por Mónica Redondo
16 Agosto 2025
del Sitio Web ElConfidencial


 

 



Vladímir Putin y Donald Trump,

en la cumbre de Alaska el 15 de agosto.

(REUTERS / Kevin Lamarque)
 

 


Donald Trump y Vladímir Putin

no consiguieron un acuerdo sobre Ucrania en Alaska,

pero el encuentro fue suficiente para

allanar el camino hacia una nueva relación bilateral...




La reunión ya empezó siendo inusual antes de que comenzara.

 

Después de que Donald Trump y Vladímir Putin aterrizaran en Alaska y se dieran el protocolario apretón de manos, llegó el momento de dirigirse a la base militar de Elmendorf-Richardson para hablar sobre una salida a la guerra en Ucrania.

 

Las limusinas de los dos presidentes estaban aparcadas a pocos metros de la pista de aterrizaje para llevarles por separado.

 

Pero el líder del Kremlin acabó yendo en dirección contraria a su vehículo y se subió en la limusina de Trump; aparentemente, sin intérpretes.

El encuentro podría también calificarse de inusual porque la reunión en la que se iba a perfilar una salida para la guerra en Ucrania finalizó sin un acuerdo.

 

Los líderes calificaron el encuentro como "productivo" y el republicano afirmó que se lograron progresos, pero no dio más detalles.

 

La cumbre de Alaska finalizó sin un pacto a la vista.

"Hemos cerrado muchos puntos. Quedan solo unos pocos pendientes.

 

Algunos no son demasiado importantes. Uno es probablemente el más importante, aunque tenemos buenas posibilidades de conseguirlo.

 

No lo hemos conseguido, pero tenemos una buena posibilidad de lograrlo", aseguraba Trump.

Estas fueron las afirmaciones más concretas en una comparecencia que dejó en evidencia la buena relación entre los dos dirigentes.

 

El líder del Kremlin empezó su comparecencia después de tres horas de reunión elogiando su "amistad" con el republicano. Hizo mención a la cálida bienvenida que recibió por parte de Trump y se refirió a él como un "querido vecino".

 

Minutos más tarde, hacía referencia a uno de los discursos más repetidos por parte del magnate.

"El presidente Trump dijo que si él hubiera sido presidente en aquel entonces no habría guerra, y estoy seguro de que así sería", aseguró Putin.

 

"Puedo confirmarlo".

Donald Trump, por su parte, se refería al presidente ruso como "Vladímir" y "un amigo" para, al final de su comparecencia, abrir la puerta a un segundo encuentro con Putin.

 

Este sugirió que fuera en Moscú...

"Es interesante, me van a criticar un poco. Pero creo que podría suceder", respondió Trump.

 

Trump recibió a pie de avión

al presidente ruso, Vladimir Putin.

(Reuters/Kevin Lamarque)
 


El esperado encuentro en Alaska ya se perfilaba como un éxito para Rusia antes incluso de que tuviera lugar.

 

Los acontecimientos de este viernes han confirmado ese triunfo. Después de la fotografía con Donald Trump en territorio estadounidense y de la bienvenida con honores en Anchorage, Putin ha logrado alejarse de la imagen de paria que le ha perseguido desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022.

Además, tal y como vaticinaron algunos diplomáticos y analistas, este encuentro sería una estrategia para que Rusia gane tiempo y evite más sanciones por parte de Washington.

 

Esa fue la amenaza del republicano, que impuso un ultimátum de 10 o 12 días a Putin si no se avanza hacia la paz en Ucrania. El plazo se cumplió con la cita de este viernes en Alaska.

 

Los primeros análisis después del encuentro apuntan a que, una vez más, el líder ruso ha conseguido alejarse de un acuerdo de paz que ponga fin a una guerra que considera que está ganando.
 

En la comparecencia de los mandatarios se cumplió, además, otro de los grandes temores de los diplomáticos: que la paz en Ucrania no fuera el único tema a tratar en el encuentro.

 

 

 


Una Reunión con Economistas

El líder del Kremlin reconoció en su comparecencia que las relaciones entre los dos países habían caído,

"a su nivel más bajo desde la Guerra Fría".

 

"Creo que eso no beneficia a nuestros países ni al mundo en general. Un encuentro personal entre los jefes de Estado era algo que ya se esperaba desde hace tiempo", aseguró.

Antes de finalizar,

subrayó el enorme potencial de la cooperación económica y empresarial entre los dos países y recalcó la necesidad de volver a un punto de encuentro.

Los intereses económicos de la cumbre de Alaska se evidenciaron horas antes de que tuviera lugar, cuando se anunció que la reunión ya no sería a dos bandas entre los dos mandatarios.

 

La nueva lista de invitados incluía, por la parte estadounidense,

  • al secretario de Estado, Marco Rubio

  • el enviado especial Steve Witkoff

  • el secretario del Tesoro, Scott Bessent

  • el secretario de Comercio, Howard Lutnick

Por su parte, Putin viajó con,

  • su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov

  • su asesor Yuri Ushakov

  • el ministro de Defensa, Andrei Belousov

  • el ministro de Finanzas, Anton Siluanov

  • Kirill Dmitriev, enviado de Putin para la inversión extranjera y la cooperación económica

La inclusión de estos últimos fue un indicador de que el Kremlin quería "diluir" las conversaciones de la paz en Ucrania con otros asuntos, como el establecimiento de los lazos económicos entre Rusia y Estados Unidos.

"He notado que (Putin) ha traído a muchos empresarios de Rusia, y eso es bueno", dijo Trump a bordo del Air Force One de camino a Alaska.

 

"Me gusta, porque quieren hacer negocios, pero no los harán hasta que resolvamos la guerra", aseguró.

No se ha establecido el marco para que el conflicto llegue a su fin, pero algunos expertos sostienen que el mero hecho de que se haya celebrado la cumbre ya abre las puertas a un nuevo capítulo en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
 

 

Putin y Trump

tras bajar de sus aviones presidenciales

 en su llegada a Anchorage.

(Reuters/Kevin Lamarque)a

 

"Putin ve esto como una oportunidad para demostrarle a Trump que está más que dispuesto a aceptar la paz si las condiciones son las adecuadas.

 

Quiere presentar a Zelenski como el que prolonga la guerra", declaró un ex-funcionario de alto rango del Kremlin que, al igual que otras fuentes, habló bajo condición de anonimato, a The Guardian.

 

"Putin sabe que Trump ve el mundo a través de una lente empresarial y ofrecerá una paz en sus términos como puerta de entrada a oportunidades lucrativas", añadió.

En este sentido, de hecho, se ha pronunciado el magnate estadounidense a su salida del encuentro con Putin.

 

En una entrevista concedida a Fox News, ha colocado la pelota en el tejado del presidente ucraniano para alcanzar la paz.

"Realmente ahora depende del presidente Zelenski para lograrlo (un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia), y también diría que las naciones europeas deben involucrarse un poco, pero depende del presidente Zelenski", aseguró Trump.

Desde Rusia, el ex-embajador Alexander Yakovenko escribía en un artículo de opinión para la agencia estatal RIA:

"Resolver la guerra en Ucrania, que Occidente perdió hace mucho tiempo, se ha convertido en un tema secundario en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, nada más que un obstáculo para la normalización que debemos superar juntos".

Este mensaje ha calado en otros medios rusos, que han publicado artículos afirmando que el enviado estadounidense Steve Witkoff, durante su visita a Moscú la semana pasada, visitó con altos cargos rusos una posible Torre Trump en Moscú.

 

Este fue uno de los sueños empresariales de Trump desde los años 80, cuando imaginó,

"un gran hotel de lujo frente al Kremlin en colaboración con el gobierno soviético", escribió en su libro El Arte del Trato (Trump - The Art of the Deal).

 

Donald Trump y Vladímir Putin

en la rueda de prensa celebrada tras la cumbre

 en Alaska de este 15 de agosto.

(REUTERS/Kevin Lamarque) Opinión



Finalmente, esa idea fue desechada, pero fuentes cercanas al Kremlin dijeron al Moscow Times que funcionarios rusos habían discutido la posibilidad de revivir el proyecto inmobiliario de Trump para "atraerlo" a un "gran acuerdo" económico entre los dos países.

 

Tanto ese posible pacto como uno que incluya un avance hacia la paz en Ucrania no se han conseguido en la reunión de este viernes en Alaska.

 

Pero la comparecencia de Putin y las afirmaciones de otros funcionarios rusos apuntan a que el Kremlin quiere seguir avanzando hacia esa ansiada normalización.

Por ahora, Vladímir Putin,

ha conseguido salir de EE.UU. sin tener que hacer frente a la orden de arresto internacional por presuntos crímenes de guerra... (sic)

 

Y ha conseguido dejar en evidencia su sintonía con Trump a pesar de la presión europea y ucraniana por llegar a un acuerdo.

"Él puede decir:

'Miren, ustedes han tratado de aislarme, pero yo me estoy reuniendo con el presidente estadounidense mientras ustedes, los europeos, tienen que arrastrarse de rodillas y llamarlo 'papá'," dijo Sergey Radchenko, historiador de la Guerra Fría en la Universidad Johns Hopkins.

"La imagen de mantenerse erguido y orgulloso en igualdad de condiciones con Estados Unidos.

 

Eso es lo que Rusia siempre ha querido, y eso es lo que realmente le importa a Putin", concluyó para The Wall Street Journal.