Por décadas, en
la frontera entre Venezuela y Colombia se han
desarrollado prácticas ilegales por parte de mafias
que son legalizadas en territorio neogranadino, como
el contrabando de combustible y productos de primera
necesidad traídos ilegalmente a Venezuela, afectando
su economía.
A esta
situación se le suma las prácticas especulativas en
la región fronteriza que han afectado la estabilidad
del bolívar al interior del territorio venezolano.