Tiahuanaco - 2
- Los Anunnaki - La Conexión Perú II
-
8 Diciembre 2011
Detalle de la Puerta del Sol,
mostrando al supuesto
dios Wiracocha, quien podría haber sido un Anunnaki.
En la anterior entrega vimos que Tiahuanaco es uno de los mayores
enigmas en la historia del Perú y que podría haber existido una
relación entre sus habitantes y los Anunnaki.
Algunos investigadores señalan que sólo
conocemos un 5% de lo que fue su capital y nadie ha podido descifrar
su iconografía.
Tampoco conocemos la antigüedad exacta
de sus principales monumentos, que han sido datados desde el 1,000
a.C. hasta el 15,000 a.C. El caso se complica aún más cuando tomamos
en cuenta que fueron los habitantes de esta cultura, tan poco
conocida, quienes originaron la cultura Incaica.
Siguiendo con la historia alternativa que proponemos, el paso del
diluvio universal (alrededor del 11,000 a.C.), habría dejado al
descubierto inmensas cantidades de oro a lo largo de la cordillera
de los Andes.
Tiahuanaco, según Sitchin, no era
un yacimiento sino más bien la capital metalúrgica del continente
americano:
"En ninguna otra parte del lago hay
una meseta llana. En ninguna otra parte hay una laguna cerca que
conecte con el resto del lago, haciendo factible el transporte
por agua.
En ninguna otra parte alrededor del
lago hay un lugar como éste, con pasos montañosos en las tres
direcciones terrestres, y por el agua hacia el norte. Y en
ninguna otra parte estaban tan a mano los preciados metales, oro
y plata, cobre y estaño.
Tiahuanacu estaba allí porque era el
mejor lugar para ser lo que fue: la capital metalúrgica de
Sudamérica, del Nuevo Mundo."
Tiahuanaco era, entonces, una
instalación Anunnaki para el acopio y procesamiento de los metales
de América, y la explotación del oro de la región duró,
aproximadamente, desde el 6,000 a.C. hasta el 2,000 a.C.
Cuando Anu, el líder de los Anunnaki, (alrededor del año 4,000 a.C.)
visitó Tiahuanaco, la región aún tenía oro.
Pero, en poco más de 2,000 años, los
Anunnaki terminaron, prácticamente, con el precioso mineral de la
zona.
Mapa de la zona donde
se encuentran
los complejos de
Tiahuanaco y Puma Punku.
(Foto por Google Maps)
Arthur Posnansky ha probado que en Tiahuanaco primero se
explotó el oro y el estaño, y posteriormente el bronce y eso
concuerda con la teoría de Sitchin.
Una vez agotado el oro, Tiahuanaco se
convirtió en un centro de producción de estaño, el cual se
encontraba en los mismos lugares donde antes se había encontrado
oro.
Pero la historia no termina aquí, los habitantes de Tiahuanaco
volverían a tener un rol protagónico en la historia del Peru. Siglos
después, una nueva intervención Anunnaki, puso otra vez a los
Tiahuanaco en el camino del desarrollo, la prosperidad y el... oro.
Esta vez, nada menos que en tierras
cuzqueñas, desde donde crearían el imperio más grande del hemisferio
sur.
El cronista Garcilaso de la Vega (1539-1611 d.C.) nos cuenta la
leyenda de creación de los incas. Manco Cápac y Mama Ocllo por orden
de su padre el dios Sol, salieron de las entrañas del Lago Titicaca
(en Tiahuanaco) para buscar una tierra propicia donde fundar un
imperio.
El dios Sol les dio una vara de oro y
les dijo que donde esta vara se hundiera sería el lugar indicado
para formar su imperio y llevar la civilización a los habitantes de
esas tierras. Después de varios intentos a lo largo del camino, la
vara se hundió en el cerro Huanacaure, en el Cuzco. Allí se asentó
la pareja que daría origen al pueblo Inca.
Algunos elementos de este relato, como la "vara de oro" que indica
donde se debía fundar el imperio, han hecho que los historiadores no
le otorguen mayor peso histórico al mito recogido por Garcilaso de
la Vega.
Sin embargo, es justamente esa "vara de
oro" la que lleva a Sitchin a proponer otra de sus audaces teorías.
"¿Qué forma tenía y para qué servía
esta varita mágica? Uno de los más concienzudos estudios sobre
el tema es "Corona incaica", de Juan Larrea.
Analizando objetos, leyendas y
representaciones pictóricas de los soberanos incas, llegó a la
conclusión de que era un hacha, un objeto llamado Yuari, que,
cuando se le entregó a Manco Capac, se le dio el nombre de Tupa-Yuari,
Hacha Real. Pero, ¿era un arma o una herramienta?...
Así se puso en marcha la
civilización andina: dándole al hombre andino un hacha con la
cual extraer el oro de los dioses".
Manco Capác
según Guamán Poma de
Ayala.
Es decir, los Anunnaki se manifestaron de nuevo y ayudaron a sus
antiguos aliados de Tiahuanaco, en la búsqueda de tierras y metales.
Esta interesante aproximación de Sitchin
nos abre la puerta a otra interrogante: ¿existió una relación entre
los Anunnaki , que vivieron entre los sumerios, y la culturas del
altiplano?
Es curioso que la lengua de Tiahuanaco sea el Uro o Uru, y que la
capital de los sumerios, donde se establecieron los Anunnaki, se
llame Uruk.
El filólogo boliviano Emeterio Villamil de Rada (1804-1880),
encontró semejanzas notables entre la lengua aymara, hablada en la
región de Tiahuanaco, y la lengua sumeria.
Sitchin tambien:
"Nuestra hipótesis de que el Anaku
en el nombre del lugar proviene del término mesopotámico que
identificaba al estaño como metal concedido por los Anunnaki
evoca un vínculo directo entre Tiahuanacu y el lago Titicaca por
un lado y el Oriente Próximo de la antigüedad por otro… la
extensión de la presencia sumeria/uru en los Andes se puede
percibir en otros detalles, como el hecho de que 'uru'
signifique 'día' en todas las lenguas andinas, tanto en aymara
como en quechua, como en Mesopotamia.
Otros términos andinos, como uma/mayu,
que es agua, khun, que es rojo, kap, que es mano, enu/ienu, que
es ojo, makai, que es golpe, tienen un origen mesopotámico tan
evidente que Pablo Patrón (Nouvelles études sur les langues
americaines) concluyó que 'está claramente demostrado que las
lenguas quechua y aymara de los indígenas de Perú tuvieron un
origen sumerio-asirio'."
La similitud entre las canoas de juncos
del Lago Titicaca y las antiguas embarcaciones egipcias y sumerias
es otro indicio de la relación entre los sumerios y los habitantes
del Tiahuanaco.
Arriba, detalle de
las inscripciones en la parte interior de la Fuente Magna.
Abajo, vista lateral
de la vasija de piedra.
Otro indicio de la presencia sumeria en el altiplano boliviano es
la
controvertida "Fuente Magna".
Fue encontrada a unos 80 Km. de la
ciudad de La Paz, por unos campesinos, alrededor de 1958. Esta
vasija de piedra con motivos zoomorfos y antropomorfos, tiene una
serie de inscripciones que interpelan a los especialistas por su
significado y antigüedad.
El Dr. Alberto Mancini, la
descifró usando los mismos criterios utilizados para descifrar la
escritura sumeria. Según los especialistas que han estudiado la
vasija, esta fue probablemente hecha por sumerios que se asentaron
en Bolivia alrededor del año 2,500 a.C.
Los Divulgadores creemos que por todo lo visto en estos dos
artículos sobre Tiahuanaco: el origen de la cultura Inca, sus
dioses, su relación con los metales y sus logros tecnológicos, deben
ser vistos a la luz de teorías alternativas a las tradicionales.
En la siguiente entrega veremos cual fue la relación entre los
Anunnaki y los grandes trabajadores de oro del Perú antiguo: los
Chimúes.
Fuentes:
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