por Rafael Poch
03 Diciembre
2022
del Sitio Web
RafaelPoch
Progreso Americano (1872).
John Gast / Dominio publico / Wikimedia Commons
La
población debe ser engañada
para que
consienta
o, por lo menos,
no se oponga a
la guerra...
Si se examina la edición de La Vanguardia del 1 de septiembre
de 1939, el día que empezó la Segunda Guerra Mundial en Europa con
la invasión alemana de Polonia, el lector se encontrará con el
titular, "Un golpe de mano polaco degenera en lucha abierta con
fuerzas alemanas".
Al día siguiente el
corresponsal del diario en Berlín, Ramón Garriga, informa del
inicio de la invasión alemana de Polonia como,
"contraataque alemán
en respuesta a las agresiones de que han sido víctimas los
soldados alemanes en los últimos días".
Pero junto a eso, en un
pequeño recuadro, aquel 2 de septiembre se podía leer un informe,
bien pequeñito, sobre "Las operaciones alemanas según los polacos" e
incluso se daba cuenta de la "Proclama del Presidente polaco".
Es decir, dentro de los
límites del periódico de un régimen aliado de los nazis, cada cual
podía hacerse cierta composición de lugar y sacar sus propias
conclusiones sobre lo que pasaba en realidad.
Ahora, para hacerse una idea de lo que ocurre
en Ucrania,
oficialmente una "invasión no provocada" iniciada en 24 de febrero
que carece de un cuarto de siglo de antecedentes, hay que salirse de
los medios de comunicación oficiales y establecidos, explorar en los
alternativos, en la propaganda rusa y demás, y pese a esta
gincana,
no siempre te haces una idea clara de lo que ocurre.
En cualquier caso, si lo que nos dicen sobre esta guerra fuera la
verdad,
-
no haría falta que censuraran los medios rusos
-
ni las voces
disconformes con la narrativa oficial incluso en las redes sociales
-
ni que las fábricas de propaganda de la OTAN, cuyo dominio de los
think tanks y
medios de comunicación
occidentales ya es considerable (igual que en Rusia pero en sentido
inverso),
...nos bendijeran con su primitiva
buena nueva macartista.
Nafo/Ofan, un aparato de la OTAN que se presenta como iniciativa de
la "sociedad civil", divide por ejemplo en cinco grupos a los
occidentales disconformes con el discurso oficial atlantista sobre
la guerra a los que presenta como "apologetas del genocidio"
supuestamente perpetrado por Rusia en Ucrania de acuerdo con la
banalización del concepto practicada por los dos bandos.
En esa galería de
cómplices tenemos a:
-
los "comunistas",
que creen que Rusia es una especie de URSS
-
los
"antifascistas de izquierda", que piensan que por tener
ciertos problemas con neonazis, el gobierno y la sociedad
nacionalista de Ucrania es nazi
-
los
"ultraderechistas" que simpatizan con los aspectos "fachas"
del argumentario del Kremlin
-
los "cabezotas"
que siempre llevan la contraria y que si leen en el
periódico "blanco", dicen, "Ajá, entonces es negro"
-
los "pacifistas
bobos", con la flor en el macuto y la mirada perdida en un
mundo ingenuo con el arco iris al fondo...
Según The Grayzone
How the pro-Ukraine NAFO troll operation
crowd-funds war criminals, esta simpática "organización
de la sociedad civil" fue fundada por un polaco antisemita para
recaudar dinero para la Legión georgiana, una milicia acusada de
crímenes como la ejecución de prisioneros con asesinos convictos en
sus filas.
mmm
La colaboración de
la OTAN con la extrema derecha y su intenso recurso al terrorismo es
un aspecto bien conocido y documentado de la historia europea
Bommeleeër, la novela negra de Luxemburgo
y lógicamente en el actual conflicto está adquiriendo suma
actualidad.
Un estudio de la
Universidad de Adelaida
MASSIVE ANTI-RUSSIAN 'BOT ARMY' EXPOSED BY AUSTRALIAN RESEARCHERS - Declassified Australia (Australia) sobre los tweets de
la guerra de Ucrania, constata que estamos sumidos en una masiva
campaña de desinformación en las redes sociales.
El estudio examinó
cinco millones de tweets generados en las primeras semanas
de la invasión rusa y revelaba que el 80% de ellos fueron generados
en "fábricas" para la propaganda.
El 90% de esos
mensajes fabricados se lanzaron desde cuentas pro ucranianas y solo
el 7% desde fábricas rusas.
Para hacerse una
idea, el primer día de la guerra se generaron desde esas fábricas
hasta 38.000 tweets por hora bajo la etiqueta (hashtag) "yo
estoy con Ucrania".
"Luchamos con la
comunicación, esto es una pelea, hay que conquistar las mentes",
decía en octubre Josep Borrell en un discurso galvanizador de
embajadores de la Unión Europea demasiado mansos y vagos, según sus
palabras.
Y como hay que
"conquistar las mentes" es necesario simplificar el mensaje y
convertir una película compleja en un guion hollywoodense de buenos
y malos para niños.
Algunos ejemplos:
-
Según la
Agencia de
la ONU para los refugiados (ACNUR) hay 2,3
millones de refugiados ucranianos en Europa
Central/Oriental, entre ellos 1,5 millones en Polonia,
además de alrededor de un millón en Alemania.
También hay
2,8 millones en Rusia, el país que más ha recibido, pero
estos últimos son frecuentemente presentados como
"deportados" por la narrativa de Kíev y raramente
mencionados como seres humanos en apuros en los medios de
comunicación occidentales.
(Este documental
«Человек
и война» // «Скажи Гордеевой»
- YouTube de Katerina Gordeyeva que entrevista a refugiados de Mariupol en
Varsovia, Berlín, Moscú, Rostov, Lvov y otras ciudades,
ofrece el panorama de una realidad compleja).
-
Las
maniobras nucleares rusas son presentadas como "chantaje de
Putin", las de la OTAN ("Defender") como "muestra de la
credibilidad de la Alianza".
-
Cuando
Amnistía Internacional dice que también el ejército
ucraniano comete crímenes de guerra, el asunto se tapa
discretamente, incluida la airada reacción del gobierno de
Kiev castigando a la organización negándole acceso y
exigiendo rectificaciones.
Algo parecido ocurre con los
desaparecidos, silenciados, detenidos o asesinados miembros
de la izquierda ucraniana, las fuerzas políticas
ilegalizadas, medios de comunicación cerrados, la
represalias contra "colaboracionistas" en los territorios
reconquistados, etc.
-
El
Organismo internacional para la energía atómica (OIEA),
denuncia, con buena razón, los peligros que rodean a la
central nuclear de Zaporozhie, pero no aclara quién
bombardea los alrededores de esa central que está ocupada
por el ejército ruso.
El hecho de que, como en tantas otras
"organizaciones internacionales" el paquete mayoritario de
acciones de esa organización lo tengan los países
occidentales, determina la falta de claridad de las
denuncias de su presidente, el argentino Rafael Grossi,
sobre la evidente autoría de los bombardeos de esa central.
-
Cuando en
agosto se comete un atentado en Moscú que mata a una joven
periodista de derechas, Daria Dúgina, hija de un marginal
filósofo ultra, Aleksandr Dugin, que según la leyenda
occidental tiene gran influencia en el Kremlin (la
relevancia de la ideología en este conflicto forma parte de
dicha leyenda), eso no es "terrorismo".
-
Cuando en
septiembre se destruyen los gaseoductos rusos que abastecían
a Alemania, que ya fueron objeto de un atentado de la CIA
CIA verursachte mittels Software Pipeline-Explosion in
Sowjetunion 1982 - Netzpolitik - derStandard.at en
los inicios de la cooperación gasística entre la URSS y
Alemania en la década de los ochenta, y eso ocurre en el
Báltico, seguramente la región marítima del mundo más
controlada por la OTAN y poco después de que comenzaran las
manifestaciones en Alemania para restablecer ese flujo, se
diluye el debate sobre la autoría, el gobierno alemán niega
explicaciones a sus diputados alegando razones de "bienestar
público" (Staatswohl) y el periodismo atlantista se
hace el tonto hablando de "misterio" o señalando
directamente a Rusia como autora de los atentados.
-
Cuando en
octubre, tras el atentado del día 8 contra el puente de
Crimea (6 muertos) y los reveses militares en el frente,
Rusia comenzó a lanzar oleadas de misiles y drones contra
Ucrania, los ataques se describen como "indiscriminados
contra civiles" (Biden).
En el primer ataque los ochenta
misiles rusos lanzados ocasionaron 17 muertos y en el de 18
de noviembre (96 misiles) 15 muertos, según informes
ucranianos.
Mientras Rusia explicó que los ataques se
dirigieron contra la red eléctrica y puntos de mando, el
Wall Street Journal informó que "la mayoría de los
ataques golpearon subestaciones eléctricas y otros objetivos
fuera de los centros urbanos y distantes de residencias
civiles".
El mismo diario mencionaba, en su edición del 2 de
diciembre, consideraciones que no aparecen en la prensa
española y que son raras en la europea:
"los ataques son
parte de una estrategia rusa para desmoralizar a la
población y forzar a los gobernantes a la capitulación,
señaló el jueves el Ministerio de Defensa británico.
Sin
embargo, como el Kremlin no empleó esa estrategia desde el
principio de la guerra, sus efectos están siendo menos
eficaces".
La consideración llama la atención indirectamente
sobre la "superioridad" de la estrategia occidental: para
hacerse una idea en los primeros días de la guerra de Irak
de 2003 la campaña de misiles contra Bagdad y otras
ciudades, llamada "shock y pavor" ("Shock & Awe") ocasionó
6700 muertes, según estimaciones americanas.
-
Independientemente de esa menor "eficacia" rusa en decisión
y mortandad, los ataques son ciertamente criminales y sus
efectos devastadores para la población civil: el 23 de
noviembre, el 70% de la capacidad eléctrica ucraniana fue
barrida por los ataques rusos, con los efectos sobre la
población civil que nuestros medios de comunicación
documentan con detalle.
¿Cual es la justificación?
El
ministro de exteriores, Sergei Lavrov la ofreció en su
conferencia de prensa del 1 de diciembre.
"Las
infraestructuras eléctricas ucranianas proporcionan
potencial de combate a las fuerzas armadas de Ucrania, a los
batallones nacionalistas, y de ellas depende la entrega de
una gran cantidad de armas que Occidente suministra a
Ucrania para matar rusos".
¿A nadie le suena el
razonamiento?
-
El 25 de
mayo de 1999, en Bruselas, al infame Jamie Shea
La mentira de Kosovo en Alemania, portavoz de aquella OTAN de Javier Solana, un periodista
le preguntó,
"ustedes dicen que solo están atacando
objetivos militares, entonces ¿por qué están privando al 70%
del país (Serbia), no solo de electricidad, sino también de
suministro de agua?".
La respuesta fue exactamente la misma
que la de Lavrov:
"Por desgracia la electricidad alimenta
los sistemas de control y puntos de mando.
Si el Presidente
Milosevic quiere que su población tenga agua y electricidad
lo único que tiene que hacer es aceptar las cinco
condiciones de la OTAN (la capitulación), mientras no lo
haga continuaremos atacando esos objetivos que suministran
electricidad a sus fuerzas armadas.
Si eso tiene
consecuencias para los civiles, es su problema".
-
¿Está
Rusia suministrando viagra a sus tropas para llevar a cabo
violaciones en Ucrania?
La Representante Especial sobre la
Violencia Sexual en Conflictos de la ONU, Pramila Patten,
dijo en octubre a la agencia Afp que esa leyenda, estrenada
en junio de 2011 en Libia por la propaganda atlantista en la
guerra contra Gadafi, era una "estrategia militar" rusa,
pero en noviembre confesó que no tenía la menor prueba de
ello.
La simple realidad
es que nos toman por idiotas.
El análisis de la guerra de Ucrania
que no tenga en cuenta las provocaciones occidentales que la
propiciaron, que no parta de su génesis de treinta años y de sus
responsabilidades, sobre las que lo más moderado que podemos decir
es que son compartidas, es mera literatura infantil propagandística.
Por desgracia ese
es el medio ambiente informativo en el que estamos inmersos.
"Fundamentalmente, la gente no quiere guerra, la población debe
ser engañada para que consienta, o por lo menos no se oponga a
la guerra",
...explicaba
hace unos años
Julian Assange, el periodista que denunció crímenes
enormes y lleva por ello diez años recluido y más de mil días
aislado en una celda de alta seguridad de tres metros cuadrados, en
condiciones que el
relator de la ONU en la materia describe como
tortura, y pendiente de que le extraditen a Estados Unidos donde le
esperan un juicio injusto - porque la ley de espionaje que le acusa
impide alegar cualquier consideración sobre los crímenes denunciados
y la libertad de información - y 175 años de cárcel.
Obviamente, la
consideración de Assange es válida para los dos bandos de esta
guerra, pero de lo que aquí se habla es del nuestro, del pienso con
el que cada día nos alimentan espiritualmente nuestros
"informadores"...
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