by Michel Chossudovsky
Aunque pocas veces se habla del tema en el debate sobre el cambio climático global, ahora pueden modificar el clima del mundo con una nueva generación de armas electromagnéticas avanzadas. Tanto EE.UU. como Rusia han desarrollado capacidades para manipular el clima para el uso militar. Los militares de EE.UU. han aplicado técnicas de modificación del medioambiente durante más de medio siglo.
El
matemático estadounidense John von Neumann, en asociación con el
Departamento de Defensa de EE.UU., comenzó su investigación sobre la
modificación del clima a fines de los años cuarenta en plena Guerra
Fría y previó ‘formas de guerra climática aún no imaginadas.’
Durante la guerra de Vietnam, se utilizaron técnicas de bombardeo de
nubes, comenzando en 1967 con el Proyecto Popeye, cuyo objetivo era
prolongar la estación del monzón y bloquear rutas de suministro del
enemigo a lo largo de la Pista Ho Chi Minh.
Desde el punto de vista militar, HAARP es un
arma de
destrucción masiva, que opera desde la atmósfera exterior y es capaz
de desestabilizar sistemas agrícolas y ecológicos en todo el mundo.
Sus capacidades, dice, se extienden a la provocación de inundaciones, huracanes, sequías y terremotos:
En 1977, una convención internacional que prohíbe “el uso de técnicas militares u otras hostiles de modificación del medio ambiente que tengan efectos generalizados, duraderos o severos”, fue ratificada por la Asamblea General de la ONU.
Define “las técnicas de modificación del medio ambiente” como,
Mientras la sustancia de la Convención de 1977 fue reafirmada en la
Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC)
firmada en la Cumbre de la Tierra en Río en 1992, el debate sobre la
modificación del clima para uso militar se ha convertido en un tabú
científico.
El programa HAARP Establecido en 1992, HAARP, basado en Gokona, Alaska, utiliza una serie de antenas de alta potencia que transmiten a través de ondas de radio de alta frecuencia, cantidades masivas de energía a la ionosfera (la capa superior de la atmósfera). Su construcción fue financiada por la Fuerza Aérea de EE.UU., la Armada de EE.UU., y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA. por sus siglas en inglés).
Operado conjuntamente por el Laboratorio de
Investigación de la Fuerza Aérea y la Oficina Naval de Investigación, HAARP
constituye un sistema de poderosas antenas capaces de crear
‘modificaciones locales controladas de la ionosfera.’ Según su
Sitio oficial en la Red, HAARP será utilizado ‘para
inducir un cambio pequeño, localizado en la temperatura ionosférica
para que puedan estudiarse reacciones físicas mediante otros
instrumentos ubicados en o cerca de la instalación de HAARP.’
El físico Dr. Bernard Eastlund lo calificó de ‘el mayor calefactor
ionosférico jamás construido.’ HAARP es presentado por la Fuerza
Aérea de EE.UU. como un programa de investigación, pero documentos
militares confirman que su principal objetivo es ‘inducir
modificaciones ionosféricas’ a fin de alterar modelos climáticos y
desestabilizar comunicaciones y radar.
Un análisis de declaraciones provenientes de la Fuerza Aérea de EE.UU. apunta a lo impensable: la manipulación encubierta de modelos climáticos, comunicaciones y sistemas de energía eléctrica como un arma de la guerra global, capacitando a EE.UU. para desestabilizar y dominar regiones enteras.
La manipulación climática es el arma
preventiva por excelencia. Puede ser dirigida contra países enemigos
o ‘naciones amigas’ sin su conocimiento, utilizada para
desestabilizar economías, ecosistemas y agricultura. También puede
provocar el caos en los mercados financieros y de materias primas.
La alteración en la agricultura causa una mayor dependencia de la
ayuda alimentaria y de productos de granos importados de EE.UU. y de
otros países occidentales.
APTI (incluyendo las patentes de HAARP) fue vendida por ARCO a E-Systems Inc, en 1994. E-Systems, con un contrato de la CIA y del Departamento de Defensa de EE.UU., equipó el “Plan del Día del Juicio Final,” que ‘permite que el presidente dirija una guerra nuclear.’ Subsiguientemente adquirida por Raytheon Corporation, es uno de los mayores contratistas de los servicios de inteligencia del mundo.
BAES estuvo involucrada en el desarrollo de la etapa avanzada
de la serie de antenas de HAARP bajo un contrato de 2004 con la
Oficina de Investigación Naval.
Se podría esperar que las antenas ya hayan sido sometidas a
ensayos de rutina.
“La geo-ingeniería” es reconocida, pero las aplicaciones militares subyacentes no son ni objeto de análisis político ni de investigación científica en los miles de páginas de informes y documentos de apoyo del IPCC, basados en los conocimientos y la contribución de unos 2.500 científicos, responsables políticos y ecologistas.
El ‘cambio climático’ amenaza potencialmente el futuro
de la humanidad, pero ha sido excluido a la ligera de los informes
por los que el IPCC recibió el Premio Nobel de la Paz de 2007.
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