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ALAI máxima autoridad de Taiwán, quien dimitió como líder del gobernante Partido Demócrata Progresista tras la derrota
Las recientes elecciones locales en Taiwán, silenciadas por la prensa occidental, podrían abonar el terreno para la derrota del oficialismo liberal en 2024, propinando un duro golpe a la política de Estados Unidos para la región...
Bajo el principio de la existencia de una sola China, el PCCh se ha propuesto promover,
Xi Jinping y "La huella del XX Congreso del PCCh"
No obstante, el documento señala con exactitud que el conflicto debe resolverse internamente a partir de la decisión tomada por el pueblo chino.
Por ello, aunque se persistirá en la perspectiva de la reunificación pacífica, China nunca se avendrá a renunciar al uso de las armas y se reservará la opción de tomar todas las medidas necesarias.
El informe precisa que esta decisión no va dirigida contra los taiwaneses sino contra,
Casi exactamente un mes después de haber pronunciado estas palabras, Xi Jinping se reunió en Bali, Indonesia, con su homólogo estadounidense Joe Biden.
En dicha ocasión, el presidente chino le hizo saber a su colega norteamericano que la cuestión de Taiwán está en el núcleo mismo de los intereses centrales de China, que es la base del fundamento político de las relaciones entre China y Estados Unidos, y,
Estos hechos, al parecer
han constituido factores fundamentales - pero no únicos - en la
decisión de los taiwaneses de propinarle una contundente derrota al
gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) en las
elecciones municipales del pasado domingo 27 de noviembre.
Aunque resulte paradójico, la controversial visita en agosto de la ex-presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi y la guerra en Ucrania jugaron en contra del partido gobernante.
El pueblo taiwanés, actuando con prudencia y pragmatismo, observó por una parte las repercusiones de la visita de Pelosi y el gigantesco ejercicio militar desarrollado por China que en los hechos bloqueó la isla por mar y aire.
Por otro lado, la guerra en Ucrania ha mostrado las consecuencias que pudiera tener un conflicto bélico de grandes dimensiones como es de esperarse que ocurra si Taiwán se propusiera acceder a la independencia.
Como dice el analista español Xulio Ríos,
El PDP, fundado en 1986, ha sido el principal impulsor de las ideas "independentistas" de Taiwán respecto de China.
Llegó al poder por
primera vez a comienzos de siglo para gobernar durante el período
2000-2004, ganando nuevamente las elecciones en 2016 de la mano de
su líder, la actual "presidenta" Tsai Ing-Wen, quien ha
asumido una política mucho más agresiva respecto de China
enarbolando una inflexible propuesta "independentista".
Después de finalizada la guerra civil que concluyó con la victoria del PCCh en 1949, lo que a su vez condujo a la creación de la República Popular China, Chiang y el Kuomintang se refugiaron en Taiwán bajo protección de Estados Unidos, que desde entonces ha sostenido a su gobierno, incluso concediéndole la silla correspondiente a China en la ONU y en el Consejo de Seguridad hasta 1971.
La creación del PDP durante el año 1986, puso fin - al año siguiente - al régimen de partido único dirigido por el Kuomintang, que sin embargo se mantuvo en el poder ininterrumpidamente hasta el año 2000.
No obstante, durante los últimos años sostuvo un acercamiento a la República Popular China y al PCCh bajo la política de las tres negaciones:
Este manejo permitió
construir una suerte de tregua sustentada en la no agresión y en
avanzar en el desarrollo de una cooperación mutuamente ventajosa que
llevó incluso a que el presidente Xi Jinping se reuniera en
noviembre de 2015 en Singapur, con Ma Ying-yeou, máximo
gobernante de Taiwán y líder del Kuomintang en ese momento.
Esta política apoyada por
Estados Unidos a fin de justificar su presencia intervencionista en
la región ha llevado a que la misma sea considerada la zona de mayor
peligro en el planeta, solo superada en tiempos recientes por
Ucrania, toda vez que en los últimos años se han desplegado
diversidad de pertrechos nucleares, sobre todo en navíos de guerra y
aviones.
Todo esto con el fin de provocar tensiones que mantengan el conflicto y le garanticen a Estados Unidos un incremento de la venta de armas a la región y de forma particular a Taiwán.
El gobierno del PDP y de
Tsa Ing-wen ha sido leal aliado de Estados Unidos en el cumplimiento
de estos objetivos.
Además, el contexto hace
que tengan influjo en lo regional y global.
En este sentido,
Washington debe tomar nota de lo ocurrido, viéndose obligado a
replantear algunos elementos de su política hacia China, sobre todo
con relación a Taiwán
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