Estos son algunos de los acontecimientos políticos más emblemáticos que caracterizan la nueva fase de la ofensiva conservadora en la región que viene produciéndose en estos últimos años.
Aunque estos hechos no son del todo novedosos, lo verdaderamente distintivo es la intensidad de la arremetida...
Desde que la correlación de fuerzas políticas en la región es cada vez menos favorable al campo conservador, se fueron aplicando métodos no democráticos para ganar el terreno que se iba perdiendo por la vía electoral.
Nadie olvida,
Todos estos hechos ponen de manifiesto que desde el inicio se actuó así en aras de interrumpir un ciclo progresista que venía ampliándose.
Pero ahora, aprovechando el propio desgaste de los gobiernos que llevan muchos años en la gestión, más una restricción económica externa que aprieta hasta la asfixia, la restauración conservadora ha decidido pisar el acelerador llevándose por encima a quién sea y cómo sea.
Se dieron cuenta que el
poder comunicacional y el económico, por muy potentes que fuesen,
eran insuficientes para la tarea destituyente y, entonces, tuvieron
que retomar en algunos casos el poder militar, así como el poder
judicial, en los casos que pudieron hacerlo.
He aquí la huella conservadora de mayor calado en términos estructurales:
Son cuestiones éstas que van más allá del ahora, y que la restauración conservadora está planificando hacia delante, de cara a construir un campo mucho más fértil para poder ganar elecciones sin necesidad de tener que regresar a estos instrumentos tan rudimentarios.
El objetivo de mediano plazo es arrebatar cualquier atisbo de esperanza, creando un clima de resignación y sacrificio; demostrando que si lo intentas y lo logras luego acabarás perseguido o en la cárcel; y que lo mejor es volver al "no te metas en política".
De ahí deriva la estrategia, a veces comprada incluso por parte del bloque progresista, de inducirnos a la supremacía de algunos "estados de moda":
Nadie puede negar que
todo ello existe, pero el riesgo reside en que sean resignificados,
como la restauración conservadora pretende.
|