por Pablo Javier Piacente
25 Mayo
2021
del
Sitio Web
Tendencias21
Esta
imagen muestra la galaxia UGC 10738,
similar
a la Vía Láctea.
Crédito
de la imagen:
Centro
de datos astronómicos de Estrasburgo
SIMBAD
/ PanSTARRS.
Una nueva investigación concluye que
la Vía Láctea no es producto de una
violenta e inusual mezcla o colisión con una galaxia más pequeña,
como se piensa hasta hoy.
Sería parte de un proceso
convencional y de una evolución gradual que ha sucedido
anteriormente en otras partes del cosmos.
Astrónomos de la Universidad de Sydney y del Centro ASTRO
3D de Australia sostienen que la Vía Láctea evolucionó
gradualmente, en lugar de ser el resultado de una violenta mezcla
con otra galaxia de menores dimensiones.
El descubrimiento pone en duda las nociones establecidas sobre el
origen de nuestra galaxia, indicando que no se trató de un hecho
inusual o extraño como se cree hasta hoy, sino por el contrario de
un proceso típico que habría sucedido en otras partes del universo.
Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de analizar a la
galaxia UGC 10738, que al igual que la Vía Láctea, posee un disco
grueso que consiste principalmente en estrellas antiguas y un disco
delgado con estrellas más jóvenes.
Según
una nota de prensa, la
investigación podría arrojar luz sobre cómo se formaron las galaxias
espirales a lo largo de más de 13 mil millones de años.
¿Violentas
colisiones?
De acuerdo a las teorías establecidas, desde el momento en el cual
comenzaron a formarse las primeras estrellas, hace aproximadamente
13.6 mil millones de años, la Vía Láctea se ha desarrollado y ha
crecido a través de fusiones con otras galaxias, principalmente al
principio de su historia.
Este esquema es el que se mantiene vigente en torno a la forma en
que se desarrollan todas las galaxias espirales gigantes en el
universo.
En ese período inicial, los científicos concuerdan hasta hoy en que
un violento choque con otra galaxia más pequeña generó el escenario
a través del cual la Vía Láctea pudo evolucionar.
En concreto, se sostiene que nuestro hogar cósmico
se integró con la galaxia satélite
Gaia-Enceladus hace 10 mil millones de años, en una
enorme e inusual colisión que sería la más significativa para su
crecimiento.
Una nueva
historia
Por el contrario, las observaciones y comparaciones realizadas en el
marco del nuevo estudio indican que el disco delgado y
el disco grueso de la Vía Láctea no se produjeron debido a una
mezcla gigantesca y violenta con otra galaxia, sino a una especie de
diseño "predeterminado" de formación y evolución de galaxias
que se habría repetido en diferentes ocasiones.
El estudio australiano (Identification
of an [α/Fe] - Enhanced Thick Disk Component in an Edge-on Milky Way
Analog) fue publicado recientemente en la revista The
Astrophysical Journal Letters.
Según los resultados de la investigación, que encontró una
estructura similar a la Vía Láctea en la galaxia
UGC 10738, la conformación y las
propiedades particulares de nuestra galaxia podrían describirse como
las "normales" en el escenario cósmico:
la estructura con un
disco grueso y un disco delgado no sería extraña o demasiado
particular ni habría sido el producto de una extraordinaria
fusión.
Los astrónomos
descubrieron en UGC 10738 los discos que caracterizan a la Vía
Láctea:
uno grueso conformado
por estrellas antiguas y otro delgado que acumula a las
estrellas de reciente formación...
Aunque este diseño ya
había sido observado en otras galaxias espirales, era imposible
hasta el momento determinar si albergaban el mismo tipo de
distribución de estrellas y cuáles eran sus orígenes.
Ahora, el nuevo estudio comprueba que estas estructuras
características de la Vía Láctea se repiten casi de forma idéntica
en otras galaxias.
No somos tan
especiales
En consecuencia, los científicos concluyen que la Vía Láctea sería
una galaxia espiral más típica y tradicional de lo pensado hasta
hoy, ya que aún se cree que se trata de una estructura especial y
anómala.
Su crecimiento habría
sido parte de un proceso "natural" y no de un accidente galáctico.
A pesar de esto, el impacto de las fusiones entre las galaxias es
imposible de negar:
incluso se sostiene
que la
Vía Láctea colisionará en el futuro con la
galaxia Andrómeda para terminar conformando una nueva
estructura de mayores dimensiones.
***
Información Adicional
Una Sección
Transversal detallada de otra Galaxia revela...
Sorprendentes Similitudes con
nuestro Hogar
por
Ingrid McCarthy
25
Mayo 2021
del
Sitio Web
Astro3D
recuperado a través del Sitio Web
WayBackMachine
traducción de
Biblioteca Pleyades
Versión original en ingles
La
galaxia UGC 10738,
vista
de canto a través del Very Large Telescope
del
Observatorio Europeo Austral en Chile,
revela distintos discos gruesos y delgados.
Crédito: Jesse van de Sande / Observatorio Europeo Austral
La primera sección transversal detallada de una galaxia muy
similar a la Vía Láctea, publicada hoy, revela que nuestra
galaxia evolucionó gradualmente, en lugar de ser el resultado de
una violenta mezcla.
El hallazgo pone en
duda la historia del origen de nuestro hogar.
La galaxia, denominada UGC 10738, resulta tener discos distintos
"gruesos" y "delgados" similares a los de la Vía Láctea.
Esto sugiere,
contrariamente a las teorías anteriores, que tales estructuras
no son el resultado de una colisión rara hace mucho
tiempo con una galaxia más pequeña.
Parecen ser el
producto de un cambio más pacífico.
Y eso es un cambio de juego.
Significa que
nuestro hogar de galaxias espirales no es el producto de un
extraño accidente.
En cambio, es
típico.
El hallazgo fue
realizado por un equipo dirigido por Nicholas Scott y
Jesse van de Sande, del Centro de Excelencia ARC
de Australia para toda la Astrofísica celeste en 3
Dimensiones (ASTRO
3D) y la Universidad de Sydney.
"Nuestras
observaciones indican que los discos delgados y gruesos de
la Vía Láctea no se produjeron debido a una mezcla
gigantesca, sino a una especie de camino 'predeterminado' de
formación y evolución de galaxias", dijo el Dr. Scott.
"A partir de estos resultados, creemos que las galaxias con
las estructuras y propiedades particulares de la Vía Láctea
podrían describirse como las 'normales'."
Esta conclusión,
publicada en The Astrophysical Journal Letters (Identification
of an [α/Fe] - Enhanced Thick Disk Component in an Edge-on Milky
Way Analog), tiene dos profundas implicaciones.
"Se pensaba que
los discos delgados y gruesos de la Vía Láctea se formaron
después de una fusión violenta rara, por lo que
probablemente no se encontrarían en otras galaxias
espirales", dijo el Dr. Scott.
"Nuestra investigación muestra que eso probablemente sea
errado, y que evolucionó 'naturalmente' sin intervenciones
catastróficas.
Esto significa
que las galaxias del tipo de la Vía Láctea son probablemente
muy comunes."
"También significa que podemos utilizar observaciones muy
detalladas de la Vía Láctea como herramientas para analizar
mejor galaxias mucho más distantes que, por razones obvias,
tampoco podemos ver".
La investigación
muestra que UGC 10738, al igual que la Vía Láctea, tiene un
disco grueso que consiste principalmente en estrellas antiguas,
identificadas por su baja proporción de hierro a hidrógeno y
helio.
Sus estrellas del
disco delgado son más recientes y contienen más metal.
(El Sol es una estrella del disco delgado y comprende
aproximadamente un 1,5% de elementos más pesados que el helio.
Las estrellas del disco grueso tienen de tres a 10 veces menos).
Aunque estos discos se han observado anteriormente en otras
galaxias, era imposible saber si albergaban el mismo tipo de
distribución de estrellas y, por lo tanto, orígenes similares.
Scott, van de Sande y sus colegas resolvieron este problema
utilizando el Very Large Telescope (VLT)
del Observatorio Europeo Austral en Chile para observar la UGC
10738, situada a 320 millones de años luz de distancia.
La galaxia tiene un ángulo de "borde", por lo que mirarla
ofrecía efectivamente una sección transversal de su estructura.
"Usando un
instrumento llamado explorador espectroscópico de
unidades múltiples, o
MUSE, pudimos evaluar las
proporciones de metal de las estrellas en sus discos gruesos
y delgados", explicó el Dr. van de Sande.
"Eran prácticamente iguales a las de la Vía Láctea:
estrellas
antiguas en el disco grueso, estrellas más jóvenes en el
delgado.
Estamos mirando
algunas otras galaxias para asegurarnos, pero esa es una
evidencia bastante fuerte de que las dos galaxias
evolucionaron de la misma manera".
El Dr. Scott dijo que
la orientación de borde de UGC 10738 significaba que era fácil
ver qué tipo de estrellas había en cada disco.
"Es un poco como
distinguir a las personas bajas de las altas", dijo. "Si
intentas hacerlo desde arriba, es imposible, pero si miras
desde un lado, es relativamente fácil".
El coautor, el
profesor Ken Freeman de la Universidad Nacional de
Australia, dijo:
"Este es un
importante paso adelante para comprender cómo se ensamblaron
las galaxias de disco hace mucho tiempo.
Sabemos mucho
sobre cómo se formó la Vía Láctea, pero siempre existió la
preocupación de que la Vía Láctea no es una típica galaxia
espiral.
Ahora podemos ver
que la formación de la Vía Láctea es bastante típica de cómo
se ensamblaron otras galaxias de disco".
La directora de ASTRO
3D, la profesora Lisa Kewley, agregó:
"Este trabajo
muestra cómo la Vía Láctea encaja en el rompecabezas mucho
más grande de cómo se formaron las galaxias espirales a lo
largo de 13 mil millones de años de tiempo cósmico".
Otros coautores
tienen su sede en la Universidad Macquarie en Australia y en el
Max-Planck-Institut fur Extraterrestrische Physik de Alemania.
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