por Vladimir Mozhegov 01 Febrero 2024
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Vz.Ru
Pero en aquel momento, cuando los principales intereses comerciales de Rusia estaban en Europa, la dirección asiática parecía de importancia secundaria.
Además, en la era de la globalización, el principal flujo de mercancías de China a Rusia se realizaba por mar, a través del Canal de Suez y los centros europeos, no por ferrocarril.
La conectividad del transporte interior por tierra ha demostrado ser esencial para el comercio en el continente euroasiático. Los ferrocarriles son la herramienta principal.
Las dos autopistas más importantes, la BAM y el Transiberiano, justifican plenamente los enormes fondos invertidos en su construcción desde los tiempos de la Rusia imperial.
La ruta terrestre hacia China, basada en el BAM y el Ferrocarril Transiberiano, se ha convertido en una arteria clave del comercio exterior ruso.
Sin embargo, el crecimiento del tráfico de mercancías se ve obstaculizado por una serie de limitaciones objetivas.
Actualmente, las comunicaciones ferroviarias entre Rusia y China se realizan a lo largo de cinco rutas principales.
La puesta en servicio del puente de Amur inmediatamente multiplicó por cinco el tráfico de mercancías en esta dirección. En un futuro próximo, esta dirección representará el 10% del volumen de negocios total de carga ruso-chino.
Las vías del tren se acercan al paso fronterizo a ambos lados de la frontera, por lo que este puesto de control ya se ha vuelto muy importante para el tráfico de mercancías entre los dos países.
Aumentar la capacidad de las rutas ferroviarias alternativas es de suma importancia.
Sin embargo, no estamos hablando sólo de la ampliación de las carreteras hacia los puertos del Lejano Oriente ruso, sino también del inicio de la formación de ramales desde estas carreteras, incluso fuera de nuestro país.
En otras palabras,
Garantizará la conectividad global de todo el continente por rutas terrestres.
Se aumentará a 32 pares de trenes por día. Hay planes para construir un segundo cruce fronterizo ferroviario hacia China en Starotsuruhaitui, ubicado en el este.
También hay planes para modernizar el paso fronterizo de Solovyevsk-Erentsav hacia Mongolia, lo que creará otra ruta de tránsito hacia China a través de ese país.
Dzhalinda está conectada con el Ferrocarril Transiberiano a través de la estación de cruce de Skovorodino, que a su vez está conectada con el BAM.
En octubre de 2023 Rusia anunció planes para construir dos nuevos ferrocarriles hacia China.
El segundo saldrá de Biysk (territorio de Altai) y llegará también a Urumqi. Según los especialistas, este proyecto es comparable en escala al BAM, pero el tiempo de implementación es mucho más corto.
La construcción de estas carreteras está incluida en el plan de implementación de la estrategia de desarrollo socioeconómico del Distrito Federal de Siberia hasta 2035.
El nuevo ferrocarril contribuirá significativamente al desarrollo regional de Rusia y China.
Actualmente, el centro de gravedad de la economía rusa se encuentra en el oeste de Eurasia, mientras que el centro de gravedad económica de China se encuentra en el este del continente.
El ferrocarril desempeñará un papel importante en el reequilibrio del desarrollo económico de los dos países.
En otras palabras, el oeste de China y el este de Rusia se beneficiarán de un impulso adicional de desarrollo gracias a las nuevas conexiones ferroviarias.
Por ejemplo, se están realizando preparativos para construir un ferrocarril desde el noreste de Kazajstán hasta el noroeste de Mongolia, pasando por la Región Autónoma Uygur de Xinjiang (XUAR) de la República Popular China.
Y con Mongolia,
En septiembre de 2023 el director de ferrocarriles iraníes, Miad Salehi, dijo que Irán estaba preparando,
Está previsto que el tránsito ferroviario pase por el paso fronterizo de Sarakhs, en la frontera entre Irán y Turkmenia.
No hay duda de que este salto también estará garantizado por la finalización de otro eje ferroviario clave en la región: el corredor entre Azerbaiyán e Irán a lo largo del eje Resht-Astara.
La construcción de esta sucursal debería comenzar
pronto. Este tramo constituirá el último fragmento del corredor de
transporte internacional Norte-Sur. La cooperación entre Rusia y China en el desarrollo de la red ferroviaria demuestra claramente el grado de acercamiento económico entre Moscú y Pekín.
Mientras se trataba principalmente del tránsito de mercancías chinas a Europa, se desarrollaron líneas ferroviarias latitudinales.
Pero hoy, cuando una mayor integración de las economías de los dos países está en la agenda, se ha vuelto necesario complementar las líneas latitudinales con una red más densa.
La inclusión de otros países miembros de BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) en estos procesos fortalece aún más la posición geopolítica de Rusia.
La gran red ferroviaria que se está creando
confirma el estatus de Rusia como centro de integración de Eurasia.
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