20 Mayo 2022

del Sitio Web SputnikNews

Recuperado a través el Sitio Web WayBackMachine





© Foto : Pixabay/Ellen26



Varios países de América Latina

están llevando a cabo proyectos de

infraestructura de transporte a gran escala

para mejorar la conectividad y el comercio

a nivel regional e internacional que contribuirán a

"desbloquear el desarrollo económico de la región".


 

Uno de los proyectos más ambiciosos de la región es el Corredor Bioceánico que tiene como objetivo conectar el puerto brasileño de Santos en el océano Atlántico con los puertos chilenos de Iquique y Antofagasta en el Pacífico a través de una serie de carreteras.

 

Junto con esta autopista transnacional, también se está dejando espacio para la eventual construcción de un ferrocarril de mercancías paralelo, señala la consultora Oxford Business Group (OBG).


La sección paraguaya, que totaliza 544 Km. y de los cuales ya fueron inaugurados 276 Km., dividirá el país de este a oeste, uniendo Brasil con Argentina.

 

Pasa por el Gran Chaco, un vasto tramo de matorral, pantano y bosque que tradicionalmente ha estado aislado.

"Para revertir los déficits de infraestructura y lograr la autonomía económica, el Norte Grande necesita desarrollar su Corredor Bioceánico, que integraría la región a través de la conectividad terrestre, ferroviaria, de fibra y energética. (...)

 

Esto no solo ayudaría a crear economías provinciales más resilientes y competitivas, sino que también impulsaría las oportunidades de comercio internacional", destacó Jorge Capitanich, gobernador de la provincia argentina del Chaco, a OBG.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina y el Caribe necesitaría invertir 976.100 millones de dólares en infraestructura de transporte anualmente para 2030, lo que equivale al 1,4% del PIB regional, para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.


El ministro de Obras Públicas de Paraguay, Arnoldo Wiens, sostuvo que el corredor buscará rivalizar con el canal de Panamá.

 

Adelantó que la infraestructura ahorrará a los productores agrícolas del Cono Sur alrededor de 14 días y 1.000 dólares por contenedor, lo que equivale a aproximadamente un tercio de sus costos logísticos actuales.

"No solo se espera que esta conectividad mejorada impulse un aumento del comercio interno latinoamericano, sino que también refuerce los vínculos con el resto del mundo", destaca el artículo de OBG.

Entre otros nexos, el Corredor Bioceánico proporcionaría a los ganaderos y agricultores de soja de Argentina, Brasil y Paraguay un vínculo más directo con los mercados asiáticos, a los que actualmente se llega a través de largos viajes marítimos a través del canal de Panamá o el estrecho de Magallanes.

Méjico, por su parte, también está llevando a cabo múltiples proyectos de infraestructura de transporte a gran escala.

 

Uno de los más destacados es el corredor ferroviario del Istmo de Tehuantepec.

 

Conectará los puertos de aguas profundas de Coatzacoalcos en el golfo de México y Salina Cruz en el Pacífico, además de impulsar una serie de proyectos de infraestructura destinados a crear un corredor comercial, incluido un gasoducto de gas natural, y mejoras de carreteras y puertos.

"Estos proyectos ayudarán a cerrar la brecha de infraestructura de América Latina y a desbloquear el desarrollo económico de la región", resalta la consultora.