| 
			 
			  
			
			 
			 
			 
			
			  
			
			19 Julio 2018 
			
			del Sitio Web
			
			Tendencias21 
			 
  
			
			 
			 
			
			  
			
			El fondo cósmico de microondas.  
			
			PLanck/ESA.
			 
  
			
			  
			
				
					
						
							
							
							Los cosmólogos ya pueden estar seguros de que su 
							descripción del Universo, con materia común, materia 
							oscura fría y energía oscura, y poblado por 
							estructuras surgidas durante una fase temprana de 
							expansión inflacionaria, es correcta en su mayor 
							parte.  
							  
							
							
							Es el legado de la Misión Planck de la ESA. 
						 
					 
				 
			 
			
			  
			
			  
			
			La Misión Planck 
			de la ESA  
			
			confirma la 
			validez  
			
			del primer plano 
			cósmico... 
  
			
			 
			 
			Sucedió el 21 de marzo de 2013.  
			
			  
			
			La prensa científica de 
			todo el mundo se había congregado en la sede parisina de
			
			la ESA o se había conectado online, 
			junto a una multitud de científicos, para presenciar el momento en 
			que la
			
			misión Planck de la ESA revelaría 
			su 'imagen' del cosmos, una imagen capturada no en luz visible, sino 
			en microondas. 
			 
			Mientras que la luz que nuestros ojos puede ver está compuesta por 
			pequeñas longitudes de onda, de menos de una milésima de milímetro, 
			la radiación que estaba detectando Planck abarcaba longitudes algo 
			mayores, de unas décimas de milímetro a varios milímetros, y sobre 
			todo, se había generado en los albores del Universo. 
			 
			Esta radiación se conoce colectivamente como
			
			fondo cósmico de microondas.  
			
			  
			
			Al medir sus minúsculas 
			diferencias a lo largo del firmamento, la imagen de Planck era capaz 
			de hablarnos sobre la edad, la expansión, la historia y el contenido 
			del Universo. Nada más y nada menos que un primer plano cósmico. 
			 
			Los astrónomos sabían lo que buscaban.  
			
			  
			
			Dos misiones de la NASA,
			
			COBE a principios de los noventa, y
			
			WMAP durante la década siguiente, 
			ya habían llevado a cabo una serie de estudios análogos del 
			firmamento que proporcionaron imágenes similares. Pero carecían de 
			la precisión y la nitidez de Planck.  
			 
			La nueva vista mostraría la impronta del Universo temprano con un 
			detalle sin precedentes. Y había mucho en juego.  
			
			  
			
			Si nuestro modelo del 
			Universo era correcto, Planck lo confirmaría con unos niveles de 
			precisión inauditos. Si el modelo estaba equivocado, Planck mandaría 
			a los científicos de vuelta a la mesa de dibujo.  
			
			  
			
				
					
						
						
						
						  
  
						
						La 
						imagen detallada del cielo del universo infantil creada 
						a partir de nueve años de datos WMAP.  
						
						La 
						imagen revela fluctuaciones de temperatura de 13.77 mil 
						millones de años (que se muestran como diferencias de 
						color) que corresponden a las semillas que crecieron 
						hasta convertirse en galaxias.  
						
						La 
						señal de nuestra galaxia se restó utilizando los datos 
						multifrecuencia.  
						
						Esta 
						imagen muestra un rango de temperatura de ± 200 micro 
						Kelvin.  
						
						
						Crédito: NASA / WMAP Science Team  
						
						WMAP 
						# 121238 Imagen Caption Imagen de 9 meses de WMAP 
						 
						
						de 
						radiación cósmica de fondo (2012) 
					 
				 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			Universo casi 
			perfecto 
			 
			Una vez revelada la imagen, los datos confirmaron el modelo.  
			
			  
			
			Respondía con tal 
			precisión a las expectativas que no cabía extraer otra conclusión:
			 
			
				
				Planck nos mostraba 
				un 'universo casi perfecto'... 
			 
			
			Pero ¿por qué 'casi'...? 
			Porque quedaban algunas anomalías, que se convertirían en el 
			objetivo de la investigación futura. 
			 
			Ahora, cinco años después, el Consorcio Planck acaba de 
			publicar los datos definitivos del legado de Planck.  
			
			  
			
			El mensaje de la misión 
			es el mismo, e incluso se ve reforzado. 
			
				
				"Se trata del legado 
				más importante de Planck", señala Jan Tauber, científico del 
				proyecto Planck de la ESA.  
				  
				
				"Hasta el momento, el 
				modelo cosmológico estándar ha superado todas las pruebas y 
				Planck ha efectuado las mediciones que lo demuestran". 
			 
			
			Todos los modelos de 
			cosmología se basan en la
			
			teoría general de la relatividad de
			Albert Einstein.  
			
			  
			
			Para reconciliar las 
			ecuaciones de la relatividad general con un amplio abanico de 
			observaciones, incluidas las de la radiación cósmica de fondo, el 
			modelo estándar incorpora la acción de dos componentes desconocidos: 
			
				
					- 
					
					En primer lugar, 
					un componente de materia atractivo, denominado
					
					materia oscura fría y que, 
					a diferencia la materia común, no interactúa con la luz.
					 
					  
					 
					- 
					
					En segundo lugar, 
					una forma repulsiva de energía, conocida como
					
					energía oscura, que 
					promueve la actual expansión acelerada del Universo. 
					  
				 
			 
			
			Se ha descubierto que son 
			componentes esenciales para explicar nuestro cosmos junto a la 
			materia común conocida.  
			
			  
			
			Pero por el momento no 
			sabemos qué son exactamente estos componentes exóticos.  
			 
			 
			 
			 
			Primeros datos 
			 
			Planck se lanzó en 2009 y recopiló datos hasta 2013.  
			
			  
			
			El primer lanzamiento de 
			datos, que mostraba el Universo casi perfecto, tuvo lugar en la 
			primavera de ese año. Se basaban únicamente en la temperatura de la 
			radiación cósmica de fondo y solo empleaba los dos primeros estudios 
			del firmamento de la misión. 
			 
			Los datos también presentaban pruebas adicionales de una fase muy 
			temprana de expansión acelerada, denominada inflación, en la primera 
			minúscula fracción de un segundo en la historia del Universo, 
			durante la cual surgió el germen de todas las estructuras cósmicas.
			 
			
			  
			
			Al proporcionar una 
			medida cuantitativa de la distribución relativa de estas 
			fluctuaciones primigenias, Planck ofreció la confirmación más clara 
			jamás obtenida del escenario inflacionario. 
			 
			Además de cartografiar la temperatura del fondo cósmico de 
			microondas a lo largo de firmamento con una precisión sin 
			precedentes, Planck también midió su polarización, que indica si la 
			luz vibra en una dirección preferente. 
			 
			La polarización de la radiación cósmica de fondo ofrece una 
			huella de la última interacción entre la radiación y las partículas 
			de materia del Universo temprano, y como tal contiene información 
			adicional y fundamental sobre la historia del cosmos. Además, 
			también contiene información sobre los primeros instantes del 
			Universo y nos proporciona claves para comprender su nacimiento. 
			 
			En 2015, un segundo lanzamiento de datos recogía todos los datos 
			recopilados durante la misión, que abarcaba ocho estudios del 
			firmamento.  
			
			  
			
			Incluía la temperatura y 
			la polarización, pero venía con una advertencia: 
			
				
				"Sabíamos que la 
				calidad de algunos de los datos de polarización no era 
				suficiente para utilizarse en cosmología", reconoce Jan. 
				 
			 
			
			Y añade que, por 
			supuesto, eso no les impidió seguir adelante, aunque ciertas 
			conclusiones extraídas en ese momento precisarían de confirmación y, 
			por lo tanto, deberían tratarse con cautela. 
			 
			Y ese es el gran cambio que aporta este lanzamiento de datos de 
			2018. El Consorcio Planck los ha procesado de nuevo. La mayoría de 
			señales tempranas que exigían precaución han desaparecido.  
			
			  
			
			Los científicos ahora 
			están seguros de que tanto la temperatura como la polarización se 
			han determinado de forma precisa. 
  
			
			  
			
			  
			
			 
			Modelo 
			cosmológico basado en la temperatura 
			
				
				"Estamos convencidos 
				de que podemos obtener un modelo cosmológico basado únicamente 
				en la temperatura, únicamente en la polarización o basado en 
				ambas magnitudes. Y todos coinciden", explica Reno Mandolesi, 
				principal investigador del instrumento
				
				LFI (Low Frequency Instrument) 
				de Planck en la Universidad de Ferrara (Italia). 
  
				
				 
				"Desde 2015, otros experimentos han ido recopilando más datos 
				astrofísicos y se han llevado a cabo nuevos análisis 
				cosmológicos, combinando observaciones de la radiación cósmica 
				de fondo a pequeñas escalas con observaciones de galaxias, 
				cúmulos galácticos y supernovas, que en la mayoría de casos han 
				mejorado la coherencia con los datos de Planck y el modelo 
				cosmológico que respalda", añade Jean-Loup Puget, principal 
				investigador del instrumento
				
				HFI de Planck en el Instituto 
				de Astrofísica Espacial de Orsay (Francia). 
			 
			
			Se trata de toda una 
			proeza e implica que los cosmólogos pueden estar seguros de que su 
			descripción del Universo, con, 
			
				
					- 
					
					materia común 
					 
					- 
					
					materia oscura 
					fría   
					- 
					
					energía oscura, 
					 
				 
			 
			
			...y poblado por 
			estructuras surgidas durante una fase temprana de expansión 
			inflacionaria, es correcto en su mayor parte. 
			 
			Aún quedan por explicar algunas anomalías, o tensiones, como 
			las llaman los cosmólogos.  
			
			  
			
			Con su Universo casi 
			perfecto, la misión ha confirmado a los investigadores sus 
			modelos, salvo por un par de detalles que habrá que resolver.  
			
			  
			
			En otras palabras:  
			
				
				lo mejor de dos 
				mundos.  
			 
			
			  
			
			
			 
			
			  |