2011 del Sitio Web BarcelonaEsoterismo traducción de Editorial-Streicher 09 Julio 2011 del Sitio Web Editorial-Streicher
De la Orden del Dragón
a Drácula
El nombre "Drácula" ha presenciado períodos tanto de brillantez como de fama.
Se hizo famoso en la segunda mitad del siglo quince por las acciones de Vlad III Tepes (Drácula) (1428-1476), gobernante de Valaquia (1448, 1456-1462, 1476).
Ha continuado existiendo, aunque menos conocido, a través sus descendientes legítimos, en la noble familia Drácula de Sintesti y de Band, establecida en Transilvania entre los siglos quince y diecisiete.
Las familias que se originaron del matrimonio de Vlad con una pariente cercana del Rey húngaro Matias Corvino en Febrero de 1462, pueden proporcionar una explicación de la ascendencia Szekely incorrectamente atribuída a Vlad Tepes, y su metamorfosis literaria en el vampiro Conde Drácula.
A consecuencia de la
novela del escritor irlandés Bram Stoker, el nombre "Drácula"
ha obtenido fama universal durante la época moderna.
Todas estas teorías están
relacionadas desde el punto de partida de este nombre referidas
exclusivamente a Vlad Tepes, hasta que este nombre popular, que
significa "el hijo de Drácul", llegó a ser confundido con la palabra
rumana "Drácul", que significa "el diablo" (Andreescu, 149-50).
Incluso antes del reinado de Vlad Tepes en Rumania, el boyardo (categoría de la antigua nobleza rusa) Albu había llamado a Vlad Drácul (que era un apodo conocido fuera de Rumania), simplemente como Dráculea (Andreescu, 150-51), el nombre popular exclusivamente rumano.
El mensajero Veneciano Bartolomeo de Jano y sus contemporáneos cronistas griegos Leónicos Chalkokondyles y Critóbulo de Imbros también lo llamaron Dráculea (Andreescu, 154-55).
Incluso Iancu de Hunedora, quién lo ejecutó, hizo mención el 17 de Diciembre de 1456 del "infidelem Drakwlam wayvodem" (el infiel vaivoda Drakwla; vaivoda o voivoda = gobernador) (Documenta, 461).
Por último, el cronista turco Asakpasazade, refiriéndose al año 1442, llama a Vlad Tepes "Drácula" en vez de "Dráculea" (Cronici, 88), mientras el servio jenízaro que escribió de 1496 a 1501 lo llamó el "voievodul valah Dracula" (Calatori, 125), que significa "el príncipe valaco Drácula".
Está claro que Dráculea (Drácula) era un apodo popular para Vlad Drácul, significando a una persona perteneciente a la Orden del Dragón.
Para su hijo, Vlad Tepes,
el nombre "Drácula" se hizo por asociación un nombre alternativo, y
no sólo un apodo, con el efecto secundario de aumentar su mala
reputación, con su sentido diabólico, aunque al principio, en los
días de su padre, "Drácul" no tuviera un sentido malévolo.
El nombre alemán para esta Orden era "Drachenordens", y en latín era "Societatis draconistarum".
La Orden del Dragón, que algunos confunden con una condecoración, era realmente una institución, como las otras órdenes de Caballería de los tiempos medievales.
Segismundo de Hungría tuvo como modelo a la Orden de San Jorge (Societas militae Sancti Georgii) creada por el rey de Hungría Carlos I Roberto de Anjou (1308-1342) en 1318. Su estatuto de 1326 exige la protección del rey de cualquier peligro o complot contra él; el símbolo de la Orden de San Jorge era una cruz de plata en un campo rojo y una capa negra.
A excepción del último
objeto, éstos también se encuentran en la nueva Orden (del Dragón).
El estatuto de esta Orden
del Dragón, elaborado por el canciller de la corte húngara
Eberhard, obispo de Oradea, que se conservó sólo en una copia de
1707 y se publicó en una edición húngara en 1841, ha permanecido
casi desconocido, incluso para los investigadores de esta materia.
La batalla era contra los ejércitos paganos turcos y los husitas (seguidores del protestante Juan Huss), quienes estaban fuera de las naciones Ortodoxas que eran fieles a la Cruz y al rey Segismundo (rumanos, etc.)
Los barones, los sacerdotes y los líderes del reino se juntaron bajo el signo del dragón, sometiéndose a la Cruz y proclamando lealtad al Rey Segismundo y a la reina.
Los miembros que fundaron la Orden eran 24 nobles del reino, liderados por el déspota Stefan Lazarević, caudillo de Servia, entre los que estaban Nicolás de Gara, el príncipe húngaro, Stibor de Stibericz, príncipe de Transilvania, Pipo de Ozora, ban (jefe) de Severin, etc., y en general los grandes nobles locales.
Todos ellos estaban
comprometidos en servir con lealtad, no importando el precio, a la
pareja Real, su familia y sus amigos.
Según el primer
enciclopedista medieval, Isidoro de Sevilla, eso era una
"serpiente", un dragón que vive en la tierra.
A veces fueron permitidos miembros extranjeros, pero sólo como aliados, que no tuvieron que prestar el juramento de lealtad eterna al rey Segismundo de Hungría, como por ejemplo el rey de Polonia, Vladislav II Jagellon, su antiguo cuñado Vitautas (Witold) el Grande, el gran duque de Lituania, el rey Enrique V de Inglaterra, y Carrara della Scala, Soberano de Venecia, Padova y Verona.
Durante la vida del rey Segismundo, de 1408 a 1437, la Orden del Dragón llegó a ser la más importante asociación política de los nobles en Hungría, leal al Rey - la principal fuerza política en el reino - brindándole todo su apoyo. Inmediatamente después de ser establecida, sirvió como modelo para la fundación en 1409 de la española Orden de Calatrava.
En esta prestigiosa
institución de Caballería europea, que estaba simbolizada por el
dragón, fue admitido el aspirante al trono de Valaquia, Vlad (Drácul)
en Febrero de 1431, en su posición de vasallo del rey Segismundo, de
acuerdo al estatuto de la Orden.
El símbolo de esta clase se desarrolló hasta 1431 en dos fases:
El collar de la Orden estaba hecho de dos cadenas de oro unidas por el signo de una cruz húngara con una doble barra encima del enrollado dragón.
Pero en el sello, otro dragón estaba representado, con un cuerpo grande, con alas dentadas, no enrolladas, con sólo dos pies con una cola suelta, con una muy pequeña cruz griega en su pecho. Segismundo de Hungría mismo introdujo en 1433 este tipo de sello para la Orden del Dragón, uno de los últimos sellos que él hizo como Emperador Romano-Germano.
Lamentablemente el símbolo que Vlad Drácul tenía no se ha conservado.
Pero los elementos del símbolo de la Orden del Dragón en su sello real de 1437 muestran claramente que Vlad Drácul era poseedor del collar de la Orden del Dragón:
El dragón ilustrado en el
reverso de las seis monedas de plata y de bronce que fueron forjadas
por Vlad en Sighisoara en Transilvania (o después de ocupar el trono
valaco), es similar al dragón en el cuadro de Paolo Uccello, San
Jorge y el Dragón, y al escudo de armas del episcopado construido
por él en Curtea de Arges.
Este escudo de armas fue esculpido en piedra, y representaba al dragón atacando a un león, surgiendo el dragón victoriosamente de esta batalla, ilustrando por lo tanto metafóricamente el Salmo 91 ("Sobre el león y el áspid pisarás, y hollarás al cachorro de león y al dragón").
El propósito de esta frase era simbolizar la victoria del cristianismo y la de Vlad Drácul sobre sus enemigos.
En este caso el dragón
era un símbolo benéfico, y el retrato de Vlad con su nombre (Drácul,
Dráculea-Drácula) tenía un sentido positivo que sólo fue común en
Valaquia durante su reinado.
Esto fue aumentado por el collar de la Orden del Dragón, que ningún otro gobernante rumano había llevado puesto, y todavía más por el traje ceremonial de los caballeros de la Orden del Dragón –vestimentas rojas y capa verde.
Así, Vlad II Drácul,
padre de Vlad III Tepes, siempre ha permanecido vinculado a ambas
versiones de su apodo. Esta paradoja ha sido interpretada
incorrectamente.
El dragón que se estrangula con su propia cola, que en la heráldica y la iconografía del occidental San Jorge, de donde proviene, representaba al derrotado Satán, se convierte, en ausencia del santo y de la cruz, en una Orden de Caballería cristiana de significado positivo.
El dragón circular, estrangulado por su propia cola, está representado en el escudo de armas de muchas familias nobles en el reino húngaro, quienes eran los descendientes de algunos caballeros que formaron parte de la Orden del Dragón durante el reinado de Segismundo, hasta el siglo diecisiete.
Esto apoya el hecho de que la Orden del Dragón disfrutó de un gran prestigio a lo largo de la primera mitad del siglo quince.
En Transilvania, el
dragón también aparecía en los escudos de armas de las familias
Bathory, Bocskay, Bethlen, Szathmary, Rakoczi, y muchas otras, aun
cuando la Orden del Dragón hubiera perdido su importancia después de
la muerte de Segismundo en 1437 y haya prácticamente desaparecido
con el fallecimiento de los miembros que habían sido admitidos por
él.
El dragón europeo tenía muchas fuentes:
Durante los tiempos pre-cristianos el dragón a menudo tenía un sentido beneficioso (frecuentemente relacionado con la fecundidad) y se perpetuó en el saber popular hasta la Edad Media tardía.
Sin embargo, en el cristianismo literario, cultural y clerical, a partir del texto bíblico asume un papel diferente, y en el siglo quinto se convierte en un símbolo de Satán - "draco iste significat diabolum" (Le Goff, 58).
Este dragón, identificado con Satán, fue derrotado y fue dominado por fuerzas espirituales, pero no fue muerto; más bien, según el simbolismo del folklore celta, hasta cierto punto,
En el arte de influencia romana, el báculo del Obispo a menudo tiene a un dragón derrotado y enroscado en su extremo superior.
Tanto San Miguel como San
Jorge, cuyo culto comenzó a extenderse desde el Imperio bizantino
del siglo octavo hasta el décimo, el primero, y durante el undécimo,
el segundo, derrotaron al dragón físicamente en una lucha.
Toda esta heráldica clerical y popular europea, reforzada por una existencia milenaria (del siglo quinto al décimoquinto), puede ser identificada en la ilustración básica de la Orden del Dragón:
Sin embargo, también
debemos recordar el hecho de que, a pesar de que había sido
derrotado y sometido, el dragón parecido a una serpiente y el dragón
volante todavía eran el mal y símbolos de Satán.
Esta divinidad representada en la bandera "geto-dacia" se hizo conocida en el tiempo del gobierno romano en Dacia como "draco" (en rumano, "drac", que significa el diablo).
Junto con el cristianismo, se esparció por toda Europa, y llegó a simbolizar a Satán.
Sin embargo, en términos paganos, como el historiador rumano Vasile Parvan observó,
En el folklore rumano
incluso la serpiente, que en ciertas condiciones tiene la capacidad
de convertirse en un dragón, tiene un fuerte sentido maléfico.
En 1459 el aspirante Dan III acusó a su rival "Dráculea" (Vlad Tepes) de colaborar con los turcos, ayudados y dirigidos por el diablo (Tocilescu, 71-2), y en 1460 hizo mención de,
Durante el cautiverio de Vlad Tepes en Hungría (1462-1475), el representante del Papa en Buda, Nicolaede Madrussa, declaró que él vio a,
El autor de la novela sobre el voivoda Drácula se refirió a,
Aunque Vlad Tepes y sus descendientes nunca hayan usado el símbolo de la Orden del Dragón, él ha heredado el apodo de su padre Dráculea/Drácula, que se ha convertido en un apellido (fuera del país).
Y sus sucesores en Transilvania, la familia Drácula (Dráculea), mantuvieron este nombre hasta el siglo diecisiete, instalándose en el siglo dieciséis entre los "secui" (los secui o székely), no lejos del lugar donde en 1897 Bram Stoker localizó el escenario de su novela y el castillo en Transilvania del "Conde Drácula".
De esta manera, durante
un largo período de tiempo, desde el nombre de una pequeña deidad
pagana (en griego, dracos; en latín, draco), pasando por el nombre
de la Orden del Dragón (en alemán, Drachenordens; en latín, Societas
draconistarum; en rumano, Ordinul Dragonului), hasta el apodo rumano
del siglo quince de Drácul/Dráculea, provienen el apodo y luego el
apellido Drácula, que fue usado en 1897 por Bram Stoker, según la
opinión del erudito orientalista judío húngaro, famoso en su tiempo
(?) (Florescu y McNally, 142-3).
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