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			por Javier Tolcachier 
			29 Diciembre 
			2022 
			del Sitio Web 
			Estrategia 
			
			  
			
			  
			
				
					
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						Javier Tolcachier, 
						
						
						investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y 
						comunicador en agencia internacional de noticias con 
						enfoque de paz y no violencia Pressenza.  
						
						
						Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis 
						Estratégico.  | 
					 
				 
			 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			  
			
			
			  
			
			  
			
			  
			
			  
			
			En el año que se va, en 
			términos electorales, lo sobresaliente han sido los triunfos de las 
			fuerzas progresistas en Colombia y Brasil, llevando a la presidencia 
			a 
			
			Gustavo Petro y por tercera 
			vez, a 
			
			Lula da Silva, luego de la 
			persecución judicial encarnizada de la que fue objeto. 
			 
			De gran importancia es el fortalecimiento del proceso de paz en 
			Colombia y también el cambio de signo en la relación entre Colombia 
			y
			
			Venezuela, gobiernos que han dado 
			pasos concretos con la apertura de sus fronteras y la progresiva 
			normalización en sus relaciones. 
  
			
			  
			
			
			  
			
			  
			
			 
			También en
			
			Cuba se produjo un avance relevante 
			con la aprobación mayoritaria de un nuevo Código de las Familias, 
			que amplía y actualiza derechos de protección de niñas y niños, 
			adultos mayores, personas con discapacidad, condena la violencia 
			intrafamiliar y reconoce la diversidad de realidades que existe 
			entre las familias cubanas, entre otras cuestiones positivas. 
			 
			En el Caribe anglófono, destaca la re-elección de la laborista 
			Mía Mottley como primera ministra de Barbados, convertida en 
			república independiente de la corona británica, en un nuevo avance 
			de des-colonización. 
			 
			Tanto en Granada como en San Cristóbal y Nieves, triunfaron las 
			oposiciones, tratándose en el caso del granadino Dickon Mitchell, 
			del Congreso Nacional Democrático, de una renovación 
			generacional en el ambiente político de la isla. 
			 
			La derecha pudo también cosechar algunas victorias, como la obtenida 
			por Rodrigo Chaves en Costa Rica contra José María 
			Figueres Olsen, candidato del ya vetusto Partido de la 
			Liberación Nacional, ex-presidente e hijo del caudillo fundador 
			de la Segunda República. 
			 
			Una de las derrotas más dolorosas de este año ocurrió en el 
			plebiscito constitucional de salida en Chile, que debía ratificar el 
			nuevo texto constitucional para dejar atrás la herencia pinochetista 
			y fue rechazado por una mayoría abultada. 
			 
			En Uruguay, pese al logro de la izquierda que cosechó 800.000 firmas 
			para levantar la consulta popular sobre la Ley de Urgente 
			Consideración, la coalición oficialista neoliberal de Lacalle 
			Pou alcanzó un triunfo ajustado que abre la puerta a un programa 
			de restauración conservadora. 
			 
			En otros niveles de gobierno, se produjeron en México elecciones en 
			algunos Estados que arrojaron como resultado el fortalecimiento de 
			Morena y la figura de Andrés Manuel López Obrador, mientras 
			que en términos municipales, el Frente Sandinista ganó todas 
			las alcaldías en Nicaragua sin mayor oposición y la ultraderecha se 
			hizo con la alcaldía central de Lima. 
			 
			En lo que se pensaba sería un eclipse político total a causa del 
			mundial de fútbol en Qatar, varios hechos políticos sacudieron el 
			mapa regional. 
			 
			En el Perú, luego de repetidos e infructuosos intentos, la 
			oligarquía centralista violentó la voluntad popular derrocando al 
			maestro rural y sindicalista 
			
			Pedro Castillo a menos de año y 
			medio de su mandato. 
			 
			En
			
			Argentina, mientras la euforia 
			popular se desataba ante la obtención de su tercera copa mundial de 
			fútbol, el campo popular sufrió un fuerte revés. 
			 
			Maniatado el país por una deuda odiosa contraída por el gobierno de
			Mauricio Macri y con claros visos preelectorales, la mafia 
			judicial-mediática, en su carácter de gestora de los grupos de poder 
			concentrado y de la estrategia de lawfare estadounidense, logró - al 
			menos de momento - sacar de la cancha a la principal referente 
			progresista, la actual vicepresidenta Cristina Fernández de 
			Kirchner, proscribiendo su posible candidatura mediante una 
			sentencia viciada. 
			 
			Mientras tanto, en la convulsionada e intervenida Haití, los 
			movimientos populares lograron un acuerdo con el gobierno irregular 
			de Ariel Henry, que estipula una salida institucional ante 
			las dificultades que atraviesa su población y la amenaza de una 
			nueva invasión de fuerzas multinacionales. 
			 
			Asimismo, en
			
			Chile se abre un nuevo capítulo 
			para avanzar hacia un nuevo texto constitucional.  
			
			  
			
			Constitución que emergerá 
			(en el mejor de los casos) de una modalidad "en la medida de lo 
			posible" y destrabará algunas cuestiones, pero dada la naturaleza 
			cupular de este renovado intento, de ningún modo logrará cumplir con 
			las necesidades de cambio que expresó el "Despertar" chileno de 
			2019. 
			 
			Ya en el estertor del año, se efectúa la detención de uno de los 
			principales agentes del golpismo en
			
			Bolivia, Luis Fernando Camacho, 
			quien en conjunto con las logias cruceñas dominantes escenificaron 
			este año una nueva intentona para conmocionar al país, del mismo 
			carácter racista y secesionista puesto de manifiesto en el 
			transcurso del proceso constitucional que llevó a la fundación del 
			Estado Plurinacional o con el desconocimiento de los resultados 
			electorales en 2019. 
  
			
			  
			
			  
			
			 
			Perspectivas 
			para el 2023 
			 
			Si se mantiene el contexto de un sistema capitalista hiper-concentrado 
			y financiado, son pocas - o ninguna - en este esquema, las válvulas 
			de escape para los pueblos latinoamericanos. 
  
			
			  
			
			
			  
			
			
			
			Biden 
			
			  
			
			 
			La rasante tecnologización digital de la economía y las relaciones 
			sociales promovida por los mismos actores (corporaciones y fondos de 
			inversión) sin control ni incidencia social, se revela como falsa 
			promesa de "innovaciones", cumpliendo la función de fetiche 
			distractivo, de reconversión de las fuerzas productivas sin progreso 
			humano real y por ende, de postergación. 
			 
			En términos geopolíticos, la cada vez más dura puja de
			
			los Estados Unidos por detener el 
			avance de un mundo más multipolar genera un marco de tensión 
			permanente contra las aspiraciones de soberanía y autodeterminación 
			de los pueblos de la región, los que tendrán que fortalecer alianzas 
			intrarregionales de signo emancipador (como por ejemplo la Celac) y 
			extra-regionales (como el
			
			Brics+) para no ser arrastrados por 
			las intenciones neocolonizadoras. 
			 
			En este marco, es previsible que las derechas continúen usando todas 
			las estratagemas a su alcance para evitar, minimizar los alcances, 
			aislar e incluso liquidar nuevas experiencias progresistas o de 
			izquierda en América Latina y el Caribe. 
			 
			De este modo, no habrá que extrañarse ante una combinación de 
			estrategias de, 
			
				
					- 
					
					demonización 
					mediática  
					- 
					
					proscripción 
					judicial  
					- 
					
					bloqueos 
					parlamentarios  
					- 
					
					medidas 
					coercitivas comerciales y financieras unilaterales 
					 
					- 
					
					nuevos intentos 
					de golpe o incluso magnicidios,  
				 
			 
			
			...hacia gobiernos 
			proclives a producir cambios a favor de sus poblaciones.  
			
			  
			
			Es decir, el repertorio 
			completo de artimañas del poder establecido para frenar las demandas 
			populares. 
			 
			Por otra parte, es evidente que persiste una extendida y justa 
			insatisfacción popular, lo que no deja mucho margen para procesos de 
			mediano plazo.  
			
			  
			
			Los pueblos exigen de sus 
			representantes electos coherencia y rapidez en la solución de las 
			graves problemáticas que atraviesan, coherencia y velocidad que 
			encuentra barreras difíciles de superar en la cerrada oposición del 
			poder económico y mediático - principales ejecutores de la crueldad 
			capitalista. 
			 
			De este modo, habrá también nuevas protestas masivas, paros, 
			rebeliones populares y también represión ante las pretensiones de 
			gobiernos conservadores de mantener y profundizar el decrépito y 
			asfixiante sistema establecido. 
			 
			En general, el mapa político se ha vuelto algo más favorable a las 
			transformaciones, haciendo eje en tres bloques.  
			
			  
			
			Por una parte, el 
			"hexágono moderado" de inclinación socialdemócrata, que conforman, 
			
				
					- 
					
					México 
					 
					- 
					
					Brasil 
					 
					- 
					
					Argentina 
					 
					- 
					
					Colombia 
					 
					- 
					
					Honduras 
					  
					- 
					
					Chile, 
					  
				 
			 
			
			...gobiernos fruto de la 
			unidad en la diversidad. Por otro lado, el "cuadrado" formado por, 
			
				
					- 
					
					Cuba 
					 
					- 
					
					Venezuela 
					 
					- 
					
					Nicaragua 
					  
					- 
					
					Bolivia, 
					  
				 
			 
			
			...cuyo carácter 
			antiimperialista es mucho más definido. 
			 
			Finalmente, el archipiélago de naciones anglófonas del Caribe, cuyo 
			signo, por necesidad del presente y pasado compartido, es en general 
			de actuación colectiva en pos de una mayor autodeterminación. 
			 
			Frente a ello, persisten enclaves reaccionarios como, 
			
				
					- 
					
					Paraguay 
					 
					- 
					
					Guatemala 
					 
					- 
					
					Ecuador 
					 
					- 
					
					Uruguay 
					 
					- 
					
					El Salvador 
					 
					- 
					
					Costa Rica 
					  
					- 
					
					Panamá, 
					  
				 
			 
			
			...que atestiguan con el 
			incremento de la violencia en su interior, la imperiosa necesidad de 
			cambio de dirección en el timón político. 
			
			  
			
			  
			
			 
			 
			2023 presenta 
			retos similares al del año que culmina 
			 
  
			
			
			  
			
			  
			
			  
			
			Ante el deterioro de la 
			democracia formal, es preciso avanzar hacia una democracia real de 
			carácter multidimensional, es decir, de distribución progresiva del 
			poder en todos los ámbitos, fortaleciendo las capacidades de 
			decisión de la base social. 
			 
			En esa dirección,  
			
				
					- 
					
					la conquista de 
					una comunicación plural  
					- 
					
					la redistribución 
					de ingresos  
					- 
					
					la 
					descentralización creciente del poder político 
					 
					- 
					
					la elección 
					directa del poder judicial  
					- 
					
					la 
					democratización del espacio digital  
					- 
					
					la colaboración 
					para la resolución conjunta de los desafíos comunes a través 
					de la integración regional  
					- 
					
					la ampliación y 
					cumplimiento de derechos humanos y sociales  
					- 
					
					la inclusión 
					plena de las demandas generacionales  
					- 
					
					la transformación 
					del modelo de consumo que genera endeudamiento y depredación 
					medioambiental  
					- 
					
					la supresión de 
					la gestión corporativa multinacional de los recursos 
					naturales comunes  
					- 
					
					la 
					desmercantilización de
					
					la salud y
					
					la educación,  
					 
				 
			 
			
			...son algunas de las 
			medidas a encaminar en lo inmediato. 
			 
			Sin embargo, para que estas transformaciones adquieran nuevamente un 
			carácter de revolución, es preciso incluir en la concepción de la 
			misma, en simultáneo con las conquistas sociales, poner energía en 
			promover cambios en la interioridad humana. 
			 
			Es impensable creer que la lucha histórica colectiva hacia la 
			liberación podrá acometerse sin modificar los sentidos comunes que 
			guían el actual accionar de los grandes conjuntos humanos. 
  
			
			  
			
			
			  
			
			  
			
			 
			Desde la perspectiva de un nuevo humanismo, para ahondar la 
			inacabable e indetenible ruta desde el campo de la determinación al 
			campo de la libertad, es imprescindible, 
			
				
				la reflexión sobre el 
				sentido más profundo de la existencia y sobre la necesidad de 
				modificar en cada hogar, cuadra y vecindario, hábitos impuestos 
				por la violencia, que dificultan, enlentecen o retrotraen el 
				avance... 
			 
			
			Se necesita una 
			revolución que acople a la transformación del mundo exterior, 
			la del mundo interior de cada persona, que estructure 
			en una misma unidad ambos mundos, dotándola de coherencia entre el 
			pensar, el sentir y la acción.  
			
			  
			
			En definitiva,  
			
				
				una revolución 
				integral, afuera y adentro, cuyo advenimiento no dependerá de 
				fuerzas mecánicas sino de la intencionalidad de los pueblos... 
			 
			
			¡Ojalá el nuevo año y la 
			marea de la historia nos encuentre fortalecidos en la tarea de 
			humanizar y humanizarnos, de aprender sin límites, de superar el 
			resentimiento y las contradicciones y de amar la realidad que 
			construimos, día a día, de todos y para todos!  
			
			  
			
			Entonces, el nuevo año 
			será realmente nuevo... 
			
			  
			
			  
			
			
			
			 
			
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