por Nazareth Balbás
26 Enero
2017
del
Sitio Web
RT
El Libertador en traje de campaña (1895)
Un país de 2,5 millones
de kilómetros cuadrados,
ingentes recursos minerales y
petroleros
y una población de casi 100
millones de habitantes:
eso habría sido hoy el sueño de
Simón Bolívar
al integrar a las cuatro
Repúblicas que liberó.
¿Qué se lo impidió?
"Habría sido
increíble", dice un joven en un local del centro de Caracas con
tan solo imaginar que el proyecto de
la Gran Colombia, ideado por
Simón Bolívar, hubiese sido posible.
Pero el sueño de
Libertador de integrar los actuales territorios de Venezuela,
Colombia, Panamá y Ecuador en una suerte de "Confederación" fue
truncado en 1830.
De no haber sido así, esa
unión de Repúblicas ocuparía hoy una superficie equivalente a una
cuarta parte de la Unión Europea, poseería las mayores reservas
petroleras del mundo y ostentaría un Producto Interno Bruto de
952.000 millones de dólares.
Templo Histórico
donde tuvo lugar el Congreso de Cúcuta,
que ratificó la conformación de la Gran Colombia.
Ruben Valero / wikipedia.org / CC BY-SA 3.0
La mano de
EE.UU.
La filósofa e historiadora venezolana,
Carmen Bohórquez, quien además
coordina la
Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de
la Humanidad, considera que si bien los gérmenes que
minaron la disolución de la Gran Colombia ya estaban decretados por
las peleas entre los caudillos de Venezuela y Nueva Granada, la
participación de EE.UU. en el Congreso Anfictiónico de Panamá
asestó un tiro de gracia a la unidad.
"El embajador de los
EE.UU. comenzó a influir en (Francisco de Paula)
Santander y lo comprometió a
realizar un segundo congreso, en el que Washington llevó una
propuesta distinta a la de Bolívar para intentar introducir la
idea del 'Panamericanismo', agudizar las intrigas en contra del
Libertador y promover las 'ventajas' de un gobierno federal, en
vez de uno centralizado y fuerte", sostiene Bohórquez en
entrevista a RT.
¿Cuál es la vigencia de
esta historia hoy?
Mucha, dice la
coordinadora de la Red de Intelectuales:
"El Panamericanismo
fue el que dio origen a la Organización de Estados Americanos
(OEA)
que, como bien dijo un canciller cubano,
'es el ministerio
de las colonias'.
En cambio, la unidad
latinoamericana planteada por Bolívar y rescatada por
Hugo Chávez, es la que permite
que se celebren encuentros como el de la Comunidad de Estados
Latinomericanos y Caribeños (CELAC)".
Departamentos de la Gran Colombia en 1824.
Shadowxfox / wikipedia.org / CC BY-SA 3.0
El sueño que
no fue
La idea original no es de Simón Bolívar, explica la
historiadora, sino del venezolano Francisco de Miranda, quien
en 1783,
"llega a la
conclusión de que los americanos tenían derecho a implementar el
sistema de gobierno que les apeteciera y, por eso, esboza su
proyecto de emancipación".
Miranda creía era que la
independencia debía estar ligada a la unidad para poder consolidarse
y,
"lograr que esa
América ocupara un lugar preponderante en el mundo como un
bloque de poder", detalla Bohórquez.
Bolívar, al igual que el
resto de los próceres de la emancipación en Latinoamérica, retomó
esas banderas y asomó, en 1815, la posibilidad de que la unión
empezara con,
Cuatro años más tarde, en
1819, el Libertador logró la conformación de Colombia (que la
historiografía denominará Gran Colombia para diferenciarla de la
actual república homónima) y en 1826 convocó a un Congreso
Anfictiónico que fracasaría, en gran medida, por la injerencia
norteamericana.
Bandera de la Gran Colombia,
usada
entre el 6 de octubre de 1821
y el 17
de diciembre de 1831.
Shadowxfox / wikipedia.org / CC BY-SA 3.0
Historial de
intrigas
"Las infamias
lanzadas contra Bolívar por los EE.UU. e Inglaterra, a través de
sus agentes diplomáticos o consulares acreditados en las
repúblicas hispanoamericanas, toman fuerza tan pronto se dan a
conocer los primeros intentos para la celebración del Congreso
de Panamá, se incrementarán a partir del fracaso de este, y
acaban, proponiéndose la desintegración de la Gran Colombia y la
desaparición de la persona del Libertador", expone el periodista
e investigador cubano Francisco Pividal en su libro 'Bolívar
- Pensamiento Precursor del Antiimperialismo'.
Bohórquez coincide con
esa visión y añade que la inquina contra el proyecto bolivariano
era, precisamente, porque iba en contravía a la
Doctrina Monroe de "América para
los Americanos".
Lo que proponía el
Libertador era un bloque de poder entre naciones que compartían una
historia y una cultura común, sin tutelaje alguno.
Para EE.UU., esa era una
empresa "inútil", tal como la califica el diplomático norteamericano
Hellman Allen en una carta dirigida a Washington el 20 de
marzo de 1826.
La Gran Colombia iba más allá de una unidad territorial y
contemplaba cuestiones como,
-
tratados
comerciales y de navegación
-
la organización
de normas de derecho internacional
-
la abolición de
la esclavitud
-
el
establecimiento de las fronteras nacionales
-
la conformación
de un gran ejército común,
...refiere el libro De
Panamá a Panamá, que compila los documentos históricos sobre el
Congreso Anfictiónico archivados
por la cancillería venezolana.
La cristalización del sueño de Bolívar de crear una comarca con
frentes hacia los océanos Atlántico y Pacífico, que sirviera "de
lazo, de centro, de emporio" - como lo expuso en su discurso de
Angostura (1815) - amenazaba las apetencias expansionistas de
Norteamérica y, para Bohórquez, todavía representa un riesgo a los
intereses de EE.UU.
Dos tutelajes
"¿Cuándo se habían
reunido todos los presidentes de América Latina y el Caribe?
Nunca sin tutela de EE.UU. y España: o era en la OEA o en la
llamada Comunidad Ibero-Americana.
Siempre habíamos
estado bajo esos tutelajes", recuerda la historiadora a
propósito de la cumbre de la CELAC celebrada este miércoles en
República Dominicana.
Aunque han pasado casi
187 años desde el fracaso del proyecto grancolombiano, junto a
varios intentos fallidos por resucitarlo, la filósofa considera que
EE.UU. no ha cesado en su intento de impedir la unidad en la región
y torpedear las iniciativas que apuntan hacia esa dirección.
"Siguen medidas como
el decreto del ex presidente
Barack Obama contra Venezuela,
la injerencia en los procesos políticos de la región y sus
deseos de instalar bases militares en algunos países para
sembrar la desconfianza.
¿Qué nos queda?
Defender los espacios comunes, afirmar la unidad y no abandonar
foros como la CELAC, que tanto trabajo ha costado conformar,
aunque no se avance tan rápido.
Es una proeza que
exista".
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