26 Agosto 2022
del Sitio Web SputnikNews

Recuperado a través el Sitio Web WayBackMachine

 

 


 

El presidente de Perú, Pedro Castillo
© Foto: Twitter/PedroCastilloTe


 

 

LIMA (Sputnik)

 

El presidente de Perú, Pedro Castillo, asegura que la fuerte oposición a su administración está motivada en gran medida por el racismo, un fenómeno que según expertos consultados por Sputnik sigue muy presente en el país.


Con cinco investigaciones fiscales por presuntos delitos de corrupción perpetrados durante su mandato, Castillo, un hombre de rasgos indígenas y nacido en el seno de una familia campesina de Cajamarca (norte), ha denunciado en varias ocasiones que el origen de un supuesto ensañamiento judicial en su contra tiene como raíz el rechazo a su raza.

"Es la primera vez en la historia del Perú que se han ensañado [los adversarios de Castillo] con este Gobierno porque vengo del campo, se han ensañado en una época racista, totalmente racista", denunció el mandatario en un acto público el 15 de agosto.

 

 


Herencia colonial


Nelson Manrique es historiador y sociólogo peruano, catedrático en la Universidad Católica de Lima y comentarista de la realidad política del país.

 

En diálogo con Sputnik, trata de definir las características y origen del racismo en Perú.

"El racismo es algo permanente en la sociedad peruana debido al carácter colonial que heredamos antes de ser una República.

 

La conquista española definió una relación en el que un sector blanco de la sociedad se percibía como superior, y esa supuesta superioridad biológica justificaba la existencia de un orden estamental en el que cada uno tenía un lugar determinado y debía permanecer ahí y no debía haber la movilidad social", dice Manrique.

Sin embargo, ya son varias las voces políticas y ciudadanas que están denunciando una instrumentalización del tema racial como coartada para un Gobierno en serios aprietos judiciales.

 

Es decir, según estas, si bien el racismo es difícil de ser negado, su existencia está siendo aprovechada por el presidente para victimizarse y descalificar las acciones que la justicia toma en su contra.

"Existen suficientes evidencias en este momento como para afirmar que hay una corrupción generalizada y que parte de la propia cabeza del poder Ejecutivo.

 

En este caso, hablar de racismo sirve como coartada del gobierno para ocultar problemas que realmente existen", sostiene el sociólogo.

 

 

 

Exacerbación


Sin embargo, Manrique apunta que el racismo contra los indígenas, en este caso en el ámbito político, se exacerba de parte de sectores blancos o mestizos, que son la mayoría en Perú.

"Existe el racismo como ideología, como una manera de ver el mundo, y existe el racismo como una acción, como una praxis.

 

En momentos de estabilidad y paz, puede no ser actuado, pero en momentos de crisis es cuando deja de ser una ideología para convertirse en una praxis, que es lo que se está viviendo a partir de la gestión del presidente Castillo", comenta el historiador.