por Fabiana Frayssinet
04 Marzo
2019
del Sitio Web
IPS
Versión en ingles
Emprendedoras y beneficiarias de Chicas en Tecnología,
una
organización argentina que impulsa la participación
de las
adolescentes en la creación de programas
y
aplicaciones digitales entre otras áreas,
mientras revisan el desarrollo de un proyecto.
Crédito: Chicas en Tecnología
Diseñadas en su mayoría
por hombres muchas aplicaciones digitales no sirven para mujeres,
pero algunas iniciativas comienzan a incluirlas como programadoras y
beneficiarias en América Latina, donde la brecha de género también
es tecnológica.
La argentina Melina Masnatta, cofundadora y directora
ejecutiva de
Chicas en Tecnología lo sabe
por experiencia.
Especializada en
tecnología educativa comenzó a conocer la brecha de género digital
en sus propio ámbito donde no lograban entenderse las educadoras (73
por ciento mujeres) y quienes programaban o diseñaban aplicaciones,
más de 90 por ciento hombres.
Fue así que en el 2015 nació esa organización no gubernamental
(ONG) que busca mitigar ese desequilibro impulsando a las
adolescentes en el desarrollo tecnológico no solo como usuarias sino
también como creadoras, profesionales y emprendedoras.
"Las tendencias
actuales indican
que la brecha
digital se está ampliando
y que las
mujeres están insuficientemente representadas
en los campos de
la ciencia, la tecnología,
la ingeniería,
las matemáticas y el diseño...
Esto les impide
influir en el desarrollo
de innovaciones
sensibles al género
que permitan
lograr beneficios transformadores
para la
sociedad".
Luiza Carvalho
"La mayoría se ve
como usuaria de tecnología y no como creadora o productora de
tecnología, no importa la clase social a la que pertenezcan",
dijo Masnatta a IPS en Buenos Aires.
La ONG ya ha formado a
1.700 adolescentes mujeres por ser la edad en que comienzan a
definir su futuro, con base en cuatro pilares:
-
educación
-
tecnología
-
liderazgo
-
emprendimiento
"Es muy común que
cuando una chica le cuenta a su familia que tomó la decisión de
dedicarse a la tecnología, le digan que esa es una carrera de
hombres", argumentó.
También hay estereotipos
generacionales como el de desmerecer carreras como la de
desarrolladora de videojuegos, una de las industrias de mayor
desarrollo en el mundo y dónde además prevalecen los hombres, según
recordó.
Por otra parte las aplicaciones (APP,
en inglés) para dispositivos móviles, programadas en general por
hombres hacen que "muchas mujeres no se sientan reflejadas".
Basta hacer una búsqueda en Internet para comprobar que la mayoría
de esas APP enfocadas para el público femenino se desarrollan con
una visión muy tradicional de su universo, con temas como ciclos
menstruales, moda, fertilidad, control de gastos hogareños,
maquillaje, dietas.
Para ayudar a tomar conciencia sobre esas desigualdades digitales,
entre otros problemas, este año el Día Internacional de la Mujer,
el 8 de marzo, tiene
como lema,
"Pensemos en
igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el
cambio",
...para promover formas
novedosas que puedan contribuir al empoderamiento de las mujeres en
áreas como las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC).
"Es vital que desde
la banca móvil hasta la inteligencia artificial o Internet, las
ideas y las experiencias de las mujeres fluyan por igual en el
diseño y la aplicación de las innovaciones que conformarán las
sociedades del futuro", destacó
ONU Mujeres al explicar el
objetivo de este 8 de Marzo.
La brasileña Luiza
Carvalho,
directora regional para América
Latina y el Caribe de ONU Mujeres dijo a IPS desde su sede en
Ciudad de Panamá que,
"la innovación y la
tecnología brindan oportunidades sin precedentes para el
empoderamiento económico de las mujeres".
Jóvenes vendedoras ambulantes toman un descanso
en el tradicional barrio de Santa Teresa durante el
carnaval de Río de Janeiro de 2019, en Brasil.
Datos de ONU Mujeres indican que 60 por ciento
de las mujeres latinoamericanas tienen empleos informales,
una mala calidad del trabajo femenino que
la mayor participación en la tecnología puede mitigar.
Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS
"Sin embargo, las
tendencias actuales indican que la brecha digital se está
ampliando y que las mujeres están insuficientemente
representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la
ingeniería, las matemáticas y el diseño", planteó.
Carvalho remarcó que,
"esto les impide
influir en el desarrollo de innovaciones sensibles al género que
permitan lograr beneficios transformadores para la sociedad".
En el caso práctico de
las APP la también argentina
Fundación Activismo Feminista Digital
cita otro ejemplo del sesgo de género, el de las redes de citas, que
no contemplan el mismo derecho entre hombres y mujeres a una
sexualidad plena, lo que hace que muchas se autoexcluyan.
Musnatta, por su parte, recordó el caso de la APP de salud de una
reconocida empresa de dispositivos personales que contemplaba los
parámetros masculinos de peso y altura y que ante los reclamos tuvo
que incluir los femeninos.
"Por eso el enfoque
que damos en Chicas en Tecnología es que ellas aprendan a
programar, para detectar desde su punto de vista problemas de la
sociedad y generar soluciones tecnológicas que lo resuelvan",
subrayó.
"La tecnología tiene esa imagen de caja negra de algo puro y
neutral y en realidad fue programado por personas que tuvieron
sus fallas, sesgos y recorridos.
Puede haber sido
programado por un hombre, blanco y que probablemente viva en
otro país, con otra cultura" agregó la especialista en
tecnología educativa.
Carvalho, por su parte,
destacó que las TIC son, además, un nicho en que las mujeres tienen
necesidad de participar, al ser un sector del futuro, para mejorar
su inserción en el mundo laboral.
"Ante el cambiante
mundo del trabajo y un panorama económico inestable, las mujeres
necesitan enfrentarse a él con la educación, la capacitación y
las aptitudes profesionales y empresariales requeridas para
lograr idénticos resultados que los hombres y aprovechar las
nuevas oportunidades a medida que surjan", sintetizó.
Melina Masnatta,
creadora de Chicas en Tecnología,
una
organización argentina que promueve la participación
de las
adolescentes en el sector.
La
organización impulsa que las adolescentes consideren a la tecnología
como
una aliada y las ayuda a convertirse en desarrolladoras
de
programas y aplicaciones que impacten positivamente en sus
comunidades.
Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS
Para la directora regional de ONU Mujeres, proyectos como
Ciudades 50-50 de Brasil
contribuyen a esos objetivos.
La iniciativa que propone ciudades más igualitarias, propone que a
través de una plataforma en línea, candidatas y candidatos a
gobiernos y asambleas locales adhieran a un compromiso mínimo con
políticas de promoción de la igualdad de género, y su cumplimiento
sea monitoreado si resultan electos.
Chicas en Tecnología también se orienta en esa dirección. Sus
participantes de todo el país ya desarrollaron, dentro del proyecto
Programando un Futuro Mejor, 250 APP para dispositivos
móviles, destinados a resolver algún problema de su comunidad, para
generar un impacto social mediante la tecnología.
Una de ellas, en un pueblo argentino, identifica en las calles las
deficiencias en la recolección de basura y estimula a la población
con un sistema de premios por puntos a sacar fotos y enviarlas a la
municipalidad para solucionar el problema entre todos.
Otra, desarrollada por chicas de 14 años, mapea calles de su ciudad
donde hay riesgo de ser víctima de acoso callejero, a su vez
vinculada a un botón de pánico que permite emitir una señal de
alarma en tiempo real a quienes se sientan amenazadas.
"Hacemos que las
chicas identifiquen problemas de su comunidad y generen una
solución tecnológica. Que sean agentes transformadoras de sus
comunidades", explicó Masnatta.
La capacitación
tecnológica además contribuye, según repite Carvalho, a mejorar la
calidad de trabajo de las mujeres de América Latina, donde 60 por
ciento tiene empleos informales y existe una disparidad salarial en
promedio del 20 por ciento en relación a los hombres.
Eso ocurre en un entorno donde la tasa de participación femenina en
la fuerza laboral creció hasta alcanzar 49,7 por ciento, aunque
sigue siendo muy inferior a la de los hombres, que es de 74,6 por
ciento, según datos de ONU Mujeres.
"Hoy la tecnología es
la nueva piedra de Rosetta (el fragmento egipcio con un primer
texto plurilingüe que permitió descifrar los jeroglíficos).
Entender la
tecnología es entender cómo vamos a comunicarnos", enfatizó
Masnatta.
"Antes para manejar tecnología había que saber leer y escribir.
Hoy puedes ser analfabeto y mandar un mensaje de audio, entender
con los iconos hasta donde tienes que llegar y ya.
Hoy la tecnología es
alfabetizadora", puntualizó.
Otro motivo para formar
jóvenes mujeres en el mundo digital es la gran demanda mundial no
cubierta en puestos laborales vinculados a esas tecnologías.
"Por eso creemos que
es un espacio de conquista y de condiciones competitivas muy
buenas para las mujeres", destacó.
Sin contar que hoy en
todas las carreras, como diseño, producción audiovisual,
arquitectura, periodismo, es necesario el conocimiento digital,
acotó.
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