún así decidió
aventurarse y afortunadamente le salió todo bien.
Dentro de unos días pondré su caso en mi Web: será el caso N 10 de
compromiso articular y verá lo que hemos tenido que hacer para
suprimir sus compromisos.”
Su marido, Luis, también está muy contento. Hoy domingo se iban a un
asado de barbacoas argentinas en un pueblo de nuestra isla. Mañana
lunes pasará por la consulta y me da tristeza que se vayan el martes
porque me había acostumbrado a ellos pero la vida tiene que seguir.
Agradecido por sus palabras pero lo que he hecho es sencillamente
cumplir con mi profesión: curar, se le acabaron 18 años de
sufrimiento. Gracias.
Saludos
Dr. Jlarena.”
MIS COMPAÑEROS DEL LIBRO DE VISITAS
Name: Oscar Barba Medina
City: Aguas Calientes
Soy: Persona aquejada
de DCM
Llegué a la página:
Edad: 25
Profesión:
Sent: 14/08 2001
12:25
“Supongo que padezco dicho síndrome, aunque no estoy seguro. Lo que
sucede es que yo padezco un temblor en la parte de mi cuello que me
hace mover mi cara como si afirmara que NO. ya había mandado un
e-mail con otra dirección pero perdí mi nombre de usuario por lo que
opté por crear un nuevo e-mail. He ido con psiquiatras y con un
neurólogo que no me pudieron determinar exactamente cuáles eran las
causas de mi problemática, por lo que abandoné cualquier posibilidad
de curarme. No fue hasta hace 15 días atrás que acudí a un
otorrinolaringólogo el cual me señaló que acudiera con un
ortodoncista por un posible padecimiento del síndrome de Costen.
En
cuanto a las anginas y molestias en el oído por lo cual acudí al otorr. Doc. Jaime Obregón, me señaló que era un problema de alergia
lo cual puedo decir el día de hoy que su diagnóstico fue el correcto
ya que cesaron las molestias que yo suponía eran a causa de un
problema de anginas. Mando este correo con la intención si es
posible si me pudiera comunicar dentro de su experiencia si es
posible que dicho síndrome provoque alteraciones de desequilibrio,
nerviosismo, tensión muscular en la parte de mi cuello, así como
mareos y ocasional nublamiento de mi vista, además de que cualquier
ruido fuerte o espontáneo me hace saltar y sacudir mi cabeza. Sin
más por ahora. atte. Oscar Barba Medina ”
Name: Elisa Rodiguez Montalvo
City: Alicante
Soy: Persona aquejada
de DCM
Llegué a la página:
Edad: 35
Profesión:
Sent: 01/10 2002
14:09
“Dr.Larena Soy una mujer de 35 años, con esta enfermedad tan
dolorosa. He estado leyendo más o menos todo de su pag.Web. Me
gustaría ponerme en contacto con usted, no entiendo eso de tallar
los dientes. Padezco esta enfermedad tan dolorosa desde hace 3 años
y pico, en tratamiento Unidad del Dolor en Alicante, el médico que
me atendía me dio morfina, topamax, adolonta, bloqueos de cara,
intravenosos, triptizol, entre otras cosas y nada no dió resultados,
sigo exactamente igual, desesperada. Por favor ayúdeme, no puedo
más, contésteme por favor. Gracias”
Name: Jose Francisco
City: Santa Cruz De Tenerife
Soy :Persona
aquejada de DCM
Llegué a la página:
Edad:: 42
Profesión:
Sent:
14/03 2004 16:55
“Paso a comentar mi caso, por si le es de ayuda a alguien y les
puede orientar, como me orientó a mi lo leído en la página de doctor
Larena: Hace 14 años, comencé a sentir, una sensación vertiginosa
leve, era como si " tuviera la cabeza en el aire" de ligeros
mareos, entonces acudo a la consulta de un neurólogo el cual me
comenzó a tratar con vasodilatadores, que me afectaban mucho al
estómago, así estuve 6 largos meses hasta que me empezó un ruido
(pitido) en un oído, entonces el neurólogo me " despachó rápido" y
me dijo que ese caso no era para él y me mandó al otorrino ( 6 meses
perdidos...)
Dos años antes había asistido a la consulta de un otorrino y me había diagnosticado una hipoacusia leve en frecuencias
agudas en el oído izquierdo. Al verme el otorrino me comento que los
síntomas vertiginosos y el acúfeno eran por la perdida auditiva y
que no había nada que hacer, recetándome otro vasodilatador que no
me hizo ningún efecto... Me recorro no se cuantos otorrinos y otros
neurólogos, y nadie me aporta solución, así estuve 4 años... hasta
que cansado opte por vivir la vida lo mejor posible y quedarme con
los síntomas. Después apareció otro síntoma que ha ido aumentando
cada día y que son cefaleas que me empiezan en la zona de la nuca y
poco a poco aumentan hasta que llegan a la zona ocular( ojo
derecho) visita neurólogo y cada uno daba su versión...cefaleas
tensiónales--síndrome de Arnold---migrañas etc..
Me volví a cansar y
pasé de médicos, y a vivir la vida otra vez, aunque los síntomas me
iban venciendo... Hace dos meses, que me han aumentado los síntomas:
-ruidos más fuertes en oídos (pitidos, campanitas) -los dolores de
cabeza me dan con mayor frecuencia (Terminan siempre en zona
occipital, y seno del ojo derecho, aunque generalmente empiezan en
la zona de la nuca y de ahí se va extendiendo a las sienes)
sensación de oír menos, como si estuviera taponado. -picores en los
oídos, eczemas. -sensación de inestabilidad (me da por temporadas.)
dolores en zona de cervicales (las tengo bien según traumatólogo)
con contracturas frecuentes en esa zona. - y otros menos molestos
que no comento para no cansar.
Casualmente fui a la consulta de un
dentista, y me comentó que si la mandíbula me hacía un clic cuando
abría mucho la boca, y que si notaba chasquidos en la zona del oído
cuando abría y cerraba la boca, le comenté que si, y me indicó que
tenía (después de observarme) una mala oclusión y que eso me
producía una disfunción de la mandíbula...si bien me comentó que eso
no producía ninguno de los síntomas referidos por mi anteriormente.
Consulté a dos nuevos otorrinos y me confirmaron que la disfunción
de la ATM, no producía esos síntomas, incluso un maxilofacial ídem
de lo mismo... todo ello me hizo tirar la toalla, hasta que consulté
una última opinión de un nuevo otorrino que al hacerme la
exploración me comenta que me viera un especialista en disfunciones
temporo mandibulares pues según su criterio eso producía acúfenos y
otros síntomas referidos por mi....me quedé de piedra y me pregunté
cómo pueden haber opiniones tan contrarias entre especialistas sobre
un mismo tema, opiniones que lo único que hacen es minimizarte la
salud, porque no tienes una referencia para afrontar tu problema, y
te confunden más.
Me recomendaron de asistir a la consulta del
doctor Larena en Las Palmas de Gran Canaria, por estar especializada
en este tipo de disfunciones, y la verdad, fui esperando otra
desilusión, pues de tantas opiniones que me han dado en tantos años,
que podía esperar..., además no creo en curas milagrosas, ni en
clínicas donde te ofrecen tratamientos milagrosos, si no están
contrastados clínicamente, y la verdad me llevé una sorpresa,
primero por el trato humano que me dieron y el ponerse en el lugar
del paciente entendiendo el problema que les contaba, sólo con eso
casi me conformaba, pero además me han dado allí una esperanza para
seguir luchando y me han puesto un tratamiento para tratar mi
padecer, y además un tratamiento basado en hechos clínicamente
probados durante muchos años.
Yo no se si al final me curaré, porque
en medicina no hay nada seguro, pero al menos tengo de nuevo ilusión
para seguir luchando, y fe en que todos estos síntomas se me
reducirán y quien sabe si se me quitarán del todo.... Conforme
avance el tratamiento iré contando mis experiencias por si, cómo
dije al principio, puede ayudar a alguien.
Name: Maite Goiri Uriarte
City: Bilbao Soy: Persona aquejada de DCM
Llegué a la página:
Edad: 36
Profesión:
Sent: 25/03 2004 14:11
“Estimado doctor: He estado navegando por Internet buscando algo
relacionado al problema que me aqueja y me he encontrado con su
página. Muy brevemente intentaré relatarle mis dolencias. Hace unos
cuantos años que llevaba notando unos ruidos en la parte izquierda a
la altura de la mandíbula, pero sólo eran ruidos, no me dolía nada.
En los últimos años (desde hace 2 ó 3) las molestias que sufro son
cada vez mayores, hasta el punto que al día de hoy apenas puedo
masticar, ni bostezar y me cuesta mucho incluso hasta abrir la boca.
Como tengo un desgaste cervical agudo con bastante frecuencia (1, 2
ó 3 veces por mes) al osteópata, el cual me dijo que tenía un
bloqueo y corrimiento en la mandíbula y que acudiera al
ortodoncista. El ortodoncista, después de exponerle el problema, me
aconseja hacerme una Firula de descarga, pero me dice que esto no va
a solucionar el problema, que sólo me hará descansar y no tensionar
la mandíbula pero que no se me corregiría el problema.
Como es la
única solución que me dan accedo, me la hago y actualmente la estoy
utilizando, pero efectivamente, mis dolores son cada vez mayores.
Empieza a dolerme el oído, la cabeza (en la sien izquierda) e
incluso la garganta. Tengo miedo que esto afecte a mi desgaste
cervical (tal y como me dijo podría ocurrir el osteóata. ¿Qué puedo
hacer? ¿Hay o conoce Vd. algún especialista por la zona de Bilbao?
¿A quién debería de acudir? Esperando que conteste mi correo y
agradeciéndole infinitamente su ayuda reciba un cordial saludo
Maite.”
Name: EVA MORENO RODRIGUEZ
City: Aranjuez
Soy: Persona aquejada de DCM
Llegué a la página:
Edad: 34 Profesión:
Sent: 12/05 2004 07:28
“Estimado Dr. Larena: No le he escrito antes porque estaba esperando
a poderle contar algo de mi evolución. En primer lugar quisiera
agradecerle enormemente que me recibiera cuando vino a Madrid, ya
que para mi fue un día que espero marcara mi futuro. Supongo que las
personas que se encuentran en mi misma situación entenderán lo
importante que es que al explicar nuestro problema y todos los
síntomas que conlleva y no se nos trate como bichos raros, quejitas,
e incluso cuentistas.
Después de 17 ó 18 años pasando por
neurólogos, traumatólogos, fisioterapeutas, psicólogos, etc... El
que alguien nos escuche y comprenda nuestro sufrimiento ya es algo
de agradecer, pero si además nos da la esperanza de acabar con todos
nuestros dolores... esto ya es difícil de explicar. Como ya sabe
empecé mi tratamiento en abril con la Dra. Barata (que también es
una persona encantadora y con mucha paciencia)…”
Name: Laura Ines Martinez Garcia
City: Cadereyta Jim. N.L.
Soy:
Paciente SDCM
Edad: 41
Sent: 31/03 2005 17:20
“Dr. Larena: Me acaban de detectar el síndrome de Costen después de
varios años de tener molestias con el oído, cabeza, cuello, hombro y
plantas de los pies. La otorrino me transfirió al cirujano maxilo
facial, quien me va operar la muela del juicio del lado izquierdo,
donde se concentraban los dolores partiendo del supuesto de que es
ella la que está presionando la articulación. ¿Está podría
representar una mejoría? Gracias”
Name: Liliana
City: Buenos Aires
Soy: Dentista
Edad: 48
Sent: 19/09
2005 14:40
“Estimado Doctor: El leer su página Web me llenó de esperanzas. Hace
casi un año que estoy desesperada, de médico en médico, con
tratamientos para la sinusitis, alergia, contractura cervical, sin
lograr mejoría alguna. Brevemente le cuento: empecé con una molestia
en la lengua y paladar, como si tuviera papel de liga, la sentía
como sucia, seca. Luego comencé con dolor en las mandíbulas
(especialmente la izquierda), en las muelas de arriba, como si las
hubiese tenido apretadas.
Luego comenzó a dolerme por delante de la
oreja y a veces llega hasta la sien, el músculo del cuello que va
por detrás de la oreja se contractura y me duele el hombro y brazo
izquierdo. También siento como un zumbido en la oreja que a menudo
desaparece si cambio de posición. Por último siento opresión en los
oídos, como si los tuviera tapados y muchas veces picor entre la
garganta y el oído. Disculpe que lo martirice contándole todos mis
síntomas, pero necesito saber si puede ser un DCM porque cuando le
relato todo esto a los médicos me miran como si fuera loca.
Esto me
pone más ansiosa y se transforma en un círculo vicioso. Además
siempre tengo la fantasía que podría llegar a ser una enfermedad
grave y estoy perdiendo el tiempo. Si usted considera que puede
solucionar mi problema vería la posibilidad de viajar. Desde ya
muchas gracias. Liliana.”
Name: Ivana Leiva
City: Rosario – Argentina
Soy : Paciente SDCM
Edad: 22
Sent: 01/10 2005 05:31
“Doctor Larena-Avellaneda Mesa: Hace aproximadamente 7 años que mi
apertura bucal es muy reducida, siento chasquidos en la zona de la
mandíbula, mis oídos se inflaman muy seguido y tengo picazón
permanente en ellos, siento realmente tensionados todos los músculos
de la cabeza, el cuello y la espalda, mis dientes se han ido
adaptando al poco espacio que tengo en la boca y ya no coincide en
nada mi mordida.
Siento un dolor fuerte en la zona de atrás del
apoyo de mi cabeza cuando la apoyo y suelo sentir dolor en las
glándulas salivales, mi vista ha ido empeorando y siento nublados
los ojos muy seguido, al mismo tiempo que mi audición que siento que
empeoró. Hace años que voy de profesional en profesional buscando
alguien que pueda diagnosticar mi problema y ayudarme a solucionarlo
y por fin volver a sentir la cara relajada y no tener más estos
continuos dolores de cabeza.
Realmente no se qué hacer y le
agradecería cualquier información acerca de algún profesional en mi
ciudad que usted pueda recomendarme, algún tratamiento, no se, algo
que pueda orientarme acerca de cómo tratar esta enfermedad. Desde ya
muchas gracias, espero con ansias su respuesta. Ivana Leiva.”
Name: José Francisco
City: Tenerife
Soy: Paciente SDCM
Sent: 02/10
2005 08:32
“Saludos. Ayer pase por la consulta del doctor para revisión, y tras
revisarme la boca me comenta que los dos compromisos que tenía en la
articulación estaban curados. La verdad es que no hacía falta que me
lo dijera, pues recuerdo que la primera vez que me palpó el interior
de boca presionando con el dedo el fondo de la misma, sentí un dolor
tan agudo que casi salto de la silla... en fin que el primer
"COMPROMISO" QUE TENIA EL DOCTOR CONMIGO" que era eliminar los
compromisos de las articulaciones se ha cumplido ... Gracias.
Ahora
le queda creo lo más difícil, que es poner los dientes en su sitio
para conseguir el equilibrio oclusal, y es que como decimos en
Canarias tengo los dientes " cuadrilongados" con interferencias
oclusales, aunque cada vez noto como los dientes están haciendo
contacto uno contra otros cuando me quito el aparato. Ya me comentó
que tendría que variar el equiplan para conseguir mejores
resultados, y este mes acudiré de nuevo a su consulta.
La verdad es
que lo mejor de todo es el buen trato que recibe uno y la sensación
de estar en " familia " cuando está siendo atendido,los que han
estado en su consulta lo entenderán. Pienso que es una buena forma
de entender la medicina en el binomio paciente- doctor, porque es
importante el trato psicológico y personal que se le da al
paciente... pues nada hasta otra ya les contaré el resultado de
próxima consulta. Saludos.”
Name: Raquel Villalobos
City: Las Palmas de Gran Canaria
Soy:
Paciente SDCM
Edad: 25
Sent: 27/10 2005 13:41
Soy una persona nerviosa, los problemas con mis mandibula noches
emitía un chirrió constante con los dientes (conocido como
bruxismo). Decidí ir a un dentista. De esto hace ya 6 años. Me
recomendó que utilizase un aparato de noche para evitar el contacto
entre los dientes. Fue peor el remedio que la enfermedad. Con el
paso del tiempo me di cuenta de que no podía ni abrir ni cerrar bien
la boca. No podía masticar y se me habían movido la gran parte de
los dientes.
Llegué a la consulta del Dr. Larena-Avellaneda hace
tres meses y tengo que reconocer que estoy impresionada con el
cambio. Se ha terminado el bruxismo nocturno. Puedo cerrar la boca
prácticamente de manera perfecta y mastico mucho mejor. Ya casi
puedo comer de todo. ¡Por lo pronto, he vuelto a comer los
bocadillos después de muchos años! Ahora estoy aprendiendo a tragar
bien saliva para evitar la apertura entre los dientes de arriba y
los de abajo. Tengo hora con el doctor a mitad de diciembre. ¡Espero
conseguirlo! Muchas gracias.
Name: Fernando Fernandez
City: Santa Cruz de Tenerife
Soy : Pariente
o amigo de alguien con SDCM
Edad: 41
Sent: 28/10 2005 11:09
Estimado Doctor José Larena-Avellaneda: le agradecería la
información si esta enfermedad que usted comenta en su pagina Web,
tiene relación con la neuralgia del trigémino, ya que tengo a mi
esposa con todos los síntomas de esta enfermedad, y ya hemos
visitado a varios médicos, pero aun no hemos encontrado solución, y
sufre unos dolores espantosos. A la espera de sus noticias, reciba
un cordial saludo, Fernando.
Name: Federico Brouwer
Soy : Paciente SDCM
Edad: 35
Sent: 01/01 2006
23:41
Estimado Dr le estoy escribiendo desde Argentina, Ciudad de Córdoba,
me fue diagnosticado una severa DCM, y al consultar con varios
especialistas, médicos y odontólogos no encuentro una solución a mi
problema, si UD. podría referenciar algún profesional en mi país,
estaría muy agradecido. Atte. Federico Brouwer.
Name: Angel Serrano
City: Madrid
Soy : Paciente SDCM
Edad: 31
Sent:
08/03 2006 11:04
Estimado Doctor: Después de más de 10 años sufriendo molestias y
dolores más o menos soportables constantemente y sin que ninguno de
los numerosos médicos que me han visto averiguaran nada, he llegado
a su página Web y me he quedado atónito ante los síntomas de la
disfunción que usted trata, ya que describen perfectamente mis
síntomas y concuerdan con lo que yo ya he dicho a los médicos y
odontólogos que me han visto en estos años. Soy un joven de 31 años
de Madrid que aproximadamente a los 18 años empecé a sentir como un
adormecimiento del lado derecho de la cara, poco a poco el dolor se
fue hacia el oído, la cabeza y el cuello.
Los síntomas que
actualmente padezco son:
-
Dolor de oído incluso pérdida de audición
por este oído, ruido en el oído
-
Dolor en la cara en el lado derecho
que se irradia al ojo derecho, el cráneo y nuca Dolor en la boca y
la garganta con sequedad de la misma en un lado Dolor al mover la
mandíbula, sobre todo movimientos laterales
-
A veces crujidos y
ruidos en la mandíbula y sensación a veces de arena en la
articulación
-
Dolores musculares de cuello y espalda
-
Dificultad de
fijar la visión cuando el dolor es fuerte
-
Cuando el dolor es
fuerte incluso me cuesta hablar y me produce náuseas Dolores de
cabeza y aturdimiento
-
A veces parece que no se cómo relajar la
mandíbula, donde colocarla (espero que usted me entienda)
Por lo que
he leído todos estos síntomas se asocian al síndrome de Costen que
usted trata, por eso estoy muy interesado en que usted se ponga en
contacto conmigo para poder tratarme o recomendarme un especialista
en Madrid que pueda hacerlo. Le estaré eternamente agradecido si así
lo hiciera, ya que usted, que trata con pacientes como yo, entenderá
perfectamente el grado de frustración e impotencia que esta dolencia
causa ya que nadie es capaz de decirme, por lo menos, lo que tengo.
Espero por favor recibir noticias suyas en breve...
NOTA: Pido disculpas a mis otros compañeros, sólo podía elegir
algunas de las tantas cartas del libro de visitas del Dr. Larena,
las mismas son textuales, copiadas del libro y sin ningún tipo de
corrección, como dije anteriormente, las respuestas del Dr. son
personales, por lo que aquí no aparecen, pero no dudo que habrán
sido tan importantes, alentadoras y comprensivas como las mías.
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Mensaje final
DCM, es el libro que cuenta mi testimonio, en donde me muestro como
mujer, madre, paciente, enferma, durante dieciocho años, es la
historia por saber lo que mi cuerpo sacaba fuera de mi sin
explicación .
Hoy a un año de mi curación definitiva de mi eterna inestabilidad,
comencé nuevamente a sentirme mal, ya no con síntomas extraños e
inexplicables, sino con un cansancio profundo, que en un primer
momento fue tomado como ALGO, un cansancio, pero yo ya había
aprendido, a pelear por lo que creía era mi verdad en mi sentir
físico, insistí e insistí, pues no era ALGO normal, en mi cuerpo tan
estudiado por mi.
Esto me llevó a nuevos exámenes médicos, el diagnóstico no se hizo
esperar, era preciso, mi corazón estaba enfermo, lastimado, el
corazón donde todos guardamos con mucho cuidado nuestros
sentimientos, se había enfermado. Por lo que el siete de junio del
2005 fui operada a corazón abierto y arreglaron dos válvulas con dos
baypas y otra vez la pregunta por qué?
La contestación fue lenta, porque el shock de esta dolencia, me
había dejado bloqueada, pero pude lograr la respuesta:
-
Desde mi FE, era una nueva prueba que DIOS, ponía
en el camino de mi vida.
-
Desde mi realidad, los años de incomprensión, tal vez
hicieron que mi corazón, mi caja de sentimientos,
sintiera en forma muy intensa mi sufrir y por lo que
pidió AUXILIO.
La diferencia fue, que sentirme mal, duró sólo ocho meses, desde
noviembre del 2004, a junio del 2005, y ahora si estoy curada del
todo, ahora volví a tomar medicación diaria, pero ya no para tapar
mis sentimientos, sino para cuidarlos, para que pueda ser feliz y
logre definitivamente mi verdadera SALUD.
DCM, no es sólo mi historia, es la historia de muchas personas
desconocidas, pero unidas por sufrir sin saber por qué, aunque puedo
entender que el cuerpo humano es una gran caja de sorpresas, no
estamos obligados a quedarnos con un diagnóstico que no satisface
nuestro verdadero sentir, por eso no debemos claudicar, por nuestra
vida, por nuestra salud, por nuestra felicidad.
DCM, fue escrito primero con bronca, luego con COMPRENSIÓN y
finalmente con AMOR, pues entiendo que a partir de este sentimiento
se puede lograr Solidaridad, Compañía, Salud, Alegría de vivir.
COMPRENSIÓN, AMOR Y ESPERANZA encierran mi mensaje, COMPRENSIÓN y
AMOR por todos los enfermos, esperanza para que la palabra ALGO
salga para siempre del vocabulario médico, pues en mi lugar de
paciente no era ALGO mi verdad, era una Disfunción
Cráneo-mandibular, que provocaba un Compromiso Articular en mi boca
y de allí todo ese cúmulo de síntomas interminables.
Quiero terminar con esta frase que leí un día, la guardé, desconozco
su autor, pero encierra todo mi sentir y el final de mi mensaje:
“SE CAMINO QUE GUÍA Y ORIENTA HACIA LA VERDAD A LOS PEREGRINOS DE LA
VIDA Y ESTOS AGRADECIDOS PLANTARÁN FLORES A TUS PIES “
Querido Dr. José Larena, GRACIAS por ser el camino de muchos como yo
!!!
CLAUDIA
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Epílogo
“NUNCA SERÁ TARDE PARA BUSCAR UNA VIDA MEJOR, SANA Y FELIZ… SI EN
ESA BÚSQUEDA PONEMOS CORAJE Y ESPERANZA“
CORAJE: porque es la fuerza que cada uno de nosotros ponemos a
nuestras acciones. El coraje no nos dejará caer en el abismo de la
desesperación, el miedo, la vergüenza, nos guiará en nuestra verdad,
sobre todo para no ser INCOMPRENDIDOS.
ESPERANZA: porque es lo que nunca debemos perder, aun sintiéndonos
solos, cansados doloridos, INCOMPRENDIDOS.
“SER COMPRENDIDOS ES UNA NECESIDAD PARA LOGRAR UNA VERDADERA CALIDAD
DE VIDA“
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