by Lisa Garber
traducción de
Adela Kaufmann
En Corea del Sur, los científicos utilizan un campo magnético para hacer que las células cancerosas realmente se autodestruyan.
El cuerpo elimina las células viejas, defectuosas, e infectadas a través del proceso de la muerte celular programada (PCD), o la apoptosis. En la apoptosis, la célula rechazada responde a ciertas señales enviadas por el cuerpo mediante la fragmentación. Las células inmunes luego consumen estos fragmentos. Los imanes ayudan a activar la apoptosis.
Cuando falla la apoptosis, sin embargo, las células rechazadas se dividen sin control, desarrollando tumores.
Los Imanes Inducen la Apoptosis
El Profesor Jinwoo Cheon de la Universidad de Yonsei en Seúl y un equipo de científicos realizaron experimentos con células de cáncer de intestino utilizando campos magnéticos para inducir la apoptosis.
Ellos adjuntaron nanopartículas de hierro a los anticuerpos, que se unen las moléculas "receptoras" en las células tumorales. Estas moléculas se agrupan cuando se aplica el campo magnético, provocando la señal de "autodestrucción" y por lo tanto la apoptosis.
En el experimento, más de la mitad de las células de cáncer de intestino fueron destruidas cuando la señal de la agrupación apoptópica entró en vigor.
Las células no tratadas se mantuvo sin cambios y sin daño alguno. Untreated cells remained unaffected and unharmed.
¿Respuesta de las Grandes Farmacéuticas?
En un experimento relacionado, los científicos realizaron el mismo tratamiento en peces cebra, lo que provocó que crecieran inusuales colas.
Más ensayos están en proceso.
El estudio será publicado en la revista Nature Materials.
Uno debe preguntarse cómo esta forma de terapia - una que no, hasta el momento, llena los bolsillos de las grandes farmacéuticas - se desarrollará en el mundo de la medicina tradicional.
Los fabricantes de medicamentos (literalmente) embancan la enfermedad perpetua, y los medicamentos contra el cáncer han demostrado una y otra vez que empeoran los tumores. Pero independientemente de los posibles tratamientos alternativos, las grandes farmacéuticas continuarán impulsando estas peligrosas "soluciones" para el público.
Aun cuando numerosos alimentos que combaten el cáncer como la cúrcuma, el jengibre, el ajo, el extracto de hoja de papaya, las bayas, y muchos más existen, la industria farmacéutica y la medicina convencional no reconocerán esto como soluciones.
Fuentes Adicionales:
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