CAPITULO DOS - Imágenes de la Playa York:

Personalidades "fragmentadas"

Antes de la siguiente sesión, yo me encontraba sumamente nerviosa. Había tenido un día particularmente pesado en la galería y Rob tam­bién se sentía muy cansado. No obstante, Rob despertó con bastante rapidez, ya que en el curso de las siguientes dos horas yo iba a hablar por Seth. Esta sesión fue asombrosa también por otra razón: la infor­mación en sí era t in sorprendente como la forma en que yo la estaba dando a conocer.

Casi de inmediato escuché las palabras en mi cabeza, como antes; pero insistí en empezar con la ouija. El indicador se movió antes de que siquiera pronunciáramos una palabra. Sí. BUENAS NOCHES.

Rob bostezó y la aguja deletreó entonces:

ESPERO QUE NO SEA LA COMPAÑÍA.

Rob rió y dijo:

-Seth, ¿son las plantas y los árboles fragmentos? La aguja empezó a moverse a través de la tabla.

EN CIERTO SENTIDO, TODAS LAS COSAS PODRIAN DENOMINARSE FRAG­MENTOS. . .

Sin embargo, las palabras se estaban acumulando en mi cabeza y, después de que las primeras oraciones se deletrearon, yo tuve la sensa­ción de sumergirme en lo desconocido, de dejarme ir. Enseguida co­mencé a hablar por Seth de nuevo.

"Pero existen diferentes tipos. Los fragmentos de personalidad di­fieren de otros en que pueden hacer que otros fragmentos se formen de sí mismos..."

Rob dijo que era como si yo estuviera leyendo de algún manuscrito invisible. Mis ojos se encontraban completamente abiertos. En ese momento me rehusaba decididamente a cerrarlos y tampoco quise to­mar asiento. Por cualquier cosa que ocurriera, yo iba a encontrarme firmemente asentada sobre los pies, de manera que pudiera empezar a correr hacia la puerta, en caso de que llegara a preocuparme demasiado.

Esta era en verdad una actitud cómica, ahora que pienso en ello. En realidad, conforme hablaba por Seth yo solía caminar constantemente por el cuarto; no obstante, difícilmente me daba cuenta de lo que esta­ba haciendo. Rob tomaba notas con tanta rapidez como podía. No sabía taquigrafía o escritura rápida, por lo que asentaba todo con letra, manuscrita normal y luego lo pasaba a máquina el día siguiente. Sin embargo, pronto empezó a crear su propio sistema de símbolos y abre­viaturas.

"El individuo presente en cualquier vida dada, podría denominarse un fragmento de su entidad total y tiene todas las propiedades de la entidad original, aun cuando éstas permanecen latentes o sin uso. La imagen que tu amigo vio era un fragmento de personalidad suya pro­pia. Este tipo de fragmento de personalidad es de un origen diferente al de tu amigo, quien por sí mismo es un fragmento de su propia, enti­dad. Nosotros llamamos a este tipo de fragmento de personalidad di­vidido o un fragmento de imagen de personalidad. Por lo regular éste no puede funcionar en todos los niveles de tu plano físico.

"Un individuo puede enviar una imagen, del fragmento de personalidad a otro nivel de existencia enteramente, hasta sin su propio cono­cimiento consciente, Puede lograr valiosa información en este, otro nivel y luego regresar. El tipo de fragmento que tu amigo vio fue de este tipo, pero estaba tan desconectado de tu amigo y fue enviado a su viaje de una manera tan distraída, que su información probablemente pasó directamente a la entidad que tu amigo representa.. .­

Más tarde Robe me dijo que tenla todo tipo de preguntas que hacer, pero no quería interrumpirme y su mano ya estaba, cansada, por tanto tornar notas. Todo el tiempo yo continué, paseándome cíe un lado a otro en el salón, con los ojos medio abiertos, pronunciando este monólogo, sin ningún signo de titubeo.

'La tendencia es hacia, una mayor concentración del individuo consciente Entonces estos fragmentos de personalidad divididos o imáge­nes, pueden mantenerse bajo escrutinio, sino sujetar -al ego presente a una distracción, Ahora bien, lo que tu llamarías el subconsciente, lleva a cabo esta tarea; no muy bien, puesto que nunca. fue diseñado para enfocar una atención clara. La conciencia se expandirá dentro de tu plano. El alcance de la conciencia se de tal modo que todos los fragmentos de personalidad, imágenes de personalidad dividida y fragmentos individuales en encarnaciones subsecuentes, se mantendrán en un foco claro sin ningún esfuerzo. Es hacia esto que se encamina la evolución aun cuando, claro está, lo haga a un ritmo lento como paso de burro "

Yo continué dictando este material desde las 9:00 y en, forma continua, hasta, que Rob sufrió un. calambre de escritor a las 9:50h únicamente he presentado extractos. Ambos estábamos tan asombrados de que yo hubiera hablado durante tanto tiempo y pronunciado tan complicadas oraciones sin correcciones o titubeos de ninguna especie.

Luego, diez minutos después, mientras estábamos descansando, Rob dijo que iba a preguntar si habíamos llegado a ver alguna vez tales imágenes de "fragmento de personalidad". De inmediato, las palabras empezaron a acumularse de nuevo en mi cabeza y comencé a dictar. Mientras hablaba, no tenla idea del significado de las palabras, por lo que no fue sino haba el siguiente periodo de descanso, que supe lo que Seth habla estado diciendo. Fue el siguiente pasaje el que, posteriormente, ambos de nosotros encontrarnos tan inquietante.

"El hombre y la mujer en la pista de baile de la Playa York... eran fragmentos de ustedes mismos, desechadas las Materializaciones de sus propios sentimientos negativos y agresivos. . . Las imágenes se formaron por' la energía culminante de sus energías destructivas en ese momento. Si bien ustedes vio las reconocieron conscientemente, de manera inconsciente las conocían perfectamente. Inconscientemente vieron la imagen de sus tendencias destructivas y estas imágenes por si mismas los impulsaron a combatirlas."

Rob al instante se dio cuenta del episodio al cual se estaba refiriendo Seth. Cómo se las arregló para quedarse sentado tranquilamente to­mando notas, mientras Seth proseguía, es más de lo que yo puedo entender.

A fines de 1963, varios meses antes de que comenzaran nuestras se­siones, habíamos tomado una vacación en la Playa York, en Maine, con la esperanza de, que un cambio de ambiente mejorara la salud de Rob. El doctor no sabía cual era la causa del dolor de espalda y sugirió que pasara algún tiempo bajo tratamiento en el hospital. En vez de ello, decidimos que, su reacción a la tensión era, por lo menos parcial­mente, la responsable. De ahí nuestro viaje.

La noche en cuestión nos dirigimos a un club nocturno, en busca de una atmósfera festiva. Rob sentía constantemente el dolor y, si bien no se quejaba, le era, imposible ocultar los súbitos espasmos. Entonces observé a una pareja, ya de mayor edad, que se halaba sentada al otro lado del salón. Ellos en realidad me atemorizaron  por su sobrenatural parecido con Rob            y yo misma, ¿Nos vedamos nosotros corno ellos, asís de alejados y amargados, solo que más jóvenes? No podía yo separar los, ojos de ellos y finalmente,   se los señalé a. Rob

    Rob dirigió la vista a la pareja y se quejó de otro espasmo en la espalda.  Luego ocurrió algo que  ninguno de nosotros había sido capaz de explicar. Para gran asombro  de mi parte, Rob se, puso de pie, me tomó del brazo e insistió en que bailáramos. Un minuto antes difícilmente hubiera podido caminar.

Yo tan sólo me le quedé mirando. No habíamos bailado juntos durante los ocho años que llevábamos de casados y la banda estaba to­cando un "twist" ritmo con el q-que nosotros no estábamos en lo abso­luto familiarizados por ese entonces. Rob no aceptaría un no por respuesta. Yo tenía miedo de comportarme como una tonta, pero Rob me arrastró hasta la pista de baile y durante el resto de la noche estuvimos danzando, a partir de ese momento, su condición física me­joró notablemente. Toda su manera de ver la vida pareció más brillan­te desde ese momento.

Ahora Seth estaba diciendo:

"Mirando en retrospectiva, pueden decir que el efecto fue terapéuti­co, mas si hubieran aceptado subconscientemente las imágenes, eso habría marcado el principio de un severo deterioro para ambos, perso­nal y creativamente. También aquí las imágenes marcaron la culmina­ción crítica de sus energías destructivas. El hecho de que las imágenes fueran de ustedes mismos, demuestra que sus energías destructoras esta­ban vueltas hacia adentro, aun cuando materializadas en forma física.. .

"Salir a bailar representó el primer movimiento para alejarse de lo que esas imágenes significaban y la acción violenta fue lo mejor que pudo pasar bajo las circunstancias. . . pudo haber tenido lugar una sutil transformación en la que tú y Jane transfirieron la mayor parte de sus personalidades a los fragmentos que ustedes mismos habían creado... y a través de sus ojos se hubieran visto ustedes mismos a través del salón. En este caso, sus personalidades actualmente predo­minantes dejarían de ser dominantes."

Durante un descanso Rob me dijo lo que Seth había indicado res­pecto a las imágenes. Ninguno de nosotros había oído hablar sobre formas de pensamiento entonces y toda la cuestión me pareció a mí increíble. No obstante, pensé, los psicólogos hablan sobre proyección y transferencia, mediante las cuales proyectamos nuestros temores hacia otra persona u objeto y luego reaccionamos a ellas.

-Tal vez Seth quiere decir una creación simbólica -dije. Pero pronto las palabras comenzaron a fluir de nuevo y se hizo obvio que Seth es­taba insistiendo en una materialización literal.

-¿Quién abandonó el salón primero, Jane y yo o las imágenes? -inquirió Rob.

De nuevo estaba yo hablando por Seth:

"Los fragmentos proyectados desaparecieron. Se pusieron de pie, caminaron a través del salón y desaparecieron entre la multitud. No tenían poder para abandonar el lugar donde habían nacido, a menos que ustedes mismos se lo hubieran dado. Recuerden que ellos existían de verdad. . . por eso, simbólicamente, su triunfo reforzó el aspecto saludable de sus egos presentes."

La noche avanzó, mas Seth no daba señales de cansancio. Un poco antes de media noche, Rob y yo tomamos otro periodo de descanso y decidimos poner fin a la sesión. (Incidentalmente fue Seth quien sugi­rió que tomáramos un descanso de cinco a diez minutos cada media hora, de ahí en adelante.) Rob y yo no sabíamos qué pensar de esta se­sión. Por una razón, porque era la primera vez que yo hablé durante tanto tiempo y, por otra parte, no sabíamos como evaluar lo que se había dicho.

La explicación de Seth a la cuestión de la Playa de York, tenía senti­do intuitivamente para nosotros. Ciertamente, algo significativo había ocurrido esa noche, pero ¿en realidad habíamos nosotros materializado las imágenes físicas de nuestros temores ocultos? ¿Hace esto la gente con frecuencia? Si es así, las implicaciones eran en verdad asombrosas. ¿O era la explicación válida, psicológica y simbólicamente, pero prác­ticamente resultaba un montón de tonterías?

¿Deberíamos continuar con las sesiones? Yo me mostraba un poco más renuente que Rob, por estar tan directamente involucrada, pero ¡que gran oportunidad! Reflexioné. Decidimos continuar por lo menos algunas sesiones más, para ver lo que podría tener lugar. Rob tenía al­gunas preguntas respecto a las personalidades fragmentarias que quería formular: ¿qué quería decir Seth con su aseveración de que podíamos habernos convertido en esas imágenes? Rob anotó las respuestas en un papel, a fin de que no se le olvidaran y dos noches después nos sentamos ante la ouija una vez más. Por supuesto, por el momento no sabíamos si alguna de las sesiones podría ser la última, fuesen cuales fueran nuestras decisiones conscientes. Todo lo que sabíamos era que Seth podría desvanecerse, como lo había hecho Frank Withers. Rob tenía ya preparada su lista de preguntas, a fin de que pudiéramos recibir al­gunas respuestas mientras todavía teníamos oportunidad.

Pero en esta siguiente sesión, yo hablé por Seth durante un tiempo más largo de lo que hasta entonces había hecho. Seth nos dio un relato detallado de dos vidas pasadas e inició una historia reencarnacional de la familia de Rob. El material contenía ciertas excelentes introspec­ciones psicológicas y, usándolas, nos encontramos llevándonos mucho mejor con nuestros parientes. Sin embargo a mí de ninguna manera me agradaba esta insistencia respecto a la reencarnación. "Las intros­pecciones psicológicas son magníficas -dije a Rob durante un des­canso-; pero la parte relativa a la reencarnación probablemente es pura fantasía. Deliciosa, es verdad, mas : sólo fantasía.­

-No tienes que tomar una decisión en uno u otro sentido ¿o sí? -preguntó Rob ¿Cuál es la prisa? Veamos que más tiene que decir. Además, yo he aprendido mucho respecto a mi familia esta noche y tengo por delante toda mi vida. Eso vale algo.

Luego, cuando reanudamos la sesión, Rob presentó la pregunta que habíamos tenido en la mente desde que Seth mencionó por primera vez las imágenes de la Playa York:

-¿Si Jane y yo hubiéramos aceptado subconscientemente esas imá­genes, hubiéramos podido retornar a nuestra casa, donde somos cono­cidos? Las imágenes eran más viejas.

Instantáneamente las palabras se acumularon en mi cabeza y brota­ron por mi boca. Yo estaba fuera y Seth estaba allí.

"Las imágenes representaban una culminación de muchos años de experiencia con una tendencia negativa. Si ustedes las hubieran acepta­do entonces, hubieran terminado como réplicas, mientras se cambiaban en las imágenes. No obstante, cualquier creatividad y constructividad que ustedes poseyeran, hubiera suavizado los rostros. Hubieran sido reconocibles a los amigos, mas los cambios se habrían notado. Las personas hubieran comentado que quizás no parecían ser los mismos y con mucha razón."

—¿Hemos tenido alguno de nosotros otras experiencias similares? -inquirió Rob,

"Hubo una tarde en un pequeño parque, cuando tenías alrededor de once años. Pensaste que estabas solo. Eran alrededor de las cinco de la tarde, del 17 de septiembre, cierto día en que no había escuela. De pronto se apareció otro niño. Tú no lo habías visto llegar y diste por supuesto que había venido por una senda que se hallaba alrededor de un quiosco para músicos. En las manos traía algunas matatenas. Se miraron uno al otro y estuvieron a punto de hablar, cuando una ardi­lla saltó a un árbol próximo.

"'Tú volteaste la cabeza para ver a otro lado y, cuando te volviste de nuevo, el niño se había ido. Por algún tiempo estuviste reflexionando y luego se te olvidó por completo el incidente. De hecho, en ese preciso momento tu hermano Loren se asomaba por la ventana del taller de tu padre (al otro lado) y nada vio."

—¿Era el niño real o qué? --preguntó Rob.

"Era un fragmento de personalidad de ti mismo. En ese momento estabas deseando un compañero de juegos y tenías celos porque tu hermano permanecía tanto tiempo con tu padre. Casi sin saberlo, ma­terializaste un fragmento de personalidad como compañero de juego. En aquel entonces no tenias manera de saber lo que había pasado y no pudiste dar ninguna permanencia a la imagen.

''Ocasionalmente una personalidad se asombrará a si misma por tal producción de imágenes. Por lo regular, este fenómeno se desvanece para cuando la personalidad llega a ser un adulto. Sin embargo, en la infancia tales ejemplos son frecuentes. A menudo, cuando un niño grita debido a algún espanto, lo que ha visto es una, producción de imágenes o proyección fibrosa, formada por un vívido deseo por parte del subconsciente."

—Me encanta la forma en que liga todo esto con la motivación subconsciente --dije más tarde.

Rob sonrió.

-¿preferirías que no lo hiciera?

-Pero reencarnación, ¿y niños que forman personalidades fragmentarias o lo que sean, como compañeros de juego? -Fruncí el ceño-  No obstante, es fascinante corno un diablillo. ¡Y piensa en lo que significa si es cierto!

--Y piensa en la gente que hemos conocido y que de pronto nos parecen por completo diferentes a lo que podemos imaginar -insistió Rob-. Si Seth tiene razón, en realidad se convirtieron en las imágenes destructivas que tenían de sí mismos.

Me estremecí con intranquilidad..

—Pero ¿seria siempre destructiva o no?' No podría funcionar exactamente de manera contraria?

Preocupada? me preguntó Rob en tono de burla.

-De ninguna manera -contesté con suavidad; pero podía ver los rostros de aquella pareja todavía en mi mente y existían tantas preguntas todavía en el aire. Algunas de ellas fueron contestadas en las siguien­tes sesiones y esta explicación, tomada de una sesión que tuvo lugar tres años después, resulta particularmente interesante.

"Ahora bien, respecto a las imágenes de la Playa York. Aquí ener­gías agresivas y destructivas se proyectaron inconscientemente hacía fuera, dada una pseudorealidad y validez física temporal. La carga emocional proporciona el patrón y el ímpetu para tales creaciones. De conformidad con el grado de realidad física que se alcance, el cuerpo físico del originador transfiere o traspasa porciones de su propia es­tructura química. Se usan proteínas y hay una elevada pérdida de car­bohidratos.

"De la misma manera que las proteínas y substancias químicas del cuerpo pueden usarse para formar diversos tipos de imágenes, también pueden utilizarse para formar una úlcera, bocio o para efectuar otros cambios (en el mismo cuerpo). Aquí se niegan emociones particulares, se disocian. El individuo no quiere aceptarlas como parte de sí mismo. En vez de proyectarlas al exterior, como tú lo hiciste en las imágenes de la Playa York, son dirigidas a una área específica del cuerpo o, en otros casos, se deja que vaguen y, para decirlo de algún modo, se tornen en viajeros que causan problemas, a través del sistema físico del cuerpo."

Por la época en que Seth nos dio esta información, ya teníamos los antecedentes para entenderla. En sus discusiones sobre la salud, Seth siempre había sostenido que la enfermedad a menudo es resultado de emociones disociadas e inhibidas. La psiquis intenta deshacerse de ellas, proyectándolas hacia una área específica del cuerpo; en el caso de úl­ceras, la energía desviada va a dar a la producción real de la úlcera misma. Si áreas realmente grandes del yo se hallan inhibidas, puede formarse una personalidad secundaria, agrupada alrededor de aquellas cualidades desconfiadas y negadas por el ego primario y por lo regular opuestas a él. En otros casos, las emociones inhibidas pueden proyec­tarse al exterior y en otras personas o como en el caso de las imágenes de la Playa York, la energía muy cargada reprimida puede realmente formar imágenes pseudofísicas que presentan la personalidad con la imagen físicamente materializada de sus temores.

Sin embargo, en aquel entonces todo esto era nuevo para nosotros. Por todo lo que yo sabía, Seth era él mismo una personalidad secun­daria y, al llegar a este punto, podíamos haber dado de baja las sesiones. Aun cuando las encontramos bastante intrigantes, ciertamente no estábamos convencidos de que Seth fuera alguien que hubiera sobrevi­vido a la muerte. Lo más probable, según pensábamos, era que se tra­tara de una porción muy viva de mi propio subconsciente. Ya para ahora habíamos llevado a cabo suficientes lecturas para preocuparnos respecto al ángulo de la personalidad secundaria. No obstante, no había evidencia alguna de excesiva emotividad en el material; no existían odios reprimidos, prejuicios o deseos. Seth no hacía demandas de nin­guna especie sobre ninguno de nosotros.

Entretanto, se presentaron los días festivos de Navidad. No celebra­mos sesiones durante dos semanas y ambos nos preguntábamos qué ocurriría cuando lo intentáramos de nuevo, si es que lo hacíamos. Pero el siguiente episodio desquició por completo nuestras ideas de lo que era posible; tanto refutó nuestras teorías convencionales, que estuvi­mos a punto de poner fin a todo el asunto. Obviamente no lo hicimos; no obstante, nuestras sesiones iban a dar color a nuestras actividades en los siguientes años e influyeron enormemente en la dirección en que yo permitiría que funcionaran mis propias habilidades psíquicas.

Regresar