02
Octubre 2018
del
Sitio Web
Tendencias21
Versión en
ingles
Se llama
Factor D
y expresa nueve
comportamientos
diferentes
de egoísmo
extremo
Una investigación ha identificado
el origen común
de la maldad humana:
se llama Factor
D.
Agrupa a nueve
comportamientos maliciosos
que expresan el
núcleo oscuro de la personalidad:
el afán de poner
por encima
de los demás y
de la comunidad,
a cualquier
precio,
los intereses
propios.
Una investigación (The
Dark Core of Personality) en la que han participado
científicos daneses y alemanes ha identificado el origen común de la
maldad humana y lo han llamado el "factor oscuro de la personalidad"
o "Factor
D".
Según esta investigación, el "Factor D" es la tendencia general a
maximizar el interés individual sin tener en cuenta, de manera
malintencionada, el daño que ese comportamiento puede tener sobre
los demás, ni la inutilidad de su comportamiento.
Todos los rasgos oscuros de la personalidad se explican por esta
tendencia psicológica a poner los intereses personales por encima de
cualquier otro interés, ya sea de otra persona o comunidad, según
esta investigación.
Esta tendencia se expresa incluso cuando se disfruta haciendo daño a
los demás.
Una serie de creencias
sirven como justificaciones que evitan los sentimientos de culpa,
vergüenza o similares, en las personas que actúan de esta manera.
Esta investigación aporta también una compilación de los rasgos
oscuros de la personalidad más frecuentes, acompañados de sus
respectivas definiciones.
Pueden agruparse en
nueve.
Nueve rasgos
oscuros
-
El egoísmo es el
primero de ellos y puede definirse como la preocupación
excesiva por el beneficio propio a expensas de los demás y
de la comunidad.
-
El segundo es el
maquiavelismo, una actitud manipuladora e insensible hacia
los demás, acompañada de la convicción de que el fin
justifica los medios.
-
La desconexión
moral es el tercero de los rasgos oscuros de la personalidad
y se define como un estilo de procesamiento cognitivo que
permite comportarse de manera amoral sin sentir
remordimiento alguno por ello.
-
El narcisismo,
cuarto rasgo, se define como una auto-admiración excesiva,
acompañada de un sentimiento de superioridad y de una
necesidad extrema de atraer constantemente la atención de
los demás.
-
La creencia
persistente de que uno es mejor que los demás y que por lo
tanto merece ser tratado mejor, es el quinto rasgo oscuro de
la personalidad y se llama derecho psicológico.
-
La psicopatía, sexto rasgo,
se define como la falta de empatía y autocontrol, a lo que
se le agrega un comportamiento impulsivo.
-
El sadismo es el
séptimo rasgo y se define como el deseo de infligir daño
mental o físico a otros por placer.
-
El interés propio
(entendido como el deseo de promover y destacar el propio
estatus social), es el octavo rasgo oscuro de la
personalidad.
-
El rencor,
definido como destructividad y disposición a causar daño a
otros, incluso si uno corre el riesgo de infligirse daño a
sí mismo, es el noveno rasgo oscuro de la personalidad
establecido en esta investigación.
Núcleo oscuro
Según los autores de este trabajo, la mayoría de estos rasgos
oscuros se pueden entender como manifestaciones de una única
disposición subyacente común:
el "núcleo oscuro" de
la personalidad.
En la práctica, esto
implica que, si se tiene tendencia a mostrar uno de estos rasgos
oscuros de personalidad, también es más probable que se tenga una
fuerte tendencia a mostrar otros de los rasgos oscuros.
Ingo Zettler, autor principal de esta investigación, explica
al respecto en un comunicado que en una persona determinada, el
Factor D puede manifestarse principalmente como narcisismo,
psicopatía o cualquiera de los otros rasgos oscuros, o bien como una
combinación de varios.
"Nuestra gráfica del
denominador común de los diversos rasgos oscuros de la
personalidad, permite establecer que determinada persona tiene
un Factor D alto.
Esto se debe a que el
Factor D indica la probabilidad de que una persona participe en
el comportamiento asociado con uno o más de estos rasgos oscuros
", dice Zettler.
En la práctica, esto
significa que una persona que exhibe un comportamiento malévolo
particular (como que le gusta humillar a otros) tendrá una mayor
probabilidad de participar también en otras actividades malévolas
(como hacer trampas, mentir o robar).
2.500
encuestados
Aunque los nueve rasgos oscuros pueden dar lugar a tipos específicos
de comportamiento, sin embargo, en su núcleo, generalmente tienen
mucho más en común que lo que los diferencia.
Por ello, el conocimiento de este "núcleo oscuro" puede jugar un
papel importante para los investigadores o terapeutas que trabajan
con personas con rasgos específicos de personalidad oscura, ya que
es este "Factor D" es el que determina diferentes tipos de
comportamientos y acciones humanas imprudentes y maliciosas.
"Lo vemos, por
ejemplo, en casos de violencia extrema, incumplimiento de
normas, mentira y engaño en los sectores corporativo o público.
Aquí, el conocimiento
sobre el Factor D de una persona puede ser una herramienta útil,
por ejemplo, para evaluar la probabilidad de que la persona
vuelva a delinquir o participe en conductas más dañinas", afirma
Zettler.
Para llegar a estas
conclusiones los investigadores encuestaron a más de 2.500 personas
a las que, a través de una intensa batería de preguntas relacionadas
con los comportamientos oscuros, estudiaron sus actitudes hacia la
agresión o la impulsividad y sus comportamientos egoístas y poco
éticos.
Referencia
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