por Mario Osava
22 Abril
2019
del
Sitio Web
IPS
El fallecido Alan Garcia (I)
conversa con Marcelo Odebrecht,
entonces presidente de la constructora brasileña,
durante
una de las ocasiones que recibió en su despacho,
siendo
mandatario de Perú.
Crédito: Presidencia de Perú
El suicidio de
Alan García, dos veces
presidente de Perú, ha agravado el drama latinoamericano en que
se cruzan corrupción, deterioro de la democracia y un intento de
Brasil de consolidarse como potencia internacional emergente.
El
conglomerado de construcción Odebrecht,
el gran vector de la epidemia que ha diezmado a líderes político,
fue también el principal instrumento de una expansión brasileña,
geopolítica y económica, en América Latina y África, durante los
gobiernos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su
sucesora, Dilma Rousseff (2003-2016).
Sus confesados sobornos generaron órdenes de detención contra los
cuatro últimos presidentes de Perú,
-
Alberto Fujimori
Fujimori
-
Alejandro Toledo
Manrique
-
Ollanta Humala
Tasso
-
Pedro Pablo
Kuczynski Godard,
...una incumplida porque
Alejandro Toledo (2001-2006)
está pendiente de un pedido de extradición a Estados Unidos.
La otra quedó definitivamente anulada después que García (1985-1990
y 2006-2011), de 69 años, se pegó un tiro en la cabeza, el 17 de
abril, cuando efectivos policiales llegaron a su casa con una orden
de detención preventiva, inicialmente por 10 días.
El origen de esta cadena de detenciones sin precedentes está en la
Operación Lava Jato (Operación
"Lavado de Autos"), mediante la cual el Ministerio Público
(fiscalía) y la Policía Federal de Brasil investigan desde marzo de
2014 la corrupción en los negocios de la compañía petrolera estatal
Petrobras.
La detención de
Marcelo Odebrecht, entonces
presidente del grupo empresarial, en junio de 2015, dio paso a un
acuerdo de colaboración, lo que la justicia local incluye como
"delación premiada" a cambio de reducción de penas.
En consecuencia, 77
directores de la empresa prestaron testimonios dentro de la
operación, a partir de diciembre de 2016.
Las primeras informaciones permitieron poner bajo investigación a 98
políticos, entre ministros, gobernadores de estado, diputados y
senadores, además de tres expresidentes, entre ellos, Lula
(2003-2011), en prisión desde marzo de 2018 y ya condenado por otro
proceso de corrupción.
El escándalo se extendió a nueve países latinoamericanos y dos
africanos el 21 de diciembre de 2016, cuando el estadounidense
Departamento de Justicia divulgó los informes de Odebrecht, a
los que accedió por un acuerdo de Brasil con Estados Unidos y Suiza,
sobre casos vinculados con las transacciones financieras corruptas.
-
Argentina
-
Colombia
-
Ecuador
-
Guatemala
-
México
-
Panamá
-
Perú
-
República
Dominicana
-
Venezuela,
...son los países con
autoridades señaladas.
Pero fue en Perú donde
las denuncias motivaron investigaciones y acciones judiciales de un
equipo especial del Ministerio Público, que adoptó también el nombre
de Lava Jato.
El ex-presidente
Ollanta Humala (2011-2016) y su
esposa, Nadine Heredia, estuvieron encarcelados durante nueve
meses y esperan el juicio por lavado de activos en libertad
restringida.
La acusación es de haber
recibido tres millones de dólares ilegales para las elecciones de
2011.
Vista nocturna de un puente de la Carretera
Interamericana Sur, en Perú, inaugurada en 2011 y
hasta hoy muy poco usada, lo que la define como un
elefante blanco.
Su construcción por Odebrecht costó cerca de 2.000
millones de dólares y se justificó como una salida
brasileña al océano Pacifico para exportar soya a
China, una quimera, porque los camiones deberían
recorrer unos 2.000 kilómetro y subir y bajar cotas
de la cordillera de los Andes de 4.000 metros de
altitud.
Crédito: Mario Osava/IPS
El 19 de abril un tribunal ordenó una detención preventiva de 36
meses contra
Pedro Paulo Kuczynski
(2016-marzo 2018), dentro de la investigación sobre sus vínculos con
Odebrecht, que el ex-mandatario aún no comenzó a cumplir porque a
sus 80 años está hospitalizado aquejado de problemas cardiacos.
En el caso de Alan García, no se conoce hasta ahora denuncias de
haber recibido personalmente recursos ilegales de Odebrecht.
Pero sí se acusa a su
partido, Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA),
de haber recibido ayuda indebida para financiar procesos
electorales.
También asesores directos del ex-presidente son mencionados como
receptores de abultados sobornos para asegurar que la constructora
brasileña ganase la licitación de la
Línea 1 del metro de Lima, una
de las obras más visibles de Odebrecht en el país andino vecino.
García dejó una carta a modo de testamento, en que alegó su
inocencia.
Ese breve documento
parece comprobar un suicidio premeditado y agranda la
conmoción de su muerte, con críticas de algunos sectores a los
presuntos abusos de la operación anticorrupción.
Una prisión preventiva de 36 meses, por ejemplo, se considera
excesiva por los opositores al manejo del caso, para quienes
representa una medida de intimidación para forzar la delación.
Odebrecht sostiene en sus delaciones que pagó 29 millones de dólares
en sobornos en Perú, pero nuevas informaciones y datos pueden
incrementar ese monto, gracias a la colaboración directa entre
investigadores brasileños y peruanos, acordada en febrero.
La cruzada anticorrupción en Perú por los casos vinculados al
escándalo Odebrecht contrasta con las escasas consecuencias en los
demás países, porque es en esa nación andina donde la constructora
conquistó los más numerosos y abultados contratos en el exterior,
solo comparables a los obtenidos en Angola.
La carretera interoceánica binacional, en la
fronteriza ciudad de Assis, en el noroeste de
Brasil, con carteles que indican las distancias
a varias ciudades de Perú.
Esa fue una de las obras de infraestructura que
construyó Odebrecht, después de repartir
sobornos, según las investigaciones realizadas
en los dos países vecinos.
Crédito: Mario Osava/IPS
Centrales hidroeléctricas, carreteras, grandes proyectos
agroindustriales de irrigación y otras concesiones fueron proyectos
conquistados por Odebrecht, presuntamente a cambio de sobornos.
El proyecto más caro, el
Gasoducto del Sur Peruano, de
7.328 millones de dólares, que incluía una concesión por 34 años,
debió ser abandonado en 2017 con cerca de un tercio de obras ya
realizadas.
El gobierno de Lima busca
de recuperarlo y licitarlo nuevamente.
Otros países como Panamá y Venezuela registraron también gran
presencia de Odebrecht, que es la mayor y más internacionalizada de
las constructoras brasileñas y que desde que estalló el escándalo
trata de sobrevivir mediante la venta de empresas o negocios del
conglomerado, como una planta petroquímica, empresas administradoras
de puertos y aeropuertos y estadios de fútbol.
Otras constructoras brasileñas, como,
-
Andrade Gutierrez
-
Camargo Correa
-
Queiroz Galvão,
...participaron, por
ejemplo, en la construcción de un tercio de la
Carretera Interoceánica Sur, de
1.100 kilómetros entre la frontera de Brasil y los puertos peruanos
en el Pacífico.
La obra costó más del doble de los 814 millones de dólares
previstos y se transformó en un elefante blanco por su
poco uso.
Odebrecht empezó su carrera internacional precisamente en Perú,
donde construyó entre 1979 y 1988 la central hidroeléctrica Charcani
V, con potencia de 135 megavatios.
Luego, en 1984 inició la
planta de Capanda, en Angola, que tardó 18 años en tener el
embalse listo y generar 520 megavatios.
Desde entonces, operó con la estrategia de hacerse "amigo del rey",
lo que se traduce en establecer relaciones cercanas y de amistad con
las cúspides de los gobiernos, en especial los presidentes.
Así, influir en las
decisiones sobre los grandes proyectos de infraestructura era una
consecuencia natural.
"Amigo" era el apodo de Lula en los registros del Departamento de
Operaciones Estructuradas, la oficina de Odebrecht que se
encargaba de las cuentas ilegales.
Uno de esos personajes en
Perú era seguramente Alan Garcia.
Emilio Odebrecht, el patriarca
del grupo que presidía el Consejo de Administración y cuidaba las
"amistades", se reunía anualmente con el José Eduardo dos Santos,
el ex-presidente de Angola (1979-2017), para discutir proyectos.
La construcción pesada se volvió hace mucho en Brasil una especie de
"poder blando" de su política externa.
Contribuyó al
acercamiento con países petroleros, como Irak y Argelia, cuando era
total la dependencia brasileña del crudo importado y el brutal
aumento de sus precios en 1973 y 1979 golpeó su economía.
Pero el apogeo ocurrió en los gobiernos de Lula y Rousseff, ambos
del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que
buscaron desarrollar un área de influencia en América Latina y
África.
Hubo incentivos para fortalecer las empresas que dominaban
internamente el sector, para exportar servicios de ingeniería junto
con equipos y material de construcción, emplear a personal
calificado local y promover la imagen de Brasil en el exterior.
El castillo levantado en decenas de países se derrumbó por el
escándalo de corrupción y la crisis económica de Brasil a partir de
2014.
La cruzada anticorrupción que abrió en América Latina la
Operación Lava Jato ha contribuido a debilitar en varios países
aún más el sistema político, ya fragmentado y con falta de
credibilidad en la opinión pública.
El resultado ha sido la emergencia de opciones radicales, como la de
extrema derecha del presidente Jair Bolsonaro
en Brasil, y el deterioro de la
democracia en su conjunto...
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