del Sitio Web GlobalReserach
traducción de Editorial-Streicher del Sitio Web Editorial-Streicher
...y la "Segunda Crisis de los Rehenes"
Cuando el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu usó el escenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas con su esquemático explosivo [Septiembre de 2012], él afirmó que Irán tendría pronto la capacidad de enriquecer uranio al 90%, lo que le permitiría construir un arma nuclear en la primera mitad de 2013.
En su segundo período, Obama, quien recientemente dijo que un Irán nuclear representaría un peligro para Israel y para el mundo, parece estar viendo con los mismos ojos de Netanyahu, a pesar de informes anteriores de que los dos no están en la misma sintonía.
Cualquiera sea la razón, estos dos
líderes han tomado la decisión consciente de ignorar completamente las
pruebas presentadas por la comunidad de inteligencia estadounidense, así
como las opiniones de científicos nucleares, consejeros políticos y personal
de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que afirman que la "amenaza"
planteada por Irán ha sido exagerada y politizada.
El señor Netanyahu no ha corregido sus declaraciones que insinúan que Irán se está acercando a la línea roja del enriquecimiento (de uranio) del 90%, aun cuando recientes informes de Naciones Unidas muestran que Teherán ha disminuido de hecho sus reservas de material fisible en un 20%, muy por debajo del nivel requerido de enriquecimiento para convertir al uranio en un arma.
Hans Blix, ex-jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, ha cuestionado informes previos de la Agencia sobre las actividades nucleares de Irán, acusándola de confiar en inteligencia no verificada de EE.UU. e Israel.
Flynt Leverett y Hillary Mann Leverett, antiguos políticos de
Washington y analistas en las administraciones de Clinton y Bush,
recientemente escribieron un libro titulado "Yendo a Teherán" (Going to
Tehran), sosteniendo que Irán es un actor coherente y que la evidencia de la
bomba simplemente no está allí.
Las evaluaciones de Bastin confirman los informes que muestran que el
programa nuclear de Irán es para objetivos civiles; él posteriormente
enfatiza la impracticabilidad de transformar en arma el producto
hexafluoruro de las centrifugadoras de gas de Teherán, por cuanto la fuerza
disuasoria resultante suministraría un arma nuclear muy ineficaz.
Una combinación incesante de propaganda islamofóbica, una insistencia reiterativa en que Teherán se está acercando al umbral, y falsas informaciones extraordinariamente negligentes con respecto a Irán y su búsqueda de energía nuclear doméstica, han creado una situación donde el país es visto como un actor irracional.
En el tribunal de la opinión occidental predominante, Irán es agrupado en la misma categoría que la belicosa Corea del Norte, a pesar de que es un signatario observante de la ley del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT), que ha cooperado sistemáticamente con la AIEA, y que ha renunciado públicamente al uso de armas nucleares.
Esto conduce al escenario actual,
donde Irán y su pueblo son castigados bajo una andanada inmoral de sanciones
económicas por poseer un arma que ellos no poseen.
Una experiencia tan dura causaría una serie de ramificaciones abrumadoramente negativas que Obama probablemente querría evitar.
Lo que EE.UU. quiere realmente hacer, sin embargo, es desmantelar los fundamentos de la República Islámica, destruyendo completamente su economía mediante sanciones, tratando de persuadir a la población a levantarse y a derrocar el régimen, de manera que básicamente Obama está feliz de conducir la guerra por otros medios.
Las declaraciones recientes
del ayatolá Jamenei de que EE.UU. está sosteniendo un arma en la cabeza de
la nación iraní sólo pueden ser percibidas como completamente exactas.
La sustancia de esta oferta da la impresión de que fue deliberadamente redactada para que fuera rechazada por el lado iraní, dado el hecho de que ella ordenaría que Irán cierre una de sus principales instalaciones, a la vez que se mantiene la mayoría de las sanciones de castigo que han destruido el dinero iraní y que han hecho de las medicinas que salvan vidas algo muy difícil de costear por la mayoría, todo lo cual tiene más de insulto que de oferta.
Para el
propietario y el trabajador comercial iraní promedio, las sanciones
conducidas por EE.UU. y la devaluación monetaria han afectado las
transacciones diarias que proporcionan pagos y viabilidad económica para
millones de personas.
El
aislamiento iraní del sistema bancario global ha hecho cada vez más difícil
para los estudiantes de ese país que estudian en el extranjero recibir el
dinero de sus familias.
Es importante reconocer que estas sanciones no sólo están enfocadas contra el gobierno de Irán sino contra su población entera, sobre todo la población pobre y mercantil.
Una fuente anónima de inteligencia estadounidense citada por el Washington Post da detalles:
Estas sanciones, que son un retroceso de Obama a las torpes políticas de la época de Bush y Cheney, deben ser vistas como parte de una serie de medidas tomadas para fomentar y expandir el descontento social y el malestar.
Las sanciones estadounidenses han ensanchado su foco, apuntando a grandes sectores de la infraestructura industrial del país, haciendo que la producción doméstica de automóviles cayera a plomo en un 40%, mientras muchos tratamientos médicos esenciales han más que duplicado su precio.
Los pacientes que sufren de hemofilia, talasemia y cáncer han sido negativamente afectados, por cuanto las medicinas hechas en el extranjero de las que ellos dependen son cada vez más difíciles de obtener. Durante los pasados dos años, los bienes de los supermercados generales han visto un alza de precios de entre el 100 y el 300 por ciento.
Por primera vez en el mundo, una prohibición sobre medios de comunicación ha sido impuesta, sobre PressTV, la agencia de noticias internacional en lengua inglesa financiada por el Estado de Irán. Ofcom, un regulador de comunicaciones situado en el Reino Unido y vinculado al gobierno británico, encabezó la prohibición.
La Unión Europea
también ha impuesto una prohibición de viajar al presidente de PressTV,
Mohammad Sarafraz, y a otros ocho funcionarios.
Es indiscutible que dejando de cuestionar la táctica brutal impuesta
por Washington y Tel-Aviv, estos periódicos y los comentaristas afiliados
respaldan las políticas que intimidan y coercionan a las poblaciones civiles,
además del empleo de tácticas terroristas, como ciber-ataques específicos y
asesinatos extrajudiciales, a todo lo cual la nación iraní ha sido sometida
en un completo desafío de los estándares y de las reglas de la ley
internacional y su basamento fundamental de proteger a los civiles.
Las amenazas de Washington de imponer sanciones "secundarias" contra entidades de terceros países que hacen negocio con la República Islámica representan una mentalidad mafiosa muy característica de la realidad unipolar en la cual EE.UU. se ve a sí mismo.
Washington ha amenazado recientemente a un Pakistán hambriento de energía con sanciones por su sociedad con Teherán en un gasoducto de 7.500 millones de dólares entre las dos naciones, un proyecto que haría infinito bien promoviendo la estabilidad regional y llevando energía a regiones golpeadas por la pobreza en Pakistán.
El régimen de sanciones de Washington colapsará si el Congreso estadounidense insiste en que China corte abruptamente su comercio de energía y relaciones con Irán.
China no se adherirá a tan
rigurosa interferencia extranjera en sus relaciones comerciales, y
Washington no está en posición para sancionar a China porque ésta compre
petróleo de Irán.
Obama ha tomado algunos argumentos de los estudiantes revolucionarios (iraníes) de 1979, y su administración ha creado su propia "crisis de los rehenes", que implica mantener cautiva a la población civil de Irán - y Washington parece dispuesto a dejar que las sanciones hagan su efecto, hasta que el régimen decaiga o la gente se alce.
Uno de los mejores ejemplos de la pervertida lógica que está detrás de la posición estadounidense en cuanto a Irán viene del vicepresidente Joe Biden, que recientemente declaró:
Tal declaración encarna la lógica patas arriba de los políticos de Washington que afirman un alto fundamento moral a la vez que permiten el terrorismo y se involucran en campañas anti-éticas de guerra económica y militar.
La
actual situación simplemente no puede continuar.
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