Naylamp
- Los Anunnaki - La Conexión Perú VI
-
13 Febrero 2012
Naylamp, el fundador de la cultura Lambayeque del Perú,
podría haber sido un
Anunnaki.
En la entrega anterior de esta serie sobre la conexión entre los
Anunnaki y las culturas del antiguo Perú vimos que Naylamp, el
personaje fundador de la cultura Lambayeque, pudo haber sido un
Anunnaki que llegó a las costas del Perú con un ejército de olmecas.
La fuente principal sobre la historia de Naylamp es el relato
recogido por el cronista Cabello de Balboa (1535-1608) durante la
conquista española. En este relato, se cuenta que Naylamp trajo
consigo una estatua de si mismo, tallada en una piedra verde. La
estatua fue llamada Llampayec que significa que quiere decir figura
y estatua de Naylamp.
Algunos historiadores sostienen que la estatua estaba hecha de
esmeralda o jade verde, Los Divulgadores propusimos en la entrega
anterior de esta serie que la estatua estaba hecha de malaquita. En
esta entrega seguiremos explorando esa posibilidad.
Si la estatua de Naylamp estaba hecha de malaquita, una posibilidad
sería que el Anunnaki Naylamp haya conseguido la malaquita en África
mientras la expedición Anunnaki pasaba por ese continente. Naylamp
habría llevado la malaquita en bruto a América central donde habría
ordenado a algún artesano olmeca o maya que hiciera un ídolo con su
figura.
También podría ser que un africano que
partió de África con los Anunnaki haya llevado consigo la piedra
hasta América Central, donde la cambió o se la regaló al Anunnaki
Naylamp.
Si el ídolo estaba hecho de malaquita, como sostenemos, esto
probaría la migración de la mano de obra africana a América central
junto con los Anunnaki.
El polvo rojo y el Anunnaki
El
mito de Naylamp cuenta también que
uno de sus acompañantes esparcía un polvo rojo por donde iba a pasar
su señor Naylamp. Según los nativos, este polvo era Spondylus molido
y lo llamaban Mullu. Aquí existe un detalle que merece ser
destacado.
En varios textiles de la cultura Paracas, que se desarrolló en la
costa sur del Perú entre el 800 a.C. y el 100 a.C., se han
encontrado personajes y divinidades portando collares de Spondylus,
y con el cuerpo pintado con formas de esta especie.
Más aún, según las investigaciones de la
historiadora María Rostoworoski, el Mullu era indispensable
para hacer llover. Los indígenas ofrecían el polvo de
Spondylus a los dioses para evitar
sequías. El Spondylus era, en la mayoría de las culturas del antiguo
Perú, el alimento de los dioses.
El hecho de que alguien lanzara polvo
rojo al paso de Naylamp nos indica que los nativos lo consideraban
un dios. El relato de Cabello de Balboa nos cuenta que quien lanzaba
el polvo rojo no era uno de los nativos de la costa norte del Perú,
sino alguien que llegó con Naylamp.
Es decir, la comitiva de Naylamp ya
conocía esta costumbre antes de llegar al Perú.
La costumbre de echar
polvo rojo de Spondylus al paso de Naylamp
es una práctica que
la comitiva olmeca de Naylamp
podría haber adoptado
en su paso por Colombia o Ecuador.
¿Cómo y dónde la podrían haber adoptado?
La costumbre de ofrecer polvo de Spondylus a los dioses se encuentra
en otras culturas de la costa del pacífico. Probablemente, Naylamp y
su séquito hicieron escala en las costa de Colombia y Ecuador antes
de llegar al Perú.
En algunos de estos lugares, un nativo
podría haber empezado a lanzar polvo de Spondylus espontáneamente al
paso de Naylamp, como una forma de reconocerlo como un dios. La
comitiva de Naylamp podría haber adoptado esta costumbre para
facilitar que los diferentes pueblos de la costa del pacifico
reconocieran a Naylamp como un dios.
Si Naylamp hubiera llegado a las costas de Colombia y Ecuador,
tendríamos que encontrar algún rastro de su visita en los relatos
recogidos por los españoles. Coincidentemente, existen crónicas de
la conquista que relatan historias similares a las de Naylamp en las
costas ecuatorianas.
Los "huacos retratos" de la cultura mochica son otra prueba de que
el Anunnaki Naylamp venía de América central con una comitiva de
olmecas. Si bien la cultura Mochica es posterior a la cultura
Lambayeque (la que fundó Naylamp), esta se desarrolló en la misma
región.
Si algunos de los olmecas que llegaron
con Naylamp se asentaron en esa zona de la costa del Perú, su
presencia tendría que estar registrada en las expresiones artísticas
de algunas culturas.
En la valiosa colección de "huacos
retratos" mochica expuesta en el Museo Rafael Larco Hoyle de Lima
encontramos varios rostros con evidentes rasgos africanos y
asiáticos. La conexión es evidente.
Otro elemento importante a considerar son las construcciones de
barro, especialmente las de la cultura Chimú, cuya semejanza con los
zigurats sumerios y otras construcciones babilónicas es remarcable.
Si bien el Anunnaki Naylamp llegó a las costas del Perú con un grupo
de olmecas, existe la posibilidad de que unos pocos sumerios
estuvieran en su comitiva.
El mismo Anunnaki Naylamp o alguno de
estos sumerios podría haberles transmitido herméticamente este tipo
de conocimientos arquitectónicos a los nativos, quienes lo habrían
pasado de generación en generación hasta llegar a los chimúes.
A la derecha podemos
ver una de las pirámides de Túcume de la cultura Chimú,
y a la izquierda el
ziggurat sumerio de Ur cuando recién
se empezaban los
trabajos de restauración.
La semejanza es
evidente.
Según el razonamiento desarrollado llegamos a la siguiente
conclusión: Naylamp fue uno de los últimos Anunnaki que llegó a
tierras peruanas.
La última expedición Anunnaki a América
Hagamos el recuento de las visitas o expediciones que los Anunnaki
hicieron a América.
Un primer grupo de Anunnaki habría llegado a Tiahuanaco, cuando el
lago Titicaca estaba conectado con el océano pacifico, en algún
momento entre el 15,000 a.C. y el 40,000 a.C.
Este grupo estuvo conformado por
Anunnakis, sumerios y algunos africanos. Luego de extraer el oro de
la región altiplánica, este primer grupo descendió hacia la región
de Sechín, en la sierra central del Perú, en busca de más minerales.
Un segundo grupo de Anunnaki habría llegado a las costa norte del
Perú para dirigirse hacia la región de Sechín, alrededor del 3,000
a.C. Este segundo grupo habría estado conformado por Anunnakis,
olmecas, africanos y algunos indoeuropeos.
En Sechín, se habría librado una
encarnizada batalla entre el primer grupo que bajaba de Tiahuanaco y
este segundo grupo que llegaba a Sechín desde la costa.
Este enfrentamiento que puede parecer una explicación antojadiza de
los orígenes de algunas culturas pre-colombinas, tiene referencias
explícitas en los relatos sumerios sobre los Anunnaki.
Según Zecharia Sitchin, los hijos del jefe Anunnaki Anu (Enki y
Enlil) se enemistaron a causa de la explotación del oro en el sur
del continente africano y esta enemistad habría continuado a América
latina con sus seguidores. Esto explicaría el enfrentamiento entre
olmecas y tiahuanacos ilustrado en las piedras talladas en el
memorial de Sechín.
Sobre este punto ya hemos expuesto nuestros argumentos en una
entrega anterior, sólo queremos recordar aquí que las
representaciones humanas encontradas en las piedras de Sechín
muestran personajes ataviados a la usanza olmeca y con rasgos
físicos no originarios de esta parte del mundo.
Naylamp representa la tercera oleada de Anunnakis que llegaron a las
tierras del antiguo Perú. Este grupo habría estado formado por un
grupo numeroso de olmecas, algunos africanos y unos pocos Anunnaki.
No descartamos la posibilidad que
Naylamp haya sido el único Anunnaki en esta tercera expedición.
A la izquierda
podemos apreciar el ziggurat de Ur totalmente restaurado,
y a la derecha
podemos ver una maqueta
de lo que habrían
sido las pirámides de Túcume originalmente.
Una vez más, la
similitud es evidente.
Tomemos en cuenta que
los ziggurats son
mucho más antiguos
que las pirámides de Túcume.
Cabe destacar un último detalle importante sobre el Anunnaki Naylamp.
Naylamp es uno de los pocos dioses del
antiguo Perú sobre el que existe un relato detallado de su
existencia, un relato que nos permite investigar quién podría haber
sido y de dónde podría haber llegado.
Basándonos en el relato del cronista español Cabello de Balboa y la
información presentada en esta entrega y la anterior, Los
Divulgadores sostenemos que Naylamp no era un Anunnaki cualquiera y
no venía en una expedición oficial. Para nosotros, Naylamp era un
Anunnaki que se rebeló contra el sistema y decidió crear su propio
imperio en las costas del antiguo Perú.
Esta historia será motivo de una entrega
especial dedicada al Anunnaki rebelde.
En la próxima y última entrega de esta serie analizaremos el
recorrido del "Dios de los báculos" quién, para nosotros, es el
Anunnaki que creó la cultura Tiahuanaco.
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