| 
			
 
 
			
			
  por Dr. J. Amat
 
			Octubre 2013 
			  
			  
			  
			  
				
					
						|   
						BEGINOL - 
						CÁNCER 
						
						Dietético coadyuvante del tratamiento convencional del 
						cáncer
 http://www.essentialsupplement.com/
 
 DR. J. AMAT
 ASESOR CIENTÍFICO BEGINOL Y CLOROYUDOL
 Telf.: España: 976298355 - 678798894
 info@beginol.com
 info@djacientifico.com.
 
							
							
							
							Licenciado en medicina y cirugía por la facultad de 
							medicina de Zaragoza 1973 –España. 
							
							
							Cursos monográficos del doctorado 1975. 
							
							
							Especialista en Neurología. 
							
							
							Miembro por oposición del cuerpo de médicos 
							titulares del estado. 
							
							
							Nominado para el premio Príncipe de Asturias en el 
							1984. 
							
							
							Pronominado para el premio Nobel de Medicina y 
							fisiología del 1984 
							
							
							Autor del libro 'CÁNCER TEORÍA BIOQUÍMICA Y PRÁCTICA 
							CLÍNICA', volumen de 1200 páginas el cual se 
							encuentra en las bibliotecas de todas las facultades 
							de medicina del mundo occidental.
							
							
							Autor del libro 'DE QUE LA HUMANIDAD PADEZCA CÁNCER 
							YO ACUSO' |  
			
 
			  
			  
			  
			ATACAR Y TRATAR DE MATAR 
			CÉLULAS TUMORALES  
			TAL COMO HACE LA 
			QUIMIOTERAPIA  
			ES EL ORIGEN DEL FRACASO 
			DE LA MEDICINA  
			EN SU LUCHA CONTRA EL 
			CÁNCER.
 
			  
			  
			Hablaré en este trabajo 
			de una de las varias teorías existentes, que intenta explicar, no el 
			origen cáncer, si no su forma de expansión y diseminación por la 
			totalidad del organismo. 
			  
			Aunque es, como digo una 
			más de las existentes es la más racional y lógica desde el punto de 
			vista científico y el conocerla es de fundamental importancia para 
			los profesionales de la salud, que estén tratando enfermos de cáncer 
			en sus consultas, ya que a la luz de los conocimientos, que nos 
			brinda dicha teoría comprenderemos el porqué de la sintomatología 
			incluso mecanismo de expansión y formas de atajar su crecimiento por 
			lo tanto el uso racional o no de cualquier tratamiento de cáncer, 
			como el BEGINOL o cualquier otro.
 Esta teoría basa su conocimiento en intentar demostrar, que la 
			expansión de un tumor es debida a la proliferación del tejido 
			conjuntivo que le brinda el sostén o armazón (lo mismo que en 
			cualquier herida o lesión) y a la creación de nuevos vasos 
			sanguíneos nutricios (neo angiogenesis) que invaden este "armazón", 
			pero que son brindados por la inflamación peritumoral que las 
			células malignas van creando y no le atribuye ninguna condición 
			especial en este sentido a la célula maligna.
 
			  
			Es decir niega que dicha 
			célula incite por medio de sustancias especiales la creación de 
			nuevos vasos sanguíneos, necesarios para alimentarse según van 
			dividiéndose y formando la masa tumoral (teoría hasta la fecha 
			aceptada ),por lo tanto dicha célula aprovecha la propia inmunidad 
			natural y fisiológica y su primaria reacción, la inflamación, para 
			crecer y multiplicarse, lo cual es para mí la mayor paradoja 
			biológica que existe.
 Además llega más allá, puesto que afirma que las metástasis de los 
			tumores, solo pueden darse en territorios o grupos celulares 
			previamente inflamados.
 
 Existe una demostración de ello, puesto que cuando implantamos un 
			tumor en un tejido que carece de vascularización y además no puede 
			crearla de novo, como es la cornea, el tumor no crece y se duerme o 
			se muere
 
 En última instancia, esa diferenciación celular que conocemos como 
			célula neoplásica necesitará del organismo para poder desarrollarse, 
			dividirse, infiltrar y establecer metástasis". Sin la respuesta 
			inflamatoria el cáncer no es viable.
 
 La angiogenesis es el factor biológico que hace viable al cáncer. No 
			así la célula tumoral como se considera hasta ahora.
 
			  
			Esto significa que el 
			enemigo a atacar no es el mismo. No es cuestión de "matar" células 
			tumorales sino de frenar el aporte que el organismo le brinda al 
			tumor en una especie de suicidio biológico.
 Si desea conocer un resumen de mi teoría sobre el cáncer habrá el 
			siguiente enlace:
			
			
			https://www.amazon.es/clouddrive/share?s=bEdaZJE2RdYhIT2bFJf72E
 
 La célula maligna, es una célula normal que ha mutado y ha cambiado 
			su clave genética, en ese momento se diga lo que se diga en ciencia 
			es reconocida como extraña es decir como si fuera una noxa, o un 
			agente patógeno y se desencadena por parte del organismo el ataque 
			de la defensa inmunitaria, o sea la inflamación, pues bien esta 
			teoría defiende, que precisamente esa inflamación es la que 
			aprovecha la célula maligna en una simbiosis perfecta para 
			alimentarse, y crecer .porque es la que le brinda los vasos 
			sanguíneos nutricios necesarios, además de ser anaerobia lo mismo 
			que la célula tumoral
 
 De acuerdo con esta teoría la quimioterapia o la radioterapia no son 
			los tratamientos adecuados para el cáncer, puesto que atacan a las 
			células malignas y están no son las verdaderas responsables del 
			crecimiento y expansión de los tumores, en verdad proliferan porque 
			son atendidas y auspiciadas por la inflamación que crean (seguir 
			leyendo la teoría) e incluso dichos procederes atacan a toda célula 
			en reproducción y existen en el organismo grupos celulares que 
			incluso se reproducen a mayor velocidad que el tumor, es por eso que 
			estas terapias tienen demasiados efectos adversos y además pobres 
			resultados.
 
 En los EE.UU., dos investigadores, Judah Folkman (Harvard) y
			Noel Weidner (Univ. de California) coinciden en que el grado 
			de angiogenesis determina el tratamiento y el pronóstico de un 
			cáncer.
 
			  
			Cuando mayor es el 
			número de vasos sanguíneos que el organismo aporta al tumor, más 
			riesgo existe de recidivas y de metástasis. En un trabajo publicado 
			en SCIENTIFIC AMERICAN (julio/1994), Rakesh K. Jain coincide 
			con este enfoque. 
 El cáncer es más agresivo cuando mayor es la vascularización que le 
			presta el enfermo, y esta vascularización es posible por la 
			inflamación peritumoral.
 
 Pero la angiogenesis es un proceso normal y vital para el organismo; 
			la utiliza para regenerar tejidos enfermos y para curar heridas; 
			también en los primeros estadios del embarazo (implantación del 
			óvulo fecundado en el endometrio) y en la placentación, formando 
			primero pequeños vasos sanguíneos que luego se organizan en vasos de 
			mayor calibre hasta formar el cordón umbilical.
 
			  
			El mismo proceso genera 
			por un lado la vida, por el otro, la muerte. 
 Pero también el tratar de inhibir la formación de nuevos vasos 
			sanguíneos en el tumor conduce al desastre, porque en realidad, 
			todos los productos que inhiben la angiogenesis, no son selectivos y 
			actúan a nivel de todo el organismo y existen reacciones 
			fisiológicas, necesarias, que necesitan el crecimiento de nuevos 
			vasos, como la propia regeneración del tejido conectivo en las 
			lesiones y otras muchas, por lo tanto inhibir la angiogenesis 
			intensamente puede conducir a la muerte y desde mi punto de vista no 
			es un buen método
 
 Pero existen otras terapias, nada agresivas y que controlan el 
			proceso inflamatorio tumoral incluso su crecimiento y diseminación y 
			actúan en otras enfermedades graves e incurables, puesto que todas 
			ellas cursan con inflamación y es el BEGINOL, para saber 
			indicaciones dosis etc. en el cáncer, como coadyuvante y otras 
			patologías abra el siguiente enlace:
			
			
			https://www.amazon.es/clouddrive/share?s=gAd8q5coSpMs9uT_xRyt-U
 
 En el cáncer la célula de origen es una sola, pero cuando se detecta 
			el tumor ya se trata de billones de células mutadas que en nada se 
			parecen a la original.
 
			  
			Estas células se alteran 
			de tal manera que les permite escapar a los múltiples mecanismos de 
			protección sobre todo a la vigilancia inmunológica. Para empeorar la 
			situación, las células neoplásicas sufren repetidas mutaciones y 
			cada vez son más diferentes a la célula inicial. 
			La revista Science ha dedicado una sección especial titulada 
			Celebrating an Anniversary - Cancer Crusade at 40, encabezada 
			con artículos sobre los cambios en la incidencia de los siete 
			cánceres más frecuentes y su repuesta al tratamiento.
 
 Los cambios no son nada alentadores en cáncer de cerebro, páncreas e 
			hígado, algo mejores pero no sustanciales en cánceres de colon, 
			mama, próstata y leucemia
 
 Hay tratamientos con resultados evidentes como el imatinib en la 
			leucemia mieloide crónica y el tratamiento de las leucemias 
			linfoblásticas con 80% de supervivencia en niños.
 
			  
			El enorme desarrollo de 
			la quimioterapia y de los protocolos con múltiples drogas - y su 
			alto costo ha transformado el proceso de agudo a crónico, PERO LA 
			CURACIÓN ES SÓLO EXCEPCIONAL, ES DECIR MUY POCO FRECUENTE. Esta es 
			la cruda realidad y vale la pena leer los artículos 
			correspondientes. 
			No se ha definido todavía "el" o los orígenes de "la" primera célula 
			que se transforma, es decir que se maligniza y hasta se involucraría 
			cada vez más a la inflamación crónica en esta iniciación o momento 
			cero.
 
 Incluso al menos yo así lo pienso, que cualquier irritante sea 
			químico, mecánico o físico, puede provocar una mutación en una 
			célula y volverse teóricamente maligna .ósea las causas pueden ser 
			variadísimas, pero también se debe tener en cuenta, que aunque esto 
			suceda, esa célula malignizada no tiene porque dar lugar a un 
			cáncer, ya que puede ser controlada por los mecanismos de defensa 
			del organismo y eliminada.
 
 Para que esa célula no sea eliminada y se divida dando lugar a una 
			masa de células llamada tumor, se deben de dar una serie de 
			condiciones favorables a ello.
 
 Una cosa por lo tanto es hablar del origen de la primera célula de 
			un tumor y otra es hacerlo de las condiciones idóneas, para que este 
			tumor crezca e infiltre tejidos y más aun produzca metástasis.
 
 Ha habido en otros tiempos investigaciones oncológicas que tienden a 
			controlar al cáncer atacando sus vías de aprovisionamiento.
 
			Folkman es quién desde la década del setenta insiste con un concepto 
			interesante:
 
				
				El tumor para crecer, infiltrar y dar metástasis 
			necesita de la angiogenesis que no es otra cosa que la creación 
			nuevos vasos sanguíneos necesarios para la nutrición del tumor. La 
			angiogenesis sería así como un involuntario aporte del mismo 
			organismo que viabiliza el cáncer que termina matándolo. 
			Tal sería la importancia de la angiogenesis (según Folkman) para la 
			evolución del tumor maligno que según el grado de angiogenesis se 
			puede determinar el pronóstico e incluso orientar sobre el 
			tratamiento. 
			Sin embargo, este concepto no es novedoso. Ya en la década del 
			treinta, Menkin había observado, con un criterio, a mi entender más 
			amplio, que la inflamación que rodeaba a un crecimiento neoplásico 
			aportaba la neovascularización (angiogenesis) necesaria para el 
			desarrollo de los tumores malignos.
 
 
			La angiogenesis es 
			entonces uno de los varios factores que el organismo le aporta al 
			tumor para permitirle su viabilidad, pero no el único, como surge de 
			los trabajos de Folkman. 
			El origen de la angiogenesis es también un punto oscuro y a 
			discutir. Para Folkman, el tumor "impone" al organismo a través del 
			Factor Angiogenético Tumoral (TAF) el aporte involuntario de nuevos 
			vasos sanguíneos.
 
 Pero para quién conoce los mecanismos de la inflamación-regeneración 
			este aporte es voluntario y casi constituiría una perogrullada el 
			explicarlo,
 
 Dice Fiol,
 
				
				Toda noxa provoca 
				inflamación, toda inflamación provoca angiogenesis y toda 
				angiogenesis favorece la reparación de la zona afectada por la 
				noxa.  
			Fiol expone cada paso de 
			la progresión del cáncer y la correspondiente responsabilidad de la 
			inflamación-regeneración aportada por el organismo.
 LA CÉLULA TUMORAL TENDRÍA UN ROL ABSOLUTAMENTE PASIVO EN EL 
			DESARROLLO DEL CÁNCER. ATACAR Y TRATAR DE MATAR CÉLULAS TUMORALES 
			TAL COMO HACE LA QUIMIOTERAPIA ES EL ORIGEN DEL FRACASO DE LA 
			MEDICINA EN SU LUCHA CONTRA EL CÁNCER.
 
			Otro punto a discutir es la aplicación terapéutica de las 
			investigaciones de Folkman. Se pretende encontrar un fármaco que 
			inhiba la angiogenesis mala (la aportada al tumor) pero que no 
			afecte a la angiogenesis buena (la que diariamente ayuda al ser vivo 
			a seguir siéndolo).
 
 De antemano creo que tal emprendimiento es un absurdo científico 
			destinado al fracaso. Sería encontrar un fármaco tan peligroso como 
			efectivo. Sería como matar al tumor maligno matando al paciente.
 
			Pero es importante que se haya aceptado que no solamente se puede 
			luchar contra el cáncer intentando destruir las células malignas 
			sino también eliminando las vías de aprovisionamiento que las hace 
			viables.
 
			Este cambio de concepto, tal vez permita admitir que algunas 
			terapias anticancerígenas tradicionales deben sus efectos positivos 
			no por "matar" a las células tumorales sino por "matar" a las 
			células endoteliales que son las que generan la angiogenesis tal 
			como veremos más adelante.
 
			La diferencia de concepto entre Folkman, Jain, Weidman, entre otros, 
			que quieren interrumpir el proceso de angiogenesis (para mi 
			equivocado) y los sostenedores de conceptos clásicos 
			(quimioterapia), en la práctica, se terminarán confundiendo en la 
			misma propuesta terapéutica.
 
			Cosa distinta es considerar a la neo-vascularización del tumor como 
			uno de los factores que incluye la inflamación - regeneración.
 
 La formación del tejido de sostén del tumor, el aporte de 
			nutrientes, la destrucción de los tejidos peritumorales, el 
			borramiento de la membrana basal (que permite que vasos dérmicos 
			penetren en el epitelio), son algunos de los factores que la 
			inflamación - regeneración peritumoral explica por sí sola.
 
 Observemos qué ocurre en cualquier intento de regeneración de 
			lesiones traumáticas o de cualquier otro tipo en piel y mucosas. La 
			inflamación borra la membrana basal y permite que se forme el tejido 
			cicatrizal a través de prolongaciones vasculares y enviando todo el 
			aporte necesario para la formación de tejidos de regeneración.
 
			  
			¿Por qué esto mismo no 
			sucede en el cáncer?, es decir ¿porque ante una reproducción anómala 
			de una célula esta no hace lo mismo y desencadena la misma 
			respuesta? Sólo que en este caso no será beneficioso para el 
			organismo sino para la proliferación de las células tumorales 
			(infiltración y metástasis)
 Cualquier irritante provoca una respuesta inflamatoria, y esta 
			respuesta, a través del tiempo, va exigiendo al tejido epitelial un 
			comportamiento,  exagerado, lo que hace que en determinado 
			momento esta ORDEN quede impresa en los genes de las células 
			epiteliales y escapen a un control normal.
 
			  
			Desaparecido ahora el 
			estímulo irritante, pasa a serlo el propio descontrol celular que 
			seguirá irritando e inflamando a la dermis.  
			  
			Esta inflamación borra 
			la membrana basal y es en ese momento que el tumor se maligniza y 
			entra a nutrirse de neoformaciones vasculares provenientes de la 
			dermis.
 Este modelo divide al proceso cancerígeno en dos etapas:
 
				
					
					
					DEPENDIENTE DE 
					UN IRRITANTE: (Agente cancerígeno - de iniciación, según 
					Rous) En esta primera etapa la inflamación juega el papel de 
					FACTOR MUTANTE, desencadenando la malignización genética. 
					(Cáncer in situ)
 
					
					ETAPA AUTÁRQUICA: 
					(De promoción) El cáncer in situ creciendo permite que la inflamación 
					juegue su papel más importante en este proceso: Ser la 
					responsable de malignizar funcionalmente el proceso celular 
					neoplásico. Se convierte en FACTOR CANCERIGENO.
 
			  
			  
			MALIGNIZACIÓN GENÉTICA DIRECTA
 La promoción del cáncer por un irritante es factible aunque la 
			iniciación haya sido provocada por virus o por productos químicos en 
			acción directa sobre las células, EN ULTIMA INSTANCIA, ESA 
			DIFERENCIACIÓN CELULAR QUE CONOCEMOS COMO CÉLULA NEOPLÁSICA, 
			NECESITARA DEL ORGANISMO PARA PODER DESARROLLARSE, DIVIDIRSE, 
			EXPANDIRSE Y ESTABLECER METÁSTASIS.
 
 La neoplasia sería, así, una enfermedad de la diferenciación. 
			Diferenciación anormal de un genoma normal. Por eso la posible 
			reversibilidad de un proceso maligno.
 
 
			  
			FISIOPATOLOGÍA
 
 Partamos de una neoplasia ya establecida, sin preocuparnos de su 
			etiología.
 
			  
			SE ACEPTA, CASI 
			UNÁNIMEMENTE, QUE LA PROPIEDAD DE DAR METÁSTASIS ES LO QUE DETERMINA 
			LA CALIDAD DE MALIGNO DE LOS TUMORES, no coincidiendo, en algunos 
			casos, con el criterio histopatológico que hasta no hace mucho era 
			determinante, perdiendo por lo tanto importancia fundamental en el 
			cáncer los estudios anatomopatologicos.  
			  
			SI UN TUMOR TIENE LA 
			CAPACIDAD DE DAR METÁSTASIS SE HABLA DE CÁNCER.
 También se acepta que el tejido canceroso se comporta como un órgano 
			más y se rige por las mismas leyes que rigen al organismo, por lo 
			que los mecanismos de defensa no lo atacan y si lo hacen, logran muy 
			poca efectividad, pero en esto yo no estoy de acuerdo ni muchísimo 
			menos puesto que es una célula extraña, al mutar su genoma y es 
			detectada por el sistema inmune.
 
 Lo que llamamos tejido tumoral, es un conjunto de células 
			neoplásicas, es decir anormales pero de estroma conjuntivo de sostén 
			normal y neovascularización también normal aportados por el 
			organismo, ósea LO ÚNICO ANORMAL SON LAS CÉLULAS MALIGNAS, lo demás 
			es fisiológico y normal, tal como ocurre en cualquier tejido en 
			crecimiento incluyendo la reparación.
 
 Este tejido tumoral tiene dos propiedades: infiltrarse y propagarse 
			a lugares distantes.
 
			  
			Lo primero lo logra por 
			simple expansión, debido al alto índice de reproducción y 
			crecimiento, la capacidad metastatizante por mecanismos aún no 
			perfectamente explicados y en el cual tienen importancia la poca 
			cohesión celular, la gran movilidad de esas células y la presencia 
			de una gran neovascularización.
 ¿Cómo explicamos la destrucción de los tejidos circundantes? ¿Cómo 
			explicamos que grupos de células tumorales penetren en los vasos 
			sanguíneos y linfáticos?
 
 Un intento para explicar estos fenómenos es la formulación de esta 
			teoría, basándonos en que todo crecimiento expansivo producirá 
			inflamación, decimos:
 
				
					
					
					Esta 
					inflamación, y no el tumor, provocará la lisis celular como 
					ocurre en todo tejido inflamatorio. No siendo necesario la 
					acción de enzimas proteolíticas específicas liberadas por el 
					tumor de acuerdo con lo aceptado.
					
					La inflamación 
					proporciona una abundante nutrición a la zona para la 
					constitución del estroma y la neovascularización que 
					necesita el tumor en forma vital, sin que sea necesario la 
					existencia del Factor Angiogenético Tumoral, aceptado hasta 
					de ahora.
					
					En cualquier 
					inflamación es común que los linfáticos filtran restos de 
					tejidos y células a través de poros que sólo se hacen 
					evidentes cuando estos vasos se encuentran dentro de tejidos 
					inflamados. 
			Si la inflamación que 
			rodea a un crecimiento tumoral permite la explicación de estos 
			fenómenos, por qué adjudicarle al tumor propiedades sensacionales (a 
			la vez que ilógicas) tales como la destrucción de los tejidos 
			circundantes o la de segregar sustancias competitivas para nutrirse 
			o la de segregar otras que ordenan al organismo a proporcionarle una 
			red abundante de vasos sanguíneos, desde mi punto de vista esto no 
			es aceptable científicamente.  
			  
			Recordemos el concepto 
			científico que aconseja ir a lo más simple y más lógico cuando 
			existe la opción (Occam’s Razor)
 ESTA TEORÍA INFLAMATORIA ACUSA A LA INFLAMACIÓN, POR SI MISMA, DE 
			SER LA RESPONSABLE DE MALIGNIZAR FUNCIONALMENTE UN TUMOR.
 
 Es oportuno decir que es válido que existe la malignización 
			genética. También es lógico que estas células, como consecuencia, 
			sean inmunológicamente diferentes a las normales. Lo que se pretende 
			no es negar hechos probados científicamente sino formular una teoría 
			en donde todos estos hechos encajen.
 
			  
			A LA INFLAMACIÓN QUE 
			PRODUCEN LOS TUMORES, O SE LA TOMA COMO FACTOR SECUNDARIO O, 
			SIMPLEMENTE, SE LA IGNORA.
 Sentada, la inflamación, en el banquillo de los acusados veamos si 
			es capaz, por sí sola, de crear las condiciones para que un 
			crecimiento celular fuera de control (malignización genética) pueda 
			infiltrar y propagarse a lugares distantes (malignización funcional: 
			cáncer)
 
 El tumor, al crecer, actuaría como una noxa cualquiera, 
			desencadenando como respuesta un proceso inflamatorio. Este proceso 
			inflamatorio, empero, tendría como característica el de SER 
			PERMANENTE, pues el tumor crece en forma constante.
 
			  
			Sintetizando:  
				
				LA INFLAMACIÓN ES DE 
				CARÁCTER AGUDA, AUNQUE PARA EL ENFERMO SEA CRÓNICA POR SU 
				DURACIÓN. POR SUPUESTO, LOS TEJIDOS PERITUMORALES INFLAMADOS NO 
				SON SIEMPRE LOS MISMOS, PUES VAN MURIENDO ALREDEDOR DEL TUMOR 
				POR IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIR EL PROCESO DE RESOLUCIÓN DE LA 
				INFLAMACIÓN. 
			Se crean entonces las 
			condiciones ideales para que el tumor crezca a sus anchas y reciba 
			aportes nutricionales como ocurre en cualquier inflamación.  
			  
			LA DIFERENCIA ES QUE, EN 
			ESTE CASO, ESTOS APORTES NO SIRVEN PARA REPARAR TEJIDOS, SINO PARA 
			NUTRIR AL TUMOR.
 Esta inflamación aguda y permanente, provoca una cadena de hechos 
			que son promotores de cáncer, y que, al prolongarse en el tiempo, 
			podrían causar, por sí solo, la caquexia y la muerte.
 
			  
			En forma somera diremos 
			que algunos de estos hechos son: el aumento de la corteza 
			suprarrenal, aumento de corticoesteroides, liberación de depósitos 
			celulares de aminoácidos y grasas (consecuencia lógica del aumento 
			de la actividad suprarrenal), efecto anti-inflamatorio, efecto 
			inmunosupresor, Síndrome de Cushing, aumento de la gluconeogenesis.
 Tal patogenia, presente en todo enfermo de cáncer, también se 
			observa en cicatrización de heridas, procesos regenerativos, 
			traumatismos e inyección de sustancias necrosantes.
 
 Los Síndromes Paraneoplásicos, que no respondan directamente a 
			efectos inducidos por secreciones específicas de ciertos tumores o a 
			la simple invasión de órganos o al tratamiento del cáncer en sí, 
			podrían ser consecuencia de la respuesta inflamatoria-regenerativa 
			al crecimiento tumoral.
 
 
			  
			  
			PAPEL DE LA 
			INFLAMACIÓN EN CADA PASO DE LA PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD
 
				
					
					
					El tumor respira 
					fundamentalmente por glucolisis anaerobia. Necesita pues, un 
					importante aporte energético, puesto que un tejido anaerobio 
					consume aproximadamente una 16 veces más glucosa que un 
					tejido normal aerobio. ¿Cómo lo obtendría de no existir a su 
					alrededor otro tejido, como lo es el inflamatorio, que 
					también respira por glucolisis anaerobia y que, por 
					extravasación y demás fenómenos le asegurase este aporte?
					
					
					El tumor maligno 
					le crea una "trampa al nitrógeno". ¿De qué forma llegarían 
					aminoácidos a su interior, si no fuera por las condiciones 
					habituales que hacen que, en toda inflamación, ocurra esto?
					
					El tumor maligno 
					requiere para su crecimiento ser acompañado por una rica red 
					vascular y un sostén conjuntivo. ¿No sería deducible que, el 
					fenómeno inflamatorio, en su intento de reparar, le brinde 
					al tumor su nutrición y sostén? Sería más simple que suponer 
					que un Factor Angiogenético Tumoral fuese el responsable. Si 
					éste existe, no podría ser complacido de no tener el 
					organismo la capacidad para formar la red vascular. Esto 
					queda demostrado por el hecho de quedar en vida latente (ni 
					prolifera, no crece, ni da metástasis, queda dormido) aquel 
					tumor que es injertado en una zona avascular, que carece de 
					vasos sanguíneos como la cámara anterior del ojo.
					
					Para dar 
					metástasis, es necesario que los tumores invadan vasos 
					sanguíneos o que, grupos de células, entren al torrente 
					linfático o sanguíneo. ¿Cómo explicamos que un vaso 
					linfático pueda introducir en su luz un grupo tan grande, 
					como es el considerado necesario, para producir metástasis? 
					Sin embargo sí que es posible que en un medio inflamatorio 
					éste grupo celular o células aisladas penetren en la 
					corriente linfática o sanguínea. 
			Grupos de células 
			tumorales circulan por el organismo de personas enfermas sin que la 
			gran mayoría pueda desarrollar una metástasis. ¿Cuál es la causa de 
			que algunas lo logren?
 Supongamos que células malignas circulan con la sangre.
 
			  
			Se dice que hay tres 
			posibilidades para hacerse viables: 
				
				a) Que formen un 
				trombo tumoral e infiltren a partir de allí los tejidos vecinos.b) Que escapen al exterior de los vasos sanguíneos.
 c) Que se adhieran a endotelios dañados.
 
 
					
					
					Considerando que 
					las células tumorales circulan por el centro del vaso (por 
					su marcada carga negativa) junto con los leucocitos son 
					pocas las posibilidades de fijarse al endotelio vascular 
					sano.    
					Si circulan por 
					una vena, al agrandar ésta su diámetro en el recorrido, no 
					tendrán posibilidad de obstruirla, y sólo lograrán detenerse 
					al pasar por el pulmón. Circulando por una arteria sí 
					podrían obstruirla.    
					Pero, en este 
					caso son pocas (o ninguna) las posibilidades que tiene la 
					célula tumoral de invadir, pues no atacan al endotelio 
					arterial. Son rodeadas por fibrina y reabsorbidas. 
					   
					De no ser así, 
					la distribución de las metástasis sería más uniforme y en 
					cualquier parte del organismo.
 
					
					La segunda 
					posibilidad estaría dada por el paso de las células 
					tumorales a través de una zona inflamada en cualquier punto 
					del organismo.    
					Se produciría la 
					marginación, extravasación y por fin la implantación, junto 
					con los elementos blancos de la sangre, en un ambiente 
					altamente propicio: PH ácido, glucolisis anaerobia. (Teoría 
					de la semilla y el terreno).    
					Los cambios en 
					la microcirculación, por el proceso inflamatorio, determinan 
					la pérdida del flujo laminar de la sangre, lo que favorece 
					la marginación y diapédesis( salida de células del torrente 
					circulatorio a través de su pared), estimuladas por los 
					factores quimiotáxicos( factores químicos del tejido 
					inflamado que atraen a los leucocitos y hacen que salgan del 
					torrente circulatorio).    
					Al encontrarse 
					el trombo tumoral en una zona inflamatoria, con 
					enlentecimiento y finalmente éxtasis sanguíneo por 
					coagulación del fibrinógeno, encontraría el medio adecuado 
					para su viabilidad. Esto explicaría por qué la poca cantidad 
					de metástasis (comparado con las muchas células circulantes) 
					y las pocas localizaciones, ya que no todos los órganos 
					viven con constantes microinflamaciones. 
 Es importante que la zona a invadir sufra inflamaciones 
					constantes (no circunstanciales) ya que el tiempo que el 
					tumor necesitaría para implantarse podría ser mayor que 
					aquel que dura un proceso inflamatorio aislado. 
					Explicaríamos así, el por qué el bazo, a pesar de ser el 
					filtro sanguíneo máximo, generalmente no hace metástasis, y 
					sí lo hacen, con mucha frecuencia, el hígado y el pulmón.
 
 Es interesante observar cómo es factible provocar metástasis 
					experimentales con el sólo hecho de producir traumatismos 
					sobre el bazo, el hígado y las extremidades, lo cual abona 
					la teoría de que las metástasis se implantan sobre terrenos 
					inflamados.
 
 
					
					Una última 
					posibilidad es la adherencia de trombos tumorales a 
					endotelios dañados cubiertos de fibrina y plaquetas, como lo 
					demuestra Chew.    
					En este caso ya 
					existía una zona inflamada en el endotelio antes de 
					adherirse a él la (o las) célula tumoral, seguramente por 
					mecanismos similares al caso anterior: pérdida del flujo 
					laminar, enlentecimiento y éxtasis sanguíneo.    
					DE NO HABER 
					INFLAMACIÓN PREVIA NO LE SERÍA POSIBLE DESARROLLARSE.
 Al adherirse, las células tumorales, en un sitio donde 
					previamente existió noxa, encontrarían un terreno propicio 
					para su viabilidad. Si por el contrario lo hacen a un 
					endotelio sano no tendrían posibilidad de implantarse pues 
					el endotelio libera un activador del plasminógeno que 
					limpiará de fibrina el sistema vascular.
   
					La incapacidad 
					de inflamarse de los endotelios arteriales, por la ausencia 
					de vasa-vasorum en su constitución, nos brinda la 
					oportunidad de explicar la imposibilidad de desarrollo de 
					las células tumorales en trombos adheridos a endotelios 
					arteriales. 
			  
			  
			¿QUÉ OCURRIRÍA 
			SI LOGRÁRAMOS IMPEDIR LA RESPUESTA INFLAMATORIA?
 
 Siguiendo esta teoría inflamatoria yo deduzco si lográsemos 
			medicamente inhibir totalmente y en la totalidad del organismo el 
			mecanismo de la inflamación, no se producirían canceres, puesto que 
			las células mutadas no proliferarían y el tumor quedaría dormido.
 
 Teóricamente esto podríamos lograrlo con dosis inmensas de potentes 
			corticoides, sumado a el uso de medicamentos hipo inmunológicos, 
			como los que se usan en el trasplante de órganos.
 
			  
			Si esto fuese posible y 
			durmiéramos al tumor, que ocurriría, cuando dejásemos de administrar 
			dichos medicamentos y la inmunidad se reactivara o quizá no 
			podríamos dejar de administrarlos toda la vida, tal como ocurre en 
			los trasplantados y cuales serian los grandes efectos contra 
			laterales en la reparación de tejidos y otras funciones del sistema 
			inmunológico.
 Pero existe otra forma de cortar estas vías de aprovisionamiento, 
			pero para saber de ello tendría que abrir el siguiente enlace donde 
			explico resumidamente mi teoría bioquímica sobre el cáncer.
 
 
			Ver,
			
			
			https://www.amazon.es/clouddrive/share?s=bEdaZJE2RdYhIT2bFJf72E
			
 Si lleváramos al paciente a un estado catabólico profundo y breve 
			modificaríamos, sin duda, el proceso vital del tumor. Las células 
			tumorales no serían acompañadas en su crecimiento por la formación 
			de neo-vascularización ni de fibroblastos.
 
			  
			Según observaciones de 
			Thomlinson y Gray, las células que se encuentran a más de 150 
			milimicrones de la irrigación capilar se necrosan. Siendo el ritmo 
			de crecimiento de los fibroblastos y de los vasos sanguíneos de 0,2 
			mm diarios, se desprende el profundo daño que podríamos causarle, en 
			muy corto tiempo, a la organización del tumor y a sus metástasis.
 La vascularización de las metástasis necesita ser adecuada, de lo 
			contrario las células morirán por insuficiente aporte nutricio.
 
			  
			Estudios 
			cinematográficos efectuados con el carcinoma V2 revelaron que a las 
			18 hs de la llegada de las células metastásicas, en los vasos 
			poscapilares, nuevos y pequeños vasos sanguíneos crecían hacia los 
			nódulos en desarrollo.
 TODO TUMOR MALIGNO INFLAMA Y ESTA INFLAMACIÓN PUEDE EXPLICAR LA 
			ETIOLOGÍA Y LA FISIOPATOLOGÍA DEL CÁNCER. ES EN DEFINITIVA LA 
			RESPONSABLE DE LA EVOLUCIÓN MORTAL DE LA ENFERMEDAD.
 
 
			  
			  
			RESUMEN
 
				
					
					
					Se reformula la 
					teoría irritativa tratando de demostrar que puede abarcar 
					todos los aspectos del problema cáncer.
					
					La 
					inflamación-regeneración reactiva al crecimiento tumoral 
					maligno podría ser la causa de la totalidad de los fenómenos 
					atribuidos al cáncer (destrucción de los tejidos 
					circundantes - vascularización - metástasis - caquexia y 
					muerte).
					
					Esta inflamación 
					peritumoral tiene como característica la de ser permanente, 
					pues el tumor crece en forma constante y siempre nueva 
					tejidos peritumorales se inflaman y mueren.
					
					Es necesaria la 
					acción conjunta tumor-huésped (inflamación) para 
					desencadenar un cáncer.
					
					La solución del 
					problema cáncer deberá darse: 
						
						
						Actuando 
						sobre uno de los dos, anulando la acción del otro
						
						Actuando en 
						conjunto y logrando el equilibrio cáncer - huésped
					
					La investigación 
					actual tiende a intentar la solución actuando sobre el 
					factor celular desde mi punto de vista erróneamente 
					(quimioterapia radioterapia etc.).
					
					El cáncer está 
					dado por la suma de un proceso patológico (malignización 
					genética) y un proceso fisiológico 
					(infiltración-regeneración)
					
					La invasión 
					tumoral es por lo tanto, PASIVA.
					
					Esto 
					determinaría la posible reversibilidad del proceso. 
			  
			  
			NUEVAS 
			POSIBILIDADES
 
 Convengamos que aceptamos hipótesis previas que demuestran lo 
			imprescindible de los aportes dietéticos adicionales para la 
			posibilidad misma de la subsistencia y para determinadas funciones 
			específicas de reparación tisular.
 
 Supongamos el caso de un individuo con graves carencias 
			nutricionales que sufra una herida con pérdida de sustancia.
 
			  
			Según nuestro saber 
			diremos que, si bien la herida no tiene por qué infectarse (ya que 
			las inmunoglobulinas son independientes de la dieta, su organismo no 
			podrá repararla. Procesos tales como la neo-vascularización, la 
			fibroplastía y la formación de sustancia fundamental, se verán 
			seriamente afectados. Esto es casi obvio y demostrable 
			experimentalmente.
 Si lleváramos al paciente canceroso a un estado semejante: ¿Podría 
			afectarse la capacidad de infiltrar y de dar metástasis del tumor? 
			¿Tal vez se propague con menor intensidad?
 
 La predicción lógica que surge de nuestra base empírica y teórica es 
			esperar que esto ocurra. El tumor se verá afectado de igual manera 
			que el resto del organismo.
 
 Experiencias previas, en cáncer experimental, dan cuenta de la 
			modificación de la carcinogénesis por factores de origen alimenticio 
			sobre la incidencia de tumores humanos (sobre todo en epiteliomas 
			del tubo digestivo, piel y pulmón).
 
 Se propusieron recomendaciones dietéticas y priorizaron 
			investigaciones sobre el efecto cancerígeno y anticancerígeno de 
			algunos alimentos. Pero seguimos buscando responsables parciales: 
			Altos niveles de triptófano aumenta la epato-carcinogénesis y el 
			cáncer de vejiga, la sacarina es promotora del cáncer de vejiga, 
			dietas ricas en grasas y deficientes de colina aumentan la 
			incidencia de cáncer de hígado, el exceso de nitrosamina provoca 
			carcinogénesis.
 
 Según los epidemiólogos Doll y Peto solamente con medidas de 
			prevención alimenticia se reduciría la mortalidad por cáncer en un 
			35%. Tal parece ser la importancia de una adecuada alimentación. 
			Pero, no nos ponemos de acuerdo sobre qué es una adecuada 
			alimentación.
 
 Cosa distinta sería considerar cuantitativamente los alimentos 
			ingeridos. Esto nos permitiría su manejo clínico. Así vemos cómo la 
			hiperalimentación global provoca aumento en la carcinogénesis. Por 
			el contrario la restricción calórica logra una disminución en la 
			incidencia de tumores experimentales.
 
 Observamos claramente una relación directa entre carencias 
			nutricionales globales (dietas restringidas) y la evolución de 
			tumores clínicos y experimentales. ¿Es ésta observación aplicable y 
			aprovechable de alguna manera?
 
 Debiéramos dejar de lado ciertos prejuicios, que se contrapones con 
			ésta hipótesis, como la de hiperalimentar al enfermo de cáncer, 
			considerar que la caquexia es producto de algún factor segregado por 
			las células tumorales y el concepto de creer que reforzando la dieta 
			aumentamos las defensas inmunológicas.
 
 ¿Qué ocurriría si lleváramos al enfermo a un estado en el que le sea 
			imposible producir cualquier proceso anabólico? (entre los que se 
			encuentran la formación del estroma tumoral y la neovascularización)
 
 Si esto fuera cierto: ¿Qué ocurriría con el tumor cuando reanudemos 
			la alimentación adecuada del paciente? ¿Retornará al ritmo de 
			crecimiento normal? ¿Aumentará la intensidad? ¿Disminuirá su 
			agresividad?
 
 Los tumores sensibles a los medicamentos quimioteràpicos aumentan de 
			tamaño en forma rápida. Doblan su volumen en semanas o en días. 
			Otros, no tan sensibles, como los carcinomas, crecen lentamente por 
			lo que son menos sensibles ante la quimioterapia. Algunos de los 
			tejidos normales tienen la fracción de crecimiento más alta que el 
			tumor, por lo que el efecto de estas drogas es más tóxico que 
			curativo.
 
			¿Modificaríamos esta 
			relación entre diferentes fracciones de crecimiento de las 
			metástasis, el tumor primitivo y los tejidos normales? 
			  
			Es difícil predecirlo 
			pero hay algo casi seguro:  
				
				Durante el período en que tengamos al 
			paciente en condiciones carenciales el tumor modificará, de alguna 
			manera, su ritmo evolutivo. 
					
					-¿Podremos actuar en 
				estas circunstancias?-¿Podremos extirpar el tumor con menor riesgo de diseminación 
				quirúrgica?
 -¿Podremos utilizar este período para diagnóstico y tratamiento?
 
			  
			Para leer mas trabajos 
			científicos del Dr. J.Amat abrir los siguientes enlaces 
				
			 
			  |