06 Marzo 2017
del
Sitio Web
RT
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italiano
En EE.UU. florecen
contradictorias "fantasías
histéricas"
que representan a Rusia como
una "amenaza global" o como una
"superpotencia moribunda".
Ninguna de ellas es útil
para entender la realidad.
En EE.UU. crecen la "fantasías histéricas" acerca del presidente
ruso
Vladímir Putin, que suelen
pintar
a Rusia bien como "una amenaza
global" o bien como "superpotencia moribunda", aunque en realidad no
es ninguna de las dos, opina el investigador Mark Lawrence Schrad
en su artículo publicado en la revista 'Foreign Policy'
titulado 'Vladímir
Putin no es un supervillano'.
Para Schrad, el problema principal es que los comentaristas carecen
de una "comprensión matizada" del Gobierno y del Estado ruso.
Por otro lado, muchos de ellos están,
"perseguidos por su
legendaria incapacidad para prever el colapso del comunismo o la
URSS",
...y ahora dramatizan con
los problemas que afronta el Gobierno de Putin, explica el analista.
El sector 'Putler'
En su artículo, Schrad cita una serie de informaciones publicadas
recientemente en los medios estadounidenses que lanzan sobre Moscú
todo tipo de acusaciones, desde un presunto intento de subvertir la
sociedad estadounidense hasta supuestos planes para invadir
Bielorrusia o Finlandia, por ejemplo, o para derrocar el orden
democrático en el mundo en general.
"Quizás deberíamos
rendirnos: Rusia 'está gobernando el mundo ahora'," ironiza el
experto.
El investigador llama a
este tipo de comentaristas 'Putler', ya que suelen comparar a Putin
con el líder nazi y llaman a la situación actual la segunda Guerra
Fría, sin importar que,
"carezca de
cualquiera de los elementos que definieron la verdadera Guerra
Fría".
Estos autores suelen en
sus artículos,
"prescribir de manera
implícita una confrontación militar" con Rusia, argumentando que
cualquier otra medida es demasiado "débil".
Imagen ilustrativa
pixabay.com
El sector 'Oso
moribundo'
En el extremo opuesto están los comentaristas del sector 'Oso
moribundo', que rechazan que Rusia represente cualquier amenaza,
argumentando que su situación demográfica y su economía están en
declive.
A diferencia de los primeros, estos autores prescriben una,
"marginalización" o
incluso una "desconexión" de Rusia, pues "¿qué sentido tiene
tomar a Rusia en serio si está condenada de todos modos?",
plantean estos comentaristas.
"Rusia no es ni la amenaza global que muchos temen, ni tampoco
está condenada al colapso", afirma Schrad, que opina que el
"poder geopolítico" del país está limitado por sus "debilidades
demográficas, económicas, sociales y políticas", que, sin
embargo, no son "tan catastróficas" como se suelen representar.
En este sentido, la
política de EE.UU. acerca de Rusia no tiene que basarse en,
"militarización" ni
en "marginalización", sino en un "compromiso respetuoso", y
tiene que reconocer los "variados intereses políticos de Rusia,
que pueden estar en conflicto con los de Washington", insiste el
autor.
Para Schrad, es necesario
hacer,
una "evaluación sobria" de las capacidades y limitaciones de
Rusia, mientras que para mantener una política razonable con este
país se debe empezar con rebajar la histeria imperante en los
últimos meses, concluye el experto.
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