por René Salomé
Información enviada por
I.R.
En "Las fotos de Hitler después de la guerra", el periodista Abel Basti afirma que no solo "Hitler escapó y vivió en Suramérica", sino que además "gozaba de absoluta impunidad".
Abel Basti ha dedicado su vida a investigar la "segunda vida" del Führer después de la Segunda Guerra Mundial. De su paso por países de Latinoamérica como Argentina, Paraguay y Colombia a los vínculos con presidentes como Juan Domingo Perón
y empresarios
como Philip Citroën.
Y en una conferencia de prensa llevada a cabo el 9 de junio del mismo año, el mariscal soviético Gueorgui Zhúkov dijo:
El relato oficial afirma que Adolf Hitler, líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi, se suicidó el 30 de abril en su búnker subterráneo en Berlín.
Pero hay quienes no confían en este desenlace y han dedicado su vida a investigar qué sucedió realmente con el Führer y los grandes jerarcas nazis después de la guerra.
El escritor y periodista
argentino Abel Basti es uno de ellos.
Pero su trabajo no se limitó a los papeles.
También ha coordinado
expediciones en el Atlántico Sur con el fin de encontrar los cascos
hundidos de los supuestos submarinos utilizados por los nazis para
escapar y lideró la expedición Eslabón Perdido que, en 2022,
encontró una de estas naves.
Su última novedad, 'Las fotos de Hitler después de la
Guerra', rastrea los registros fotográficos
que se habrían hecho del líder nazi después de su supuesto suicidio,
en particular uno que lo muestra en Colombia en 1954 junto al
empresario alemán Philip Citroën.
Todo esto y mucho más en un libro imperdible para estudiosos del nazismo.
"Las fotos de Hitler después de la guerra", de Abel Basti, editado por Planeta.
En esos inéditos informes
de inteligencia también se adjuntó la fotocopia de una imagen en la
que aparecen dos personas, una de ellas de gran parecido al máximo
jefe nazi, con su característico peinado partido en raya -
denominado por la moda de época "Hitler Haircurt", imitado en todo
el mundo por los fanáticos del Führer - y su peculiar bigotito,
rasgos que inmortalizaron la fisonomía del líder del Tercer Reich.
A su lado se observa un ignoto personaje, nunca citado en la historia, del que en ese informe se dice que era un alemán, ex-integrante de las SS, llamado Philip Citroën.
Se trata de una información realmente sugestiva, pero,
Con los datos que
aportaba esa documentación - escasos, pero muy sugerentes y, por lo
tanto, suficientes para motivarme a buscar más pistas - inicié una
investigación en Colombia con el objetivo, nada sencillo - por
cierto - de encontrar evidencias que me permitieran comprobar que
Hitler estuvo alguna vez en esa nación.
Pero, si realmente podía
comprobar que el fundador del nacionalsocialismo hubiera estado
allí, mi investigación, en la que nunca antes se había contemplado
esa posibilidad, tendría un giro imprevisto, ya que sería
significativo que un fugitivo de esa envergadura pudiera realizar un
viaje tan largo de un extremo de Suramérica, esto es de la austral
Patagonia donde residía, al otro, a Colombia, la nación más al
norte.
Es lógico que así sea ya que la versión oficial de su suicidio se impuso al mundo como una verdad absoluta que solo algunos pocos "conspiradores" se animaron a cuestionar.
Pero durante mis últimos treinta años de investigación fui desgranando las piezas de esa falsedad urdida por el poder internacional para poner punto final a la historia del nazismo en general y a la de Adolf Hitler en particular.
De este modo, al caer el telón sobre los nazis, se dio por terminada toda posibilidad de polemizar sobre qué pasó realmente después de la guerra con los fugitivos, particularmente con los jerarcas como el Führer, Martin Bormann o Heinrich "Gestapo" Müller, entre otros peces gordos del Tercer Reich que, tras el conflicto bélico, continuaron gozando de buena salud, aunque oficialmente se consideraran como cadáveres.
presidente 34º de los Estados Unidos, aseguró que Hitler todavía estaba vivo después de la Segunda Guerra Mundial.
De este modo, el supuesto suicidio fue un gran acontecimiento que permitió cerrar definitivamente la historia de los nazis, los malos de la película.
Caído el telón se invisibilizó la trama posterior que los siguió teniendo como protagonistas, esta vez amparados por sus antiguos enemigos, convertidos ahora en sus socios.
Este fue el nuevo
panorama internacional, ambos bandos unidos para combatir a los
soviéticos durante la Guerra Fría y hacer grandes negocios.
Comprobar la posible visita de Hitler a Colombia era todo un desafío para mí porque, a diferencia de otros países del continente americano, no existían antecedentes, al menos conocidos públicamente, de nazis que hubieran llegado a esa nación tras la Segunda Guerra Mundial.
Esa carencia de datos -
constaté que no había libros, artículos periodísticos o
documentación académica que se refiriera al tema - era un escollo a
superar ya que a priori pensé que, si realmente Hitler hubiera
estado en Colombia, debía de haber contado con una red de protección
previa tejida por sus antiguos camaradas quienes, también escapados
de Europa al terminar el conflicto, en algún momento se habrían
establecido en dicho país.
Me preguntaba entonces
sí, a pesar de los años transcurridos, en algún lugar del mundo
existiría el original de dicha fotografía. Era una duda que me
planteaba frecuentemente, aunque no encontraba ninguna pista en ese
sentido.
Primero me concentré en estudiar la historia de Colombia y, en particular, la de sus relaciones con Alemania.
Respecto a la ideología, caracterizada por un fuerte antisemitismo y por el rechazo a las ideas comunistas, se destacaba la simpatía y admiración de los dirigentes conservadores, los empresarios y oficiales de las fuerzas armadas colombianos por el Tercer Reich.
Por presión de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial Colombia se encolumnó detrás de los norteamericanos, y formó parte del bando aliado, tal como lo hicieron la mayoría de los países del continente y de este modo formalmente se convirtió en enemiga de la Alemania nazi.
Pero esta circunstancia coyuntural no significó que se rompieran los lazos amistosos, comerciales, financieros e ideológicos entre sectores de poder colombianos y alemanes, circunstancia que permite comprender, en parte, las motivaciones de la corriente migratoria de sajones a ese país tras terminar el conflicto bélico, así como también las razones de la radicación en territorio colombiano de grandes empresas germanas que habían sido claves para Adolf Hitler.
en el Club Húngaro de Vicente López, provincia de Buenos Aires, Argentina, en la década del sesenta. El aviador no pudo recordar la fecha exacta en la que se sacó la fotografía que él conservaba, aunque aseguró que se trataba del Führer. (Fuente: "Las fotos de Hitler después de la guerra")
Después de varias semanas de estudio, al consultar las más variadas fuentes, pude tener en claro aspectos salientes de la historia colombiana, en relación al Tercer Reich, hasta que Alemania se rindió en mayo de 1945.
Pero,
Estos eran algunos de los interrogantes a contestar al comienzo de mi investigación.
En los documentos de la CIA desclasificados también se aporta un dato interesante cuando se indica que el mencionado Citroën opinaba que Hitler ya no podría ser juzgado porque habían transcurridos diez años desde el final de la guerra.
¿Podemos inferir que
Citroën expresaba y repetía ante sus ocasionales interlocutores el
pensamiento del mismo Hitler?
Los comentarios de Citroën están registrados en documentos de inteligencia fechados en 1955, cuando efectivamente se habían cumplido diez años de la rendición formal del Tercer Reich.
Según la legislación
vigente en ese entonces, a partir de ese momento ningún protagonista
de la conflagración bélica podía ser acusado por crímenes cometidos
durante la Segunda Guerra Mundial que terminó en 1945.
En cambio, al jerarca
nazi Martin Bormann - cuyo paradero era desconocido tras el
fin de la guerra - se lo juzgó en ausencia, se lo condenó a muerte y
se emitieron órdenes de detención en el Tribunal de Núremberg;
inclusive sus fichas dactiloscópicas se enviaron a Argentina para
lograr confirmar su identidad en caso de que fuera aprehendido.
Quién es Abel Basti
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