Abajo se lee algo parecido a:
A veces ha tratado mucho, pero sin resultado,
hasta no hojear las últimas páginas de la revista, que revelan cómo el
artista lo ha escondido astutamente de nosotros. Si estudiamos el paisaje,
nos damos cuenta que todo el cuadro ha sido pintado de tal forma que esconde
el verdadero dibujo dentro de él, y, una vez que descubrimos el "verdadero
cuadro", se destaca claramente el proverbial y doloroso dígito.
Sin embargo, a pesar de las altas esperanzas y resplandecientes promesas de las campañas, estos problemas continúan empeorando, sin importar quién esté en servicio. Cada nueva administración, sea ésta Republicana o Demócrata, sigue las mismas políticas básicas de la anterior, a la cual ha denunciado tan a fondo en su campaña electoral. No es considerado como propio mencionar esto, pero es, sin embargo, la verdad.
¿Hay una razón plausible para explicar por qué
sucede esto? Se supone que no lo pensamos. Se supone que debemos imaginar
que todo es accidental y
coincidente y que, por lo tanto, no hay nada que
podamos hacer.
El estaba en una buena posición como para saberlo.
Creemos que muchos de los grandes acontecimientos mundiales que están forjando nuestros destinos, ocurren porque alguna persona o personas lo han planeado de ese modo. Si meramente estuviéramos tratando con la ley del promedio, la mitad de los eventos que afectan el bienestar de nuestra Nación deberían ser buenos para América.
Si estuviéramos tratando con simple incompetencia, nuestros líderes deberían cometer ocasionalmente un error a favor nuestro. Trataremos de probar que realmente no estamos mediando con coincidencia o estupidez, sino, muy por el contrario, con planificación y brillo. Esta pequeña obra trata sobre esta planificación y este brillo y de cómo se han modelado las políticas exteriores y domésticas de las últimas seis administraciones.
Esperamos que explique materias que hasta ahora
han parecido inexplicables, y que lo lleve a usted a un agudo enfoque de las
imágenes que han sido oscurecidas por los dibujantes de paisajes de la gran
masa.
Por supuesto que nadie hoy realmente cree en la teoría de la conspiración de la historia con excepción de aquellos que se han tomado tiempo para estudiar el tema. Cuando se piensa en esto, hay solamente dos teorías de la historia. Las cosas suceden por accidente, sin ser planeadas ni causadas por nadie, o suceden porque ellas están planeadas y alguien las causa.
En la realidad, es la "teoría accidental de la historia", predicada en los profanados Halls de Ivy, la que debería ser ridiculizada.
De otro modo,
Si usted cree que todo esto es un accidente o resultado de misteriosas e inexplicables mareas de la historia, será considerado como un “intelectual" que comprende que vivimos en un mundo complejo, Si usted cree que algo así como 32.496 coincidencias consecutivas, en los últimos cuarenta años, extienden un poco la ley del promedio, será considerado como un chiflado.
¿Por qué virtualmente todos los letrados “respetables” y los columnistas y comentaristas de la gran masa rechazan la causa y efecto o teoría conspiracionista de la historia?
Primeramente, la mayoría de los letrados sigue a la muchedumbre en el mundo académico como las mujeres siguen la moda. Resistir la marea significa ostracismo social y profesional. Lo mismo sucede a la gran masa. Mientras profesores y pontífices profesan ser tolerantes y tener un criterio amplio, en la práctica constituyen una calle de un solo sentido ---con todo el tráfico corriendo por la izquierda.
Un maoísta puede ser tolerado por los Liberales
de Torre Landia de Marfil o por los sabios del Establishment, pero
ser un conservador, y un conservador que propone una visión conspiracional,
está absolutamente prohibido. ¡Mejor ser un borracho en una convención
nacional de la WCTV!
Sus intelectos y egos están totalmente confiados
a la teoría accidental. La mayoría de la gente es altamente contraria a
admitir que han sido examinados o han demostrado mal juicio. Constatar la
evidencia de que existe una conspiración que guía nuestro destino político
desde atrás del escenario, obligaría a muchas de estas personas a repudiar
las opiniones acumuladas por ellos durante toda una vida. Se necesita un
carácter muy fuerte para encarar los hechos y admitir que se ha estado
equivocado, aun si fuera por no estar informado.
Cuando el tratamiento del silencio no resulta,
estos letrados “objetivos” y modeladores de la opinión de la gran masa,
recurren a los ataques personales, al ridículo y a la sátira. Los ataques
personales tienden a desviar la atención de los hechos que el autor o el
orador tratan de exponer. La idea es obligar a la persona que expone la
conspiración, a detener su exposición y ocupar su tiempo y esfuerzo
defendiéndose a sí misma.
Antes de ser ridiculizada, la mayoría de la gente callará; y este tema sí que se presta para el ridículo y la sátira. Una técnica que puede ser usada es extender la conspiración hasta el punto de hacerla absurda.
Por ejemplo, nuestro hombre de los Halls of Poison Ivy podría decir en un arrogante tono burlón:
Algunos conspiracionistas, en realidad, exageran el cuadro extendiendo la conspiración (del pequeño grupo que es), e incluyen en ella a todo activista liberal de la localidad y a todo burócrata del gobierno.
O, por causa del fanatismo racial o religioso,
ellos tomarán pequeños fragmentos de evidencia legítima y los extenderán
hasta llegar a una conclusión que apoyará su singular prejuicio; por
ejemplo, la conspiración es totalmente "Judía", "Católica" o "Masónica".
Esta gente no ayuda a exponer la conspiración, sino que tristemente juega en
las manos de aquellos que quieren hacer creer al público que todos los
conspiracionistas son locos.
Por atribuir absolutamente todo lo que sucede a
las maquinaciones de un pequeño grupo de poder, es una teoría demasiado
simplista para los ávidos conspiradores. Pero, en nuestra propia opinión,
nada es más simplista que el aferrarse a la visión accidental de la gran
mayoría de los acontecimientos mundiales.
Después viene el coup de grace - marcando
la teoría conspiracionista como la "diabólica teoría de la historia".
A los Liberales les encanta eso, ¡Aun siendo una frase hueca, es tan
sofisticada!
Ellos ignoran el hecho que conspiradores
organizados usan el PIE, real o imaginado, como una excusa para construir
una cárcel para codos nosotros. La mayoría del mundo ha estado en PIE desde
tiempos inmemoriales, y hay que tener un pensamiento increíblemente
superficial
No es verdadero establecer, sin embargo, que no hay miembros de la élite intelectual que se suscriban a la teoría conspiracionista de la historia. Por ejemplo, ahí está el Profesor Carroll Quigley, de la Escuela de Servicio de Extranjería de la Universidad de Georgetown.
El Profesor Quigley difícilmente puede ser acusado de ser “extremista del ala derechista” (esas cuatro palabras se han hecho inseparables para la gran masa). El Dr. Quigley tiene todas las credenciales "liberales", habiendo enseñado a los Meccas académicos de Princeton y Harvard en el Establishment Liberal. En su página 1.300, del tomo de ocho libras, llamado Tragedy and Hope, el Dr. Quigley revela la existencia de la maraña conspiracionista que será discutida en este libro.
El profesor no formula una teoría simplemente, sino que revela la existencia de esta maraña por experiencia de primera mano. El también deja en claro que no son los objetivos de esta urdimbre a los cuales él se opone, sino a su mantención en el secreto.
El Profesor Quigley revela:
Estamos de acuerdo: su rol en la historia debe ser dado a conocer. Es la razón por la cual hemos escrito este libro.
Sin embargo, estamos en pleno desacuerdo con el objetivo de esta urdimbre, que el Profesor Quigley describe como,
En otras palabras, este loco grupo desea controlar y gobernar el mundo. Es aún más terrible: quieren el control total sobre toda acción individual.
Como observa el Profesor Quigley:
Quiere el control sobre todas las riquezas naturales, negocios, bancos y transporte, controlando así los gobiernos del mundo. A fin de lograr estos objetivos, los conspiradores no han tenido escrúpulos para fomentar guerras, depresiones y odio. Quieren un monopolio que elimine todo competidor y destruir el sistema de libre empresa.
¡Y el Profesor Quigley, de Harvard, Princeton y
Georgetown, lo aprueba!
* Privilegiados: los que ocupan una situación ventajosa, o poseen informes secretos o de primera mano.
Otros letrados honestos han encontrado a los mismos individuos en los escenarios de las desastrosas luchas políticas y han concluido, una y otra vez, que se trata obviamente de una organización de piromaniacos que está en acción en el mundo. Pero estos letrados, que son intelectualmente honestos, se dan cuenta que si desafían a los Privilegiados, sus carreras se verían destruidas; dicho de otra forma “suicidio académico”
El autor sabe que estos hombres existen, porque
ha estado en contacto con algunos de ellos.
En una historia de la agencias de noticias UPI, con fecha 27 de diciembre de 1965, el Padre Pedro Arrupe, cabeza de la Orden Jesuita de la Iglesia Católica, hizo los siguientes cargos durante sus comentarios en el Consejo Ecuménico:
Hay innumerables problemas que deben ser exhibidos para convencer a una persona de la posible existencia de un grupo conspiracionista de Privilegiados, quienes desde los más altos niveles manipulan la política gubernamental.
En este caso, la verdad es más extraña que la
ficción. Estamos en contacto con una de las mayores intrigas de la historia,
un emocionante cuento de misterio que deja en vergüenza a Erle Stanley
Gardner. Si a usted le gustan los misterios, le fascinará el estudio de
las operaciones de los Privilegiados. Si usted, realmente estudia esta
urdimbre de la que habla el Profesor Quigley, encontrará que lo que al
principio parecía increíble, no sólo existe, sino que tiene gran influencia
en nuestras vidas.
¿Contenía el relato la "verdadera" historia, la historia detrás de la historia? Probablemente no. Y por una variedad de razones.
El reportero tuvo problemas de tiempo y espacio y una buena probabilidad que las personas involucradas. deliberadamente, no hayan revelado todos los hechos. Posiblemente los propios prejuicios del reportero gobernaron los hechos que debían entrar en la historia y que eran detectables. Nuestro punto de vista es que la mayoría de la gente sabe, a partir de la experiencia personal, que la historia de una noticia no es, a menudo, la historia completa.
Pero muchos de nosotros pretendemos creer que
nuestro caso es único, cuando realmente sólo se trata de un caso típico. Lo
que rige acerca de un reportaje de acontecimientos locales rige igualmente
para los acontecimientos nacionales e internacionales.
Se les pedía rechazar su modo de pensar de toda una vida y adoptar una visión totalmente nueva. Los "intelectuales" de esos días se burlaban de Colón, y la gente temía perder el prestigio social si lo escuchaba. Muchos otros, sencillamente, no querían creer que el mundo fuera redondo. Complicaba muchas cosas. Y los típicos "aplanadores de tierra" tenían tal interés implicado con sus propios egos, que arreciaron en insultos contra Colón para desafiar su visión del universo.
Estos mismos factores se pueden aplicar hoy. Como el Establishment controla el medio, cualquiera que desenmascare a los Privilegiados será blanco de una continua descarga de improperios provenientes de diarios, revistas, televisión y radio.
De este modo, uno es amenazado con la pérdida de la "respetabilidad social" si se atreve a introducir la idea que existe una organización detrás de cualquiera de los problemas que actualmente están destruyendo América. Desafortunadamente, para mucha gente el status social viene antes que la honestidad intelectual.
A pesar que ellos nunca lo admitirían, la
posición social es, para mucha gente, más importante que la supervivencia de
la libertad en América.
En el fondo, esta gente teme ser burlada si toma
posición o que se le niegue, la invitación a un cocktail de arribismo
social. En lugar de desesperarse contra los Privilegiados, esta gente
realmente se encoleriza ante aquellos que tratan de salvar al país
desenmascarando a los conspiradores.
A nadie le gusta ser puesto en el papel de acusador de gente prominente, por ser éstos conspiradores que esclavizan a sus conciudadanos americanos; pero los hechos son innegables. Muchos profesionales y hombres de negocio son particularmente vulnerables al término "no arriesgues tu respetabilidad social", término lanzado por aquellos que no desean que la conspiración sea descubierta.
Los Privilegiados saben que si la comunidad profesional y de negocios no toman una posición para salvar el sistema de empresa privada, el socialismo, a través del cual ellos intentan controlar el mundo, es inevitable. Piensan que la mayoría de los profesionales y hombres de negocio son demasiado superficiales y decadentes, demasiado conscientes del status, demasiado atados a los problemas de sus trabajos y empresas como para preocuparse de lo que está sucediendo en política.
A estos hombres se les dice que puede ser malo
para los negocios o puede comprometer sus contratos con el gobierno si toman
posición. ¡Han sido sobornados hacia el silencio con el dinero de sus
propios impuestos!
Tenemos la sensación que existe un número grande de ustedes que no está hipnotizado por el aparato de televisión, que pone a Dios, la familia y al país sobre el estrado social, y que, juntos, se abanderizarán para desenmascarar y destruir la conspiración de los Privilegiados.
El filósofo Diógenes hurgó a lo largo y ancho de la antigua Grecia buscando un hombre honesto.
Nosotros estamos recorriendo la longitud y el
ancho de América en busca de cientos de miles de hombres y mujeres,
intelectualmente honestos, que están deseosos de investigar los hechos y
llegar a conclusiones lógicas, sin considerar cuán desagradables éstas
puedan ser.
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