03
Noviembre 2023
del
Sitio Web
InfoBae
El telescopio de Gemini Sur
capturó las consecuencias
de una colisión de galaxias espirales
que tuvo lugar hace mil millones de años.
En el corazón de esta caótica interacción,
atrapados
en medio del caos,
hay un par de agujeros negros supermasivos,
que corresponden a los más cercanos
registrados
desde la Tierra.
Créditos: International Gemini Observatory
NOIRLab/NSF/AURA.
Mediante
un supertelescopio en Chile,
investigaciones
recientes demostraron que
estos objetos en
el centro de una galaxia
pueden influir
en su composición química.
Por qué este
hallazgo añade
un elemento
crucial a la comprensión
de la evolución
galáctica...
Los astrónomos saben que los agujeros negros supermasivos activos
pueden producir cambios importantes en sus galaxias anfitrionas al
calentar y eliminar el gas interestelar de la galaxia que los
contiene.
Pero los tamaños compactos de
los agujeros negros, las largas
distancias de la Tierra y el oscurecimiento por el polvo de las
galaxias han dificultado medir la distribución de la composición
química del gas alrededor de un agujero negro supermasivo activo.
En recientes observaciones innovadoras con el
supertelescopio ALMA
(Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), un equipo
internacional de investigadores liderado por el astrónomo Toshiki
Saito en el Observatorio Astronómico Nacional de Japón y
Taku Nakajima en la Universidad de Nagoya apuntó a la región
central de la
galaxia Messier 77 ubicada a 51,4 millones de años luz
en dirección a la constelación de Cetus.
El agujero negro es definido
por una
región en el espacio
que
absorbe todo lo que lo rodea
debido
a su campo de gravedad.
Foto:
IA Infobae.
Gracias a la alta resolución espacial de ALMA y a una nueva técnica
de análisis de aprendizaje automático, el equipo pudo mapear la
distribución de 23 moléculas en Messier 77, una galaxia que alberga
un agujero negro supermasivo activo.
Los resultados muestran que,
a lo largo de la trayectoria de los
chorros bipolares que emanan cerca del agujero negro, las moléculas
comúnmente encontradas en las galaxias, como el monóxido de carbono
(CO), parecen descomponerse, mientras que las concentraciones de
moléculas distintivas como un isómero de HCN y el radical cianuro (CN)
van en aumento...
Los expertos afirman que esta es,
una evidencia directa de que los
agujeros negros supermasivos afectan no sólo la estructura a gran
escala sino también la composición química de sus galaxias
anfitrionas.
Una nueva investigación muestra que
el
agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia
puede
tener un impacto directo en la distribución química
de la
galaxia anfitriona.
(ALMA
(ESO/NAOJ/NRAO), NASA/ESA HUBBLE)
"Presentamos un
estudio de líneas moleculares de imágenes en la banda de 3 mm
(85–114 GHz) enfocado en una de las galaxias más cercanas con un
núcleo galáctico activo (AGN), NGC 1068, basado en observaciones
tomadas con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array",
sostuvieron los expertos en el estudio publicado en la revista
The Astrophysical Journal Letters.
Y agregaron:
"Para comprender
mejor las fuentes de energía galáctica asociadas con la
evolución de las galaxias, es importante investigar las
propiedades físicas y químicas de un núcleo en las galaxias
utilizando líneas moleculares, que probablemente sean trazadores
de gas interestelar libres de extinción por polvo.
Varios fenómenos
extremos y de gran escala, como explosiones estelares, núcleos
galácticos activos (AGN) y fusiones, ocurren en galaxias
externas, a diferencia de los objetos locales en la Vía Láctea".
Agujero negro
activo más distante
Hace poco, el telescopio espacial
James Webb detectó el agujero
negro supermasivo activo y más distante jamás encontrado.
Imagen del cúmulo estelar de Hyades
con un agujero negro en su centro
(EUROPA
PRESS)
El agujero negro supermasivo activo en el centro de la galaxia
CEERS
1019 es inusual no solo por su edad y distancia, sino también porque
pesa solo 9 millones de masas solares, lo que significa que es 9
millones de veces más pesado que nuestro Sol.
Por lo general, la
mayoría de los agujeros negros supermasivos en el universo primitivo
pesan más de 1000 millones de masas solares, lo que los hace más
brillantes y fáciles de detectar.
El tamaño relativamente pequeño del agujero negro en el centro de
CEERS 1019 es algo así como un rompecabezas.
Según un comunicado del
Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore, que
administra las operaciones científicas de Telescopio Espacial
James Webb (JWST),
"todavía es difícil
explicar cómo se formó tan pronto después de que comenzó el
universo".
Los astrónomos han
sospechado durante mucho tiempo que los agujeros negros más pequeños
deben haberse formado en los primeros días del universo, pero estas
observaciones son las primeras en verlos con tanto detalle.
"Los investigadores
saben desde hace mucho tiempo que debe haber agujeros negros de
menor masa en el universo primitivo.
Webb es el primer
observatorio que puede capturarlos con tanta claridad.
Ahora pensamos que
los agujeros negros de menor masa podrían estar por todas
partes, esperando ser descubiertos", aseguró el astrónomo Dale Kocevski de Colby College en Waterville, quien dirigió uno de
los tres nuevos estudios que usó JWST para observar el universo
distante.
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