por Gonzalo Becerra
28 Diciembre
2021
del Sitio Web
SputnikNews
Xiomara Castro,
candidata presidencial de Honduras
Sputnik
Mundo, 1920, 28.12.2021
© REUTERS / Yoseph Amaya
Las elecciones generales del 28 de noviembre de 2021 establecieron
dos hitos en Honduras:
-
la elección de
Xiomara Castro como la
primera mujer presidenta en casi dos siglos de historia
-
la ruptura del
dominio político ejercido por los dos partidos
tradicionales, Nacional y Liberal
El triunfo de la
candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) fue
apuntalado además por el mayor número de votos obtenido por un
aspirante presidencial, más de 1,7 millones, y con una participación
récord en las urnas, del 68,55%.
Así acabaron 12 años del Partido Nacional (derecha) en el poder,
salpicados por acusaciones de fraude en los comicios de 2013 y 2017,
más supuestos vínculos del presidente Juan Orlando Hernández
con el narcotráfico internacional, señalados por cortes
estadounidenses:
-
el desgaste del
oficialismo tras más de una década al timón de los destinos
del país
-
escándalos de
corrupción
-
el mal manejo de
la pandemia
-
la creciente
inseguridad
-
la continuidad de
las caravanas de migrantes irregulares rumbo a Estados
Unidos,
...allanaron la victoria
electoral del partido liderado por el ex-presidente Manuel Zelaya
(2006-2009).
Elecciones
El 25 de mayo, el Consejo Nacional Electoral convocó a los comicios
generales para el último domingo de noviembre, tras aprobar in
extremis la nueva Ley Electoral.
Al cierre de campaña resultó decisiva la alianza de Libre con el
Partido Salvador de Honduras (PSH - centroderecha), así como
otras fuerzas afines, para alcanzar el contundente triunfo,
verificado por unos 400 observadores y acompañantes internacionales.
Como colofón de una jornada caracterizada por la tranquilidad, luego
de una cruenta campaña, los principales adversarios de Castro
reconocieron su victoria:
el liberal Yani
Rosenthal lo hizo público al día siguiente de los comicios,
mientras el oficialista Nasry Asfura esperó hasta el
martes 30 para felicitar a la próxima jefa de Estado de
Honduras.
Joh sobre un
polvorín
El último año de Juan Orlando Hernández - JOH para los
hondureños - en Casa Presidencial estuvo marcado por las reiteradas
menciones de su nombre en procesos judiciales que la corte del
Distrito Sur de Nueva York (Estados Unidos, este) realizó contra
figuras prominentes del narcotráfico en Honduras.
Tal fue el caso del juicio a Geovanny Fuentes Ramírez,
declarado culpable de narcotráfico el 23 de marzo, proceso del cual
derivaron implicaciones por soborno para el mandatario hondureño.
Mientras el Ejecutivo y actores políticos afines emprendían una
campaña mediática para lavar la imagen de JOH, el gobernante
debió afrontar otro golpe moral, cuando siete días después, el 30,
esa corte impuso cadena perpetua a su hermano Juan Antonio Tony
Hernández.
La corte federal probó al ex-diputado hondureño los delitos de
conspirar para transportar drogas a EE.UU., porte ilegal de armas,
conspiración para usar armas y dispositivos destructivos y hacer
declaraciones falsas.
Durante el proceso la Fiscalía implicó al presidente de Honduras y
le adjudicó al país centroamericano la etiqueta de 'narco-estado'.
En el plano internacional
destacó la firma, el 27 de octubre, de un Tratado Integracionista
del Bicentenario con Nicaragua, que delimitó la frontera común
en el Mar Caribe y en el Golfo de Fonseca, principal estuario
centroamericano en el Pacífico, que comparten con El Salvador.
Antes del traspaso presidencial, el 27 de enero de 2022, el Congreso
Nacional de mayoría oficialista quiere dejar atados los cabos que
blinden la impunidad del mandatario saliente y otros altos
funcionarios señalados por corrupción.
Por lo pronto, la presidenta electa anunció que solicitará las
Naciones Unidas la instalación de
una Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad.
Caso Berta
El 2 de marzo se cumplieron cinco años del
asesinato de
Berta Cáceres, líder del pueblo indígena lenca y
ambientalista de renombre mundial, merecedora en 2015 del Premio
Goldman (considerado el Nobel de los defensores del medio
ambiente).
Tras un dilatado proceso judicial, que sufrió docenas de
interrupciones, el 5 de julio el Tribunal de Sentencia Nacional
declaró a David Castillo como coautor del delito de
asesinato.
Al momento del crimen, Castillo se desempeñaba como gerente de la
empresa DESA, a cargo del
proyecto hidroeléctrico Aguas Zarca,
contra el cual se enfrentó Cáceres por los daños ecológicos que
ocasionaba al río Gualcarque, considerado vital para la
supervivencia lenca.
La Fiscalía solicitó la pena máxima de 25 años de cárcel para el
ex-militar graduado de la academia estadounidense de West Point,
pero aún el tribunal no dicta sentencia.
Con la consigna "Faltan los Atala", el Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh),
fundado por Cáceres en 1993, exige que los próximos en ser juzgados
por el asesinato sean los integrantes del poderoso
clan Atala
Zablah...
A fin de cuentas, David
Castillo era un simple empleado de los Atala Zablah, familia
de origen palestino que es propietaria, accionista o representante
de uno de los conglomerados con mayor caudal económico en Honduras.
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