por
Ernesto J. Navarro
04 Noviembre 2016
del Sitio Web
RT
Reuters
Perú propuso aplicar
la Carta Democrática de la OEA
y sancionar vía OIT a
Venezuela,
pero no logró incluirlo en el
documento final
de la 25ª Cumbre
Iberoamericana.
Analistas explican a RT
qué hay detrás
de esa reunión de jefes de
Estado.
La 25ª Cumbre Iberoamericana,
recientemente celebrada en Cartagena de Indias (Colombia), "dejó
constancia una vez más que Latinoamérica ha cambiado de rumbo",
opinó el sitio
Economía Hoy.
Según este medio,
"los líderes de la región versaron
sobre la posibilidad de cercar el poder al presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, líder que finalmente no acudió a
dicha cita", alegando "temores" de los presidentes por la
"crisis e inseguridad jurídica" en esta nación Latinoamericana.
Raul Arboleda
AFP
No obstante todo lo dicho contra
Venezuela en la Cumbre, apunta el artículo,
"de la cita no salió ninguna sanción
específica contra Venezuela".
"Sin embargo, supuso poner al
desnudo cuántos apoyos le quedan a Maduro en la región después
de que buena parte de estos países ya no estén gobernados por
ejecutivos populares", explicó Economía Hoy.
Trascendió que el Gobierno de Perú
propuso,
"activar la Carta Democrática de la
Organización de Estados Americanos (OEA) para suspender a
Venezuela de la organización" y elaboró un documento para un
posible "rescate económico del país" que incluía medidas de
presión por parte de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT).
Al finalizar la reunión,
la prensa presionó a varios líderes para que se pronunciaran sobre
Nicolás Maduro.
Solo el ministro de Economía y
Competitividad de España, Luis de Guindos, dijo no
tener conocimiento de que se estuviera planteando medida
concreta alguna contra Venezuela.
"No estoy tan seguro de que Perú
esté promoviendo un documento.
En estos momentos creo que hay un
planteamiento fundamentalmente de respeto a lo que son las
decisiones internas, pero también de avanzar desde el punto de
vista de lo que es esa cooperación, ese diálogo
democrático", aseveró de Guindos.
'Bullying' continental
Para Luis Salas, investigador asociado
del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), esas
posiciones expresadas por algunos líderes de la región contra el
Gobierno de Venezuela son una
suerte de "'bullying' continental".
Entrevistado por RT, Salas explicó que
Venezuela tiene una crisis distinta,
"pero no más grave, desde el punto
de vista humano o violencia que la que se vive por ejemplo en
México, Colombia
o
Paraguay".
Además, el investigador puntualizó que
"institucionalmente", el país gobernado por la Revolución
Bolivariana no está,
"peor que
Brasil, donde hay un gobierno de facto o que Argentina donde
la tendencia autoritaria es cada vez más notoria".
Marco Bello
Reuters
La diferencia, evidente para Salas,
"es que en esos países hay gobiernos
plegados a los grupos de poder económicos regionales y globales
y en Venezuela no".
Desde el punto de vista económico
recordó que en toda la región
latinoamericana "hay una caída de la inversión", incluyendo
en los países gobernados por los más neoliberales.
"Macri, por citar uno, con todo el
ajuste que ha hecho, no atrae inversión productiva, porque la
situación de crisis mundial, con una severa recesión, está
impulsando más bien la multiplicación de actividades
especulativas que profundizan aún mas la crisis mundial",
explicó.
Sin cambios políticos regionales
Sobre los señalamientos de "cambios
políticos" en toda esta región, el analista político Alberto
Aranguibel destacó a RT que la realidad es otra.
"No es que haya una desviación
política de la región. Se trata más bien de una pretensión de
reinstaurar el modelo de la democracia representativa.
Lo que existe es
un avance gigantesco de las
bases militares de EE.UU. en América Latina", estimó
Aranguibel.
A su juicio es evidente que la Cumbre
iberoamericana no es la misma de antes.
"Estamos frente a un escenario de
reacomodo de la política estadounidense, que pretende volver a
instaurar el neoliberalismo, ya no a través de las dictaduras
tradicionales, sino utilizando las herramientas políticas, en
este caso los parlamentos.
Hoy en día,
EE.UU. controla a los sectores
políticos por medio de las ONG.
¡Esa es la realidad!",
expresó.
Esta nueva arremetida de la política
exterior estadounidense, indicó Aranguibel, es su respuesta a lo que
supuso,
"un fuerte avance de la concepción
de integración bajo las banderas bolivarianas".
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