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			5 - Historia y Sistema Solar - La Visión Galáctica 
			  
			La matriz Maya, el Tzolkin o Módulo Armónico, al llevar el código de 
			la armonía galáctica, informa a todos los sistemas con una 
			resonancia reguladora común, llamada el cuerpo de luz.  
			  
			Así como todo 
			organismo viviente posee un cuerpo de luz -que es la infraestructura 
			ADN -y aun cuando la especie completa tiene su cuerpo de luz 
			colectivo, así también el planeta, como organismo consciente, 
			también se caracteriza por su cuerpo de luz en despliegue.
 Al igual que el cuerpo de luz de los organismos individuales y 
			colectivos, el cuerpo de luz planetario es la estructura resonante 
			consciente articulada, que regula y permite el desarrollo completo 
			del destino evolutivo. Es importante recordar que el cuerpo de luz 
			planetario, incrustado en el programa de memoria del planeta, sólo 
			puede ser activado por un esfuerzo consciente y cooperativo.
 
			  
			Como ya 
			lo veremos, la clave para la articulación consciente del cuerpo de 
			luz planetario, está en la ciencia generalmente conocida como 
			geomancia -o acupuntura terrestre.
 Como banco de información radiante del programa planetario, el 
			código galáctico de 260 unidades puede visualizarse como imprimiendo 
			originalmente el éter electromagnético de la cubierta planetaria 
			exterior, o sea la parte superior de los dos cinturones de radiación 
			que circundan la Tierra. Digo originalmente, porque el núcleo 
			galáctico, Hunab Ku, como una poderosa estación de radio, está 
			produciendo interminablemente el código de luz radiante.
 
 El flujo de información entre un cuerpo planetario como la Tierra, y 
			el núcleo galáctico, es sostenido e intermediado por la actividad 
			solar conocida como las manchas solares binarias. Tanto el Sol como 
			el planeta operan con el mismo banco de información galáctica. 
			Siempre que un cuerpo estelar, tal como nuestro Sol, empieza su 
			curso evolutivo, este ya está marcado con el código galáctico de 260 
			unidades.
 
			  
			Una vez que un planeta como el nuestro alcanza un punto de 
			activación resonante, el flujo de información galáctica que es 
			intermediado por las manchas solares, imprime la cubierta 
			electromagnética exterior con las bases del programa de memoria 
			planetaria.
 Una vez que el programa de luz planetaria ha sido impreso y ha 
			empezado su funcionamiento, la información genética también será 
			impresa en el campo planetario.
 
			  
			En nuestro planeta, la impresión 
			genética es función del cinturón inferior de radiación, el cual 
			puede entonces visualizarse como impregnado por el programa de luz 
			perteneciente al cinturón superior de radiación. Los dos cinturones 
			de radiación son como un telar vibratorio, que teje resonancia en 
			vez de tela. La resonancia común de la impresión genética inferior, 
			y de la impresión galáctica superior, da origen al programa total de 
			memoria planetaria, llamado el Banco PSI.
 Al funcionar dentro de la membrana inter-activa de los cinturones de 
			radiación, el Banco PSI produce lo que 
			
			Rupert Sheldrake llama los 
			campos morfogenéticos - o sea los sub-campos resonantes saturados de 
			memoria - cuyo funcionamiento cuenta para la continuidad de las 
			diversas formas de vida orgánica.
 
 Lo que estamos descubriendo aquí, es la estructura inteligente del 
			planeta, considerada como un organismo viviente. Y al hacerlo, 
			estamos bordando en la 
			Hipótesis de Gaia, de James Lovelock, la 
			noción de que la Tierra es en verdad una entidad consciente y en 
			evolución. Por supuesto, virtualmente todos los pueblos 
			prehistóricos, es decir, los pueblos pre-tecnológicos son o eran 
			conscientes de este hecho. A través de gran parte de la historia, la 
			creencia de que la Tierra es sagrada, ha sido sostenida comúnmente 
			por los pueblos de todas partes.
 
 Mientras podemos decir que el carácter sagrado de la Tierra como 
			organismo viviente, ha sido una creencia sostenida comúnmente 
			durante largo tiempo, sería ya otra cuestión, si todos los pueblos 
			que sostienen esta creencia, compartieron su conocimiento 
			colectivamente, o tuvieron una visión tan completa de la Tierra como 
			la tenemos en la actualidad, gracias a nuestra complicada pero 
			unificante tecnología espacial.
 
			  
			Haciendo a un lado los argumentos 
			que afirman que una ciencia común fue compartida por los 
			constructores de Stonehenge, de la gran pirámide de Giza, y de las 
			pirámides de Teotihuacán, sostengamos, al menos que, por virtud de 
			una resonancia común hubo tal conocimiento “universal”.
 Dada esta perspectiva, presentemos la Armonía Maya en su forma como 
			el Gran Ciclo -o Rayo de Sincronización Galáctica. Retrocedamos unos 
			5.000 años y describamos una doble situación. De un lado está la 
			situación de la Tierra. Y por otra está la situación de los 
			navegantes galácticos llamados Mayas. Primero que todo, examinemos 
			la Tierra.
 
 Siguiendo a la última Edad del hielo hace más de 12.000 años, 
			comenzó para el planeta un nuevo ciclo de vida, una nueva era solar. 
			Aquí y allá encontramos remanentes de un ciclo anterior.
 
			  
			Este, 
			especialmente,
			parece será el caso de Suramérica. Estos puestos de avanzada de 
			ciclos anteriores quedan ocultos, discretos, al acecho, pero no 
			implicados en el nuevo ciclo. En un lapso de 6.000 años, los 
			experimentos agrícolas comienzan a dar resultados en los valles 
			ribereños de la India, el Medio Oriente, y el Norte de África.  
			  
			La 
			información galáctica infundida a través del Sol impregna los campos 
			mentales de los pueblos agrícolas. Recuerdos confusos de ciclos 
			anteriores, de otros tiempos, de otros planos de existencia se 
			mezclan con la veneración al Sol. Así, se cimienta una madurez de 
			pensamiento y sentimiento.  
			  
			Está a punto de empezar otro ciclo de 
			civilización. 
			
			 
			Al mismo tiempo, entre las posiciones estelares de los mayas, nada 
			de lo que está sucediendo en el planeta Tierra pasa desapercibido. 
			 
			  
			Ya se pasó la voz: otro planeta está preparado para la activación de 
			su cuerpo de luz. Mediante el esfuerzo colectivo de la grandiosa 
			comunidad de la inteligencia galáctica, el rayo de sincronización 
			galáctico es enfocado a través del Sol y su sistema planetario, y 
			con especial atención hacia la tercera órbita planetaria, que es la 
			de la Tierra.  
			  
			Justo en el momento conveniente, a través de una 
			fuerza mental colectiva desconocida en nuestro planeta, se activa el 
			rayo de 5.200 tun de diámetro; comienza el Gran Ciclo.
 Los eruditos dan rodeos respecto a la fecha exacta en que empezó el 
			Gran Ciclo Maya. Algunos dicen que el 13 de agosto, otros que el 11 
			de agosto, y aún otros, que el 6 de agosto del año 3113 A.C. 
			Indudablemente, la fecha 6 de agosto es interesante porque es la 
			fecha en que los chinos conmemoraban el punto medio entre el 
			solsticio de verano, y el equinoccio del otoño. También es la fecha 
			reconocida del bombardeo atómico a Hiroshima. En todo caso, hace 
			casi exactamente 5.100 años que el planeta entró en el Rayo de 
			Sincronización Galáctica.
 
			  
			Y sólo dentro de unos 26 años a partir de 
			este escrito, el planeta dejará el rayo.
 Pero,
 
				
			 
			En términos mayas, este sayo, o sea el 
			Gran Ciclo, tiene 5.200 tun de diámetro. En términos de Kin o días, 
			un tun consta de 360 kin o días cada uno, o sea de 5 días menos que 
			un año solar inexacto. Un año solar en la actualidad es de 365,2422 
			días. Así pues, un periodo de 5.200 tun iguala a 5.125 años solares 
			inexactos, o sea, 1.872.000 días.
 Como lo hemos recalcado, los mayas se ocuparon de la calibración y 
			equivalencia entre el calendario que anota el recorrido solar de la 
			Tierra, y la armonía galáctica real. El ciclo de 5.200 tun 
			representa un fractal para la clave de las 52 unidades, o sea el 
			Telar Maya, que sintetiza la armonía galáctica.
 
			  
			Como fractal, el 
			ciclo 5.200 tun puede descomponerse en 260 unidades de 20 tun cada 
			una, llamadas katunes, y en 13 unidades de 400 tun cada una, 
			llamadas baktunes. Mientras que el número armónico clave de un tun 
			es 360 kin, y el katún es
			7.200 kin, el baktún es 144.000 kin. Es muy importante recordar que 
			los números mayas son multidimensionales. Su transferencia en días o 
			en años, no significa que dejen de ser operativos para otros 
			factores
			o valores. El ciclo de la historia como un modelo de onda armónica 
			de 5.200 tun de diámetro, no es sino una tajada de un 
			
			holograma 
			galáctico multi-dimensional.
 Como hemos observado, cuando un esquema del Gran Ciclo es presentado 
			como un juego de trece baktunes, ordenado en veinte katunes cada 
			uno, dando origen así a la reja de 260 unidades, este es 
			indiferenciable de la reja que representa los 260 días del 
			Calendario Sagrado o Tzolkin. En otras palabras, El Tzolkin y el 
			gran ciclo son fractales el uno del otro.
 
			  
			Y, es que siendo ambos fractales de la 
			armonía galáctica de 260 unidades, ¿Cómo podría ser de otro modo?
 Así, esquemáticamente, en el Módulo Armónico Maya presentado como el 
			Gran Ciclo, las columnas verticales que parten desde el lado 
			izquierdo, representan la serie de los trece baktunes.
 
			  
			Contando 
			hacia abajo desde la parte superior izquierda, cada columna posee 
			veinte unidades informativas, y cada unidad representa un ciclo katún. Ya que la cuenta de las unidades informativas que van de 1 a 
			13, también procede en serie interrumpida desde la parte superior 
			izquierda hacia abajo, puede presentarse un vuelco de ciclos, en 
			este caso de los veinte ciclos de trece katunes, representado cada 
			uno de estos ciclos por la serie numérica de 1 a 13.  
			  
			Así pues, hay 
			trece baktunes de veinte unidades cada uno, y hay veinte subciclos 
			de trece katunes cada uno. Los mayas denominaron ciclos Ahau a este 
			tejido de veinte subciclos de trece katunes.
 Resumiendo entonces, tenemos que el Gran Ciclo consta de: 1.872.000 
			kin/días; 5.200tun de 360 kin/ías cada uno (ligeramente menos de 
			un año por tun); .260 katún de 7.200 kin/días (ligeramente menos de 
			veinte años por katún); veinte ciclos Ahau de 13 katunes o 93.600 
			días cada uno. (260 tun, o aproximadamente 256 años por ciclo Ahau); 
			trece baktún de 144.000 kin/días cada uno (400 tun, ligeramente 
			más de 394 años por baktún).
 
 La unidad clave para considerar es el ciclo baktún. Recordando que 
			el tun tiene 5 días menos que un año solar impreciso, entonces la 
			fórmula 400 tun = 20 katún = 1 baktún, ronda en algo más de 394 años 
			solares imprecisos. En otras palabras, en su subdivisión de trece 
			ciclos baktún, el Gran Ciclo o Rayo de Sincronización Galáctica 
			repite la serie numérica de la clave galáctica, del la¡ 13.
 
			  
			Con este 
			juego de trece baktunes representado por las trece columnas 
			verticales del Módulo Armónico Maya, podemos empezar a construir el 
			calendario del Gran Ciclo, incrustándolo en el período de tiempo 
			comprendido entre el año 3113 A.C. hasta el 2012 D.C..
 Primero que todo, pongamos en una lista la serie de los trece ciclos 
			baktún. Debe observarse que el primer ciclo es el baktún 0, el 
			segundo es el baktún 1, etc., significando con ello que un ciclo no 
			se cuenta hasta que su duración haya concluido una ronda.
 
			  
			Al 
			contemplar que cada uno de los ciclos baktún está representado en el 
			módulo, debe prestarse atención al hecho de que las unidades del 
			Telar Maya aparecen en cada ciclo. Estas unidades del Telar Maya, de 
			las cuales hay 52, representan períodos de una activación galáctica 
			más intensa.  
			  
			Los nombres dados a los 13 ciclos baktún, se refieren a 
			los sucesos y cualidades claves que distinguen a un determinado 
			ciclo. 
			  
				
					
					
					Baktún 0 (=13). Baktún dela Implantación Estelar. 
			3113-2718A.C.13.0.0.0.0
 Entrada de la Tierra en el Rayo de Sincronización Galáctica. 
			Implantación de las “transmisiones estelares” de la federación 
			galáctica, entre los pueblos, de una parte a otra del planeta. 
			Consolidación del alto y bajo Egipto,
			en el año 3100 A.C. Expansión de Sumeria en el año 3000 A.C. La 
			construcción de Stonehenge comenzó en el año 2800 A.C.
 
 
					
					Baktún 1. Baktún de la Pirámide. 2718-2324 A.C. 1.0.0.0.
 Construcción de la Gran Pirámide en Giza, Egipto, del año 2700 al 
			2600 A.C, marca el anclaje del cuerpo de luz planetario. Expansión 
			de la civilización Sumeria, Akkad y Ur, y desarrollo del bronce. 
			Comienzo de Harapa y de la civilización del valle del Indos. 
			Comienzo de la vida agrícola sedentaria en China, Mesoamérica, y los 
			Andes.
 
 
					
					Baktún 2. Baktún de la Rueda. 2324-1930 A.C. 2.0.0.0.0
 Pleno establecimiento de la rueda, iniciación de la tecnología del 
			transporte y del pensamiento cíclico, escritura de los códigos de la 
			ley, y desarrollo de la tecnología metalúrgica en Mesopotamia. 
			Sargón y el primer imperio babilónico. Comienza la construcción de 
			carros de guerra, y se inicia el imperialismo territorial de los 
			emperadores legendarios en China. Establecimiento de la civi 
			lización Minoica en Creta.
 
 
					
					Baktún 3. Baktún de la Montaña Sagrada. 1930-1536 A.C. 3.0.0.0.0
 Surgen los reinos Medio y Nuevo en Egipto; la re-ubicación del 
			centro en la Montaña Sagrada del Oeste, el Valle de los Reyes marca 
			la decisión de los egipcios de perpetuar la regencia dinástica; se 
			consolida el modelo del territorialismo defensivo como una norma de 
			la vida civilizada. Vienen las oleadas de invasores – los Hititas y 
			los Arios; son destruidas la civilizaciones minoicas y la del Valle 
			del Indos.
 
 
					
					Baktún 4. Baktún de la Casa de Shang. 1536-1141 A.C. 4.0.0.0.0
 Establecimiento de la dinastía Shang en China, enunciación de la 
			doctrina del Yin y el Yang, se presentan adelantos en la metalurgia 
			del bronce y en el modelo de la civilización China. Comienzos de la 
			civilización védica en la India. Aparición de la civilización Chavín 
			en los Andes, y Olmeca en Mesoamérica. Akhenatón en Egipto, y de 
			Abraham y Moisés en Israel; los Hititas se consolidan en 
			Mesopotamia.
 
 
					
					Baktún S. Baktún del Sello imperial. 1141-747 A.C.5.0.0.0.0
 Imperios Asirio y Babilónico. Se desarrollan el armamento metálico y 
			las máquinas de guerra. En el Mediterráneo surgen los griegos de 
			Micenas, saqueo de Troya. Dinastía Chou en China, aparición del I 
			Ching. Expansión de la cultura Olmeca en toda Mesoamérica. El 
			caballo es utilizado para la guerra; se conforma el modelo de 
			regencia imperial militarista, y se establece la sucesión dinástica 
			como norma para la vida civilizada en el planeta.
 
 
					
					Baktún 6. Baktún de las Enseñanzas Mentales. 747-353 A.C. 
			6.0.0.0.0
 Periodo de la primera oleada de mayas galácticos en Mesoamérica. El 
			Imperio Persa. Surge el pensamiento filosófico individualista, que 
			suplanta a las primitivas formas colectivas. En Grecia Pitágoras, 
			Sócrates, Platón, y Aristóteles; en la India: seis escuelas de 
			pensamiento védico, Mahavira y Buddha; en China Lao Tze, Confucio y 
			Chuang Tzu. Se realiza la construcción de Monte Albán en Méjico, 
			inicios de los sistemas del calendario Maya.
 
 
					
					Baktún 7. Baktún del Ungido. 353- A.C. - 41 de D.C. 7.0.0.0.0
 La civilización helenística; Alejandro el Grande; apogeo de Roma y 
			comienzo del Imperio Romano; los Celtas en Europa, tecnología 
			avanzada del hierro; consolidación de los estados guerreros de China 
			por CH'in Huang Ti, comienzos de la Dinastía Han, construcción de la 
			Gran Muralla China; difusión del budismo como religión cosmopolita, 
			desde la India hasta el Asia Central. Vida de Jesucristo, aparición 
			de las religiones gnósticas del Medio Oriente; difusión Olmeca y 
			comienzo de 
					Teotihuacán.
 
 
					
					Baktún 8. Baktún de los Señores del Rojo y el Negro. Año 41 al 
			435. D.C.
			8.0.0.0.0
 Termina la construcción de la pirámide de Teotihuacán, consolidación 
			del régimen cultural mesoamericano, los señores del Rojo y el Negro, 
			primeras enseñanzas de Quetzalcoatl; Moche, 
					
					Nazca, y
					
					Tiahuanaco en 
					los Andes; Isla de Pascua, aparición de los reinos del 
					África Occidental; expansión y caída del Imperio
			Romano, ascenso del cristianismo; caída de la Dinastía Han, difusión 
			del budismo en China y en el sureste asiático.
 
					
					  
					
					Baktún 9. Baktún de los Mayas. 435 - 830 D.C. 9.0.0.0.0
 Segunda visita de los mayas galácticos, Pacal Votan de Palenque, y 
			florecimiento del régimen cultural maya; Mahoma y aparición del 
			Islam; Europa Occidental Cristiana Romana y Europa Orienta¡ 
			Cristiana Bizantina Ortodoxa; Surge el hinduismo en la India; 
			expansión del budismo al Tibet, Corea, y Japón; en China gobierna la 
			dinastía Táng; se consolidan los reinos del suroeste asiático; 
			Indonesia (Borobadur y Java); época esplendorosa de Tiahuanaco en 
			los Andes; surge la civilización Polinesia en Oceanía; primer 
			florecimiento de la civilización de Nigeria.
 
 
					
					Baktún 10. Baktún de las Guerras Santas. 830 - 1224. D.C. 
			10.0.0.0.0
 Colapso de los Mayas Clásicos y de la civilización mejicana central, 
			Quetzalcóatl año 1 Caña surgen los toltecas; las civilizaciones de 
			Chan Chan y Chimu en los Andes; surge la I”fe en Nigeria; 
			florecimiento y difusión del Islam y su confrontación con la 
			civilización cristiana - Las cruzadas; apogeo de la civilización 
			tibetana; regencia de la dinastía Sung en China, invención de la 
			imprenta y la pólvora; regencia de la Dinastía Khmer en el sur-este 
			asiático. Surge en África orienta¡ la Gran Zimbabwe.
 
 
					
					Baktún 11. Baktún de la Semilla Oculta. 1224-1618 D.C. 
			11.0.0.0.0
 Expansión del Islam a la India, al Asia Central y Suroriental, y al 
			África Occidental; aislamiento del Tibet; surgen los turcos y 
			mongoles, conquista de China; aislamiento del Japón; florecimiento 
			de Zimbabwe en el África oriental, I”fe y Benin en África 
			Occidental; llega al pináculo la civilización cristiana en Europa 
			occidental, y surge la civilización Ortodoxa Rusa en Europa 
			oriental, reforma y división de la iglesia cristiana; expansión y 
			triunfo de la civilización europea en la conquista de los Imperios 
			Inca y Azteca; comienzo de la colonización europea, cae en 
			decadencia la concepción (visión) sagrada del universo (la semilla 
			oculta).
 
 
					
					Baktún 12. Baktún de la Transformación de la Materia. 1618-2012 
			D.C.
			12.0.0.0.0
 Inicio y triunfo del materialismo científico, Europa conquista el 
			mundo, la revolución industrial, las revoluciones democráticas en 
			América, Europa; expansión del colonialismo al África, América 
			Latina, y Asia; industrialización del Japón; Karl Marx y la 
			aparición del comunismo, estallan las revoluciones comunistas de 
			Rusia y China; primera y segunda Guerra Mundial; de la bomba atómica 
			y la era nuclear; surgen las potencias del Tercer Mundo, el Islam, 
			Méjico y la India; auge del terrorismo global y colapso de la 
			civilización tecnológica. Purificación de la Tierra, y era final de 
			la regeneración global; era de la informática, desarrollo de la 
			tecnología solar y de los cristales; sincronización galáctica.
 
			Lo que testificamos en este examen resumido del carácter y la 
			actividad principal de los trece ciclos baktún, es una aceleración y 
			expansión de la actividad como una gran ola, que alcanza su clímax 
			en el ciclo trece, Baktún 12, que es el Baktún de la transformación 
			de la materia.  
			  
			El nombre del Baktún final, como también el del 
			Baktún inicial, que es el Baktún de la implantación estelar, nos dan 
			las pistas. Lo que parece será un proceso de la historia -el Gran 
			Ciclo-es realmente un proceso planetario, una etapa en el 
			crecimiento consciente de la Tierra, la construcción del cuerpo 
			luminoso de la Tierra.
 En este esfuerzo totalmente planetario, los humanos son los 
			instrumentos atmosféricos sensitivos utilizados en un proceso, cuyo 
			objetivo es la transformación del “campo materia” del planeta. El 
			fin de esta transformación, es elevar todo el campo planetario a un 
			nivel de frecuencia resonante más alto y más armonioso.
 
			  
			De este modo 
			se construye el cuerpo de luz planetario, la envoltura etérica de la 
			Tierra conscientemente articulada. Esto es algo de lo que se quiere 
			decir con relación al Gran Ciclo como Rayo de Sincronización 
			galáctica de 5.125 años de diámetro.
 Con el objeto de comprender el significado de la historia, como la 
			construcción galácticamente sincronizada del cuerpo de luz 
			planetario, es necesario entender el papel de nuestro planeta en 
			relación con el mayor organismo - el sistema solar - del cual él es un 
			miembro participante. Tal y como lo entendemos, el sistema solar 
			consta de una estrella central que es el Sol, y su familia de al 
			menos diez planetas. Este sistema solar es un organismo que se 
			contiene a si mismo, y cuya envolvente sutil o campo mórfico es 
			llamado heliocosmos.
 
			  
			Cada 11.3+ años el heliocosmos pulsa hacia 
			afuera, y luego, durante otros 11.3+ pulsa hacia adentro. Estos 
			ciclos de inhalación y exhalación de 11.3 años, son definidos como 
			la heliopausa, cuyo movimiento total sucede en un período de 23 
			años. Mientras que dieciséis ciclos de 260 días son iguales a 11.3 
			años; veintitrés ciclos de 11.3 años suman aproximadamente 260 años.
 El registro de la inhalación y exhalación solares por la heliopausa, 
			corresponde precisamente a la actividad de los movimientos de las 
			manchas solares binarias.
 
			  
			En la actividad de las manchas solares, dos”manchas”, la una negativa y la otra positiva, pulsan hacia 
			adentro desde posiciones situadas a 30 grados al norte y al sur, del 
			Ecuador solar. Aproximadamente cada 11.3+ años, las dos “manchas” se 
			encuentran en el Ecuador, cambian de -polaridad, y otra vez empiezan 
			el proceso a los 30 grados norte y sur del Ecuador solar.  
			  
			Siguiendo
			la heliopausa, el movimiento total de las manchas solares sucede en 
			un período apenas inferior a los 23 años. En otras palabras, el 
			campo mórfico del Sol tiene un modelo respiratorio de unos 23 años 
			de duración.
 Evidentemente, las manchas solares, cuya actividad causa grandes 
			perturbaciones a las ondas de radio en la Tierra, y al campo 
			bio-electromagnético en general, están unidas al proceso de la 
			respiración solar. Si podemos ver al sistema solar como un organismo 
			colosal, cuyo cuerpo que es el heliocosmos, abarca las órbitas de 
			los planetas, ¿cuál es el papel de los planetas dentro del cuerpo 
			solar, y cómo afecta a los planetas el proceso de la respiración 
			solar?.
 
 En nuestra consideración de estos asuntos, también debemos tener en 
			cuenta otra variable importante. Si la Tierra es un organismo 
			viviente, que evoluciona conscientemente, ¿qué puede decirse 
			respecto al Sol alrededor del cual ella gira?. Una breve meditación 
			nos lleva a la posición inevitable, de que también - el Sol posee una 
			inteligencia - pero una que para nosotros es inmensa y virtualmente 
			incomprensible.
 
			  
			Sin embargo, nuestros antepasados de las antiguas 
			civilizaciones de Egipto y Méjico, Perú y Mesopotamia, tenían algún 
			conocimiento de esto, y en este conocimiento se basa su denominada 
			adoración al Sol. Además de esto, la actividad de la heliopausa y de 
			las manchas solares binarias, da alguna indicación sobre la 
			naturaleza del proceso energético de la inteligencia solar.  
			  
			Con base 
			en los conocimientos acumulados, tanto antiguos como actuales, 
			podemos dar la siguiente descripción del inteligente organismo 
			solar.
 Coordinado por una estrella central que continuamente supervisa la 
			información galáctica a través de la pulsación cíclica de sus 
			transmisores y receptores binarios, el cuerpo solar está articulado 
			como una serie de ondas sutiles que corresponden a las órbitas de 
			los diez planetas. Como Kepler lo intuyó, las órbitas planetarias 
			poseen una relación armónica.
 
			  
			De este modo, el cinturón de 
			Asteroides fue descubierto orbitando entre Marte y Júpiter. Urano 
			fue descubierto orbitando más allá de Saturno, y más tarde se 
			descubrió que Neptuno y Plutón estaban orbitando más allá de Urano. 
			Lo que es importante en esta descripción del campo solar, es el 
			modelo de onda armónica creada por las órbitas planetarias en su 
			movimiento alrededor del Sol.  
			  
			Entonces, ¿qué se puede decir respecto 
			a los planetas mismos?.
 Si el Sol es la inteligencia central coordinadora en el campo solar, 
			los planetas representan giróscopos armónicos, cuyo propósito es 
			mantener la frecuencia resonante representada por la órbita que 
			lleva el planeta. En realidad, esta es exactamente la descripción de 
			la Tierra, por ejemplo, girando sobre su eje.
 
 Aunque el heliocosmos, o sea el cuerpo solar en su totalidad, es un 
			sistema auto-regulador, es al mismo tiempo un subsistema dentro de 
			un campo galáctico más grande. Así pues, su inhalación consta de 
			fuerzas cósmicas, frecuencias galácticas supervisadas ya sea 
			directamente desde el núcleo galáctico, y/o desde otros sistemas 
			solares dotados de inteligencia. Su exhalación representa comentes 
			transmutadas de energía/información, que regresan al núcleo 
			galáctico, Hunab Ku.
 
			  
			Los planetas, que son giróscopos armónicos 
			orbitales, ayudan en la mediación del flujo de información 
			energética hacia y desde el núcleo galáctico. La inhalación 
			representa un flujo del movimiento solar; la exhalación representa 
			un flujo galáctico-lunar. Como lo veremos, hay una correspondencia 
			entre la inhalación y exhalación solares, los diez giróscopos 
			planetarios, y los veinte Signos Sagrados.
 En la totalidad del proceso evolutivo solar, que abarca nuestra 
			propia evolución planetaria, digamos que el objetivo es llegar a una 
			coordinación superior e inteligente de los diversos centros 
			planetarios con el núcleo solar central, y del núcleo solar central 
			con el núcleo galáctico. Los índices de que el cuerpo solar ha 
			obtenido nuevos niveles de integración consciente, están 
			representados por frecuencias cada vez más armónicas de las órbitas 
			planetarias en resonancia con la aumentada frecuencia armónica 
			propia del Sol.
 
 Supongamos que durante el proceso en el que una estrella obtiene tal 
			nivel de coordinación inteligente y consciente, este llega a un 
			estado en el que se solicita y se recibe cooperación de otros 
			sistemas estelares más avanzados. La cooperación de los otros 
			sistemas estelares sería en la forma de un rayo de sincronización 
			con frecuencia resonante, enfocado en los giróscopos armónicos 
			orbitantes, que son los planetas mismos.
 
 El enfoque de dicho rayo sincronizado de frecuencia armónica, 
			naturalmente estaría en concordancia con la armonía galáctica, y 
			representaría una fractal mínimo del flujo total de las estaciones 
			(períodos) galácticos. Como ya lo hemos visto, este armónico 
			galáctico es de 5.200 tun o 260 katún en diámetro, contiene y abarca 
			todas las proporciones matemáticas que rigen las propiedades 
			radiantes y genéticas de la vida universal.
 
			  
			Por razones que se 
			volverán más evidentes, a medida que esta visión de la inteligencia 
			solar y de la comunidad galáctica se desarrolla, el enfoque de este 
			rayo, que corresponde al tiempo terrestre comprendido entre el año 
			3113 A.C. hasta el 2012 D. C., ha sido de importancia particular 
			para la transformación de la inteligencia terrestre.  
			  
			Digamos 
			solamente por el momento, que durante este rayo sincronizado de 
			5.200 tun, los armónicos resonantes del tercer giroscopio orbital, 
			es decir, la Tierra, han sido el punto céntrico determinante en el 
			establecimiento de una etapa de coordinación inteligente, que 
			permita que el sistema solar ingrese plenamente en la comunidad de 
			la inteligencia galáctica.
 Dentro del contexto de los campos morfogenéticos, el Gran Ciclo de 
			5.200 tun puede ser considerado como un campo activado 
			galácticamente, y de una resonancia intencional que está dividida en 
			trece campos subcíclicos. Como un campo total de resonancia, el 
			propósito del gran ciclo es facilitar la exaltación de la Tierra
			- es decir, la creación y realización del cuerpo de luz planetario.
 
			  
			A 
			través de la instrumentación humana resultante de la transformación 
			de la materia, y de la creación simultánea de una coordinación de la 
			inteligencia que trascienda la especie, se logra una genuina 
			conciencia planetaria.  
			  
			Esta adquisición de la inteligencia 
			planetaria, representada por el signo MEN, es el prerrequisito para 
			el logro de la resonancia consciente con la inteligencia solar 
			central, representada por el signo AHAU. 
			
			 
			Para hacer que toda esta información sea más significativa y útil, 
			regresemos a los trece ciclos baktún como la onda armónica de la 
			historia.  
			  
			Consideremos estos trece ciclos como un paisaje de 
			resonancia mórfica, dividido en siete montañas y seis valles. Cada 
			uno un diferenciado campo de resonancia mórfica para sí mismo, estas 
			siete montañas y seis valles se constituyen como una simple y 
			siempre unida onda de formación, hacia un clímax que se presenta al 
			final del decimotercer ciclo.  
			  
			El objetivo de este “clímax de la 
			materia” que se presenta hacia el final del decimotercer ciclo, o 
			sea el Baktún de la Transformación de la Materia, es inducir un 
			aumento en la frecuencia armónica. Recordando que la Tierra es un 
			giroscopio armónico, esta elevada resonancia armónica, que es 
			afectada por una singular unificación de la conciencia humana, 
			ayudará más bien pronto que tarde, a impulsar el cuerpo solar dentro 
			de la comunidad de la inteligencia galáctica.
 En esta consideración de los trece ciclos baktún del rayo de 
			sincronización, como trece subcampos mórficos, nuestra atención se 
			dirige hacia el final y el comienzo de los ciclos.
 
			  
			Los puntos de 
			transición entre los subciclos son críticos para nuestro 
			entendimiento de los campos morfogenéticos. Porque mientras que el 
			campo conserva la memoria de una especie, es en el momento de la 
			transición cíclica cuando se introducen los cambios en la 
			programación. Obviamente, mientras más pequeño sea el ciclo, más 
			sutilmente cambia el programa; mientras más grande sea el ciclo, más 
			grande ha de ser el cambio en el programa.  
			  
			En el organismo humano 
			estos cambios se experimentan como relevos en la dominancia de 
			modelos arquetípicos particulares.
 Así pues, cada ciclo baktún posee una resonancia mórfica particular, 
			representada por un arquetipo particular
			o conjunto de símbolos arquetípicos. En este aspecto, los símbolos 
			pueden ser considerados como capacitadotes resonantes. Es decir, 
			cuando un símbolo es elaborado en forma debida, contiene la 
			capacidad de evocar una resonancia particular, no importa dónde o 
			cuándo.
 
			  
			De este modo, las resonancias arquetípicas particulares 
			puestas en movimiento durante un baktún, pueden será transportadas a 
			otro baktún, o a otros baktunes. Esta situación se hace más 
			compleja, dada la tendencia humana para distorsionar el significado 
			de acuerdo a los imperativos egoístas o territoriales.
 Al representar un campo diferenciado de resonancia mórfica, el 
			baktún da cuenta del cambio cíclico.
 
			  
			Una transición cíclica describe 
			el punto en el que finaliza un ciclo y empieza otro. Cada 394 años 
			hay una pausa o intervalo en el subcampo morfogenético llamado 
			baktún. Durante este intervalo o pausa cíclica, se descartan ciertos 
			métodos simbólicos o disposiciones cognoscitivas, y aparece la 
			impresión de un nuevo Banco Psi. Naturalmente, hay ciclos menores en 
			los que esto ocurre, particularmente en los ciclos katún 
			“generacionales” de 19 años.  
			  
			Pero la importancia de los ciclos baktún descansa en su inmensidad en relación con la duración de una 
			simple existencia humana.
 Así pues, mientras miramos detalladamente el mapa del paisaje 
			formado por el Rayo de Sincronización Galáctica, vemos que la serie 
			de trece campos morfogenéticos en su carácter arquetípico, se forman 
			en 5.125 años, y cada uno está subdividido en veinte subciclos 
			katún.
 
			  
			Aunque las transiciones entre los campos no siempre se 
			advierten por alguna cosa de grandiosa significación, sin embargo 
			podemos distinguir en cada uno de los subcampos un cambio de 
			carácter totalmente marcado. Como se indicó, estos cambios de 
			carácter generalmente son debidos a la anulación inconsciente de 
			ciertos rasgos simbólicos/cognoscitivos, y a la impresión de nueva 
			información cuyo compendio comprende la cualidad del nuevo subcampo 
			mórfico.  
			  
			Así pues, una transición entre ciclos marca una 
			transferencia de información e impresión que afecta y sella toda la 
			cualidad transportadora de la memoria, del nuevo campo morfogenético.
 El cambio cíclico es importante porque es el medio por el cual se 
			introduce la creatividad a un nivel de especie/planeta. Cualquier 
			cambio en un campo mórfico es precedido por una subducción 
			morfogenética anterior a la transición. Una subducción es una 
			repentina reducción de la energía, que precede a cualquier trastorno 
			o descarga posterior de energía nueva en el nuevo subcampo mórfico.
 
			  
			Esta ordinariamente es ocasionada por un suceso que presagia lo que 
			vendrá. Así la construcción de Stonehenge con todas sus proporciones 
			astronómicas y geodésicas, podría considerarse como el suceso 
			subductor que concluye el baktún inicial de la Implantación Estelar, 
			y presagia el siguiente baktún, que es el de la Pirámide.
 En cualquier caso, lo que ahora es genuinamente significativo para 
			nosotros, es la subducción precedente a la terminación del ciclo 
			total. Si los cambios entre los baktún pueden considerarse de gran 
			significación, entonces la subducción y el cambio ocasionados por la 
			terminación de todo el Gran Ciclo, deben ser de proporciones 
			inauditas.
 
			  
			Este cambio, que ya se ha iniciado, es señalado por un 
			cambio en la frecuencia resonante que pregonará la terminación del 
			Gran Ciclo, o Rayo de Sincronización Galáctica de 5.200 tun, y 
			pronosticará el brillo de la post-fase de nuestra realidad 
			galáctica/solar/planetaria en el año 2012 D.C.
 En esta descripción general de los trece subciclos del Gran Ciclo, o 
			Rayo de Sincronización Galáctica de
			5.200 tun, los modelos de la historia humana no solamente se 
			convierten en resonancias mórficas de un proceso evolutivo y 
			planetario total, sino que el planeta mismo juega su papel en la más 
			grande armonía morfogenética del sistema solar.
 
			  
			Aunque, desde cierta 
			perspectiva, el elemento humano no es sino el instrumento de los 
			propósitos galácticos, esta instrumentación es necesariamente 
			inteligente e intencionada.  
			  
			Y si en este estado de las calibraciones 
			armónicas del Gran Ciclo, estamos en el punto clímax, y en el 
			doloroso desprendimiento de mucho de lo que hemos desarrollado para 
			llegar adonde estamos; se hace al fin visible la inconsciente 
			construcción de nuestras labores:  
				
				El Cuerpo de Luz del Planeta 
			Tierra - el ropaje de Gaia, llevado como una vestidura radiante de 
			polo a polo magnético. 
			Habiendo hecho un bosquejo del paisaje mórfico general de los trece 
			baktunes del Gran Ciclo, ahora podemos regresar a una consideración 
			de los ciclos baktún.  
			  
			Para el ciclo baktún hay veinte katunes de 
			algo menos de veinte años cada uno. La importancia o significado de 
			los ciclos katún se deduce de los atributos del glifo asociado al 
			katún. Así pues, el primer ciclo katún siempre está asociado con el 
			glifo IMIX, y el último con el glifo AHAU. Entonces, la serie 
			completa de-los glifos, da un perfil simbólico del desarrollo 
			general del modelo morfogenético de cualquier baktún. El significado 
			de los ciclos katún es además modificado por el número acordado al 
			ciclo particular.
 El ciclo de veinte katunes que da la estructura general del modelo 
			orgánico del baktún puede será construido de la siguiente manera:
 
				
					
					
					IMIX: Katun 0. Grupo de Modelo Morfogenético.
					
					IK: Katun 1. El Modelo Morfogenético Recibe Inspiración.
					
					AKBAL: Katun 2. El Modelo Morfogenético Recibe la Consagración.
					
					KAN: Katun 3. El Modelo Morfogenético es Sembrado en los Modelos 
			de la Vida diaria.
					
					CHICCHAN: Katun 4. El Modelo Morfogenético se Convierte en un 
			Instinto Secundario.
					
					CIMI: Katun 5. El Modelo Morfogenético Proporciona la Base de la 
			Revelación.
					
					MANIK: Katun 6. El Modelo Morfogenético Proporciona la Base del 
			Nuevo Hacer.
					
					LAMAT: Katun 7. El Modelo Morfogenético es Percibido Como Ley 
			Cósmica.
					
					MULUC: Katun 8. El Modelo Morfogenético se Establece Como 
			Principio de Comunicación.
					
					OC: Katun 9. El Modelo Morfogenético 
					se Establece Como Principio Social. 
					
					CHUEN: Katun 10. El Modelo Morfogenético Emerge Como 
			Visión y Como Fuerza Artística Dominante.
					
					EB: Katun 11. El Modelo Morfogenético es Experimentado Como la 
			Naturaleza Humana Inevitable.
					
					BIEN: Katun 12. Plena Maduración del Modelo Morfogenético 
			Cíclico.
					
					EX: Katun 13. Comienzo de la Trascendencia del Modelo Existente.
					
					MEN: Katun 14. los Aspectos Superiores del Modelo Morfogenético 
			Permean el Campo Educativo Total del Ciclo.
					
					CIB: Katun 15. Comienza a Sentirse el Impulso Galáctico hacia un 
			Nuevo Ciclo.
					
					CABAN: Katún 16. El Modelo Morfogenético Alcanza el Clímax del 
			Poder.
					
					ETZNAB: Katun 17. El Modelo Morfogenético Presenta Aspectos 
			Auto-Imitativos y Auto-Destructivos.
					
					CAUAC: Katun 18. El Modelo Morfogenético Empieza la 
			Transformación.
					
					AHAU: Katun 19. El Modelo Morfogenético Completa la 
			Transformación. 
			Dada esta información de los trece baktunes y sus veinte ciclos 
			katún, puede construirse y contemplarse el armazón de 260 unidades 
			del ábaco de la historia.  
			  
			Además de los glifos simbólicos asignados 
			a cada uno de los ciclos katún, también está la cubierta de los 
			números armónicos -es decir, los veinte ciclos AHAU que muestran la 
			secuencia de los números del 1 al 13.  
			  
			Llamados por los mayas 
			post-clásicos los Ciclos AHAU, estos veinte ciclos, cada uno de 
			trece katún de duración, proporcionan una segunda capa de un modelo 
			de onda armónica de sincronización galáctica, cada uno de 256 años 
			de duración. Mientras que los largos ciclos baktún de 400 tun, 
			llevan la impresión morfogenética relativa a la interacción 
			recíproca de la conciencia humana y planetaria, los más cortos 
			ciclos Ahau, con una duración de 260 tun - número del código 
			galáctico representan una impresión galáctica superior.  
			  
			Esta 
			impresión galáctica es la que infunde el modelo total del Gran Ciclo/Rayo de Sincronización Galáctica con el momento galáctico. El 
			empuje hacia la terminación resonante transformadora del ciclo total 
			en el año 2012 D.C.
 De este modo, mientras que pueden verse los trece ciclos baktún como 
			una onda que recoge las siete montañas y los seis valles, se pueden 
			imaginar los veinte ciclos AHAU como la espiral del ADN planetario, 
			girando veinte veces en una dirección que corre paralela a los 
			ciclos Baktún, y actuando en forma recíproca con ellos, pero desde 
			una fuente que está por encima de la forma de onda del baktún.
 
			  
			Además de llevar su propia y diferente cualidad morfo-galáctica, los 
			ciclos AHAU también dan cuenta del transporte de la información 
			morfogenética desde un baktún hasta el siguiente. En nuestra 
			interpretación de estos 20 ciclos AHAU de trece katún cada uno, el 
			nombre del ciclo se deduce del glifo al cual se le asigna el número 
			1, al iniciar el ciclo.  
			  
			En adición a esto, se construye un tejido de 
			descripciones mítico-poéticas, que explica el simple y más amplio 
			movimiento del cuerpo de luz planetario, la mente de la Tierra, en 
			el transcurso del Gran Ciclo de 5.125 años. 
			
			 
				
					
						
							
							
							1. 1 IMIX: 3113 - 2857 A.C. La Semilla es Alimentada
							
							1 IX: 2857 - 2601 A.C. Protegida por los Magos
							
							1 MANIK: 2601 - 2344 A.C. Entregada a los constructores
							
							1 AHAU: 2344 - 2087 A.C. Ofrecida al Sol
							
							1 BEN: 2087 -1830 A.C. Custodiada por los Caminantes Celestes
							
							1 CIMI: 1830 - 1574 A.C. Escondida en la Muerte
							
							1 CAUAC: 1574 - 1318 A.C. Madurada por la Tormenta
							
							1 EB: 113118-11062A.C. La que Penetra en lo Humano
							
							1 CHICCHAN: 
							11062-806A.C. Comida por la Serpiente
							
							1 ETZNAB: 806-550A.C. Ritualizada por la Espada
							
							1 CHUEN: 550-294A.C. Dominada por el Engañador
							
							1 KAN: 294 - 38 A.C. Para ser Sembrada Nuevamente como Semilla
							
							1 CABAN: 38 A.C. 219 D.C. De la Fuerza de la Tierra
							
							1 OC: 219 - 465 D.C. Guiada por la Lealtad
							
							1 AKBAL: 465 - 731 D.C. A Través de la Casa de la Noche
							
							1 CIB: 731 - 987 D.C. Iluminada por la Fuerza Cósmica
							
							1 MULUC: 987 - 1243 D.C. Para Regresar por la Puerta Cósmica
							
							1 IK: 1243 - 1499 D.C. Como Espíritu Puro
							
							1 MEN: 1499 -1755 D.C. Para Recoger Toda la Mente de la Tierra
							
							1 LAMAT: 1755- 2012 D.C. Y Sellarla con la Estelar Armonía 
			El movimiento completo del ciclo comente de la historia y la 
			civilización, es visto aquí como un movimiento unificado, un 
			armónico de onda, cuyo fin mítico está en el brillo consciente de la 
			Tierra armonizada con la fuerza galáctica.
 Contemplando la superposición de los veinte ciclos de trece katunes 
			sobre los trece baktunes que comprenden los dos campos interactivos 
			del rayo de sincronización galáctica de 5.125 años de diámetro, sale 
			a la luz una riqueza de significados.
 
			  
			Como el cálculo simbólico de 
			la historia, como el juego de los abalorios, y como el ábaco del 
			tiempo, el Módulo Armónico Maya revela un modelo, o conjunto de 
			modelos que son tan matemáticamente exactos como poéticos. Este es 
			un modelo que con el humano está enlazado íntegramente no como el 
			supremo regente de un planeta, cuyo derecho es el de explotarla, 
			sino como un agente mítico moldeado tanto por fuerzas galácticas y 
			terrestres como por la red kármica que hemos tejido con nuestras 
			propias acciones colectivas.
 Tal y como lo veremos, hay otras asociaciones planetarias 
			-giróscopos armónicos -que al ser agregados a las superposiciones de 
			ciclos katún, números, asociaciones simbólicas, modelos de onda, y 
			hechos históricos, también afectan el significado de cada ciclo 
			katún. Pero por el momento, baste con estas asociaciones 
			preliminares.
 
			  
			El punto aquí consiste en que nos han dado una visión 
			del ciclo de la civilización, moldeada de acuerdo al código 
			galáctico; código que rige al cuerpo de luz. Este cuerpo de luz, la 
			infraestructura vibratoria impresa por el código galáctico de 260 
			unidades, actúa en todos los niveles, ya sea en el de un planeta, 
			una especie, o un organismo individual, en la evolución de un 
			planeta situado dentro de un mayor sistema estelar, es de gran 
			significación cuando este cuerpo de luz alcanza un nivel de 
			brillantez consciente.  
			  
			Por supuesto, este es el propósito 
			fundamental del rayo de sincronización galáctica de 5.125 años de 
			diámetro, que ahora ha pasado casi completamente a través de nuestro 
			planeta.
 Con esto en mente volvamos nuestra atención a la construcción del 
			cuerpo de luz planetario. La forma vital del cuerpo de luz 
			planetario, es la estructura creada por los periodos de 52 katunes 
			en correspondencia con el resonante Telar Maya de 52 unidades. Son 
			estos periodos de 52 katunes los que tienen particular importancia 
			en el proceso de sincronización galáctica.
 
			  
			Es durante estos ciclos 
			de 52 katunes que la fuerza galáctica, aunque perceptible apenas 
			para la conciencia cotidiana, se intensifica con cualidades que 
			concuerdan con el número y la naturaleza del símbolo asignado a ese 
			ciclo baktún en particular, es decir: 12 CABAN, 7 IMIX, etc.
 Al presentar ciclos de 52 katunes, somos conscientes del modelo de 
			simetría completo construido por el Telar Maya y por el Módulo 
			Armónico. No sólo encontramos que los números especulares se 
			reflejan en los ciclos, o sea, ciclo 1 y ciclo 13, ciclo 2 y ciclo 
			12, etc., sino que también hay una correspondencia inversa o 
			contrapunto operativo.
 
			  
			Esto quiere decir que la primera unidad katún 
			del cuerpo de luz, corresponde a la última; la segunda a la 
			penúltima, etc. Es como si un tejido invisible conectase los puntos 
			más distantes del ciclo, el uno teje hacia adelante desde el 
			comienzo, y el otro teje hacia atrás desde el final. Pero entonces, 
			esto es como debe ser, porque un ciclo o un círculo es totalmente 
			armónico, y cualquier punto dado tiene una correspondencia simétrica 
			en cualquier otra parte del ciclo/círculo, Lo que se genere en un 
			punto es completado en otro punto simétrico.  
			  
			Y es que ¿quién separa 
			la causa del efecto?. Donde empezamos es donde terminamos, y en vez 
			de que exista algo parecido a lo que imaginamos que es la evolución, 
			allí sólo hay esencia,-puede haber desviaciones de la esencia, y 
			regresos a la esencia, pero finalmente sólo hay esencia.
 Dada esta perspectiva, presentamos aquí el cuerpo de luz de 52 
			unidades de la historia, como un juego de 26
			correspondencias del Rayo de Sincronización Galáctica:
 
			 
			Por supuesto, el séptimo ciclo místico baktún 6, no está incluido en 
			ninguna de las unidades del cuerpo de luz.  
			  
			Como columna mística o 
			centro, el séptimo ciclo, que es el Baktún de las Enseñanzas de la 
			Mente, puede entenderse como resonancia pura que permite sostener en 
			su conjunto al modelo de simetría galáctica. 
			
			 
			Visto como un contrapunto, el cuerpo de luz de 52 unidades del 
			planeta Tierra, se construye o teje simultáneamente en dos 
			direcciones. Esto corresponde al principio Zuvuya - la salida y 
			regreso simultáneos desde y hacia la fuente que caracteriza todo el 
			fenómeno.  
			  
			El fruto está en la semilla.  
			  
			Aunque en este momento en el 
			tiempo no parece que haya mucho orden en las cosas, es sencillamente 
			porque estamos participando en las tinieblas que preceden al brillo 
			pleno y resplandeciente de la luz. El ciclo del decimotercer baktún, 
			igual que el primero, contiene una cadena de dieciocho ciclos katún 
			consecutivos, entre periodos de intensificación galáctica.  
			  
			Nuestro 
			ciclo, que es el ciclo del katún 259, es la terminación de un 
			periodo tan largo de oscuridad “galáctica”, como ninguno conocido 
			durante todo el gran ciclo. Es decir, que entre el año 1637 y 1992, 
			época del apogeo del materialismo, no hay activación galáctica en 
			las unidades del cuerpo de luz.
 No obstante, en efecto en la actualidad, a medida que nos 
			aproximamos al katún final del cuerpo de luz, 13 AHAU, del año 1992 
			al 2012 D.C., pronto será evidente que estamos uniendo la omega con 
			el alfa.
 
			  
			La semilla estelar sembrada en la época de Menes, y que 
			unificó al alto y bajo Egipto en el año 3 100 A.C., producirá el 
			fruto de la unificación de los hemisferios norte y sur del planeta 
			Tierra.  
			  
			Al dejar el rayo de sincronización galáctico en el año 2012, 
			el ciclo consumado será el ciclo empezado, y será como si nos 
			hubiéramos visto por primera vez, y al mismo tiempo no nos 
			reconoceremos ya como humanos.
 Con el objeto de lograr una mejor comprensión respecto al 
			significado del rayo, y sobre las superposiciones de los baktún, de 
			los ciclos AHAU, y del funcionamiento del cuerpo de luz, del planeta 
			empezaremos ahora un escrutinio más detallado del Ciclo 13, Baktún 
			12 del Gran Ciclo:
 
				
				el Baktún de la Transformación de la Materia. 
			
			 
			
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