por
Erick Sumoza
08 Enero 2020

del Sitio Web CodigoOculto





Bet Kororoti, el posible astronauta Anunnaki del Amazonas.

Crédito: Yuri B / Pixabay, かねのり 三浦

Pixabay, Rafael Narchi / Pexels, Kelly Tatiana Paloma

Wikimedia Commons. Edición: Erick Sumoza



Bep Kororoti,

un Anunnaki presente en

antiguas civilizaciones del Amazonas

en el remoto pasado

y que instruyó a los nativos

en diversos conocimientos...

 

 


Mientras buscamos la verdad sobre nuestros orígenes, se han estudiado todo tipo de teorías, desde el Dios creador hasta los Antiguos Astronautas y los Anunnaki.

 

Esa investigación nos ha llevado al Amazonas, a conocer la historia de Bep Kororoti.

Con el pasar de los años, son cada vez los hallazgos que nos han dado motivos para cuestionar lo establecido referente a nuestros orígenes dictados por la historia convencional.


Las leyendas de las civilizaciones antiguas tienen todas algo en común:

la presencia de dioses que vinieron desde los cielos, algunos en "discos voladores", como Zep Tepi, en Egipto, o los Discos Dropa en China.

Sin embargo, pocas personas saben que en las profundidades del Amazonas también existe evidencia sobre esto.

 

Una tribu que ha habitado durante siglos la selva, conocida como Kayapó y que actualmente se encuentra en el estado de Pará.


Esta tribu parece conservar una memoria ancestral sobre un personaje llamado Bep Kororoti, o el "Guerrero del Universo" en la lengua Kayapó.




El estudio de Bep Kororoti

 

Misterioso traje inspirado en Bet Kororoti.

(Public domain)

 


Investigaciones realizadas a la mitología de Brasil nos ha demostrado la existencia de seres con "poderes" que trascienden a lo humano en sus leyendas.


Dioses que llegaron desde los cielos cuando la humanidad apenas comenzaba a dar sus primeros pasos, enseñándole lo necesario para crear la civilización.

Bep Kororoti parece tener gran responsabilidad en esto último.

 

La leyenda cuenta que este personaje contaba con una especie de "carro volador", con el que podía destruir cualquier cosa, por lo que atemorizó a los nativos.


Sin embargo, cuando este retiró su "traje", se dieron cuenta que no era peligroso, de piel clara, amable y le mostró que su "magia" no era dañina.


Una de las personas que más estudió a Bep Kororoti fue Erich von Däniken, quién detalló su leyenda y su importancia en rituales y celebraciones, en el libro, "Gods from Outer Space" y donde aseguró que este ser era un "visitante del espacio", creando una analogía casi idéntica con los Anunnaki de Sumeria.

 

 

 


La influencia en los Kayapó
 

 


Sacerdote Kayapó

vistiendo un atuendo similar

al de los astronautas.

(Public domain)
 


Hace 25.000 años, este dios llegó desde el cielo para vivir con los Kayapó, otorgándole conocimientos antes de volver a los cielos en un "mar de llamas".


Según cuentan los miembros de la tribu, Bep Kororoti vestía un extraño traje brillante que lo cubría por completo y tenía un bastón de donde salían flechas con las que cazaba. Además podía reducir a cenizas lo que quisiera.


La tribu anualmente celebra la llegada de los dioses y el sacerdote es quién toma el papel de Bep Kororoti, vistiendo un traje de paja que lo cubre por completo, imitando al que usó el dios en su llegada.


El traje, a simple vista, es sumamente parecido a los trajes de los astronautas actuales, cosa que ha generado cierta polémica, sobre todo en los críticos a la teoría de los antiguos astronautas.


Y es que los Kayapó han tenido contacto con la civilización moderna desde hace muchos años, por lo que sugieren, pudieron haber tenido influencia de la sociedad para la elaboración casi idéntica a un traje espacial.


Sin embargo, la simbología Kayapó refuta totalmente este argumento, ya que el rito se ha documentado desde 1884, casi 80 años antes de que se diera a conocer el primer traje espacial.


En 1952 también se publicaron imágenes de la ropa ritual de los nativos, 8 años antes de que empezaran las misiones espaciales soviéticas y estadounidenses.

 

 

 


La leyenda de Bep Kororoti

 


Vestimenta ceremonial de Bep Kororoti

tomada en 1884 por Karl von den Steinen.

 (Public domain)

 


La historia de Bep Kororoti y los Kayapó no empezó en el lugar donde habitan actualmente, sino en una gran sabana, en las cercanías de la sierra Pukato Ti.


Es en ese lugar donde descendió del cielo un protector que guardaría al pueblo para siempre, era Bep Kororoti, el cual tenía como vestimenta una especie de traje brillante y que además traía consigo en especie de "arma de trueno" con la que podía desaparecer las piedras y los árboles.

 

A esta arma le llamaba "Kop".


Su llegada causó terror en los habitantes del pueblo, trataron de combatirle porque no le conocían, sin embargo fue imposible ya que sus armas no eran suficientes y todo el que lo tocaba se volvía polvo, provocando un exilio masivo de la tribu hacia los montes.


Luego de varios conflictos, entendieron que él no venía a dañarlos, su actitud y el resplandor de su piel convencieron al pueblo y comenzó una gran convivencia.

Las armas y técnicas de cacería del pueblo fueron sumamente sencillas para Bep Kororoti quien en poco tiempo asimiló todo, superando en habilidad y valor a todos los del pueblo.


Se casó con una joven doncella de la tribu y tuvieron hijos entre ellos Nio Pouti una hija muy significativa en esta historia.


Su inteligencia era superior, enseñaba en asuntos desconocidos como la construcción de refugios, sus armas y la recolecta de alimentos.
 

También ayudó al desarrollo social, creando la "cámara grande" una especie de mesa de reunión donde se decidía y discutía las cosas importantes de la tribu, simplificando así la vida de los habitantes.


Se decía que su nobleza no tenía limites, en épocas de dificultades en la caza, mataba a sus animales sin causarles sufrimientos tomando solo lo indispensable para dar alimento a los suyos.
 

 


¿Realmente fue

un antiguo astronauta Anunnaki?

Crédito: Yuri B

Pixabay (Public domain)

 

 

Sin embargo hubo una etapa negativa en la vida de Bep Kororoti:

su comportamiento se transformaba y muchas veces se aislaba en su cabaña o se retiraba a las montañas Pukato Ti a la meditación...

Muchos aseguran que sentía "nostalgia por su planeta".

Se dice que un día tomó a toda su familia y desapareció por muchos días, solo dejó a su hija Nio Pouti por que no estaba presente en la aldea, cuando volvió no era el mismo; estaba enardecido, sin que nadie pudiera calmarlo.


En ningún momento atacó a nadie, a pesar de que intentaron detenerlo, aun cuando intentaba partir fue perseguido por guerreros. Fue en ese momento que usó su "kop" y destruyó todo a su alrededor.


Toda la región sintió el gran estruendo que sonó cuando Bep Kororoti desapareció entre fuego, ceniza y humo.


Nio Pouti, quién se había unido a un guerrero, dio a luz a un hijo y le dijo que, a pesar de los tiempos de hambruna que había vivido la región después de la destrucción que dejó la partida de su padre, ella sabía dónde encontrar comida y debía seguirla hasta las montañas Pukato Ti.


Cuando llegaron, Nio Pouti se sentó bajo el Baba Mem Kent Kre, el "árbol especial", con su hijo y le pidió a su esposo que doblara las ramas hasta que las puntas llegaran al suelo.


Su esposo la obedeció, siendo testigo de una explosión cuando las ramas llegaron al suelo, viendo a su esposa desaparecer al igual que Bep Kororoti.


El hombre esperó días enteros, padeciendo del hambre y viendo como su fe y valor se disminuían cada día que pasaba. Cuando estaba en su límite, sintió un golpe y notó que su esposa había vuelto, acompañada de Bep Kororoti, cargando cestos llenos de comida.


El dios solicitó al hombre que volviera a doblar las ramas hasta la tierra y una nueva explosión sucedió, desapareciendo.


Nio Pouti procedió a explicar lo que su padre le había dicho; todos debían emigrar y llevar con ellos las semillas las cuales debían plantar en las épocas lluviosas para que nunca les faltara el alimento.


Así fue como la tribu aprendió la agricultura y se trasladó hasta el lugar donde se encuentran actualmente.


Bep Kororoti es una prueba más de que nuestros antepasados fueron testigos de un contacto con seres que no pertenecieron a nuestro mundo, y que existen pruebas Anunnaki esparcidas por todo nuestro mundo.

 

 

 


Referencias