por Thierry Meyssan
Concebida por el escultor francés Auguste Bartholdi y realizada por el arquitecto Eugene Viollet-le-Duc y por el ingeniero Gustave Eiffel - también franceses– la hoy icónica Estatua de la Libertad ("La Libertad iluminando el mundo") fue un regalo del pueblo francés por el centenario de la independencia de Estados Unidos. Pero franceses y estadounidenses no tienen la misma concepción de la Libertad.
La cumbre virtual "por la democracia", organizada desde Washington, es un gigantesco quid pro quo. Numerosos comentaristas observan que el encuentro montado por la administración Biden no busca promover un régimen político sino dar una apariencia ideológica a la alianza militar detrás de Estados Unidos, síntoma anunciador de nuevas guerras. Thierry Meyssan nos muestra como, lejos de ser hipócrita, Washington está siendo muy claro sobre su objetivo. Son sus socios quienes fingen no ver que los términos que Washington no tienen el mismo sentido para los estadounidenses que para los europeos...
Pero cualquier observador
atento habrá podido comprobar que su objetivo no era mejorar las
democracias sino sobre todo dividir el mundo en dos bandos, poniendo
de un lado las "democracias" y del otro los "regímenes
autoritarios" que habría que combatir.
Lo cierto es que la concepción rusa de la democracia es exactamente la misma que la de los demás países de Europa continental.
La de
China es ciertamente muy diferente y no la abordaremos en este
artículo.
Se trata de dos culturas fundamentalmente diferentes,
aunque sí puede decirse que las élites de
la Unión Europea ya no
son culturalmente europeas porque están ampliamente
"americanizadas". organizó una "Cumbre por la Democracia", pero no para todos los Estados sino sólo
para
sus aliados más obedientes.
respuesta a los ataques de Edmund Burke contra la Revolución Francesa", texto de Thomas Paine, secretario de Relaciones Exteriores del Congreso durante la Guerra de América (1776).
Afirmó que, en la práctica, todos podían ver que hay retrocesos - como los hechos registrados el 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Washington - probablemente imputables a la llegada de una nueva generación.
Agregó que eso demostraba que es necesario trabajar para recuperar
el terreno perdido en esos "retrocesos democráticos". Pero ese
lindo discurso permite ante todo dar la impresión de que existe un
consenso y evadir así la necesaria clarificación del debate.
Sin embargo, Lincoln nunca quiso reconocer la "soberanía popular"...
La acción política de Lincoln consistió primero en promover la prerrogativa de fijar los derechos de aduana como privilegio exclusivo del presidente de Estados Unidos - lo cual fue la verdadera causa de la Guerra de Secesión - y posteriormente, en abolir la esclavitud - medida que le sirvió para ganar aquella guerra.
Es por eso que en la cultura estadounidense hoy se entiende la palabra "democracia" sólo en el sentido de la "igualdad política". Idénticamente, en Estados Unidos la expresión "derechos cívicos" no designa los "derechos de los ciudadanos" sino la ausencia de discriminación racial en el acceso a esos derechos.
Por
extensión, esa expresión se aplica hoy a las discriminaciones hacia
todas las minorías.
El periodista Thomas Paine, cuyo panfleto El sentido común (1776) suscitó la guerra de independencia estadounidense, se entusiasmó por la Revolución Francesa y escribió,
Aquel texto de Thomas Paine se convirtió en el más leído en Francia durante la Revolución - incluso le valió ser proclamado ciudadano francés honorario y ser electo miembro de la Convención.
Estados Unidos, justo es reconocerlo, dispone de una definición superior de la libertad de expresión.
Para los estadounidenses esa libertad tiene que ser total, para que todas las ideas puedan ser expresadas y que el debate permita escoger la mejor.
Por su parte, los países de cultura latina no reconocen esa libertad a las ideas de los vencidos y criminalizan la expresión del racialismo nazi.
Así que, desde 1990, esos países prohíben la expresión de todas las ideas nazis que dieron lugar a condenas en el juicio de Nuremberg.
En una deriva extremista prohíben cosas tan diferentes como la
liquidación masiva de enemigos en cámaras de gases - lo que hacían
los Einsatzgruppen de las SS - y el simple hecho de poner en duda
que ese procedimiento se haya aplicado en algunos campos de
concentración.
Estados Unidos la ve como algo absoluto y no reconoce el derecho a rechazar alguna religión. Los europeos, al contrario, defienden la libertad de conciencia, lo cual abarca cualquier forma de espiritualidad, incluyendo el ateísmo.
Esta diferencia tiene implicaciones enormes ya que algunos países no europeos conceden derechos individuales sólo a través del hecho de ser miembro de una comunidad confesional.
Estados Unidos - país fundado por una secta puritana - se ha convertido así en el paraíso de las sectas...
De hecho, en Estados
Unidos es imposible que un adepto pueda hacer algo en contra de su
secta o iglesia si esta abusa de él o lo manipula de alguna manera
mientras que en Europa existe la posibilidad legal de luchar contra
los abusos de autoridad cometidos en un contexto religioso.
En Estados Unidos, debido a la experiencia de la dictadura británica del rey Jorge III y a la Constitución estadounidense - que de hecho establece una monarquía sin rey ni nobleza - se considera que el Pueblo tiene que mantenerse armado para defenderse por sí mismo de los posibles abusos del Poder.
Es por eso que los estadounidenses
ven la compra y la posesión individual de armas de guerra como un
derecho, mientras que en Europa continental la venta y posesión de
armas de fuego están estrictamente reglamentadas.
en la concepción estadounidense de
la
"democracia" y de los "derechos humanos".
Pero, ¿es Estados Unidos
realmente una democracia?
El presidente Biden tendría por consiguiente un enorme trabajo por delante.
Pero ya hemos explicado
antes que su enfoque sobre esta cuestión, lejos de resolverla, en
realidad la agrava. 4
La Constitución de Estados Unidos reconoce únicamente la soberanía de los gobernadores de cada Estado.
Basta recordar la elección del presidente George W. Bush, en 2000:
También tenemos que recordar que en Estados Unidos los partidos políticos no son asociaciones de ciudadanos - como en Rusia - sino instituciones de cada Estado, como el partido único en la desaparecida Unión Soviética.
Por ejemplo, en Estados
Unidos las elecciones primarias para seleccionar el candidato de un
partido no son organizadas por los partidos mismos sino por los
Estados, que además financian los partidos.
El pensamiento estadounidense tiene, sin embargo, una consecuencia positiva.
Luchar por los derechos cívicos implica combatir ciertas formas de corrupción. Washington considera normal pagarle en secreto salarios a políticos extranjeros y financiar sus campañas electorales.
El Departamento de Estado
elabora - sin remordimiento alguno - listas de personalidades a
respaldar financieramente y no entiende que en sus países esos
personajes sean vistos como corruptos.
Con esa actitud, los
dirigentes estadounidenses ayudan a veces - sin proponérselo - a la
"democracia", en el sentido europeo del término...
Referencias
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