5 - U1.11
Tras este nombre tan extraño se esconde una estructura que,
hasta 2012, era la más grande conocida por el ser humano.
Interpretación
artística del U1.11
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Pero, cuando hablamos de estructura no nos
referimos a un objeto completamente continuo, como puede ser un
planeta, sino a un conjunto de objetos que están vinculados
entre sí de algún modo, como, en este caso, por la gravedad.
Puede sonar extraño, pero eso mismo son las
galaxias y aceptamos que sean más grandes que las estrellas y
planetas que lo forman.
En cualquier caso, U1.11 está a 8.800 años luz de nosotros, en
las constelaciones de Leo y Virgo, y está formado por 38
cuásares.
Y, para hacernos una idea, un cuásar es una
galaxia con un
agujero negro supermasivo en su
centro que, no solo está activo, sino que emite una gran
cantidad de energía electromagnética, como si fueran dos chorros
perpendiculares a la galaxia.
De hecho, hemos utilizado los cuásares como
faros para medir las distancias en el cosmos.
En realidad, su propio nombre ya indica la naturaleza de U1.11,
ya que esa "U" hace referencia a una unidad conectada
de cuásares.
Pero volviendo a la cuestión que nos ha
traído hasta aquí.
Esos 38 cuásares forman una estructura de
2.200 millones de años luz en su diámetro mayor y recordemos
que el universo observable tiene 93.000 millones de años
luz.
Eso significa que U1.11 ocupa casi un 2,5% de
la longitud total del universo observable.
4 - El Arco Gigante
La siguiente parada en nuestra lista la descubrimos hace mucho
menos que U1.11.
Su nombre es,
"el Arco Gigante", y fue detectada en
2021, hace tan solo 3 años.
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Parece mentira que algo tan grande pueda
permanecer tanto tiempo oculto en la bóveda celeste, sobre todo
porque, si fuera visible ocuparía en el cielo nocturno el
equivalente a un puño a la distancia de un brazo extendido.
En este caso hablamos de una estructura de 3.300 millones de
años luz, mucho mayor que U1.11 y está más cerca, porque se
encuentra a "tan solo" 1.200 millones de años luz.
No obstante, su contenido no es tan
espectacular como el de su compañera. En este caso no hablamos
de cuásares, pero sí de galaxias, gas y polvo en cantidades
abrumadoras.
Si volvemos a expresar su longitud mayor como
un porcentaje del tamaño del universo observable, estaríamos
hablando de un 3,5%.
3 - Huge-LQG
Si U11.1 fue descubierto en 2012 y se consideró la estructura
más grande encontrada hasta la fecha, hay que reconocer que la
medalla no le duró mucho.
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En 2013 se anunció que habíamos encontrado
una incluso mayor, U1.27, otra unidad conectada de cuásares.
En esta ocasión hablamos de 73 cuásares, un
número realmente considerable y, con un diámetro mayor de 4.000
millones de años luz.
De hecho, sigue siendo la unidad de cuásares
más grande conocida.
Esta estructura se encuentra a 9.000 millones de años luz de
nosotros y, su tamaño la ha vuelto merecedora de un sobrenombre
más pronunciable que U1.27.
Normalmente se le llama "Huge-LQG", siglas de
Huge Large Quasar Group, que, en castellano,
significa "enorme gran grupo de cuásares".
Con eso debería quedar claro su tamaño, pero
volvamos a usar los porcentajes respecto al universo observable,
para compararlo con más facilidad.
En este caso hablamos de casi un 4,5%...
No obstante, hay que reconocer que Huge-LQG tiene sus
polémicas.
Los métodos utilizados para detectarlo
podrían haber dado lugar a una especie de pareidolia:
haber encontrado una correlación que
realmente no está ahí y que, en realidad, estos cuásares no
estén más vinculados entre sí que con el resto de los
cuásares circundantes.
Aunque, también es cierto que otros estudios
han encontrado argumentos aparentemente sólidos para defender
que Huge-LQG es una estructura en sí misma.
2 - Giant GRB Ring
Y, ya que hablamos de estructuras enormes, por qué no hablar de
procesos igual de colosales.
Los brotes de rayos gamma o GRBs (gamma-ray
bursts), son los eventos más luminosos de los que tenemos
constancia.
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Hasta donde sabemos, parecen ser el resultado
de estrellas que, al llegar su fin, explotan como supernovas o
hipernovas, aunque, en algunos casos particulares podrían estar
relacionados con estrellas de neutrones o estrellas binarias.
Pero ¿qué tiene que ver esto con las
estructuras más grandes del universo?
Pues bien, que un fogonazo de este calibre nos da mucha
información sobre el universo más lejano y, en 2015 se anunció
la observación de 9 GRBs formando una suerte de círculo a 9.300
millones de años luz de aquí.
Una especie de anillo gigante y efímero, ya
que la mayoría de estos GRBs duran apenas unos segundos, aunque
luego dejan una señal más duradera.
Hasta donde sabemos, parece estadísticamente poco probable que
el origen de estos estos estallidos no formen parte de la misma
estructura.
Un conjunto de galaxias, posiblemente, que
mediría en su diámetro mayor unos 5.600 millones de años luz,
que equivalen a la longitud del 6% del universo observable.
1 - Gran Muralla de
Hércules-Corona Boreal
Y, finalmente, llegamos al primer puesto de esta lista.
Una estructura que ostenta el primer puesto
del podio desde 2013, poco después de que Huge-LQG destronara a
U1.11.
No obstante, en este caso la diferencia de
tamaño es más que notable.
Estamos hablando de una estructura que
rompe todos los esquemas y cuyo diámetro mayor mide 9.700
millones de años luz.
Eso es algo más del 10% del universo
observable, un verdadero monstruo astronómico.
Su nombre es Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal
porque se encuentra más o menos centrada en las constelaciones
de
Hércules y
Corona Boreal si queremos
tomarlas como referencia al mirar el cielo nocturno.
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No obstante, ocupando 9.700 millones de años
luz, lo cierto es que se extiende por más de 20 constelaciones
de las 88 oficialmente reconocidas.
La Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal también fue
descubierta mediante la detección de GRBs y se encuentra a
10.000 millones de años luz de la Tierra.
Una distancia tan grande como el diámetro de
la propia estructura. Y, aunque las pruebas de su existencia son
tan sólidas como podemos esperar que lo sean, plantea algunas
dudas.
Una de las mayores tiene que ver con su
antigüedad, porque por la distancia a la que se encuentra, debe
existir desde que el universo era relativamente joven (3.800
millones de años), tanto que no parece posible que existieran ya
estructuras de este tamaño.
Y es que, aunque esta es la mejor información con la que
contamos, todavía estamos empezando a descubrir el universo en
el que vivimos, sus habitantes, sus métricas, su historia y las
reglas que lo rigen.
Quién sabe cómo podría cambiar esta lista en
un tiempo.
Quizá en 20 años o, tal vez, en cuestión de
minutos...