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 por Mariló TA 17 Noviembre 2021 del Sitio Web Ancient-Origins 
 
 
 
 Representación artística digitalizada de la Tierra y la Luna. (Erickacr / CC BY-SA 4.0) 
 
			 
 No tenemos más que recordar los misteriosos relatos que giran en torno a la Cueva de los Tayos en Ecuador y sus galerías de túneles, o las historias sobre entradas a mundos subterráneos, supuestamente ubicadas en, 
 
			 
			 
 
			Esta curiosa teoría se ha relatado desde la 
			antigüedad y grandes científicos como Edmund Halley la han 
			defendido a lo largo de la historia. Interior de la Cueva de los Tayos en Ecuador. En la imagen se puede observar un corredor que mide unos 200 metros apreciándose, claramente paredes rectas así como cortes geométricos en las rocas. 
			(Wikimedia Commons) 
			 
 Symmes emprendió una cruzada nacional con el objetivo de recaudar los fondos necesarios para enviar una expedición al Polo Ártico. 
 Incluso hizo llegar su propuesta al Congreso de los Estados Unidos, con la intención de conseguir ayuda oficial para descubrir la entrada al mundo interior. 
 Murió antes de que el gobierno destinara 1.300.000 dólares a tal efecto y la expedición partiera en 1838, aunque sus fines no fueran tan altruistas. 
 En realidad las potencias mundiales estaban intentando conocer la importancia de las únicas tierras aún no conquistadas del planeta: 
 
			Al mando de Charles Wilkes, la expedición 
			- que duró 4 años-sirvió para descubrir la enorme extensión 
			geográfica del Ártico, sin hallar ninguna señal de pasaje al 
			interior de la tierra. 
			 La entrada a la Tierra Hueca según Symmes, tal y como la veríamos desde la luna con un telescopio. Ilustración del Harper’s New Monthly Magazine de Octubre de 1882 
			(Public Domain) 
			 
 
			Así, Edgar Allan Poe, Julio Verne, 
			y H.P. Lovecraft - entre muchos otro - rindieron homenaje 
			literario a la fascinante teoría de la Tierra Hueca de Symmes. 
 
			Por ejemplo, algunos de los dirigentes de la 
			Alemania nazi, tan amantes de los mitos ancestrales y del ocultismo, 
			mostraron un notable interés por este tipo de teorías. 
 
			 de la edición original de "Viaje al centro de La Tierra", obra del célebre Julio Verne. (Wikimedia Commons) 
			 
 
			 
 Después de una serie de observaciones del campo magnético terrestre, Halley llegó a la conclusión de que las anomalías observadas sólo podían explicarse si la Tierra estaba compuesta por dos esferas: 
 Posteriormente, el norteamericano Cyrus Read Teed, nacido en 1839, se convenció de que es imposible discernir matemáticamente si estamos dentro o fuera de una esfera, por tanto nosotros viviríamos en el interior de un Universo Hueco. 
 En el centro estaría el Sol, siendo los planetas y estrellas luminosos sólo porque reflejan la luz solar reflejada en la superficie de la Tierra cóncava. 
 
			Esta Tierra recibió el nombre de Koresh, 
			que es la traducción hebrea de su propio nombre Cyrus. Teed 
			llegó a fundar una iglesia, y sus adeptos continuaron activos y 
			defendiendo estas ideas hasta, por lo menos, 1982. 
 
			 Edmund Halley fue uno de los defensores más célebres de la Teoría de la Tierra Hueca. 
			(Wikimedia Commons) 
			 
 Uno de los datos más curiosos que esgrimían como argumento, aportado por algunos exploradores del Ártico, era que al parecer las temperaturas del aire y el agua se incrementaban a medida que se aproximaban al Polo Norte. 
 
			Basándose en estas y otras observaciones, 
			afirmaban que los mamuts no se habían extinguido, sino que seguían 
			habitando en el interior de la Tierra. Modelo de Mamut expuesto en el Museo Real de la Columbia Británica en Victoria, Canadá. 
			(FunkMonk CC BY-SA 
			2.0) 
			 
 Lo cierto es que en la Alemania nazi muchos grupos defendían esta teoría. 
 Es más: 
 
 
			
			 creían firmemente en la Teoría de la Tierra Hueca. 
			(Wikimedia 
			Commons) 
			 
 
			Esta simple frase con las palabras "más allá del 
			polo" son la base sobre la que muchos defensores de la teoría acusan 
			al gobierno norteamericano de encubrimiento, afirmando que Byrd 
			llegó a entrar en la "Tierra Interior." 
			 El continente ártico o Hyperborea tal y como aparece en le Atlas de Gerardus Mercator de 1595 
			(Public Domain) 
 
 
			 
 En contraposición a los ángeles del cielo, la tradición en general envió a los demonios bajo tierra. 
 
			Sin embargo, los budistas del Asia Central creían 
			en un reino maravilloso bajo nuestros pies al que bautizaron como 
			Agartha, donde los seres son más bellos y más sabios que 
			nosotros y cuyo Rey ostenta el poder de leer nuestra alma. 
 También hablan y escriben acerca de túneles que comunican desde el Tíbet con el mundo interior, afirmando que existen otros muchos diseminados por toda la Tierra, entre los que cabe citar los existentes bajo las grandes pirámides de Egipto y de Sudamérica. 
 
			De igual forma existirían también alrededor de la 
			gran Hoya Amazónica, comunicando las antiguas ciudades del 
			Imperio de "El Dorado" con el Imperio interior de la Tierra, al que 
			ellos denominan AGARTHA o AGARTHI. 
 
			
			 las pirámides de Centroamérica y Sudamérica (en la imagen, Tikal, en Guatemala) estarían asentadas sobre redes inmensas de túneles subterráneos, comunicando las antiguas ciudades del Imperio de "El Dorado" con el Imperio interior de la Tierra, al que ellos denominan AGARTHA o AGARTHI. 
			 (Wikimedia 
			Commons) 
			 
 
			Las tradiciones populares de Afganistán aseguran 
			que, tras la conquista musulmana, Balkh fue conocida como 
			Shams-i-Bala (la Vela Elevada), lo que parece una transformación 
			al persa del sánscrito Shambhala.  
 
			Pero esa ya es otra historia… Referencias 
 
 
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