del Sitio Web RT
junto con el presidente Donald Trump en Harrisburg, Pensilvania, EE.UU.,
29 de
abril de 2017.
puede estar sintiéndose cerca de las puertas de la Casa Blanca, según un diario británico.
En el caso del actual vicepresidente Mike Pence, puede sentirse,
La última vez que un vicepresidente asumió convertirse en máxima autoridad del país sucedió en 1974, cuando el mandatario Richard Nixon se vio obligado a renunciar por el caso Watergate.
Como apunta el periódico
británico, lo mismo podría ocurrirle al presidente Trump por
las ya visibles señales de inquietud que se detectan entre sus
propios partidarios en relación a todos los escándalos políticos
(como los supuestos vínculos con Rusia y el
despido del director del FBI) que
rodean a la actual Administración.
Por ello, en caso de un posible juicio político contra Trump, los senadores y congresistas preferirían "reemplazar" a Trump con alguien más "limpio".
Sin embargo, el pueblo estadounidense se recuperó del Watergate, recuerda el diario, y el propio vicepresidente Gerald Ford, que se convirtió en inquilino de la Casa Blanca,
De esta manera,
- Una Decadencia Anunciada
- del Sitio Web Tendencias21
Imagen: Sambeet
se ha vuelto más probable tras cesar al director del FBI por investigar sus relaciones con Rusia, tal como le ocurrió a Nixon después de despedir al fiscal del Watergate. La OTAN espera a Trump la próxima semana en Bruselas y se dispone a tratar con un niño caprichoso. Son las dos caras de una decadencia anunciada.
Algo que de por sí ya se
especula con que pueda ser obstrucción a la justicia, señala
NYT.
Lo señala el historiador
Allan Lichtman, el que anticipó la victoria electoral de
Trump y prevé también su próxima destitución en virtud de sus
vínculos con Rusia.
Y los republicanos le
abandonarán si ven amenazado un segundo mandato presidencial para su
partido, advierte Lichtman.
Señala que la Alianza
está diciendo a los jefes de Estado que limiten las conversaciones a
dos o cuatro minutos durante el debate, debido a la escasa capacidad
de concentración del presidente norteamericano.
Son las dos caras de una decadencia anunciada:
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