por Tharanga Yakupitiyage
02 Noviembre
2018
del Sitio Web
IPS
La alta comisionada de las Naciones Unidas
para
los Derechos Humanos, Michelle Bachelet,
subrayó
el papel de los defensores de derechos humanos
en las
sociedades.
Los
gobiernos no cumplen con su deber
cuando
los activistas son blanco de ataques
en todo
el mundo con total impunidad.
Crédito: ONU Mujeres.
NACIONES UNIDAS
Las personas que luchan
en defensa de
los derechos humanos sufren cada
vez más ataques, al punto de llegar a una situación "de crisis" en
todo el mundo.
Más de 150 activistas se reunieron en París esta semana para
concordar una estrategia de lucha durante la segunda Cumbre
Mundial de Defensores/as de Derechos Humanos, realizada el 29,
30 y 31 de octubre en París.
Entre los participantes se destaca la participación de la alta
comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (OACDH),
la chilena Michelle Bachelet, quien subrayó el papel clave
que estos juegan en las sociedades.
"Cuando ves a alguien
con cadenas, a quien se le están negando los derechos, no te das
la vuelta. Le haces frente a la injusticia y defiendes los
derechos de los otros", arengó.
"Cada avance en materia de equidad, dignidad y derechos logrados
se alcanzó gracias a la lucha y al trabajo de defensores de
derechos humanos", destacó Bachelet.
La reunión marca el 20
aniversario de la Declaración de los Defensores de Derechos
Humanos, adoptada en 1998 por la comunidad internacional durante
la primera cumbre para garantizar que,
"los seres humanos,
liberados del temor y de la miseria, disfruten la libertad de
palabra y de creencias".
Pero los gobiernos no han
cumplido con sus compromisos, pues los defensores de derechos
humanos siguen perdiendo la vida en distintas partes del mundo con
total impunidad.
El relator especial de
la ONU sobre la situación de los
defensores de derechos humanos, Michel Forst, se mostró
alarmado por la tendencia actual, señalando:
"La declaración se
convirtió en un hito en el proyecto de derechos humanos; sin
embargo, estoy más preocupado que nunca".
"Estamos frente a un panorama alarmante para los defensores de
derechos humanos. Su situación se deteriora en todo el mundo a
pesar de las obligaciones de los Estados de garantizar su
protección", añadió.
El
secretario general de
Amnistía Internacional, Kumi Naidoo,
dijo
que el nivel de peligro
que
afrontan los defensores de
derechos humanos en el mundo
alcanzó
un "punto de crisis".
Crédito: Amantha Perera/IPS
El secretario general de
Amnistía Internacional, Kumi
Naidoo, coincidió:
"el grado de peligro
que afrontan los activistas alcanzó un 'punto de crisis'. Todos
los días, se amenaza, tortura, encarcela y asesina a la gente de
a pie por su lucha o simplemente por quiénes son.
Es hora de actuar y
de hacer frente al aumento de la represión de los defensores de
derechos humanos".
En su último informe,
Forst concluyó que por lo menos 3.500 activistas fueron asesinados
desde la adopción de la declaración en 1998.
En 2017, más de 300 activistas de 27 países fueron
asesinados, el doble de 2015, concluyó la irlandesa Fundación
Internacional para la Protección de los Defensores de los Derechos
Humanos (FLD).
Casi 85 por ciento de los asesinatos registrados se concentraron en
cinco países de América Latina:
-
Brasil
-
Colombia
-
Guatemala
-
Honduras
-
México
Colombia, uno
de los países más peligrosos para los activistas,
registró un aumento del número de asesinatos tras el acuerdo de
'paz' de 2016 entre el gobierno y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
En 2017, más de 120 líderes sociales y ambientales fueron asesinados
por paramilitares o grupos armados no identificados en áreas que
abandonaron las FARC, lo que favoreció las luchas de poder y por
tierras.
En mayo, Luis Alberto Torres Montoya y Duvian Andres
Correa Sánchez fueron asesinados, ambos formaban parte
del movimiento Ríos Vivos, que se oponía a la construcción de la
central hidroeléctrica de Hidroituango
por su impacto ambiental y en los derechos humanos, incluido el
desplazamiento de comunidades locales.
De hecho, la fundación concluyó que 67 por ciento de las personas
asesinadas en 2017 defendían derechos indígenas a la tierra, el
ambiente, y casi siempre frente a megaproyectos, a la industria
extractiva y
a grandes corporaciones.
La
Fuerza de Mujeres Wayúu, una
organización ambiental de indígenas, recibe amenazas por oponerse a
una mina de carbón que opera en su territorio ancestral.
El
grupo paramilitar Águilas Negras,
repartió folletos jurando "limpiar" la región de indígenas.
"Cada caso de ataque
contra un defensor de derechos humanos constituye un ataque a
los derechos humanos, que son derechos de todos", subrayó
Bachelet.
Pero la impunidad sigue
reinando en mucho países, como en Colombia, donde organizaciones de
derechos humanos dijeron que el gobierno no investiga los delitos ni
procesa a los responsables, y urgieron a la Corte Penal
Internacional a abrir una investigación formal
Pero aun en los casos en que los responsables son llevados ante la
justicia, esta sigue omisa.
En Guatemala, el responsable de seguridad de una mina, entonces
propiedad de la canadiense
Hudbay Minerals, resultó absuelto
del asesinato en 2009 del indígena Adolfo Ich Chaman y del
tiroteo contra el Club Alemán, a pesar de la existencia de testigos
y de evidencia física.
El juicio de 2013 incluyó los casos de 11 mujeres violadas a punta
de pistola por agentes de seguridad de la minera durante la
expulsión forzada de 2007.
Tras el dictamen, el juez solicitó que los cargos se imputaran a los
participantes del proceso, incluida la esposa de Chaman por,
"obstruir la justicia
y falsificar información".
"La impunidad
generalizada y sistemática es una muy mala señal para las
familias de las víctimas y para cualquiera que defienda los
derechos humanos.
Más allá de esos
ataques y asesinatos, son nuestros derechos y nuestras
democracias las que están en grave peligro", dijo Forst frente a
la Asamblea General de la ONU.
Sí se lograron avances en
el reconocimiento de la importancia y de los logros alcanzados por
los defensores de derechos humanos en el mundo.
De hecho, el último
Premio Nobel de la Paz se otorgó a la activista yazidí
Nadia Murad y al ginecólogo
congoleño
Denis Mukwege por su papel en
la lucha contra la violencia sexual como arma de guerra.
Forst y Bachelet subrayaron la necesidad de tomar medidas y de que
todos los actores aprovecharan esta oportunidad para avanzar, en
particular tras el 20 aniversario de la Declaración sobre los
Defensores de los Derechos humanos y el 70 aniversario de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada en el Palais
de Chaillot, donde la cumbre realizó la ceremonia de clausura.
"La cumbre fue una
oportunidad clave para los defensores y defensoras de derechos
humanos en todo el mundo, quienes deben hacer frente al
vilipendio y a los crecientes ataques, para reunirse y debatir
los próximos pasos en sus propios términos", destacó Forst.
"Lo que los defensores de derechos humanos nos enseñan es que
todos podemos defender nuestros derechos y los de los otros, en
nuestros barrios, en nuestros países y en todo el mundo.
Podemos cambiar el
mundo", alentó Bachelet.
Este año, se realizaron
muchos encuentros concentrados en los defensores de derechos
humanos, incluidos los tres días de la cumbre y la próxima reunión
de alto nivel que se realizará a mediados de diciembre en Nueva York
para analizar buenas prácticas y nuevas oportunidades en la
implementación de la declaración.
|