PREFACIO
En los anales de Europa, el descubrimiento del nuevo mundo lleva la
huella de El Dorado – la implacable búsqueda de oro. ¡ Pero los
conquistadores poco se imaginaban que sus esfuerzos no eran mas que
la repetición de una búsqueda, en estas nuevas tierras, de algo que
había tenido lugar eones antes!
Enterradas bajo las historias y los relatos de avaricia, pillaje y
absurda destrucción que desencadenaron las riquezas recién
descubiertas, también existen evidencias en las crónicas de aquella
época del tremendo desconcierto que provoco entre los europeos él
encontrase con civilizaciones tan semejantes a las del viejo mundo:
reinos y cortes reales, ciudades y recintos sagrados, arte y poesía,
templos tan altos como el cielo, sacerdotes –así como el símbolo de
la cruz y la creencia en un creador de todo. Por ultimo, aunque no
menos importante, también se encontraron con las leyendas de unos
dioses blancos y barbados, que partieron dejándoles la promesa de
que volverían.
Los misterios y los enigmas de mayas, aztecas, incas y todos sus
predecesores, que desconcertaron a los conquistadores, todavía
confunden a eruditos y legos cinco siglos después.
¿Cómo, cuando y por que surgieron esas grandes civilizaciones en el
nuevo mundo? ¿Es una simple casualidad que, cuando más se conoce de
ellas, mas parecen estar moldeadas a partir de civilizaciones del
antiguo Oriente Próximo?
Estamos convencidos de que las respuestas solo se pueden encontrar
si se acepta como un hecho, no como un mito, la presencia en la
Tierra de los Anunnaki, “aquellos que del cielo a la Tierra
vinieron”.
En este libro se ofrecen evidencias.
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