del Sitio Web NewDawnMagazine
traducción de Editorial-Streicher del Sitio Web Editorial-Streicher
Shambhala
y la Búsqueda de la Civilización Perdida en Asia Central
En su camino a través de los desiertos de Mongolia en 1921, el escritor y refugiado polaco Ferdinand Ossendowski presenció un extraño comportamiento de parte de sus guías mongoles.
Deteniendo a sus camellos en medio de la nada, ellos comenzaron a rezar con gran seriedad mientras un extraño silencio caía sobre los animales y todo alrededor.
Los mongoles más tarde explicaron que este ritual tenía lugar siempre que,
De diversos lamas Ossendowski aprendió que este Rey del Mundo era gobernante de un reino misterioso pero supuestamente muy real: Agharti. En Agharti, le dijeron,
Cualquiera que tuviera acceso al reino
subterráneo tendría acceso a un increíble conocimiento, y poder.
De alguna manera, probablemente eso era
verdadero, pero Hedin, un veterano buscador de ciudades perdidas, no
descartó la posibilidad de un reino escondido; en efecto, él probablemente
tenía la intención de descubrirlo él mismo.
Algunos creían que ella era un reino físico y subterráneo habitado por una raza antigua y avanzada, mientras que para otros se trataba de una dimensión espiritual accesible sólo para los espiritualmente iluminados. La leyenda de Shambhala está firmemente basada en la tradición budista que vagamente ubica el Reino en algún lugar al Norte de la India.
La leyenda también proclamaba que llegaría el tiempo cuando el Rey de Shambhala y sus poderosos ejércitos saldrían para vencer el mal y marcarían el comienzo de una Edad de Oro dirigida por el dharma puro.
Como se dijo, el barón von Ungern-Sternberg se
imaginó a sí mismo como el iniciador de esta "Guerra de Shambhala". Y así
también lo harían otros.
Pero aquello que llamara la atención de los
bolcheviques inevitablemente atraería la curiosidad británica también, y de
aquello en lo que ambas potencias estuvieran preocupadas, los
estadounidenses, los alemanes y los japoneses con poca probabilidad estarían
lejanos.
Mientras que, hasta donde se puede afirmar, ninguno de los tres jamás se encontró con los otros, todos estuvieron involucrados en expediciones que recorrieron los desiertos de Mongolia y los altos valles del Himalaya en busca de civilizaciones perdidas y del hombre antiguo.
En el caso de Barchenko y Roerich, el objetivo específico era Shambhala.
Como veremos, estas exploraciones eran sólo la punta de un iceberg clandestino de intriga y agendas ocultas que incluían sociedades secretas y un ejército de espías.
Sólo quién estaba haciendo qué y para quién - y
por qué - permanece incierto.
En parte ocultista, en parte científico, y en parte explorador, y tal vez un poco charlatán, Barchenko fue, sobre todo, un buscador. Sus intereses se concentraban en la recuperación del conocimiento perdido de una civilización prehistórica, remanentes de la cual él pensaba que todavía podrían sobrevivir.
Fue en la facultad de medicina, c. 1901-1905,
que Barchenko fue atraído hacia círculos masónicos y teosofistas y sus
doctrinas esotéricas. Uno de sus profesores estaba relacionado con el ya
mencionado Saint-Yves d’Alveydre, y por ello presentó a su alumno la leyenda
de Agarttha/Shambhala.
Durante 1900-1905 Papus visitó Rusia, donde estableció células de su nueva orden e incluso reclutó miembros entre los Romanov. [8] Más intrigantes son las sugerencias de que Papus simultáneamente funcionó como un "agente de influencia" francés para contrarrestar la intriga alemana entre la élite rusa y, más secretamente, fomentar la revolución social.
Un socio de Papus más tarde afirmó que el
martinismo era el "germen del sovietismo". [9]
Su interés siempre creciente en lo oculto llegó a incluir la quiromancia, el Tarot, la alquimia, la hipnosis, la "energía radiante", la astrología y la telepatía. En 1911 él escribió un artículo para Priroda i Liudi ("Naturaleza y Gente") acerca de la "transferencia de pensamiento". [11]
Su producción literaria incluía dos novelas "fantásticas":
Su álter ego literario, el doctor Aleksandr
Nikolaevich Chernyi, había pasado años en la India y el Tíbet estudiando
el conocimiento arcano a los pies de misteriosos mahatmas. Barchenko soñaba
con hacer lo mismo.
Si Barchenko tuvo contacto directo con él es
incierto, pero él era conocedor de las enseñanzas de Gurdjieff, y los dos
estarían vinculados de curiosas maneras en el porvenir.
Tales sentimientos sonantes a bolcheviques contrastaban con sus adhesiones más privadas.
En la sociedad "Esfinge" Barchenko se asoció con martinistas, teosofistas y "pacifistas cristianos" que eran enemigos absolutos del poder soviético. Él más tarde admitió que el grupo cobijaba a "sectores conspirativos de los Guardias Blancos" y cooperó secretamente con anti-bolcheviques militantes como Boris Savinkov. [13]
Savinkov, por su parte, conspiró activamente con
agentes británicos y franceses, entre ellos con el as de los espías
Sidney Reilly, que ayudó a tramar un intento fallido para derrocar a
Lenin en el verano de 1918. [14]
Sin embargo, él encontró allí a un grupo de
compañeros martinistas y estudiantes de lo oculto que no tenían ningún
interés en pegarle un tiro por su calidad de contra-revolucionario.
[15]
Él pronto estuvo implicado en el caso de dos británicos, Harold Rayner y G.H. Turner, arrestados por una supuesta participación en el asesinato en Agosto de 1918 del jefe de la P-Cheka, Moisei Uritsky.
El ejecutor real había sido un seguidor del
mencionado Boris Savinkov. Más interesante aún, Vladimirov y sus compañeros
aparentemente arrestaron a los hombres equivocados. Entonces, en vez de ser
ejecutado, aquél de alguna manera se las arregló para evadir la justicia
bolchevique y volver a Inglaterra.
Sin embargo, en 1927 Vladimirov fue nuevamente detenido y por último fusilado como un espía inglés, exactamente como su protegido Barchenko lo sería una década más tarde. [16]
De este modo, ¿reclutó Vladimirov a su socio
ocultista para espiar para la Cheka en 1918, o fue él incluso entonces un
agente británico que reclutó al mentalmente afín Barchenko para otra
conspiración más secreta?
Que ellos fueran uno y el mismo es manifiestamente falso, pero Blumkin y Vladimirov se movieron realmente en los mismos oscuros círculos en 1918. Por medio de aquellos mismos círculos, Blumkin también llegó a conocer a Barchenko. Así, hay razón para sospechar, si es que no algo más, que Blumkin era otro doble agente británico.
Como un miembro supuestamente renegado de la
Cheka, él asesinó al embajador alemán en Moscú en Julio de 1918. Sin
embargo, como Vladimirov, él pronto encontró su camino de retorno a la buena
voluntad de la Inteligencia soviética. Un año después del fallecimiento de
Vladimirov, sin embargo, Blumkin enfrentaría un pelotón de fusilamiento como
un conspirador trotskista.
Con tal apoyo, durante 1921-1922 él condujo una
expedición a la remota Península Kola, al Norte del círculo ártico, donde
encontró antiguos petroglifos y estructuras megalíticas. [18]
Esto reforzó su creencia en una avanzada civilización prehistórica vinculada
a la misteriosa Shambhala.
La recuperación de su antigua ciencia y
sabiduría, él argumentaba, ampliaría la influencia de Moscú a través de toda
Asia. Esta temprana presión fracasó, aunque puede haber influido para que
Moscú enviara a dos marineros bálticos, antiguos "alumnos" de Barchenko, en
una misión secreta al Tíbet a principios de los años '20. [20]
La nueva Hermandad incluía a Vladimirov y
numerosos otros miembros de la Cheka actuales o antiguos. Estrechamente
asociado con la ETB, si es que no un miembro formal, estaba Yakov Blumkin,
de vuelta en su cargo como un agente especial de la Inteligencia soviética.
Otro vínculo puede haber existido mediante el escultor soviético Sergei Merkurov, que era primo de Gurdjieff. [22]
Curiosamente, a Gurdjieff se le atribuyeron lazos con la Inteligencia británica, e incluso se le acusó de que él había servido durante años como un agente británico en Asia Central y en el Cercano Oriente. [23]
Lo que es indiscutible es que entre los alumnos de Gurdjieff en la Rusia pre-revolucionaria estaba el compositor inglés sir Paul Dukes, un hombre cuyos intereses incluían no sólo a Gurdjieff sino también el budismo esotérico y el Tíbet. Dukes se unió al MI-1c (MI6) durante la Primera Guerra Mundial y durante la mayor parte de 1919 encabezó la red británica de espionaje en Petrogrado. [24]
¿Podrían Barchenko y Vladimirov haber estado
vinculados a esto?
Curiosamente, su ascenso en aquella Orden fue aprobado nada menos que por Aleksandr Barchenko. [25]
Más curioso aún, Bokii se hizo cargo de la P-Cheka después de la muerte de Uritsky y él manejaba ese negocio cuando Barchenko fue "reclutado" a fines de 1918. Sin embargo, ambos hombres más tarde juraron que ellos nunca se encontraron sino hasta principios de los años '20. Bokii admitiría que para él la Revolución murió con Lenin a principios de 1924.
La creciente desilusión lo llevó a oponerse a
Stalin y apoyar los planes de Barchenko, planes que, él admitió, incluían el
espionaje. [26]
El Spetsotdel también guardaba los llamados
"expedientes negros", los archivos personales de los líderes soviéticos, que
incluían sus perversiones sexuales e, indudablemente, cualquier asociación
con cosas ocultas. [28]
Abrir los secretos del hipnotismo y del control de la mente tenía una aplicación potencial en la técnica de la propaganda.
Para explorar tales asuntos, Bokii puso a
Barchenko a cargo de un laboratorio especial de "neuro-energética" dentro
del Instituto de Toda la Unión [Soviética] para la Medicina Experimental.
[29]
Él cooperó con al menos dos miembros de la
Hermandad, un lama tibetano, Naga Naven, que afirmaba ser un
representante directo de Shambhala, y un funcionario mongol, Khayan
Khirva, futuro jefe de la policía secreta mongola. [30]
En aquel papel, Khirva trabajaría codo a codo con Yakov Blumkin.
Pero el plan encontró oposición.
Oscuros rumores pintaban a Bokii como un
degenerado peligroso que bebía sangre humana. [32] Un
opositor principal era Mikhail Trilesser, jefe de la rama de
inteligencia extranjera del OGPU (INO). Él naturalmente sentía que cualquier
actividad fuera de la URSS caía dentro de su ámbito. Para el verano, la
expedición a Shambhala de Barchenko estaba muerta. ¿O no?
En realidad, el peregrino era Yakov Blumkin quien iba camino a la zona aún más remota de Ladakh para reunirse con una expedición conducida por Nicholas Roerich.
El objetivo de Roerich era entrar en el Tíbet y contactar Shambhala. Sin embargo, poco después de cruzar la frontera, la policía tribal detuvo a Blumkin. Por lo visto, alguien había dado aviso a los británicos.
El astuto chekista pronto se escabulló de sus captores, y asumiendo un nuevo disfraz como un lama mongol, siguió adelante para encontrar a Roerich.
De cualquier modo, así es cómo Blumkin más tarde contó la historia.
Podría haber otra explicación. La breve
detención y la fuga fortuita también dieron a Blumkin la conveniente excusa
frente al registro con la Inteligencia británica antes de juntarse con
Roerich.
Él definitivamente era un teosofista y probablemente un martinista. [33]
Él también llegó a ser un secreto agente de
influencia soviético. Algunos de sus admiradores están clamorosamente en
desacuerdo con esto, y puede ser verdad que Roerich usó a los bolcheviques
tanto como ellos lo usaron. Sin embargo, sus lazos con la Inteligencia
soviética son demasiado extensos como para ser negados. [34]
Besant y sus seguidores eran partidarios abiertos de la independencia de la India, lo que los puso bajo la mirada de las fuerzas de seguridad británicas.
A principios de los años '20 Moscú se había convertido en el benefactor principal de la agitación anti-británica en Asia y, en opinión de Desmond Morton del MI6 (más tarde uno de los espías en que Churchill más confiaba),
Roerich llegó a ver la influencia británica en el Tíbet como un mal que él debía combatir, y durante 1920 otras cosas lo empujaron hacia Moscú.
La esposa de Roerich, Elena (Helene), una medium, comenzó a recibir mensajes de una entidad que se llamaba a sí misma Maestro Morya, o Allal Ming, quien afirmaba ser un miembro de la Gran Hermandad Blanca y "maestro espiritual del Tíbet". [36]
Allal Ming convenció a Roerich de que él era la clave para la realización de un "Gran Plan" que finalizaría con la creación de un enorme Estado pan-budista que incluiría al Tíbet, Mongolia, partes de China y la mayor parte de Siberia.
La primera etapa sería la "Guerra de Shambhala", el resultado final de la cual sería la
El plan es prácticamente idéntico al previsto por el barón Ungern casi al mismo tiempo.
Sin embargo, mientras que Ungern pretendía
construir su Nuevo Orden haciendo la guerra contra los ateos bolcheviques,
el guía de Roerich lo animó a ver a los soviets como aliados y a Lenin como
un presagio de una nueva e iluminada Era. Quizás el Rey del Mundo
estaba asegurando sus apuestas.
Shibaev también resultó ser un agente de la Internacional Comunista (Comintern) que trabajaba con nacionalistas hindúes. Él presentó a los Roerich a otros funcionarios soviéticos y estimuló sus proyectos de moverse a la India como un primer paso para la realización del Gran Plan.
El MI5 de Londres vigilaba de cerca a Shibaev y
su trato con Roerich. [38]
Naturalmente, Horch también tenía una vida
secreta. Un exitoso hombre de negocios con importantes conexiones en la
política estadounidense, él también era un agente encubierto de la Cheka/OGPU.
[39]
De todos modos, es interesante que Blumkin, el amigo de Bokii y de Barchenko, se haya materializado al lado de Roerich.
Cualesquiera fueran sus conexiones con los británicos, ¿mantuvo Blumkin comunicación con sus amigos de Moscú? A pesar de todo, él y Roerich recorrerían los alrededores del Tíbet (nunca alcanzando Lhasa), y seguirían hacia Sinkiang y Mongolia. Hubo incluso tiempo para un breve viaje a Moscú donde Roerich se codeó con más funcionarios soviéticos.
De hecho, su expedición fue manejada por Moscú
desde el principio hasta el final, tanto si Roerich lo comprendió totalmente
o no.
En 1928, las personas en Londres concluyeron que
Roerich había sido "iluminado" en cuanto a la "excelencia de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas". [40]
Por supuesto, considerando su curiosidad acerca de los misterios naturales, él debe haberse preocupado un poco por los sobrenaturales. Nacido en Wisconsin en 1884, Andrews evidenció una temprana ansia de conocimiento y aventura.
En la época de la Primera Guerra Mundial, él
había adquirido un grado de la Universidad de Columbia, había ingresado en
el exclusivo Explorer's Club y tenía un empleo en el Museo Estadounidense
de Historia Natural (MNH).
Como corresponde a un buen espía, Andrews estuvo posteriormente muy callado sobre lo que él hizo allí, pero hizo al menos dos viajes "de reconocimiento" a una turbulenta Mongolia, visitando su capital Urga (de la que el barón Ungern pronto se haría cargo) y aventurándose en Siberia donde la guerra civil rusa se propagaba con furia. [43]
Andrews posteriormente compiló un mapa de la "Región Limítrofe Sur de la Rusia Asiática" que terminó en manos de la División de Inteligencia Militar del Ejército estadounidense (MID). [44]
En sus viajes, ¿oyó Andrews los mismos rumores de Agharti/Shambhala que alcanzaron los oídos de Ossendowski, Roerich y Barchenko? Andrews dejó la Marina en la primavera de 1919, pero apenas retornó a Estados Unidos él ofreció sus servicios al MID del Ejército.
Su antiguo jefe en Pekín, el Agregado Naval estadounidense comandante I.V. Gillis, recomendó a Andrews como alguien,
Entre 1922 y 1930 Andrews condujo cinco expediciones al desierto de Gobi y regiones contiguas de Mongolia.
Todas fueron patrocinadas por el MNH, y realizó notables descubrimientos de fósiles, incluyendo los primeros huevos de dinosaurio. Sin embargo, el objetivo original de las exploraciones no eran fósiles de animales sino pruebas de los primeros hombres.
El jefe de Andrews en el Museo, Henry
Fairfield Osborn, estaba convencido de que los orígenes de la raza
humana estaban en algún lugar en Asia del Este o Central. Algunas de sus
teorías se hacían eco de las de los teosofistas, o por lo menos así lo
creían estos últimos. [46]
El posterior informe de Butler también fue a dar
al MID. [48]
En cualquier caso, Andrews relató diligentemente
su conversación con Hedin al MID.
Barchenko, Bokii y los hermanos del ETB no
fueron tan afortunados. Todos perecieron en las purgas de finales de 1930,
condenados por crímenes que ellos no cometieron, o quizás sí.
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