INTRODUCCIÓN
por Timothy Green Beckley
Hay un maestro llamado John W. Wagner que piensa que el Instituto
Smithsoniano está jugando a favoritos. Después de estudiar la
notable vida de Nikola Tesla, Wagner, junto con su clase de tercer
grado, comenzó una campaña para educar al mundo acerca del oscuro
genio de la electricidad de Yugoslavia.
Wagner, junto con su clase de tercer grade escribió muchas cartas a
gente importante pidiéndoles su apoyo. Un antiguo estudiante
convenció a su padre, un realizado escultor, de crear un busto de
Tesla para su clase.
Un requisito del Tercer Grado es aprender la escritura cursiva, así
es que su tarea de clase tenía ahora un propósito… escribir cartas
para recolectar dinero para su busto de Tesla. Desafortunadamente,
la mayoría de gente nunca había escuchado nada de Tesla. A aquellos
que sí habían escuchado parecían que querer escuchar.
De hecho, cuando el busto de Tesla fue acabado, Wagner y su clase de
impacientes estudiantes lo ofrecieron al Instituto Smithsoniano en
Washington, DC. El Dr. Berard S. Finn, (guardián de la división de
Electricidad y Físicas Modernas) lo rechazó, afirmando que no tenían
ningún uso para el busto.
Ellos no podían entender el porque el Instituto Smithsoniano no
podía tener uso para un busto de $6,000 de tan grande científico de
clase mundial estadounidense. Después de todo, Tesla no fue
descartado. Mucha de nuestra moderna tecnología le debe sus
comienzos a Tesla. En 1882 el hizo el descubrimiento que cambió al
mundo, atrapando la impresionante energía de Corriente Alterna (AC).
En 1888, Tesla obtuvo patentes estadounidenses cubriendo un sistema
entero de polifase AC que permanece sin cambiar en su principio hoy
en día. Tesla entonces, vendió todas sus patentes a George Westinghouse, una adquisición que hizo a la
Compañía Westinghouse el
gigante que es hoy en día.
Westinghouse y Tesla eran amigos consumados, pero después de que
murió Westinghouse en 1013, la compañía olvidó acerca de su mayor
benefactor y Tesla cayó víctima de tiempos duros. Tesla murió el 7
de enero de 1943, solo y olvidado en un cuarto de hotel en Nueva
York, pagado por un pobre estipendio suministrado por el gobierno
yugoslavo.
Hoy, las industrias prosperan y florecen, el mundo se levanta desde
el poder que su fértil mente creó, las radios suenan con noticias y
música, siendo posible su transmisión por su gran intelecto, todo
esto diciéndonos que el olvidado genio, Nikola Tesla, estaba aquí.
Tesla es precedido en grandeza solo por Michael Faraday, quien en
1831 medió al mundo científico con su descubrimiento que el
magnetismo puede producir electricidad, si va acompañado de
movimiento.
Faraday descubrió el principio, pero no cómo hacerlo para que le
diera la energía al mundo; solamente Tesla logró esta singular
hazaña. Tela es el único de solamente dos estadounidenses en tener
una unidad de medida eléctrica llamada en su honor. Nombres para
unidades de medición eléctrica son derivadas usando los nombres de
científicos que hicieron las mayores contribuciones en la ciencia
eléctrica, formando quizás el grupo más élite en el mundo.
A través de toda la historia de la ciencia eléctrica, solamente
quince hombres en todo el mundo han recibido este honor. Tesla es
uno de esos grandes hombres. Además, Tesla recibió quince grados
honorarios de famosas universidades en todo el mundo, incluyendo
Yale y Columbia en los Estados Unidos.
El también recibió catorce Premios al Mérito de otros grupos de
clases mundiales.
El Dr. David L. Goodstein, Vice Preboste y profesor de Físicas en el
Instituto californiano de Tecnología Física, llama a Tesla uno de
los “Santos de la ciencia” y lo iguala a Leonardo Da Vinci.
Tesla es el gran inventor de quien el mundo se ha completamente
olvidado. El es también el más grande inventor que los Smithsonianos
han barrido debajo de la alfombra. Los encargados Smithsonianos
esencialmente acreditan a Tomas Edison por nuestro sistema a nivel
mundial de electricidad. También acredita a Marconi por la invención
del radio.
Es un asalto deliberado a la historia real y necesita ser desafiado.
La Oficina de Patentes de los Estados Unidos y la Corte Suprema de
Justicia Estadounidense ven las cosas un poco diferentes sobre la
muy distorsionada historia que publican los Smithsonianos.
Tesla tiene más de cuarenta patentes estadounidenses (aproximadamente
en 1888), cubriendo nuestro sistema complete de Corriente Alterna
Polifacética (AC). Estas patentes son tan nuevas, originales e
ingeniosas que nadie jamás pudo desafiarlas en las cortes.
El sistema Edison de
Corriente Directa (DC) usado en su muy vendida
estación generadora en Pearl Street fue inventada por otros antes de
su tiempo; el meramente copió el trabajo de otros para promover su
empresa de negocios… y los Smithsonianos quieren que nosotros
creamos que fue el ‘Rey de la Electricidad’ estadounidense.
Simplemente no existe evidencia para apoyarlo en esta afirmación. La
Corte Suprema Estadounidense, en una decisión señalizada, fechada 21
de junio de 1943, Caso Nº 369, le dio vuelta a la patente básica de
Marconi para la invención de la radio, porque la patente de Tesla en
el circuito de cuatro tonos depredaba la patente de Marconi. Marconi
simplemente copió el trabajo de Tesla.
Los circuitos (de Tesla), de cuatro sintonías, o sea dos en el lado
de la recepción y otros dos en el lado de la transmisión, asegurado
por la patente estadounidense #645,576
y #649,621) fueron la base de
la decisión de la Corte Suprema estadounidense. (Caso #369 decidido
el 21 de junio de 1943) para volcar la patente básica de Marconi en
la invención de la radio.
Marconi meramente demostró la invención de Tesla, pero los golosos
medios de comunicación y la codiciosa industria que le siguió
perpetuaron el mito de que Marconi inventó la radio. ¿Quien cree
usted que tiene más credibilidad…las industrias que promueven sus
propios negocios o la Corte Suprema estadounidense?
El sistema de circuito dos sintonías de Marconi era el mismo que
aquel avanzado por Heinrich Hertz y ya no era un sistema viable de
radio como el avanzado por Mahlon Loomes en 1872… mucho antes de
Hertz o Tesla.
Si usted visita el Smithsoniano, a la par del busto de Edison usted
podrá ver el intento de Tesla que revolucionó al mundo – el dibujo
del dispositivo de campo magnético rotante, dándonos AC polifásica y
el motor de AC.
El número de patente estadounidense de Tesla está en su invento,
pero usted no encontrará ningún reconocimiento para Tesla. Cuando el
Dr. Bernard S. Finn fue preguntado porqué había colocado el busto de
Edison en exhibición a la par del invento de Tela, el dijo que el
escultor era un frenólogo (especialista en estudio de facultades
mentales y de carácter, partiendo de la conformación anatómica del
cerebro, basándose en la suposición de que las facultades mentales
del hombre se encuentran localizadas en zonas específicas del
cerebro) y quería examinar las protuberancias en la cabeza de
Edison; esto lo hizo auténtico.
Edison usó la Corriente Directa (DC), una tecnología inventada y
desarrollada por otros, antes de su tiempo, como un medio de
accionar su lámpara incandescente. Los grandes negocios y los medios
de comunicación han exagerado esta historia tanto que ahora todo el
mundo cree que Edison es el padre de nuestro sistema de energía
eléctrica.
El libro Smithsoniano de Invenciones es un libro extra-grande de
pasta dura, de caso 7/8 de pulgada de grueso. Muchos inventores y
sus invenciones son mostrados allí, así como su impacto en la
civilización es discutido – incluyendo a Edison, Marconi, Archie
Bunker y el Coronel Sanders. Tesla y sus descubrimientos causantes
de épica son omitidos.
El Dr. Bernard S. Finn es el Guardián y primer autor de esta
publicación smithsoniana. En su sección titulada: El Comienzo de la
Edad Eléctrica, el nombra cuarenta y tres contribuyentes a la
ciencia de la electricidad. El nombre del Sr. Edison es citado
muchas veces junto con sus fotografías, pero el nombre de Nikola
Tesla es omitido.
Igualmente indignante es la foto de la central eléctrica de la
estación eléctrica en las Cataratas de Niágara, con los generadores
AC de Tesla en la última página… y el comentario de Finn con la
conclusión:
“Cuando la central eléctrica de las Cataratas del Niágara comenzó a
operar en 1895, esto señalizó el acto final más importante en el
drama revolucionario que comenzó en el Parque Menlo en el otoño de
1879.”
Ya a estas alturas, el lector con el cerebro totalmente lavado es
conducido a creer que nuestro mundo eléctrico comenzó con el Sr.
Edison en el Parque Menlo, y luego, él terminó de electrificar
América en 1895, creando la estación eléctrica en las Cataratas del
Niágara. Sin embargo, fueron las patentes estadounidenses de Tesla
las que fueron usadas en la creación de esa planta eléctrica, y
Edison no tuvo ningún papel en el proyecto.
Edison realmente peleó amargamente la adopción de la corriente AC
emprendiendo su infame Guerra de las Corrientes, culminando en su
creación de la primera silla eléctrica en un intento de asustar a la
gente para que se alejaran del uso del sistema de corriente
eléctrica AC de Tesla.
A pesar de las tentativas de relegar a Tesla a las páginas traseras
de la historia, aquí ha habido una creciente ola de interés en el
hombre y sus grandes trabajos. Algunos de estos intereses provienen
de los comentarios de Tesla, hechos en sus años tardíos, referentes
a invenciones exóticas y cuentos fantásticos de Rayos de la Muerte y
comunicación con extraterrestres.
Es ahora sabido que varios gobiernos estaban extremadamente
interesados en las ideas de Tesla para armamentos y energía
ilimitado. Tanto así que después de su muerte, el ejército
estadounidense confiscó cajas llenas de investigaciones y
anotaciones de Tesla.
Mucho de este material nunca ha sido revelado al público. Lo que no
es tan ampliamente conocido es que Tesla a menudo sufría de
dificultades financieras, forzándolo a moverse de hotel en hotel al
incrementarse sus deudas. Muchas veces Tesla tuvo que mudarse,
dejando atrás cajas con sus pertenencias. Los hoteles se aferrarían
a las posesiones de Tesla por un tiempo, pero eventualmente habrían
de subastarlas para poder re-pagar las excepcionales cuentas de
Tesla.
Estos vendieron a menudo cajas conteniendo notas que contenían
bosquejos de nuevas invenciones o especulaciones sobre tecnología en
desarrollo. Cuánto de esto se perdió a través de los años, no se
sabrá jamás. No obstante, algún material escapó de los embragues de
la oscuridad y recientemente han resurgido después de haber estado
separados y guardados durante décadas.
Este nuevo libro examina alguna de esta ciencia perdida, así como
nuevos asombrosos detalles de la vida de Tesla, escritos por él
mismo en largas y olvidadas notas. Estos explosivos diarios, de ser
ciertos, podrían demostrar que Tesla fue, de hecho, el primer hombre
en recibir comunicaciones de formas de vida de fuera de este
planeta.
Estas comunicaciones asustaron tanto a Tesla que éste pasó los años
restantes de su vida dedicado secretamente a descubrir el verdadero
propósito de los supuestos extraterrestres – e ideando nuevas
tecnologías para habilitar a la humanidad a protegerse se una
posible esclavitud de una raza de criaturas que una vez llamaron a
la Tierra su hogar, y la humanidad su propiedad (creación).
Timothy Green Beckley
“Estamos girando a través de une espacio sin fin, con una velocidad
inconcebible, todo alrededor nuestro está girando, todo se está
moviendo, por todas partes hay energía. Deberá haber alguna manera
de servirnos de esta energía más directamente. Entonces, con la luz
obtenida del medio, con la energía derivada de él, con cada forma de
energía obtenida sin esfuerzo, del eternamente inagotable almacén,
la humanidad avanzará a pasos agigantados.
La mera contemplación de
estas magníficas posibilidades expande nuestras mentes, fortalece
nuestras esperanzas y llena nuestros corazones con supremo placer.”
Nikola Tesla
1891
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