por Rodrigo Bernardo Ortega
16 Junio 2024
del Sitio Web
TerceraInformacion
Recibido también Vía Email el
14 Junio 2024
La llegada de
Gustavo Petro a la presidencia de Colombia ha
supuesto un cambio en el compás geopolítico de la nación cafetera,
por primera vez vemos cómo - algunas veces de forma timorata y otras
más de manera avezada - se ha venido desmarcando de algunas
posiciones largamente sostenidas por la nación.
Petro, es reconocido en el medio internacional
por el apoyo sin ambages a la causa Palestina y por sus airados
discursos a favor de un nuevo orden climático, ambas posiciones
contrastan con las de Estados Unidos y sus aliados.
Recientemente incluso, ha manifestado su deseo a
Lula de
adherirse al grupo de
los BRICS.
Colombia hasta hace poco era reconocida en Latinoamérica (junto a
países como Paraguay y Costa Rica) por secundar casi en la totalidad
al Gigante del Norte, pero ahora, ha empezado a tener cierta
independencia en el escenario regional y mundial.
Sin embargo, las relaciones con Estados Unidos
pasan por un buen momento, luego que el canciller Murillo (antes
embajador en EE.UU.) haya acercado al gobierno de Petro a
Biden,
hasta entonces enemistado con Colombia por el claro apoyo de Duque a
Trump en las elecciones de 2020.
Para la muestra de la colaboración entre los dos países, está la
iniciativa "Movilidad Segura", que permite a migrantes de cualquier
nacionalidad que buscan llegar a Estados Unidos iniciar su proceso
de tránsito en suelo colombiano donde se instalaron centros de
procesamiento estadounidenses.
De esta manera se entiende que Colombia desea
mantener una independencia en política internacional sin con ello
enemistarse con Estados Unidos.
Entre las posiciones en las que Petro difiere con Biden está, por
supuesto, la Guerra en Ucrania.
Petro siempre ha mantenido el punto
de vista de buscar la paz a través de salidas negociadas, como lo ha
expuesto en dos discursos ante la Asamblea General de la ONU.
Por su parte, es sabido que Estados Unidos, en su irrestricto deseo
de prolongar la Guerra entre Ucrania y Rusia, ha presionado a varios
países latinoamericanos a ceder armas, sobre todo de manufactura
rusa, al ejército ucraniano.
La razón detrás de esto es que el
ejército ucraniano ha usado históricamente este tipo de armamento,
lo que les ahorraría el tiempo de entrenamiento con respecto a las
modernas armas que les provee la OTAN, una clara ventaja competitiva
en una guerra de desgaste donde cada centímetro y cada soldado
cuenta.
Ya en enero de 2023 durante la cumbre de la CELAC, Petro reveló que
le fue solicitado por Estados Unidos el envío de helicópteros MI-17
al frente ucraniano, en ese momento el gobierno colombiano no cedió
a las presiones.
Pero desde entonces se han conocido nuevas
informaciones.
La primera es que este año le fueron ofrecidos 300
millones de dólares a Colombia por estos aparatos:
de nuevo la
respuesta fue un "no"...
La segunda, es que, debido a la guerra en
Ucrania, a estos helicópteros no ha podido hacérsele el debido
mantenimiento por la casa matriz, o encontrar los repuestos que
requieren, lo cual ha inutilizado a la gran mayoría de la flota pues
ya ha habido lamentables accidentes.
El panorama ahora es este:
Colombia tiene la tentadora opción de renovar parte de su arsenal y
deshacerse de material bélico por ahora inservible.
A cambio, debe
botar por la ventana su compromiso con la paz, y todo esto en medio
de un recrudecimiento del conflicto interno.
De momento Petro ha mantenido su postura, sin embargo, aceptó
participar en una conferencia de paz en Suiza entre el 15 y 16 de
junio 2023, en la que estará ausente nada ¡menos que Rusia...!
Zelenski
manifestó en una entrevista querer acercarse a Petro para discutir
un acuerdo gana-gana (crípticamente se refiere a potenciar la
industria militar y tecnológica) durante este evento y se confirmó
una reunión bilateral en el marco de esta conferencia.
En manos de Petro está ahora mantener firme el compromiso a la
resolución pacífica del
conflicto Rusia-Ucrania, y no dejarse
amilanar por presiones externas de las grandes potencias o por
soluciones cortoplacistas que podrían cobrarle factura.
Referencias
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