por Eduardo Martínez de la Fe
29 Marzo
2021
del Sitio Web
Tendencias21
Las ondas de radio de baja frecuencia (rojo, naranja, amarillo,
blanco)
delinean
una enorme "medusa", de 1,2 millones de años luz de diámetro,
en el cúmulo de galaxias Abell 2877, cuyo centro emite rayos X
(magenta).
Crédito: Torrance Hodgson, Icrar / Universidad Curtin
Los astrónomos han
descubierto una colosal e insólita medusa cósmica, situada a 340
millones de años luz de la Tierra: emite unas extrañas señales de
radio que solo pueden detectar radiotelescopios de baja frecuencia.
Astrónomos del Centro Internacional de Investigación en
Radioastronomía (ICRAR) en Perth (Australia) han detectado unas
extrañas emisiones de radio a 340 millones de años luz de la Tierra
que toman la forma de una gigantesca medusa cósmica, con cabeza y
tentáculos incluidos.
La aparente medusa mide de ancho 1,2 millones de años luz (un año
luz equivale a unos 9,5 billones de kilómetros) y se encuentra en un
cúmulo de galaxias denominado
Abell 2877, situado en la constelación
de Fénix, en la que habitan 71 estrellas.
Lo más sorprendente de este hallazgo es que la medusa cósmica solo
emite en las frecuencias de radio más bajas y que es indetectable a
frecuencias más altas, por lo que solo se puede ver con
radiotelescopios de baja frecuencia.
El sorprendente diseño de este espectro de ondas de radio, y el
hecho de que esté en la constelación de Fénix, prácticamente
invisible desde el hemisferio norte terrestre, impide que la mayoría
de los radiotelescopios puedan observarla.
Los astrónomos han llamado a este fenómeno cósmico
USS Jellyfish
(medusa), refiriéndose las siglas USS (ultra-steep spectrum) a un protocolo universal de
interfaz en serie, debido a su espectro de frecuencias.
Emisiones de
plasma
La hipótesis de los astrónomos es que esta medusa cósmica se formó
como consecuencia de las emisiones de plasma realizadas por un grupo
de agujeros negros supermasivos hace unos dos mil millones de años.
Ese plasma se desvaneció y permaneció oculto e inactivo hasta que,
recientemente, volvió a encenderse y a iluminar la enorme medusa, lo
que ha permitido a los astrónomos contemplarla por primera vez.
Otra novedad es que USS Jellyfish no tiene parecido alguno con otras
galaxias con forma de medusa descubiertas con anterioridad.
En las últimas décadas, se han descubiertos diversas galaxias
espirales con una silueta parecida a la de las medusas: surcan el
cielo tal como lo hacen estos animales marinos, dotadas de largos
tentáculos compuestos de gas y estrellas jóvenes.
Una investigación (Jellyfish
- The Origin and Distribution of extreme Ram-pressure stripping
events in Massive Galaxy Clusters) publicada en 2016
estableció que,
las galaxias medusa se formarían en colisiones de
cúmulos de galaxias, pero USS Jellyfish presenta notables
diferencias que la hacen única...
Mientras que las galaxias medusa conocidas hasta ahora atraviesan el
gas caliente de un cúmulo que es el que crea sus tentáculos, USS
Jellyfish no solo es mucho más grande, sino que aparentemente se
formó por la interacción entre el gas intergaláctico y los
electrones.
En este video, puedes ver y oír cómo las ondas de radio forman la
enorme medusa cósmica.
Discos de gas
caliente
El proceso, según las simulaciones realizadas en esta investigación,
se inició cuando el grupo de
agujeros negros supermasivos del que
procede SAA Jellyfish formó discos de gas caliente a su alrededor,
arrojando grandes chorros de material al cúmulo de galaxias que
habitaban.
Esos grandes chorros contenían electrones que giraban alrededor de
los campos magnéticos a una velocidad próxima a la de la luz, por lo
que emitían ondas de radio.
Esos electrones, al principio vigorosos, fueron perdiendo energía y
se desvanecieron, hasta que una suave onda de gas caliente se
extendió por todo el cúmulo y reactivó los electrones y sus
emisiones en las frecuencias más bajas.
Según explican los astrónomos en
un comunicado, esta medusa de radio
tiene una especie de récord mundial.
"No se ha observado
que ninguna otra emisión extragaláctica como esta que
desaparezca tan rápidamente", señalan.
“Es una fuente invisible para la mayoría de los radiotelescopios
que hemos estado usando durante los últimos 40 años”, dice
Melanie Johnston-Hollitt, astrofísica de la Universidad Curtin
en Perth, Australia.
Dos galaxias
implicadas
Torrance Hodgson, otro de los autores de esta investigación,
descubrió a USS Jellyfish mientras analizaba datos del Murchison
Widefield Array (MWA), un complejo de radiotelescopios situado en
Australia que detecta ondas de radio de baja frecuencia.
Estas ondas de radio tienen más de un metro de largo y corresponden
a fotones (partículas de luz), con las energías más bajas.
Sorprendentemente, el USS Jellyfish es aproximadamente 30 veces más
brillante a 87,5 megahercios, una frecuencia similar a la de una
estación de radio FM, que a 185,5 MHz.
Los astrónomos consideran que dos galaxias del cúmulo Abell 2877,
que contienen sendos agujeros negros supermasivos en su centro,
están fuertemente implicadas en el nacimiento de USS Jellyfish, ya
que su radiación coincide con la registrada en la medusa cósmica.
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